28/1/08

Arbelio y la bala para el Che



"Fue la derecha quien mató a Arbelio y la bala era para el Che"


La bala. "No iba dirigida a Ramírez, iba al Che que se trasladaba en auto", aseguró Daniel Fernández Rodríguez.


Amigo de la familia Ramírez-Dosil relata minuto a minuto cómo bandas de derecha asesinaron por error al profesor Arbelio Ramírez, cuando la bala tenía como destino al Che Guevara, quien había hablado en el Paraninfo de la Universidad de la República.

Hace pocos días LA REPUBLICA informó sobre el fallecimiento de Esther Dosíl de Ramírez, quien fuera la esposa de Arbelio Ramírez, asesinado cuando el Che Guevara visitó la Universidad de La Repúblicas (17 de agosto de 1961).

Recordé que el profesor Hugo Cores había dicho que Ramírez fue "el primer muerto por razones políticas" en la década del 60. Al otro día un hombre muy poco mayor que yo, que fuma Richmond, llegó hasta el bar Las Flores, me saludó, pidió permiso para sentarse y me dijo: "Yo conocí a Esther, a Arbelio y a sus hijos".

Hablo del profesor Daniel Fernández Rodríguez, a quien aún no le reconocen los años de trabajo por ser un "desaparecido administrativo" y que se crió en la Facultad de Humanidades, porque su padre era el sereno. Fue así que conoció, entre otras personalidades universitarias, al decano y filósofo Carlos Vaz Ferreira, quien -recuerda- lo invitaba con chocolatines. Allí conoció a Arbelio Ramírez, que fue consejero de la Facultad de Humanidades, así como con su esposa e hijos. De este encuentro nació esta entrevista, donde se afirma que "hasta ese momento toda la violencia de ultraderecha no había logrado vidas y las respuestas de la izquierda no habían sido armadas".



-Vamos a ubicarnos en el 17 de agosto de 1961, día de la muerte de Arbelio Ramírez, cuando el movimiento estudiantil se emocionaba con la presencia del Ernesto Che Guevara...

-Ese día el Che realizó su memorable intervención en el Paraninfo de la Universidad de la República, donde terminó señalando que en el Uruguay todavía había condiciones para desarrollar las luchas populares en los marcos de la democracia reinante. Y advirtió que cuando se dispara el primer tiro nunca se sabe cuándo es el último.

Yo coincido con el profesor Hugo Cores, cuando dijo que la muerte de Arbelio fue la primera que tuvo causa política, en esos años, y que abrió todo un período histórico. Hablo de los diez años que fueron de 1958 a 1968. Su muerte no fue un hecho aislado, porque después hubo muchos atentados de extrema derecha, le pasó a Soledad Barrett, a quien le dibujaron en una de sus piernas, con un objeto cortante, la esvástica. Todo esto lo viví dentro del IAVA, donde yo era integrante del Consejo Directivo de la Asociación de Estudiantes de Preparatorios.



-¿Cómo fue ese día?

-Ese día estuvo precedido por una fervorosa marcha a pie organizada por el movimiento estudiantil hacia Punta del Este, donde iba a hacer el uso de la palabra ­lo hizo en forma memorable­ el Che. Yo no participé de la misma, pero la recuerdo como muy numerosa. Luego el Che se trasladó a Montevideo, donde habló en un Paraninfo desbordante, donde también estuvo el doctor Salvador Allende y representantes de toda la izquierda uruguaya.



- ¿Cómo era el ambiente en esas horas?

-Era de fervor, de entusiasmo, porque la revolución cubana generaba una gran esperanza entre los estudiantes. Ya había estado en nuestro país Fidel Castro, cuya visita fue impactante.

En la calle había provocadores que eran expulsados por los integrantes del público, pero era un ambiente que ya nos era común. Lo importante es que después de la muerte de Arbelio hubo muchas especulaciones de por qué estaba grabando el discurso. Es que él grababa todo lo que le parecía, porque era profesor de historia en un liceo nocturno, trabajaba en el Archivo Histórico de la Nación y además completaba sus ingresos trabajando como apuntador en la Aduana. Creo que este era su principal ingreso.

Yo a Arbelio lo conocía desde hace muchos años porque era el esposo de la bibliotecaria de la Facultad de Humanidades, en cuyo local yo me crié, porque mi padre era el sereno de ahí. Por eso tuve una amistad estrecha con sus dos hijos. El mayor era el "Cabeza" y el menor el "Gordo". Me gustaría volver a ver al "Cabeza", que entiendo ahora vive en Brasil.



Troitiño y el Che
-¿Cómo es el momento del crimen?

-Ni bien terminó el discurso del Che, el profesor Ramírez guardó su grabador, que era un "Geloso", creo que era de un color amarillento, aquellos de cinta. Lo puso en su enorme portafolio y salió apresuradamente, vestido con el sobretodo espigado, para llegar a tiempo y dar su clase en el nocturno del IAVA. Salió por la puerta de Eduardo Acevedo, caminó hacia el IAVA. Allí lo sobrepasa la caravana de coches oficiales, a cuyo término iba un taxi Primus de 1957, con las aletas posteriores plateadas, que después me enteré lo manejaba un hijo de Troitiño, no sé si de Adrián o de Líber. En ese taxi iba el Che solito. Troitiño era un amigo del "Ñato" Enrique Rodríguez (dirigente comunista). Esto lo averigüé en 1971, cuando el surgimiento del Frente Amplio, porque lo conocí en un Comité de Base.

En esa época ya teníamos enfrentamientos, las agrupaciones estudiantiles de izquierda, con una primera agrupación de derecha que se llamó FER, creo que era Frente Estudiantil Renovador, que no era de izquierda en esos años. Era de extrema derecha que se identificaba con una estrella de "Sheriff".

Pero los sectores más activos de la derecha eran el MEDL, Movimiento Estudiantil Democrático Libre, cuyos miembros estaban vinculados con un instituto de formación sindical que manejaba la Embajada de Estados Unidos en la calle Agraciada.

También había una derivación, más moderada pero también de blancos y colorados, llamada MED "sin la ele". Recuerdo otra agrupación llamada UDE, Unión Demócrata Estudiantil. Las agrupaciones de izquierda eran Grupo Reforma y la Agrupación Unidad Estudiantil, que era de orientación comunista, mientras que la primera reunía al resto de la izquierda.

El lugar de reunión de los militantes estudiantiles de izquierda era "La Peña Estudiantil", la más cercana a la puerta de Eduardo Acevedo del IAVA. Más arriba estaba "El Refugio", que tenía una máquina tragamonedas con música americana, donde se reunían sobre todo los estudiantes de Derecho y muchas gurisas de colegios privados que se arrimaban a la zona del IAVA. Por eso, a veces, íbamos a ver a esas chicas en "El Refugio", cuyo nombre estaba escrito en francés (Refuge).

Recuerdo que antes de la muerte de Arbelio se habían realizado asambleas multitudinarias, muy duras, en el primer patio del IAVA, a favor o en contra de Cuba. En esas asambleas estaba Pablo Millor, quien fue posteriormente Consejero de Estado, que era militante de la derecha.



La camioneta de color verde
-Bien, pero qué ocurrió en ese día...

-Cuando termina el Che de hablar, frente a "El Refugio" había gente del MEDL que volantearon, corearon consignas e hicieron algún disparo, supongo que al aire, porque de otra forma tuvo que haber heridos y no los hubo.

El profesor Aurelio Ramírez, que medía un metro setenta de altura, caminó por la bajada que hay desde Guayabo hacia la puerta de Eduardo Acevedo del IAVA. Desde una de las canchas de baquetbol del IAVA, Ramírez fue herido de muerte, no desde los disparos que se hicieron desde "El Refugio". Fue a boca de jarro. La bala no iba dirigida a Ramírez, iba al Che que se trasladaba en auto. Ramírez, una vez herido, intentó regresar pero a los pocos pasos cayó.

En medio de ese caos, momentos después, veo al "Cabeza", el hijo mayor de Arbelio, repasando con tiza lo que aparentemente había sido la posición de un cuerpo, mientras que dos policías ingresaban el cuerpo de Arbelio en un patrullero. El "Cabeza" no sabía que el muerto era su padre. Sólo sabía que habían matado a un profesor, pero nunca pensó que fuera el padre.

Vimos, también, que un grupo de gente se subió a una camioneta Austin, de color verde, con caja de madera, que partió velozmente hacia la costa, cuya matrícula tomamos. Suponemos que allí iba gente que habían dejado abandonadas sus armas. Esta forma de actuar, muy precaria, me permite decir que no doy crédito, en absoluto, a las opiniones del profesor Raúl Vallarino de que el hecho hubiera estado a cargo de un poderoso servicio secreto. Si hubiera existido un servicio secreto internacional (alude a la KGB, central de inteligencia soviética) hubo posibilidades infinitas para hacer desaparecer a Ramírez. Fue la derecha quien mató a Arbelio y la bala era para el Che.



-En esa mañana ¿qué hizo?

-A la mañana siguiente supe que el muerto era Arbelio. Me fui a un apartamento de Arbelio y de Esther, en la esquina de Maciel y Cerrito, encima de una ochava de una tiendita. En el primer piso. Allí me encontré que Guillermo Chifflet le estaba haciendo un reportaje a Esther. En ese momento le facilitamos la versión de lo que habíamos visto y del número de la matrícula de la camioneta verde. Creo que Chifflet publicó en El Sol (periódico del Partido Socialista) esos datos que le habíamos dado. Pero no recuerdo bien.



-¿Cómo y dónde fue el velatorio?

-El velatorio fue en la Universidad de la República, pero quiero relatar un hecho sobre la brutalidad de la vida cotidiana.



-Adelante...

-Me quiero referir a cómo se enteró Esther Dosíl de Ramírez de la muerte de su esposo. Ella, en ese día, llegó a su casa para hacerle a Ramírez una tortilla, para que tuviera algo de comer luego de dar clases. En la puerta de su apartamento se encontró con un empleado de la funeraria "López y López", que directamente le ofreció los servicios para su esposo. Esa fue la forma despiadada de cómo se enteró de la muerte del profesor Arbelio Ramírez. No fue la Policía, que creo que recién apareció al día siguiente en su casa.


La tarjeta de Caputti

-¿Y después?

-Nos fuimos al Liceo Varela, donde la derecha iba a hacer un paro contra la presencia del Che Guevara en nuestro país. El primero en llegar fue Pedrito Dubra, quien era simplemente el hijo menor del diputado socialista Arturo Dubra. Para esos líos estudiantiles Pedrito tenía la teoría de que la primera piña tiene que ser definitiva y que por eso hay que apuntar a la nariz, porque siempre algo sale. Le metió la mano adentro de la boca a uno de los militantes del MEDL, que intentó sacar un arma. Por eso Pedrito estuvo enyesado durante bastante tiempo, porque se fracturó todas las falanges de la mano derecha con el golpe que le dio en medio de la boca. Le rompió todos los dientes.

De ahí nos fuimos todos juntos al velatorio. En un momento hay una corrida, en la que participo con otros compañeros. Entre ellos iba Alfredo Martínez, Julio Louis, el periodista Carlos Varela quien alcanzó a dos tipos, que después de haber tirado una bomba de olor habían escupido el féretro de Ramírez.

Varela se encontró con ellos en lo que hoy es el pasaje "Emilio Frugoni", donde les aplicó una serie de golpes, para posteriormente sustraerle la cédula de identidad y a uno de ellos una tarjeta de recomendación del senador colorado de Canelones, Caputti. Era de Santa Lucía.



-¿Este crimen marcó un antes y después en la historia moderna de los uruguayos?

-Hasta ese momento toda la violencia de ultraderecha no había logrado vidas y las respuestas de la izquierda no habían sido armadas. Es a partir del asesinato del profesor Ramírez que se generaliza un estado de ánimo que promueve la organización en grupos de autodefensa. Fue así que cada grupo de izquierda tuvo las suyas y otros le dieron otra trascendencia (alude al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y otros grupos armados).



-¿Nunca se le realizó, en esa época, un homenaje a Arbelio Ramírez?

-Sí. Recuerdo uno, pero pudo haber habido más. Se puso una placa de bronce recordatoria que decía: "Homenaje de la Asociación de Estudiantes de Preparatorios a Arbelio Ramírez, caído bajo las balas fascistas". Que posteriormente fue arrancada de la pared. No recuerdo si fue por la interventora de la enseñanza o por la dictadura. En ese acto fui el único orador.



ASI HABLO EL CHE EN EL PARANINFO
* "Ustedes tienen algo que hay que cuidar, que es precisamente la posibilidad de expresar sus ideas; la posibilidad de avanzar por cauces democráticos hasta donde se pueda ir; la posibilidad, en fin, de ir creando esas condiciones que todos esperamos algún día se logren en América, para que podamos ser todos hermanos, para que no haya la explotación del hombre por el hombre ni siga la explotación del hombre por el hombre, lo que no en todos casos sucederá lo mismo -sin derramar sangre, sin que se produzca nada de lo que se produjo en Cuba...".

* "Pero si esas aspiraciones del desarrollo económico -que son, en definitiva, las aspiraciones de bienestar en cualquier forma que sea y como quiera llamársele-, la aspiración del pueblo a su bienestar, se puede lograr por medios pacíficos, eso es lo ideal y eso es por lo que hay que luchar".



LOS DIAS PREVIOS
Del 14 al 18 de agosto de 1961 se realiza la Conferencia Popular Antiimperialista. Participan el publicista argentino Gregorio Selser, el presidente del Senado de Chile, Salvador Allende, y un comité de intelectuales encabezado por Luis Gil Salguero. Este se entrevista con el Che en compañía de Jesualdo Sosa, Guillermo Bernhard, Juan José López Silveira, Armando González, Casto Canel, Julio E. Suárez (Peloduro), Felipe Novoa. Se hacen presentes los comités de solidaridad con Cuba, de Maldonado (presidido por José Frade, titular de la Junta Departamental), Rocha, Minas y Treinta y Tres. El 8 de agosto se realizó en el Cine Majestic un acto en que participaron los diputados Enrique Rodríguez, Germán D'Elía, Collazo y Elichirigoity, Omar Sosa en nombre del Comité Coordinador del Apoyo a la Revolución Cubana y el actor Roberto Barry.



EL CABEZA Y EL GORRO DE FIDEL
-¿Arbelio Ramírez era comunista?

-No, eso no lo sé, aunque tengo la convicción de que era militante del Partido Comunista, pero en el caso de Esther creo que pudo haber sido sólo una simpatizante. Era muy difícil en aquella época decir que uno era comunista.

-El ex diputado Ariel Collazo, fundador del Movimiento Revolucionario Oriental, acaba de escribir en LA REPUBLICA que el Che Guevara se llevó al "Cabeza" a Cuba, porque había quedado muy conmovido por la muerte de Arbelio.

-Es así. El "Cabeza", en Cuba, le manoteó el gorro a Fidel Castro y se lo puso en su cabeza. Fidel le terminó regalando el gorro. El "Cabeza", vive hoy en Brasil, tenía una agilidad felina: jugaba muy bien a todos los deportes. Además en las crisis de los cohetes estuvo en una batería antiaérea defendiendo la revolución.


La República
28/01/08

14/1/08

UN TERRIBLE PERIODO DE VIOLENCIA

Los tres asaltos en veinte días que conmovieron la ciudad de Montevideo

En los primeros diecinueve días del lluvioso julio de 1961, un sorprendido Montevideo se vio asolado por una ola de asaltos violentos que sacaron a la población de su amodorramiento. Probablemente se trataba del comienzo de una familiaridad con el delito que se agravaría considerablemente en el transcurso de esa década y que apoyada en los deterioros sociales que sobrevendrían en los siguientes cuarenta años, harían que episodios sangrientos de esas y otras características se volvieran trágica costumbre en el paisaje de la capital. Pero aquella no era una época de grandes sobresaltos y sin duda por eso al comenzar el mes, el robo a la agencia Aguada del Banco de Crédito provocó una inusitada conmoción. Los titulares de los diarios oscilaban entre el asombro y la alarma. "Treinta personas dominadas durante quince minutos". "Se llevaron un cuarto de millón de pesos". "Estaban enmascarados". "Una audacia sin límites". Las informaciones consignaban que a mediodía, dos personas con sus cabezas cubiertas por medias de mujer debajo de las cuales los rostros habían sido además desfigurados con pinturas, habían penetrado en el local obligando el gerente Ruben Seijas, al jefe de sección Carlos Dicona y al cajero Santiago Bonifacino a que les abrieran las puertas que custodiaban el Tesoro. Una vez llenados los bolsos, habían huído en un Ford Prefect por la calle Lima. La Policía estaba convencida que los autores obedecían órdenes del famoso pistolero porteño Jorge Eduardo Vilariño o que por lo menos habían pertenecido a su banda ya que una vez localizado el auto se encontraron en él colillas de cigarrillos argentinos.

En los días inmediatos sobrevino una calma chicha apenas alterada por hechos aislados: dos secuestros de taximetristas a los que abandonaron encerrados en la valija de sus autos, un atraco a una sucursal de Manzanares en el cual sus autores obtuvieron un magro botín. Algunos pesquisantes avezados sospechaban que todo estaba encadenado, pero no había pruebas. No se encontraba a los ladrones y el pulso de país siguió sin alterarse demasiado. Una prueba categórica de ese estado de ánimo: el 6 de julio el diario El País informaba que en doce días habría de inaugurarse el Túnel de 8 de Octubre y como al pasar recordaba que su construcción había demandado tres años, mientras que Brasilia con su complicadísima infraestructura había empezado a levantarse en la misma época y llevaba más de un año de inaugurada oficialmente. Recién el 12, volvió a recordarse el episodio del Banco de Crédito al pasar por Montevideo el pistolero Vilariño apodado El Rey del Boleto quien luego de ser capturado en San Pablo era conducido a Buenos Aires para ser juzgado por numerosos delitos incluyendo en ellos asaltos y homicidios. Sonriente, de barba mal afeitada, sombrerito rabón y un cierto parecido con Cantinflas, Vilariño negó toda incidencia en el episodio policial de la sucursal Aguada y dio una explicación convincente: ese día estaba preso. No obstante la Policía local continuó creyendo que los autores de aquel robo eran miembros de su banda que actuaban por su cuenta. Pocas horas después lo confirmarían.
El mismo miércoles 12 mientras Vilariño era fotografiado desde todos los ángulos, dos personas detuvieron un taxi. A las pocas cuadras ascendió otro pasajero quien luego de sentarse al lado del conductor del vehículo, lo encañonó. Walter Evaristo Ciapessoni fue metido en la valija como en las otras dos oportunidades mencionadas con la recomendación de no hacer el menor ruido. Mucho después se enteró que su coche había sido detenido en la calle Colón, próximo a la rambla donde estaba el Cambio Paganini. Los detalles complementarios los leería en los diarios. Los asaltantes se retiraban con ochenta mil pesos cuando pasó por allí un patrullero con personal de Hurtos y Rapiñas. A uno de los policías no le olió bien la presencia del taxi frente al cambio y se bajó a investigar. A través del vidrio reconoció al pistolero argentino Alberto Viña, perfectamente identificable por un bulto que tenía en la frente, una especie de protuberancia que pese a la media sobre la cabeza, también habían recordado los testigos del asalto a la sucursal del Banco de Crédito. También pudo reconocer a otro ladrón contumaz a quien la policía seguía los pasos: Carlos Alberto Mycio Marticorena. Al verse sorprendidos, los delincuentes intentaron abrirse paso a tiros y en el intercambio de disparos con los integrantes de la patrulla, cayó herido de muerte el oficial Pedro Píriz mientras sus compañeros Ruben dos Reis y José María Blanco también eran blanco de las balas. Libres ya de la policía, los asaltantes se fugaron en el mismo coche que los había llevado abandonándolo más adelante con el taximetrista siempre preso dentro de la valija. Llamaron luego a un remise de la empresa Martinelli, repitieron la operación de captura del conductor al cual dejaron en Aparicio Saravia y Casavalle sin lastimarlo y abandonaron finalmente el vehículo en Tajes y Mendoza. Dentro de él fueron encontrados una boina y un portafolios vacío que fueron utilizados como elementos de rastreo por los perros de la policía, aunque con escaso éxito.

Exactamente una semana más tarde, tres personas asaltaron a un remesero de Impuestos Directos y se llevaron casi un millón de pesos. En esa oportunidad incidieron en partes casi iguales la audacia de los malhechores y la increíble imprevisión de las autoridades de la oficina recaudadora que todos los días enviaban a un portero munido de una valijita con dinero y valores, para que cruzara la calle Valparaíso custodiado apenas por un agente y la depositara en una agencia del Banco de la República. Poco les costó a tres delincuentes aguardar el paso del funcionario, arrancarle a viva fuerza la valija y huir en un auto robado, no sin antes herir de un balazo a su custodia, el agente Medina. Burlada nuevamente, la Policía emprendió una búsqueda frenética revisando cada rincón de la ciudad. Uno de los lugares allanados fueron las ruinosas instalaciones del Hospital Fermín Ferreira ubicado en el lugar actual del Shopping Montevideo y donde en aquellos años se alojaba a los tuberculosos y a los enfermos del mal de Hansen. En ese operativo que tampoco dio resultado, participaron personalmente el Consejero Nacional Benito Nardone, el Ministro del Interior Nicolás Storace Arrosa y el Jefe de Policía coronel Mario Aguerrondo. En el hospital, persiguiendo supuestas luces misteriosas que se encendían y apagaban y ante el asombro de tísicos y leprosos, tampoco pudieron ser localizados los ladrones que se suponía eran los mismos responsables de los atracos anteriores. El desconcierto de la opinión pública se reflejaban en los diarios. El 21 de julio, la página policial de El País decía al respecto: "Si bien es cierto que los asaltos se han estado repitiendo con una precisión matemática (los miércoles asalto, ha dicho ya alguien) no lo es menos que muchas personas están viviendo en una verdadera psicosis en materia de asaltos y de asaltantes. (...) En estos momentos interesa sobremanera capturar a los peligrosos maleantes internacionales que han huído de Buenos Aires y que han venido aquí para demostrar con sus hechos que tenía razón Vilariño cuando afirmó que "operar en Montevideo era una papa".

La implacable búsqueda tuvo su primer cosecha al día siguiente de escritas aquella líneas. Un taximetrista denunció a la policía la actitud poco clara de una presunta dama que había transportado hasta a las oficinas de la empresa CAUSA que hacía el servicio con Buenos Aires. Pensando que se trataba de una mujer sospechada de contrabandista, los funcionarios portuarios y los policías de investigaciones le solicitaron sus documentos a lo que respondió exhibiendo una cédula de identidad chilena a nombre de Lucía Alvarez Samorano. Como sus movimientos bruscos y su falta de costumbre de llevar polleras llamaran nuevamente la atención, la condujeron al baño de señoras para ser revisada. Allí su resistencia se desmoronó admitiendo ser el famoso Ruben Adhemar García, apodado Varelita y uno de los más seguros participantes de los tres asaltos consecutivos que tenían a mal traer a las autoridades. Varelita que era hincha de Boca Juniors y debía su nombrete a su devoción por el jugador uruguayo Severino Varela pudo verse el día siguiente en El País al pubicar este diario una foto en la que se le veía dando una vuelta olímpica vestido de particular y a poca distancia de su ídolo. Cuando se descubrió su verdadero sexo estaba perfectamente peinado y maquillado, tenía senos falsos y llevaba una pollera escocesa, un tapado de color violeta y un pañuelo de seda en la cabeza. Algún diario brindó la información un tanto burda, que había sido descubierto porque al pretender ir al baño, había penetrado llevado por la costumbre, al de caballeros. Sin embargo la verdad es la ya relatada. Al ser revisado por una empleada de CAUSA ya que no había policía femenina, Varelita se despojó de un arma que tenía oculta en su ropa interior (¿femenina?) y se entregó rogando que no le pegaran. Quien esto escribe lo vio esa misma tarde en la Jefatura de Policía, luciendo su atuendo femenino, de cabeza gacha y exhibido como el trofeo que realmente era, en el transcurso de una nota para la revista Reporter. Parecía un travesti triste.

Al aproximarse el final del mes, las intensísimas batidas por diferentes barrios de Montevideo y una mejor suerte con los informantes, precipitaron una serie de logros de las autoridades policiales. El 27 de julio, algunos individuos de mal vivir bruscamente enriquecidos y entregados a una vida de copas finas y mujeres del ambiente, que eran vigilados discretamente, culminó en un tiroteo y dos detenciones importantes. Allanado un departamento de la calle Ramón Anador donde aparentemente se efectuaba una espectacular orgía, los hombres que participaban de ella recibieron a la policía a los balazos, huyendo luego. Uno pudo escapar pero otro fue capturado en la calle, completamente desnudo aunque con calcetines puestos. Un tercero más friolento, cuando se entregó tenía un sobretodo sobre la piel y corría descalzo. Los delincuentes fueron identificados como Ramón Corral y Jesús Fernández. El fugado era José Prado, alias Bananita coautor del asalto al Cambio Paganini, de peligrosísimos antecedentes. Las mujeres, que trabajaban en clubes nocturnos, también estaban en ropas de combate. Todos se encontraban en estado de intoxicación alcohólica.

Menos de cuarenta y ocho horas después, se produjo otro apresamiento en Santa Bernardina, cerca de Durazno. En esta oportunidad el delincuente Nicanor Noguera tuvo poca suerte. Mientras caminaba como un linyera por la ruta 5, al pasar por el puente sobre el río Yi, fue a preguntar cómo podía llegar a Tacuarembó justo a la casa de un policía que estaba franco. A éste no le gustó la cosa, fue hasta la comisaría más próxima y una comisión detuvo, al caminante, quien en la refriega fue herido de un balazo en un hombro. Ya en el nosocomio de Durazno, se comprobó que llevaba encima dos pantalones, debajo del último un piyama y más abajo tres calzoncillos, uno de éstos largo. Además portaba tres camisas superpuestas. En sus numerosos bolsillos se encontraron billetes de distintos orígenes, correspondientes al hurto del Cambio Paganini.

El día 30, el famoso Bananita fue identificado transitando con un amigo por la calle 8 de octubre. Seguido por un agente, se le vio entrar a una casa de la calle Marcos Sastre y Argerich. El final es fácil de imaginar. Rodeada la vivienda e intimaa la rendición uno de sus ocupantes, el asaltante Pablo Rada se entregó y proporcionó el lugar donde se encontraba Florencio Betancourt quien también fue capturado. En cambio José Prado, alias Bananita prefirió el enfrentamiento y terminó sus días acribillado por doce disparos. Los dos primeros confesaron ser los autores del asalto al Banco de Crédito. Faltaba el cuarto integrante del grupo apodado El Tito, el cual fue ubicado y preso en una ciudad del este del país de la cual no se proporcionaron datos. Quedaban por caer todavía los malhechores que junto a Noguera habían asaltado el Cambio Paganini, considerados los más duros de todos. Eso ocurriría apenas un día más tarde.

Cuando se cumplían exactamente tres semanas del primer asalto, cayó el grueso de la banda. Luego de docenas de batidas y allanamientos, su presencia quemaba y se les hacía difícil ocultarse. Desesperados, buscaron refugio en los caños de entubamiento del arroyo Malvín donde se les buscó, por denuncia de un ladrón conocido que les había llevado comida. Sin embargo al llegar la policía ya habían escapado. Comenzó entonces el rastrillaje por los alrededores, incluída la Cantera de los Presos, una zona que uno de delincuentes perseguidos, Mycio Marticorena, conocía al dedillo. Acortado el cerco y abandonados ya por la suerte, una persona, familiar de un agente, reconoció a dos de ellos caminando por la calle Isla de Gaspar. La policía fue alertada y doscientos elementos al mando del Jefe Aguerrondo y los comisarios Coolighan, Esteva Gomensoro y Castiglioni los rodearon en un rancho de la calle mencionada, alojamiento de un ladrón conocido como El Negro Braida. En el lugar se entregaron sin ofrecer resistencia los hermanos Adalberto y Ebelio Viña, Oscar Sarlenga y María Mileta, la compañera de El Mincho Mycio Marticorena. Este, que había salido a buscar agua, logró fugar al percibir el movimiento. Su fortuna le duraría solamente cuarenta y ocho horas más. El viernes 4 de agosto de 1961, pocas horas antes del comiezo de la Conferencia del CIES que reuniría en Punta del Este a las principales autoridades económicas del continente americano, El Mincho fue abatido en la cancha del club Salus. Nunca podrá ser ya reconstruído el recorrido que lo llevó a cruzar la ciudad, de Malvín Norte a Nuevo París ni quienes guiaron sus pasos hasta ese lugar. Se supo que había penetrado al local del canchero por una ventana convenciéndolo que lo dejara pasar la noche "porque había tenido una pelea con el cuñado". Luego le había entregado dinero para que fuera a comprar algo de comer, cigarrillos y grappa, diciéndole que se quedara con el vuelto "por la gauchada". De pronto el canchero habló de más o el comerciante desconfió. Lo cierto es que a las dos de la mañana alertaron al subcomisario Domingo Ganduglia. Este informó al Director de Investigaciones Inspector Balparda y éste finalmente se comunicó con los jefes de la Metropolitana capitanes Alberto Balestrino y Uruguay Genta. Todos los efectivos armados con equipos lanza gases y ametralladoras llegaron hasta Yugoeslavia y Carlos María Pen y rodearon la casa del canchero que también oficiaba de vestuario. Encendieron los focos de los autos en dirección a ella y conminaron a Marticorena a que saliera con los brazos en alto. Quien lo hizo fue el propio canchero que se entregó afirmando que El Mincho le había dicho que ofrecería resistencia. Le arrojaron entonces gases lacrimógenos y al salir a la puerta haciendo fuego fue acribillado por más de treinta balazos, no sin dejar herido de gravedad a uno de los agentes. De esta manera trágica se cerró el episodio de aquella ola de hechos delictivos que durante veinte días atemorizó a Montevideo en julio y agosto de 1961.

A los dos días de la muerte de El Mincho quien intenta recrear estos hechos, entrevistó para la revista Repórter a su madre y a su hermano en la pobre casa que habitaban en 20 de febrero y Camino Carrasco. "Mi hijo siempre fue medio loco" - expresó la señora en aquella oportunidad-"Desde chiquito era desequilibrado. (...) Tenía una agilidad como yo nunca he visto. Por eso todo el barrio lo conocía por Tarzán. También le decían El loco Mycio, pero Mincho no lo llamaba nadie. De botija no había nadie que lo aguantara. Una de las bromas que le gustaba hacer era llenarle los zapatos de agua a su finado padre". El hermano de El Mincho que tiene un increíble parecido con el delincuente abatido corrobora: "Cuando estábamos comiendo había que estar con siete ojos porque al menor descuido le echaba leche a los platos de sopa o vino al guiso o sal al café. Por muchas palizas que le dieran no cambiaba". Criado en un hogar obrero y católico, El Mincho llegó a ser monaguillo en la iglesia de Acevedo Díaz y Rivera, pero sus contínuos desarreglos de conducta hicieron que los padres lo llevaran al Vilardebó donde le aplicaban shocks eléctricos. A los dieciséis años se fue de la casa y nunca más regresó. Su último recuerdo fue un regalo para el Día de la Madre, un cuadrito que en ocasión de aquella nota todavía estaba colgado en su casa y decía: "Madre, tu amistad me brinda todo lo que me fortalece para vivir: ternura, confianza, serenidad".

César Di Candia

11/1/08

El Uruguay de Philip Agee

Philip Agee. El ex agente que trabajó para la CIA, falleció en La Habana el 7 de enero.


Las anotaciones del diario del ex agente de la CIA, Philip Agee, fallecido esta semana en Cuba, permiten observar lo que aquel espía veía en el Uruguay de los sesenta. Entretelones del Consejo de Estado, la colaboración ruralista, el exilio de Goulart, la tortura policial, las coimas políticas y los fraudes financieros, entre otros temas.

La injerencia norteamericana en los asuntos internos de Uruguay y otros países después de la segunda guerra mundial fue una de las denuncias más escandalosas que el ex agente de la Central de Información e Inteligencia Philip Agee realizó en 1975, cuando escribió su libro "La CIA por dentro. Diario de un espía".

Agee, quien falleció en La Habana el 7 de enero, desertó de la CIA luego de doce años. Sus libros "Guerra Sucia" y "La CIA en Europa Occidental", desenmascararon operaciones encubiertas y se convirtió en un objetivo de la propia CIA. En 2000, fundó la agencia de viajes "Cubalinda" para romper el bloqueo turístico a la isla.

El 22 de marzo de 1964 lo transfirieron a Montevideo, donde permaneció como espía estadounidense durante dos años, en los que realizó múltiples misiones de infiltración, que narra con detalle en el diario de actividades publicado en su libro "La CIA por dentro. Diario de un espía".

Agee explica que en Uruguay sus "objetivos" eran el Partido Comunista (PCU), la Confederación de Trabajadores del Uruguay (CTU), la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), el Partido Socialista del Uruguay (PSU), el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO), trotskistas y anarquistas, exiliados argentinos y paraguayos y las misiones diplomáticas de la Unión Soviética, Cuba, Checoslovaquia, Polonia, Bulgaria, Hungría, Rumania y Yugoslavia.

Algunas páginas del diario de Agee, permiten hoy mirar en perspectiva la realidad uruguaya de mediados de los años sesenta y los movimientos que la base de la CIA realizaba en Montevideo, con colaboración de personalidades políticas, militares y policiales que años más tarde tendrían un singular protagonismo en el país.



La llegada a Montevideo
"Montevideo, 22 de marzo de 1964."

"Hasta hace alrededor de un año, la estación de Montevideo mantenía las típicas operaciones políticas anticomunistas, como las que se realizan en otras estaciones del hemisferio, y de éstas las más importantes eran efectuadas a través de Benito Nardone, dirigente de la Liga Federal de Acción Ruralista y presidente de Uruguay en 1960-61. Otras operaciones se realizaban para controlar las calles y "limpiarlas" de comunistas y otros izquierdistas, y nuestros escuadrones, con la eventual participación de policías fuera de servicio, podían disolver reuniones y generalmente los aterrorizaban. En los interrogatorios se acostumbraba torturar a los comunistas y otros izquierdistas de extrema, cosa que hacían nuestros agentes de enlace en la policía. Un hecho sobresaliente fue la expulsión, en enero de 1961, justo antes del término de la presidencia de Nardone, del embajador de Cuba, Mario García Incháustegui, junto con el primer secretario de la embajada soviética, por supuesta intervención en los asuntos uruguayos...".

"Estas operaciones se han expandido, tanto como las de ECACTOR en Ecuador, bajo la dirección de Tom Flores que se hizo cargo en 1960 como jefe de estación. Sin embargo, cuando llegó el embajador Wymberly Coerr en 1962, insistió en que Flores terminara con la intervención política con Nardone y con las operaciones militantes, que habían provocado varias muertes y les habían dado a los comunistas suficientes víctimas para sus campañas de propaganda contra el gobierno de los "fascistas blancos". Flores se resistió y, en 1963, el embajador Coerr consiguió que Flores fuera transferido y cesaran estas operaciones. En reemplazo de Flores vino Holman, pero él ha mantenido discretas comunicaciones con Nardone, sólo para recolectar información y sin que tengan implicaciones de acción política. En este momento, Nardone está en una etapa terminal de cáncer, y por propósitos prácticos todas las operaciones con él han terminado
".



El exilio de Joao Goulart
"Montevideo, 24 de abril de 1964"

"Acabamos de tener la visita del nuevo jefe de la División WH, Desmond FitzGerald, quien está recorriendo las estaciones. Holman ofreció un lunch para todo el personal de la estación con sus esposas, y en la oficina cada uno de nosotros tuvo una corta reunión con FitzGerlad para explicarle sus operaciones. Se mostró satisfecho con el reclutamiento del cubano, pero sospecha que puede haber sido provocado, por el alto estimado que dio de la producción de azúcar: en vez de cinco millones de toneladas, según FitzGerald, la producción de este año es menor de cuatro millones. Me alentó para que tratara de hacer un reclutamiento aceptable del oficial de códigos de la embajada cubana aquí. Cuando le contamos que una de las oficinas de nuestra estación tiene una pared común con un departamento que nosotros no controlamos en el edificio contiguo, ordenó que se colocara de inmediato un cartel sobre esa pared que diga: "¡Esta habitación tiene micrófonos!". También en la CIA el rango tiene privilegios".

"FitzGerald estuvo muy insistente en que la estación de Montevideo le dedique atención al apoyo del nuevo gobierno militar brasileño a través de recolección de información y operaciones de propaganda. Holman le ha dado a O´Grady la responsabilidad de los problemas brasileños, y la estación de Río va a ayudarlo enviando a uno de sus agentes como agregado militar a la embajada de Brasil. Es el coronel Cámara Sena y va a llegar en estos días. O´Grady va a tener reuniones con él y lo va a ayudar a desarrollar operaciones para infiltrarse en la comunidad de exiliados de ese país".

"A pesar de la popularidad de Goulart en Uruguay, el CNG votó ayer a favor de reconocer el gobierno brasileño, lo que va a servir para aliviar tensiones. Y Goulart ha sido declarado asilado político en vez de refugiado, que es un estatus que le podía permitir mayor libertad para actividades políticas".




Los "contactos" de la CIA
"Montevideo, 15 de julio de 1964"

"El cuartel general nos ha enviado un extraño despacho, que Holman cree es el preludio para que volvamos a operaciones de acción política. Como organización previa, Holman me dio la responsabilidad de informar los progresos y de desarrollar nuevos contactos políticos. El mantendrá encuentros más seguidos con la señora de Nardone y con Gari, y pronto me va a presentar a mí a otro líder ruralista, senador Wilson Elso, que es diputado federal. Por el momento no vamos a contactarnos con el otro líder ruralista, senador Juan María Bordaberry, porque él ya está en contacto continuo con el embajador Coerr, y Holman no quiere tener problemas con él. La importancia de los ruralistas es que ellos ya han anunciado su respaldo a la reforma constitucional, a fin de que Uruguay vuelva a tener un presidente fuerte. Los otros partidos se oponen abiertamente a esa reforma".

"Además de los ruralistas, Holman me pidió que comenzara a entrevistarme con algunos de los líderes liberales de las secciones legítimas del Partido Colorado, especialmente la Lista 15 y la Lista 99. Estas dos facciones van a estar en el grueso de las elecciones en 1966, y también constituyen un potencial atractivo para agentes de acceso en el programa de operaciones soviéticas".

"Al tratar el tema de la expansión en los contactos políticos, Holman dijo que teníamos que ser muy cuidadosos para evitar que nuestro embajador tuviera la más mínima razón para sospechar que estamos volviendo a las operaciones de acción política. Cuando sea el momento, la decisión va a ser tomada en Washington y se le va a informar al embajador por los canales correspondientes".



La ruptura con Cuba
"Montevideo 12 de setiembre de 1964"

"Esta mañana se rindieron los manifestantes que tomaban la Universidad y se les permitió retirarse después de haberles tomado las huellas digitales, fotos de identificación y sus datos biográficos. Se arrestó a cuarenta y tres no estudiantes entre las cuatrocientas personas que salieron".

"En el aeropuerto esta tarde había varios miles de personas que fueron a despedir a los cubanos. Cuando la policía trató de hacer que los manifestantes retrocedieran y se colocaran a cierta distancia del edificio principal estallaron los disturbios que terminaron en una batalla campal. La policía se impuso con cierta facilidad usando sus efectivos de caballería en las áreas abiertas de los alrededores del aeropuerto, pero hubo muchos heridos de ambos bandos".

"Como los diplomáticos uruguayos (y agentes nuestros) que trabajaban en La Habana se vuelven a Montevideo, se suspende la tarea de la estación de Miami en la que Roosen y Gonçalves trataban de sonsacarle información a Earle Pérez Freeman. Si bien Suiza se va a hacer cargo de los asuntos uruguayos en La Habana, el embajador uruguayo se quedará todavía para cerrar la embajada y transferir a los ocho asilados, incluyendo a Pérez Freeman, a otra embajada."




Las torturas y Otero
"Montevideo, 28 de octubre de 1965"

"La única razón por la que el estado de sitio todavía no ha sido levantado es que Arizaga sigue en malas condiciones; si fuera liberado podría demostrar que fue torturado, y si no hubiera estado de sitio, seguramente habría manifestaciones contra el jefe de policía, que es lo que los "blancos" quieren evitar, y así proteger a él y al ministro del Interior, Adolfo Tejera. El caso Arizaga, de hecho, está causando serias fricciones entre ambos, y los "colorados" quieren sacar de esto provecho político".

"Por medio de la misión de Seguridad Pública yo he pedido que envíen al comisario Otero, jefe de Inteligencia de la Policía, a un curso que comenzará en enero en Washington, en la Academia Internacional de Policía. Es unas doce semanas en la Academia. Otero recibirá entrenamiento oficial de operaciones de inteligencia. He pedido que la Oficina de Entrenamiento se concentre en vigilancia física y en operaciones de infiltración en partidos comunistas ­búsqueda de blancos, reclutamientos, manejo de agentes-. Quizás con suficiente entrenamiento de oficiales como Otero la policía podrá reclutar agentes y pagarles por información en vez de aplicar la tortura".

"Dios sabe que Otero necesita este entrenamiento, pues también está mezclado, desde marzo, en el caso Cukurs (un sucio caso de secuestro de un ex nazi). Finalmente Cukurs fue cremado, y hace unos días Otero entregó las cenizas a su hijo junto con un puente dental. El hijo y el dentista de la familia de Cukurs, sin embargo, dijeron a la prensa que su padre nunca había usado una prótesis dental, así que ahora Otero está buscando otro cuerpo
".



Los nuevos "amigos"
"Montevideo, 24 de diciembre de 1965"

"...Hoy liberaron a siete de los banqueros que habían sido detenidos por fraude en abril (no fue un castigo justo, si se considera todo el dinero perdido)".

"Le hemos hecho una visita al nuevo ministro del Interior, que está ansioso por que se mantenga la operación AVENGEFUL, y para ello ya ha dado instrucciones al nuevo jefe de policía. El ministro Storace es el negociador del gobierno con los sindicatos y nos pidió que, para mantener la presión sobre los sindicatos y los soviéticos, trabajáramos junto al nuevo director de Inmigraciones, Luis Vargas, que está desarrollando un nuevo plan en relación con las misiones diplomáticas comunistas en Montevideo. Horton me pidió que me hiciera cargo de las tareas al lado de Vargas, a quien conocimos en nuestra segunda entrevista con Storace".

"Horton y yo también nos hemos comunicado con el nuevo jefe de policía. Rogelio Ubach, quien nos presentó al teniente coronel Amaury Prantl, nuevo jefe de la Guardia Metropolitana y supervisor de nuestro LP de AVENGEFUL.

Ubach desea continuar y expandir el programa AID de Seguridad Pública, que está llegando a su primer año. Además de los equipos y del entrenamiento de los oficiales en Montevideo, se ha enviado a diez oficiales de la policía a un entrenamiento especial en la Academia Internacional de Policía de Washington, lo que costará a la Agencia unos 300.000 dólares


La República
11/01/08

9/1/08

Caso Goulart y la pista Uruguay

Joao Goulart, ex presidente de Brasil. Su muerte es un misterio.




El periodista brasileño Carlos Heitor Cony, quien investigó la coordinación represiva de las dictaduras del Cono Sur, conocida con el nombre de "Plan Cóndor", afirmó que la dictadura militar uruguaya pudo estar relacionada con la muerte en 1976 del ex presidente de Brasil Joao Goulart.

El artículo de Cony, que se publicó ayer en el diario "Folha de São Paulo", señala que el ex agente de la inteligencia uruguaya Mario Ronald Barreiro Neira estuvo involucrado con el fallecimiento de Goulart, cuyo gobierno fue derrocado en 1964 por la dictadura militar que se enquistó en el poder hasta 1985.

Barreiro Neira "rastreó" a Goulart hasta poco antes de su muerte y "dio la señal verde para la última noche del ex presidente", indica el artículo de Cony.


El periodista sostiene que la muerte de Goulart no se produjo por "causas naturales" como se afirmó en su momento, al tiempo que considera sospechoso que las autoridades del momento no le hayan realizado la autopsia correspondiente al cadáver, según consigna la agencia ANSA sobre el artículo.

Barreiro Neira fue detenido en Brasil, junto a Ricardo Ruiz Mendieta, por una serie de asaltos a camiones blindados de la empresa Proforte, en las ciudades de Canoas y Sapucaia de Sul, luego de realizar un frustrado atraco al aeropuerto de Rivera-Livramento.

Los detenidos escaparon hacia Brasil huyendo de la policía de Uruguay que los señalaba como integrantes de la famosa "Polibanda", que realizó cuatro asaltos de gran magnitud en 1998, entre ellos al Zoológico Municipal y a la mutualista Casa de Galicia.

El periodista estima que la prisión del uruguayo era en realidad una forma velada de impedir que "ese archivo" hablara y revelara la supuesta relación del "Plan Cóndor" con el fallecimiento de Goulart".

La Cámara de Diputados de Brasil creó, hace 7 años, una comisión investigadora para esclarecer la muerte del ex mandatario.



CONFESIONES DEL "TENIENTE TAMUS"
Mario Barreira Neira confesó, en entrevista que concedió al periodista de LA REPUBLICA Roger Rodríguez en 2002, que participó en la "Operación Escorpión" que culminó con el asesinato de Joao Goulart.

El ex agente de los servicios militares uruguayos reconoció que participó en la operación haciendo seguimiento y escuchas telefónicas al ex presidente brasileño.

En la entrevista Barreiro sostuvo que participó de un grupo paramilitar denominado Gamma, que funcionaba en una base conocida como Arenal, que realizaba operaciones que derivaron en la desaparición y muerte de opositores durante la dictadura militar.

Las "operaciones ilegales" en las que participó Barreiro, conocido con el alias de "Teniente Tamus", se remontan a incluso antes del golpe de Estado, según dijo, pero por su condición de "civil" se negó en dicha oportunidad a detallar en cuales de ellas participó por temos a no estar comprendido en la Ley de Caducidad.

Integrante de la Juventud Uruguaya en Pie (JUP) cuando era estudiante del Liceo Bauzá, fue reclutado por la AID, una agencia oficial del gobierno de EEUU, para la que sirvió en tareas de infiltración política. Integró también el grupo ultraderechista Garra 33, para luego ser reclutado por el grupo Gamma.

Barreiro Neira aseguró en 2002 que los restos de la maestra Elena Quinteros fueron cremados en la Base Arenal.

"Ahí el servicio secreto tuvo una participación activa porque era el único que tenía un horno para cremar", dijo.

El ex agente también reconoció que en el asesinato de Cecilia Fontana de Heber estuvo involucrado un médico forense de iniciales CM, al que conocía como "Capitán Adonis".


La República
09/01/08

Operativo Conserva: "Tienen que estar los archivos"

"Una de las cosas curiosas de la dictadura uruguaya es que dejó todo documentado, así que todos los detalles del Operativo Conserva que encabezó el dictador Gregorio 'Goyo' Alvarez deben estar en algún lado", afirmó el ex senador nacionalista Alberto Zumarán.

El dirigente realizó a la salida de la dictadura, en ejercicio de su función legislativa, una exhaustiva investigación sobre el negocio y terminó presentando una denuncia ante la Justicia.

Este procedimiento legal efectuado por el ex legislador obligó a Alvarez a concurrir por primera vez ante un juez penal, a fines de la década del 80. "Las pruebas sobre el Operativo Conserva deben estar en alguna parte del Estado uruguayo", afirmó Zumarán. El nacionalista recordó a LA REPUBLICA además, que "eso se pagó, hubo millones de dólares en juego y tiene que estar todo documentado".

"Hay que buscar y buscar, porque me parece imposible que no haya ningún documento", enfatizó. "En alguna caja, en alguna parte del Estado, aunque sea en la Esmaco, todo eso tiene que estar", insistió.

Zumarán dijo sentirse satisfecho por la propuesta del senador de Participación Masoller (Espacio 609) Jorge Saravia, publicada ayer por nuestro matutino, quien planteó la posibilidad de levantar el secreto bancario de las cuentas del dictador para averiguar sobre este negocio. "El denominado Operativo Conserva fue un delito económico, pero a la salida de la dictadura el gran tema era la posibilidad de juzgar a los militares por su violación a la Constitución, a los derechos fundamentales, por la disolución del Parlamento", recordó el ex candidato presidencial nacionalista.

"Siempre quedó afuera el tema de los delitos económicos, sin embargo, yo personalmente me encargué de investigar el Operativo Conserva durante los años 1987, 1988 y 1989". "El Operativo Conserva no era una cosa alocada, porque el ganado se estaba muriendo y había que encontrar alguna solución, pero lo increíble es que las cuentas nunca aparecieron", agregó. "Los hechos ocurrieron en dictadura y durante el período dictatorial presidido por Gregorio Alvarez. Durante una sequía muy grande que padeció el país, había gran cantidad de ganado flaco y débil, que no llegaba a terminar su engorde, entonces había que llevarlos a la faena con destino a la industria", recordó Zumarán. "El gobierno de la época resolvió llevar ese ganado a varios frigoríficos de Argentina. Los productores recibieron bien la decisión, pero casi de inmediato empezaron a intervenir intermediarios", señaló el ex legislador. Finalmente "el Estado tuvo que poner 13 o 14 millones de dólares, por lo que se pagó a los productores". "Quienes hicieron ese proceso de intermediación y de fletes, que yo calificaría como un infierno impresentable, fueron los integrantes de la denominada Triple A, integrada por Alvarez, Alori y Arigón", dijo Zumarán, refrendando lo publicado ayer por este matutino.



CONSIDERADO INIMPUTABLE
Después de llevar adelante una investigación parlamentaria que no prosperó, Zumarán presentó la denuncia ante la Justicia.

"Lo bueno que yo recuerdo de todo esto es que, por lo menos, Alvarez fue citado por primera vez ante una sede penal para ser interrogado por este asunto. Fue a declarar, lo tuvieron allí varias horas, y tuvo que contestar las preguntas de un magistrado independiente, basadas en la denuncia que yo había hecho".

"El negó todo y decía que nada de lo que se denunciaba había ocurrido, pero lo cierto es que hubo un negocio de millones de dólares. Lo triste es que no se le pudo probar nada y lo positivo es que Alvarez fue por primera vez a la Justicia, en un momento que era considerado inimputable".


La República
09/01/08

8/1/08

Investigar al Goyo por "Operación Conserva"


Al ex dictador Gregorio Alvarez le están apuntando a la línea de flotación. Legisladores del Frente Amplio promoverán que la Justicia investigue sus cuentas bancarias, que se sospechan abultadas y con dinero fraudulento. El oscuro "Operativo Conserva" será uno de los capítulos a abrir.

Contrariamente a lo aplicado a otros dictadores latinoamericanos como es el caso del fallecido Augusto Pinochet al que se le investigaron sus cuentas bancarias locales e internacionales, en nuestro país la Justicia no ha podido incursionar en esa materia y por lo visto ha sido así hasta estos días.

Negocio ruinoso. La operación obligaba al Estado uruguayo a comprar el producido a un precio superior al internacional.



El senador Jorge Saravia (Espacio 609) dijo a este diario que "sería oportuno y razonable que la Justicia investigara las cuentas bancarias de Alvarez porque en ellas hay dinero obtenido de negocios turbios, como el caso conocido como Operativo Conserva, en el que el ex dictador participó junto a un terraniente de Cerro Largo y a un empresario frigorífico".

El llamado "Operativo Conserva" fue una maniobra comercial desarrollada entre los años 1981y 1982 en la que participaron los que luego fueron identificados como "la triple A uruguaya". Allí estaban el empresario cárnico José María Alori, titular del Grupo Alori, un terraniente y ganadero de apellido Arigón, allegado a Alvarez cuando éste estaba al frente del Regimiento de Caballería Nº 7 apostado en Santa Clara de Olimar, y la tercera "A" es la del hoy procesado.

En esa maniobra en la que el terceto se enfundó -por lo menos- unos 13 millones de dólares consistió en exportar ganado en pie a Argentina para ser procesado allá, luego transformado en corned beef para que volviera enlatado a Uruguay.

Posteriormente, el MGAP asumía la obligación de comprar el producto e intentar venderlo al exterior aunque el rédito oculto estaba en que la totalidad de las ganancias iba para los grupos económicos que intervenían en la maniobra.

Pero existe un detalle más terrible aún que a la postre le costó el cargo como titular del Instituto Nacional de Carnes (INAC) al Mayor de la Marina Armando Méndez cuando ocupaba ese lugar en 1982. En aquél año Méndez dijo que el operativo era "inconveniente" porque el precio final de adquisición del corned beef era superior al de su posible colocación internacional y que la conserva no procedía del ganado exportado. Tras esta afirmación, el INAC pasó a estar comandado por un Coronel del Ejército.

La partida de corned beef se hizo a un costo promedio de 22 dólares la caja, equivalente a un 25% por encima del precio internacional del producto, precio/valor de aquellos años. La conserva cárnica fue re-exportada por el Grupo Alori a 16 dólares la caja, perdiendo el Estado la diferencia y ganando Alori las comisiones que INAC pagó por la venta. Clink, caja.

Coincidentemente, la esposa de Alvarez trabajaba en uno de los frigoríficos que participó en la maniobra y el ex dictador era accionista de Central Frigorífica Uruguaya Sociedad Anónima (Cufsa), perteneciente al Grupo Alori. Cufsa era un establecimiento frigorífico erigido en un inmueble que pertenecía a Efcsa en el departamento de Durazno y que fuera expropiado por la dictadura.

Las acciones de Alvarez en Cufsa son datos que -según los legisladores- están fácilmente detectables en los archivos de la Dirección General Impositiva.



ZUMARAN NO PUDO
La investigación sobre el "Operativo Conserva" tiene únicamente un antecedente en los andariveles judiciales. El entonces senador Alberto Zumarán en la primera administración gubernamental del ex presidente Julio María Sanguinetti llevó adelante una investigación que finalmente no prosperó. Por otro lado, en el año 1986 el Ministerio de Ganadería realizó también una investigación administrativa como consecuencia de las denuncias de Zumarán en el Parlamento. Tras esa investigación oficial, se determinó que el Estado uruguayo había perdido más de 12 millones de dólares en el operativo comercial, que se violó la ley de contabilidad y de administración financiera. No obstante la contundencia del dictamen del MGAP, el entonces ministro Pedro Bonino determinó que el expediente se clausurara y se archivaran los documentos. El ex senador Alberto Zumarán contraatacó en 1987 y realizó la denuncia penal correspondiente. Tras esa gestión logró que el ex dictador respondiera ante la Justicia. Allí por segunda vez consecutiva, el caso fue archivado y no repercutió en ningún otro estado.



EL RESPALDO DE LA REVISTA "HOY" DE ALORI
Algunos medios periodísticos que circulaban en las postrimerías de la dictadura titulaban la noticia del "Operativo Conserva" como "Operativo Coraje". Como la revista "Hoy", un medio periodístico perteneciente también al Grupo Alori. En la revista "Hoy frigoríficos" (así se presentaba) funcionaba como editor Danilo Arbilla. En "Hoy" Alori tituló en su editorial de setiembre de 1982 como Operación Coraje, definiendo así al "Operativo Conserva".

Al final del editorial, se aseguraba "es mucho lo que está en juego. Para mantenerlo, en una operación de las características atípicas como las que hoy analizamos, sólo se puede salir adelante como lo ha hecho el Gobierno Nacional: pisando fuerte. Duela a quien le duela. Pese a quien pese (porque éste es) un acto de soberanía sin precedentes, desafiando al poder mundial que controla el mercado de conservas, con todos los beneficios y riesgos que ellos implica". Uno de los pocos trabajos periodísticos de investigación que se dieron a conocer estuvo a cargo del economista Miguel Carrió en su libro "País vaciado. Dictadura y negociados" publicado en 1987. El libro reseña el entramado comercial del "Operativo Conserva" y la participación de Alvarez en el mismo. Por otro lado, desde el exterior, el periodista uruguayo Javier Zevallos realizó un trabajo de investigación para el semanario Voces del Frente sobre el Operativo. En el mismo se informa de la aparición de un dato nuevo en el caso que compromete el accionar del dictador Gregorio Alvarez. Zevallos prometía en esa crónica que denunciaría el hecho ante la Justicia.

La República
08/01/08

7/1/08

El efecto Tróccoli

La cárcel de Regina Coeli de Roma. Aquí está detenido el marino Jorge Tróccoli


La detención del capitán de navío uruguayo Jorge Tróccoli el 24 de diciembre, en Salerno, acusado por la desaparición de uruguayos descendientes de italianos durante los años setenta, ha generado una imprevista repercusión en Italia y en los países que participaron de la coordinación represiva de las dictaduras, conocida como Plan Cóndor.

"Cuando en Italia se habla de Uruguay y de su dictadura, de inmediato surge la historia de las operaciones de la Logia Propaganda Due (P2) que en los años de los gobiernos militares en el Cono Sur tenía una de sus sedes de operación política y financiera en Montevideo", sostiene un periodista italiano que fue entonces corresponsal en Uruguay.

La observación se confirma en una serie de artículos publicados por la prensa italiana en las últimas semanas, desde que Tróccoli fue detenido por orden de la jueza Luissana Figliola por un pedido del fiscal Gianncarlo Capaldo, quien indaga desde hace ocho años los crímenes contra descendientes de italianos en el marco del Plan Cóndor.

Con el arresto de Tróccoli, el fiscal Capaldo logró que se reactivara un caso que había quedado encajonado en la Justicia italiana y pudo desempolvar una orden de captura sobre 140 represores de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, donde los ciudadanos italianos fueron desaparecidos. En toda la región hubo repercusiones.



La marca de la P2
La Propaganda Due es una Logia masónica que adquirió total poder en Italia y se expandió hacia Sudamérica durante los pontificados de Pablo VI (1963-78) y Juan Pablo II (1978-2005), en los que el "Instituto per le Opere di religione" se convirtió en fachada de operaciones de lavado de dinero de la mafia a través del Banco del Vaticano.

Las historias de corrupción, que incluyen la sospechosa muerte de Juan Pablo I (1978), señalan al arzobispo norteamericano Paul Marcinkus, quien al frente del banco papal se asoció con el banquero Michele Sindona y con el jefe del vaciado Banco Ambrosiano, Roberto Calvi, quienes realizaron misteriosas inversiones con el dinero del Vaticano.

Sindona terminó preso por desfalco y fue envenenado con cianuro en una cárcel de alta seguridad. Calvi apareció colgado bajo el puente Blackfiars del Támesis en Londres. En ambas muertes se ha marcado la responsabilidad de la Propaganda Due, la logia creada por el "venerable" Lucio Gelli, aún preso hoy en una cárcel italiana.



Dinero de la Logia
La pasión y debate que en 1973 provocó entre democristianos gobernantes y comunistas opositores de Italia el golpe de Estado en Chile no se repitió tres años después, cuando se inició la dictadura en Argentina. Isabel Perón no era Salvador Allende, sintetiza el periodista Mauricio Mateuzzi en un artículo de "Il Manifiesto".

Mateuzzi recuerda que en esos días la Logia P2 de Lucio Gelli compraba "Il Corriere Della Sera" para iniciar su más fuerte industria financiera con intereses en Argentina, donde adquirieron el Grupo Rizzoli y la Editorial Abril. La dictadura argentina fue una aliada de la Logia de Gelli en cuyas listas aparecía buena parte del gobierno italiano.

En Uruguay, Gelli también dirigía inversiones a través de su socio Humberto Ortolani quien instalaría en Montevideo la Banca Financiera Sudamericana (Bafisud) y entre inversiones agropecuarias y financieras sería uno de los fundadores de la pesquera Astra SA. El Bafisud quebró y la terminal de La Paloma terminó estatizada.



Los socios de Gelli
Cuando Licio Gelli desembarcó en el Cono Sur, las dictaduras le abrieron las puertas. Para el general Alfredo Stroessner, Gelli era anticomunista y por lo tanto aliado. En Chile, se asoció con el general Manuel Contreras. En Argentina, con José López Rega (y su Triple A) y con el almirante Emilio Eduardo Massera, ambos integrados a la P2.

En Uruguay, Gelli operaba desde la sede de Orden de Malta, la empresa Promociones y Servicios del Edificio Artigas y se había asociado con importantes estudios jurídicos. Los generales Julio César Vadora, Luis Queirolo, Eduardo y Rodolfo Zubía, entre otros, lo ampararon, a diferencia del general Gregorio Alvarez, quien dejó morir el Bafisud.

En 1981 el inspector Víctor Castiglioni de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) comandó un allanamiento en Carrasco en que se incautó el archivo de la P2, donde figuraban los miembros uruguayos de la Logia. Esa lista negociaron en sucesivas visitas los primeros ministros italianos Giulio Andreotti y Bettino Craxi.



De Gladio al Cóndor
Licio Gelli había participado de la Operación Gladio, una organización terrorista secreta anticomunista creada en Europa Occidental luego de la segunda guerra mundial, con financiación de la CIA norteamericana y el M16 británico para generar una "estrategia de tensión" que impidiera el acceso al poder de gobiernos comunistas o socialistas.

En Gladio, Gelli conoció al neofascista Stefano Delle Chiaie (Avanguardia Nazionale) y al terrorista ultraderechista Vincenzo Vinciguerra, quienes participarían directamente en uno de los más importantes atentados elaborados por la coordinación represiva del Plan Cóndor: el intento de homicidio contra el chileno Bernardo Leigthon en Roma en 1974.

Entre 1973 y 1976 los represores uruguayos (OCOA y SID) actuaron en Buenos Aires en coordinación, primero con la Triple A de Rega y luego con el Batallón 601 que comandaba el general Guillermo Suárez Mason, miembro de la P2. En 1977, Tróccoli operó desde el Fusna con el propio Emilio Massera, cabecilla de la P2 en Argentina.



¿Ayuda diplomática?
Cuando era evidente su procesamiento, junto al dictador Gregorio Alvarez y su camarada de armas Juan Carlos Larcebeau, el capitán Tróccoli decidió fugar a Italia. No compareció en el último interrogatorio judicial y fue requerido internacionalmente por el juez penal Luis Charles. Su abogado, Gastón Chaves, dijo que estaba embarcado.

Tróccoli había comenzado a tramitar la nacionalidad italiana en 1996, apenas fue denunciado como represor del Fusna en la revista Posdata, pero un año antes había acompañado al embajador uruguayo en una supuesta "misión oficial". El embajador uruguayo en Italia era Julio César Lupinacci, el embajador ante Caracas cuando el secuestro y desaparición de la maestra Elena Quinteros de la Embajada de Venezuela en 1976.

Diplomático de la dictadura, Lupinacci fue quien en 1993 envió desde Italia una foto de la última víctima del Plan Cóndor, el chileno Eugenio Berríos, quien aparecía "vivo" en Milán tres meses después de muerto. Lupinacci casualmente fue embajador ante Chile, Naciones Unidas, Argentina y en 2000, Jorge Batlle lo designó en el propio Vaticano.



La causa de Capaldo
El fiscal Gianncarlo Capaldo comenzó a indagar sobre los italodescendientes desaparecidos en Sudamérica a fines de los años noventa, al igual que su colega español Baltasar Garzón, cuando en los países que habían sufrido las dictaduras se habían impuesto leyes de amnistía, obediencia debida y punto final.

Desde 1999 se comenzaron a presentar los primeros casos de uruguayos que incluían a Daniel Banfi, asesinado en 1974, Bernardo Arnone, Gerardo Gatti, Juan Pablo Recagno, desaparecidos en 1976 y Andrés Bellizzi desaparecido en 1977. Capaldo viajó a Argentina y Uruguay en 2002, pero no tuvo apoyo de ambos gobiernos.

Tróccoli pudo fugar a Italia para evitar la extradición por su condición de ciudadano, pero es probable que no supiera que en la causa de Capaldo se habían agregado los casos de Edmundo Dossetti, Iliana García Ramos, Julio César D´Elía, Yolanda Casco, Raúl Borrelli y Raúl Gambaro desaparecidos en 1977, cuando él operaba en el Fusna.



La "conexión" Tróccoli
Suponer que el capitán de navío Jorge Tróccoli haya logrado una "conexión" con los resabios de la Propaganda Due para escapar de la Justicia uruguaya y ser sobreseído ante las leyes de Italia, parece tan improbable como haber creído treinta años atrás que existía una coordinación internacional represiva financiada por una logia masónica.

Tan improbable como que se lleguen a esclarecer los verdaderos entretelones que la logia de Lucio Gelli tuvo (¿y tiene?) en Uruguay desde los años de la dictadura y durante los sucesivos gobiernos electos en los que nunca se reveló ni lo ocurrido con las cuentas del Bafisud, ni con el contenido del archivo de la P2 y sus miembros uruguayos.

En Italia, sin embargo, la sombra de la P2 sigue latente y su fantasma suele aparecer en la prensa cada vez que en los tribunales superiores de Justicia se concretan sentencias dudosas que suelen beneficiar a sospechados de integrar grupos mafiosos económicos o políticos, o casos de corrupción que todavía no se han aclarado.



Un mal antecedente
El periodista Claudio Tognonato en "Il Manifiesto"1 (27/12/07) recuerda que no es la primera vez que la policía italiana arresta a un represor sudamericano. El 6 de agosto del año 2000 había sido detenido el argentino Jorge Olivera requerido por la Justicia francesa por la desaparición de Marie Anne Erize, en Buenos Aires en octubre de 1976.

Olivera, ex mayor del Ejército argentino, abogado y vinculado a la P2, dirigió un campo de concentración en la Provincia de San Juan y se vanagloriaba de haber sido el primero en violar a la desaparecida francesa. En 1985 llegó a ofrecerse como abogado defensor del nazi Eric Priekbe, cuando el criminal de guerra fue detenido en Bariloche.

Sin embargo, el 18 de agosto de 2000, la Cuarta Corte de Apelaciones de Roma emitió en secreto una imprevista sentencia de excarcelación y Olivera, que estaba detenido, como hoy Tróccoli, en la cárcel de Regina Coeli de Roma, pudo escapar de Francia al embarcar en un avión a Buenos Aires. Tróccoli, al menos, no podría regresar a Uruguay.

La República
07/01/08

28/06/2001 - Homenaje a Tota Quinteros en JDM



A nuestra democracia le falta una transición a la verdad y a la justicia

Discurso pronunciado el 28 de junio de 2001 en la Sesión Extraordinaria de la Junta Departamental de Montevideo en Homenaje a Tota Quinteros, ex Presidenta de la Corporación.

Queremos empezar reflexionando sobre algo aparentemente obvio. Nadie habla por hablar. Nadie recuerda por recordar. Menos el día en que se cumplen 25 años de la desaparición forzada de la maestra Elena Quinteros. Hablaremos de Tota y la recordaremos para saberla presente y en lucha. Hablaremos de ellas y las recordaremos para imponernos una conducta, para movernos a la acción, ahora y mañana. Esta es la razón de ser de nuestras palabras.

LOS ORÍGENES SOCIALES DE TOTA

Lo sucedido hace 25 años significó un punto de inflexión en la vida de Tota que la llevó a sintetizar en su nombre y en su imagen a un país sojuzgado y agredido por la violación de los principios y garantías más elementales. Pero sobre todo, la transformó en la madre emblemática de esperanza inquebrantable.

En la vida de Tota hubo un antes y un después de la trágica desaparición de Elena. Y la muerte de Tota nos marca un sentido, un qué hacer con las heridas que continúan abiertas. Repasemos rápidamente, en unas pocas pinceladas, ese antes para describir la situación humana concreta.

Tota nació en 1918, en la Unión, en un hogar obrero. A los tres años quedó huérfana de madre y fue recibida por sus tíos y primos como una más de la familia. Recibió la educación formal a través de una beca con las Hermanas Domínicas. Así creció, al calor de los valores solidarios de la familia e imbuida de espíritu cristiano. En 1944 se casó con Roberto Quinteros, un socialista “ateo pero conciliador”, al decir de Tota. A los nueve meses nació Elena.

Elena, por su parte, también cursó sus estudios con las Hermanas Domínicas. En 1963 comenzó magisterio y simultáneamente se introdujo de lleno en la militancia gremial. El padre de la familia falleció en 1965. La vida continuó y Elena comenzó a ejercer su carrera. A medida que profundizó su compromiso político éste también fermentaba en su madre. Por ello su casa ofreció alimento, refugio y cobijo a los compañeros en lucha.

El 5 de mayo de 1975 Elena pasó a la clandestinidad por su militancia antidictatorial. El 2 de abril de 1976 Tota viajó a la Argentina a pedido de los compañeros del Partido por la Victoria del Pueblo.

LOS SITUACIÓN HUMANA CONCRETA DEL 76

Corrían tiempos duros para nuestros exiliados en Argentina. Estaba en marcha la coordinación de los operativos represivos uruguayo-argentinos. Recordemos que el 20 de mayo son asesinados Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, William Whitelaw y Rosario Barredo. El 29 de mayo, Wilson Ferreira Aldunate abandonó la Embajada de Austria en Buenos Aires para refugiarse en Europa. Antes escribió una carta abierta al general Videla en la que responsabilizaba a los militares uruguayos por los crímenes. El 9 de junio Gerardo Gatti fue secuestrado en el barrio Belgrano.

A fines de ese mes los diarios argentinos publicaron la noticia del secuestro de una muchacha arrancada de la Embajada de Venezuela en Montevideo. Era Elena. Había sido detenida y torturada días antes. A efectos de liberarse de sus captores, los engañó, simulando que tendría un contacto en las proximidades de la Embajada. La historia es conocida. Elena logró ingresar a los jardines, a territorio venezolano, pidiendo a gritos “Asilo”. A pesar de la resistencia de autoridades y funcionarios de la sede diplomática, Elena fue arrastrada fuera de la sede y secuestrada por agentes de particular. Ante el verdadero escándalo producido, el 3 de julio el Canciller de la dictadura, Juan Carlos Blanco, reunido con otras autoridades de la época recomendó “no entregar” a Elena a Venezuela. El 6 de julio de 1976 el Gobierno de Venezuela rompió relaciones con la dictadura uruguaya.

Después de este golpe Tota sufrió la desaparición de Duarte, de Sara, de Simón –a quien tuvo en brazos- y la larga lista de compañeros.

En octubre de 1976 comienza el periplo europeo de Tota. Un periplo que ella misma resume en palabras tan breves como sabias: "Seguiré luchando toda mi vida; por Elena y por todos".

No vamos a detallar la incansable peregrinación de Tota ante organismos oficiales y privados: la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA, la Comisión de Derechos Humanos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra y un largo etcétera de un cuarto de siglo. Como cuenta Ignacio Martínez en un libro muy difundido, aquella madre trabajadora tan alejada de la política profesional se convirtió en la “Embajadora de un pueblo resistente”.

LA POLÍTICA DE LA NEGACIÓN DE LOS CRÍMENES

Las palabras evocan imágenes y conceptos. Y el nombre y la imagen inocente de Tota son la contracara de la soberbia desplegada en los desfiles y las paradas militares, las muecas adustas, los rostros del terror de los años más truculentos de la historia del país y del Cono Sur.

¿Cómo serán recordadas las dictaduras que pretendió justificar la Doctrina de la Seguridad Nacional? Consignemos sólo dos grandes elementos.

Primero, la metodología represiva: en Uruguay, por la política de encarcelamiento masivo y la aplicación sistemática de torturas a los prisioneros; y a escala regional, por la reclusión de hombres, mujeres y niños en centros clandestinos de detención, tortura y desaparición. Todavía hoy persisten las secuelas del terror de estado.

Hay un segundo elemento de estas dictaduras, que inevitablemente quedará en la memoria histórica. Sólo lo mencionaremos, pero es menester hacerlo. La dictadura uruguaya, como las otras, sirvió a la implementación de un modelo económico que deterioró gravemente las condiciones de vida de la enorme mayoría de la población.

Pero queremos referirnos exclusivamente a la justificación de la represión y a la negación del horror. Lo hacemos porque estos elementos son una parte sustantiva del drama de Tota.

Queremos recordar el Acto Institucional N° 5 del 20 de octubre de 1976 cuando se producían los hechos que recién reseñábamos. Ese Acto Institucional afirmaba que “la defensa de los Derechos Humanos e Individuales... debe regularse en función de la seguridad interna”. Entiéndase bien, decían que los derechos inalienables quedaban sometidos a la lógica militarista...

También queremos recordar un pequeño pasaje de aquel pesado segundo tomo de “Las Fuerzas Armadas al Pueblo Oriental de 1978. Allí, la Junta de Comandantes en Jefe manifestaba que “El Uruguay no tortura, no veja, no maltrata, no humilla ni al más abyecto de los criminales. No conoce, ni sabe, de estas prácticas de horror...”

Aberraciones y falsos testimonios de este calibre fueron utilizados por la diplomacia de la época ante las denuncias de violaciones a los derechos humanos.

TOTA, SÍMBOLO DE LA RESISTENCIA A LA MENTIRA Y AL OLVIDO

Frente al Leviatán, frente a la burocracia armada y sus cómplices civiles, estaba Tota, la imagen dulce de Tota, madre, ama de casa, trabajadora, resistiendo y confrontando el discurso oficial de la negación y del olvido; resistiendo y confrontando a la mentira y la ocultación cobarde.

¿Cómo esta mujer de origen humilde y pequeña estatura, visiblemente frágil, fue capaz de interpelar e intimidar al poder dictatorial?

Creemos conocer la respuesta. Ayer, mientras pensábamos el mensaje que ahora estamos transmitiendo, la veíamos en una fotografía de su último cumpleaños, rodeada de vecinos, amigos, compañeros, muchos jóvenes y niños, en una cooperativa de La Teja. Ahí estaba con sus manos dispuestas a la caricia, su bastón, su sonrisa y sus pupilas brillantes.

Como se ha dicho tantas veces, Tota se transformó en una de las tantas Antígonas uruguayas y latinoamericanas que enfrentaron las tiranías del Sur y las secuelas del presente. El nombre y la imagen de Tota crecieron y se constituyó en protagonista central de un drama universal. Parafraseando a las Abuelas de Plaza de Mayo decimos que Tota y nuestras madres habían sido alumbradas, dadas a luz, sorprendentemente por sus propios hijos. La imagen de Tota conmovió al mundo. Ella y las madres se colocaron en el foco del proceso histórico y desmintieron con su sola presencia la historia oficial.

Gracias a ellas aprendimos que la verdad es posible y necesaria. Que tiene sentido la lucha.

Gracias a ellas comprendimos que la verdad incompleta revela una transición política incompleta. ¡Macanas que la paz es fruto de la amnesia!

Comprendimos que la llamada transición al régimen democrático liberal conlleva una necesaria transición a la justicia.

Gracias a nuestras Madres comprendimos que no hay otra reparación posible que desvelar la
violencia sistemática del “Proceso”. El Estado debe responder qué pasó, cómo paso y quién lo hizo. No hay otra conclusión posible a este drama colectivo que la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Y a partir de la verdad, defender y potenciar la justicia.

LA VERDAD ES UNA CUESTIÓN PÚBLICA

Decíamos que Tota ha sido comparada con Antígona, también fue comparada con “Madre Coraje”, la heroína de Bertold Brecht. Hace escasos días recibimos una carta del diácono Álvaro Ardao, muy vinculado a Tota en el ámbito eclesial. La carta incluía la letra de una canción dedicada a ella. Allí el calificativo tiene un contexto peculiar. La llama “María Madre Tota” y hace referencia a su nombre, María, como la Madre celestial de los creyentes y dice que si tuviéramos que darle el mejor nombre sería “Mamá”.

Todas las visiones coinciden en esta imagen sencilla de Tota, la madre del pueblo que nos enseña a pensar su dolor como propio. Por ello nunca se trató de un asunto privado sino de una cuestión que pertenece a la cosa pública, a la vida política y por lo tanto nos es atinente a todos. La verdad no puede ni debe ser un secreto. La verdad es una cuestión pública. La búsqueda de la paz es una cuestión que sólo admite una metodología que se haga cargo de este carácter público, más a la corta que a la larga.

LA LUCHA CONTRA LA POLÍTICA DEL OLVIDO Y EL SILENCIO DE LOS CRÍMENES

Vivimos un nuevo contexto político internacional cada vez más sensible y exigente en el campo de los Derechos Humanos. Hoy todos deberíamos ser conscientes que la desaparición forzada de personas no fue un hecho del pasado. Elena no fue desaparecida. Elena está desaparecida, continúa desaparecida. Su crimen es presente y actual. Y a la vista está. La vieja coordinación represiva, el Plan Cóndor, recibe hoy como respuesta la globalización de la Justicia. La impunidad de los Gavazzo, los Cordero o los Campos Hermida, está siendo cercada. La injusticia es inocultable.

Lo realmente lamentable es que la lucha de Tota haya tenido que continuar aún después de la dictadura a través de penosos trámites judiciales y de procesos políticos kafkianos.

La táctica de la negación de los crímenes de la dictadura terminó siendo sustituida por la táctica del olvido y del silencio, por nuevas fórmulas de amparo a violadores de los Derechos Humanos. Por ejemplo, la anterior administración simplemente manifestó que “No se siente... en el deber jurídico de realizar nuevas investigaciones.” Otro ejemplo de lo mismo lo muestra el Ministerio de Defensa que jamás realizó investigación alguna.

La gran promesa de cambio en la situación la constituyó el fallo de la Jueza Estela Jubette condenando al Estado a investigar la desaparición de Elena Quinteros, sentencia posteriormente confirmada por unanimidad de los miembros del Tribunal de Apelaciones.

Aún así, la lucha de Tota continúa después de su muerte física. La pugna jurídica y social por la verdad continuará en el sentido que manifestamos a lo largo de esta exposición y siguiendo sus pasos. La transición a la verdad, la transición a la justicia a las que nos referimos hoy depende de nosotros.

Ese camino no está escrito. Tota no escribió una teoría de la justicia. Hizo docencia de ética pública con un espíritu directo e inocente. Distinguió y tuvo la valentía de sostener la diferencia entre lo correcto y lo que no lo es. Asumió el riesgo de llamar a las cosas por su nombre. Al pan, pan y al vino, vino. Actuó en consecuencia, con autoridad para hablar y reclamar justicia. Ella fue y es la señora, la madre trabajadora, la anciana incansable que tiene el valor de interpelar para siempre a la maquinaria del terror de Estado, a sus servidores y a sus conductores. Tota sigue quebrando este silencio convertido en razón de Estado.

LA AMPLIACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

Un punto más antes de terminar que por breve no es menos importante. Tota no sólo fue la representación del dolor colectivo y de la resistencia al terror. Por supuesto que con ella sentimos la voluntad de denuncia, la exigencia de la verdad, la necesidad de reparación jurídica y de condena política. Pero su imagen también nos ayuda a compartir la esperanza. Porque con ella también aprendimos a concebir los derechos humanos como horizonte social y político. Aprendimos que sin asegurar en la práctica el pan, el trabajo, la cultura, la libertad, la participación, la igualdad y la justicia –aprendimos que sin estos elementos- no existe realización humana.

No es casual que Tota haya impulsado la Comisión de Derechos Humanos en esta Junta. No es casual que con semejantes antecedentes haya alcanzado el sitial que ocupó en esta Junta Departamental y en la vida política del país, a pesar de sus modestos orígenes.

LAS NUEVAS LUCHAS POR LOS DERECHOS HUMANOS

Por último, decíamos al principio que nadie habla por hablar. Que nadie recuerda por recordar. Menos en este día.

Prometíamos al comienzo que hablaríamos y recordaríamos para movernos a la acción, como cada 20 de mayo, como las llamadas del 22, como la gira de Sara por el exterior, como todos y cada uno de los reclamos de los familiares y los hijos; como todos y cada una de las herramientas que ayuden a encontrar esa verdad que nos hará más libres y ampliará nuestro horizonte democrático. Pues bien, necesitamos continuar con esta movilización de la conciencia colectiva.

A fin de cuentas, el mal no venció. Ni a Tota, ni a Elena, ni al Pueblo uruguayo. Porque el recuerdo vivo de Tota y Elena es el mejor antídoto contra el escepticismo y la parálisis. Porque ellas nos llenan de vida y de esperanza. Porque en Tota y en Elena hay un proyecto de vida que nos revela que tenemos “ojos para ver, oídos para oír y corazón para amar al prójimo”; un proyecto de vida que nos pide que no nos resignemos, que remarca con gruesos trazos nunca más dictadura, no más pobreza, no más inequidad...

Un proyecto de vida que nos impulsa a avanzar en las reivindicaciones y a generar respuestas solidarias a los problemas de nuestros días. Un proyecto que involucra aquí y ahora a las nuevas generaciones. Un proyecto capaz de promover la disposición y la capacidad de compromiso moral y ciudadano. Un proyecto que nos convoca, al decir de Tota, a seguir luchando toda nuestra vida por Elena y por todos.

6/1/08

Tróccoli llegó a Italia en 1995 en "misión oficial"

Preso en Roma. Fue detenido en Salerno el 24 de diciembre y trasladado a Roma.


La llegada del ex marino Jorge Tróccoli a Italia se remonta al año 1995, cuando "arribó en compañía del embajador de Uruguay" y cumpliendo una "misión oficial", según declaró su abogado.

Tróccoli "se encuentra al margen de cualquier sospecha" aunque "su responsabilidad a nivel de participación en el régimen está admitida de forma pública", expresó Scarano.

El ex marino "no le ha hecho el mal a nadie" porque "era un subalterno" durante el régimen dictatorial, "y vino a enterarse después de muchos años de todo lo que sucedió" en esa época, indicó el abogado.

El abogado solicitó que se revoque "la orden de detención cautelar" que pesa sobre Tróccoli, quien fue detenido el pasado 24 de diciembre en Salerno, por su participación en el secuestro y desaparición de seis ciudadanos uruguayos, de origen italiano, durante el accionar represivo del "Plan Cóndor" en los países del Cono Sur, en las décadas de los 70 y 80.

El pedido de Scarano se sustenta en que "no hay peligro de fuga" por parte de su defendido, quien no se presentó ante la Justicia uruguaya cuando el juez penal Luis Charles iba a notificarlo de su procesamiento con prisión por el traslado clandestino de presos políticos hacia Uruguay en 1978.

El expediente será estudiado por el "Tribunal de la Libertad", que es un órgano que no administra Justicia, es decir, que no declara la inocencia o culpabilidad del imputado, pero puede conceder la posibilidad de que Tróccoli permanezca libre mientras se desarrolla la causa en su contra. El Tribunal, al que cualquier preso puede acceder, tiene 10 días para expedirse, por lo que entre el 13 y 14 de enero brindará una resolución definitiva sobre el pedido del ex marino que, en caso de ser negativa, permanecerá el año y medio que dura el juicio tras las rejas.

La República
06/01/08

2/1/08

La Justicia golpeó a la puerta


El inicio de la feria judicial, que culmina el 31 de enero de 2008, dejó en el tintero causas que generaron revuelo y conmoción en la sociedad uruguaya, por la capacidad de remover recuerdos y emociones, y por la historia de las figuras involucradas.

El procesamiento del dictador Gregorio "Goyo" Alvarez se destacó por sus implicancias a todo nivel, por el tiempo transcurrido para que la Justicia se pronunciara, más de veinte años y cuatro gobiernos democráticos desde el fin de la dictadura, así como por el rol que desempeñó Alvarez en ese proceso, al asumir "el mando" militar a mediados de la década del `70.

El procesamiento con prisión del dictador y del ex marino Juan Carlos Larcebeau, por el delito de "desaparición forzada" de 20 personas, en la causa que investiga el traslado clandestino de presos políticos en 1978, se concretó el lunes 17 de diciembre de 2007.

El juez penal de 19º Turno, Luis Charles, aceptó el pedido de la fiscal Mirtha Guianze, en una causa que se inició en mayo de 2007 y que tuvo como abogado patrocinante al doctor Oscar López Goldaracena, en nombre de familiares de la víctimas.

El ex marino Jorge Tróccoli, quien está detenido en Italia por la desaparición de ciudadanos italianos en el marco del accionar del Plan Cóndor, también está involucrado en la causa. El juez Charles libró una orden de captura internacional y en los próximos días podría solicitar formalmente la extradición de Tróccoli para ser juzgado en Uruguay.

La causa contra Alvarez contó con dos pedidos de inconstitucionalidad que interpuso el abogado Carlos Curbelo Tammaro, que fueron desestimados rápidamente por la Suprema Corte de Justicia.

La resolución judicial desencadenó la renuncia de Curbelo Tammaro y Pedro Montano a la defensa del ex dictador, alegando "falta de garantías" en el proceso. La abogada de oficio Estela Tonar, quien se hizo cargo de la defensa, se reunirá con Alvarez luego de la feria para poder leer el expediente durante el receso.

Alvarez también está involucrado en la muerte del militante del MLN-T, Roberto Luzardo, en junio de 1973.

El juez penal de 1º Turno, Juan Carlos Fernández Lecchini, podría citar al ex dictador porque se presume que ordenó no asistir a Luzardo, a quien acusaba de participar en el asesinato de su hermano, el coronel Artigas Alvarez, el 25 de junio de 1972.

La causa, a cargo de la fiscal Adriana Costa, pretende establecer los motivos por los cuales Luzardo no recibió la atención médica necesaria mientras estuvo internado en el Hospital Militar, hecho que provocó su muerte.



Bordaberry multicausal
El ex presidente Juan María Bordaberry fue procesado en 2006 por dos causas que continuaron durante 2007: el asesinato de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz y diez homicidios que se produjeron durante su gestión como dictador.

El 16 de noviembre de 2006 Bordaberry y el ex canciller Juan Carlos Blanco fueron enjuiciados como "coautores" de "cuatro delitos de homicidio especialmente agravados" por los asesinatos de Michelini, Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo y William Whitelaw, ocurridos en Argentina en mayo de 1976, luego que el juez penal de 11º Turno, Roberto Timbal, aceptará el pedido de la fiscal Guianze.

Los abogados de Bordaberry (Gastón Cháves Hontou y Diego Viana) y de Blanco (Curbelo Tammaro) apelaron los procesamientos, lo que fue rechazado por el Tribunal de Apelaciones de 2º Turno, a cargo de los ministros Alfredo Gómez Tedeschi, José Balcaldi y William Corujo, quienes ratificaron los procesamientos.

La defensa de Bordaberry también apeló el procesamiento del ex dictador por el homicidio de diez militantes de izquierda durante su gestión, que dictaminó la juez penal de 7º Turno, Graciela Gatti, a pedido de la fiscal Ana María Tellechea.

Lo curioso de la causa consiste en que el fallo de Gatti también fue apelado por Tellechea, quien pretendía el procesamiento de Bordaberry por el delito de "atentado a la Constitución", que la jueza consideró prescripto.

El Tribunal de Apelaciones de 3º Turno, a cargo de los ministros José Bonavota, Eduardo Borges y Bernardette Minvielle, ratificó por unanimidad, el auto de procesamiento de Bordaberry y desestimó someterlo a proceso por el delito de "atentado a la Constitución".

Bordaberry cumple prisión domiciliaria, mientras que Blanco, está recluido en Cárcel Central a la espera de una resolución del Tribunal de Apelaciones de 2º Turno, que en base a un informe de una junta médica determinará las condiciones de su reclusión.

La fiscal Guianze, en tanto, solicitó información sobre si existe alguna cárcel en la que Bordaberry pueda ser recluído sin afectar su salud. Las dos causas ingresaron al proceso de sumario en espera que las fiscales respectivas procedan a solicitar la condena de los procesados.



LOS JUICIOS FUERA DE FRONTERA
La implicancia de militares uruguayos en delitos de lesa humanidad también pretende ser juzgada fuera de las fronteras de nuestro país, en el marco de causas que estudian el accionar del Plan Cóndor en los países del Cono Sur. El coronel (r) Carlos Calcagno fue recluido en la cárcel para militares, luego de que el juez penal de 11º Turno Roberto Timbal dispusiera su arresto administrativo ante el pedido de captura internacional que libró desde Paraguay el juez Gustavo Santander. La Justicia paraguaya indaga la desaparición de Federico Tatter, un opositor al régimen de Alfredo Stroessner, en 1977, y documentos desclasificados del "Archivo del Terror" vinculan a Calcagno con la desaparición de los militantes del PVP, Gustavo Inzaurralde y Nelson Santana, ambos detenidos en Asunción en 1977. El juez Timbal aguarda el pedido formal de extradición que deberá expedir la Justicia de Paraguay. El coronel (av) uruguayo Araújo Umpiérrez y el soldado Ernesto Soca también se encuentran en prisión administrativa ante el pedido de extradición librado por el juez argentino Daniel Rafecas por su participación en el llamado "Segundo Vuelo" de Orletti. La investigación también se instruye en nuestro país, por el juez Charles y la fiscal Guianze, y además de Araújo Umpierrez y Soca, estaría involucrado el mayor Walter Pintos. La Justicia argentina y el juez Charles tienen además una "disputa internacional" por la extradición del coronel (r) Manuel Cordero, quien se encuentra detenido en Brasil, prófugo de la Justicia uruguaya. Charles pretende indagarlo por su responsabilidad en la desaparición del ex militante del PVP Adalberto Soba en 1976, causa por la que fueron procesados los ex militares José "Nino" Gavazzo, Ernesto Ramas, Ricardo Arab, Gilberto Vázquez, Luis Maurente y Jorge Silveira, y los ex policías Ricardo "Conejo" Medina y José Sande Lima. Cordero declaró ante el juez federal de Santana do Livramento, Belmiro Tadeo Krieger, y espera la decisión judicial para saber su destino: si Uruguay o Argentina, donde los jueces Rafecas, Guillermo Montenegro y Norberto Oyarbide pretenden juzgarlo.

La República
02/01/08