7/8/08

Después de Simón, "buscar hacia adentro"

"Quiero cuidar esta felicidad; ayudame a cuidarla". Eso fue lo que Sara Méndez entendió de la primera conversación con quien luego se confirmaría como su hijo, Simón. Él ya no tenía dudas de que ella era su mamá. Sara, sin embargo, necesitaba "escucharlo de una autoridad". Tras la certeza del análisis de ADN, comienza la etapa de "contar qué está pasando con esta historia y con mis sentimientos", dice Méndez. Sin embargo, tras años de exposición pública, aclara: "Necesito reflexionar y vivirlos con Simón".


EMILIANO COTELO:
La confirmación de la identidad del hijo de Sara Méndez es una de las noticias más destacadas de los medios de prensa desde ayer. Los diarios uruguayos le dan distinta relevancia: La República lo ubica como titular principal: "Es Simón"; El Observador le da un título secundario a una columna: "Confirman oficialmente el hallazgo de Riquelo"; también El País le da uno de los títulos chicos: "Prueba: Simón Riquelo fue identificado y ya no está desaparecido"; y también es un titular secundario en Ultimas Noticias: "Simón Riquelo vive en Argentina".

Al comenzar el programa, nuestro corresponsal en Buenos Aires, José Antonio Gil Vidal, señalaba el destaque especial que da al tema el diario Página/12. La crónica de Victoria Ginzberg comienza con una frase de la propia Sara Méndez: "Junto con Simón, también hemos encontrado un motivo más para avivar el fuego de las esperanzas y la fe en la lucha colectiva".

Agrega que Sara Méndez "pudo anunciar ayer que había concluido su búsqueda de casi 26 años. Halló a su hijo. Ambos fueron separados en julio de 1976; la madre fue secuestrada en Buenos Aires y llevada al centro clandestino Automotores Orletti. El niño tenía veinte días. Sara ya se reencontró con Simón. Lo hizo aun antes de tener la certeza oficial. Verlo frente a frente le despertó nervios. 'Parece mentira en una persona tan grande', dijo de ella misma. Pero entiende que si el joven debe procesar su historia, de la que se acaba de enterar (hace quince días no sabía ni que era adoptado), ella debe asimilar su maternidad, que reapareció con ese joven de 25 años.

"Sara es una de las tres mamás de niños desaparecidos que sobrevivieron a la última dictadura militar y hasta hace pocos días era la única que no había recuperado a su hijo. Hace una semana, luego de haber sido localizado por el senador uruguayo Rafael Michelini, Simón -que ahora tiene otro nombre- se sometió por su propia voluntad a los análisis genéticos que le devolvieron su verdadera identidad. El resultado fue oficialmente confirmado ayer. 'Fuimos informados por el juez a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 7, Jorge Urso, y la secretaria Olga Chávez, que los estudios de ADN practicados por el Banco Nacional de Datos Genéticos, a cargo de la doctora Ana María Di Lonardo, habían arrojado resultado positivo en un porcentaje de 99.99 por ciento', informó Sara en un comunicado. En diálogo con Página/12, la mujer definió este momento como 'el fin de una búsqueda principio de una relación'. La sobreviviente de la patota que operaba dentro del Plan Cóndor trata de ser cauta, para respetar el deseo de su hijo de preservar este incipiente vínculo.

"Sara conoció a Simón la semana pasada, cuando esperaba los resultados científicos que le confirmaran si el joven que estaba viendo era su hijo. Ayer se comunicó por teléfono con él y le confirmó lo que ambos intuían. De hecho, hasta el mismo presidente de Uruguay, Jorge Batlle, anunció la semana pasada -sin la autorización de los involucrados- el hallazgo del joven, en un intento para capitalizar el caso como un logro de su gestión", según la interpretación de la periodista.

"'Quienes han compartido conmigo durante estos largos años las esperanzas, las frustraciones, tienen el derecho muy ganado para que hoy pueda decir que hemos encontrado a Simón y compartir la alegría. Siento que hemos ganado una batalla contra la impunidad y, lo más importante, que ella afirma mi compromiso en sumar mi modesto esfuerzo, para que esta luz que hoy alumbra en donde se pretendía preservar la oscuridad, continúe, continúe...', expresó Sara".

En 1973, Sara Méndez, una militante del Partido por la Victoria del Pueblo, decidió radicarse en la Argentina ya que era requerida por los militares en el Uruguay. Su casa había sido allanada varias veces y también la de varios de sus familiares.

Pero la situación de Argentina no difería demasiado a la de Uruguay en cuanto a seguridad y represión se refiere para los militantes de izquierda.

La posición de los exiliados políticos latinoamericanos en aquel país fue complicándose a medida que pasaba el tiempo. En el caso de los exiliados uruguayos, en abril de 1976 habían sido secuestrados entre otros los legisladores, Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, y el matrimonio Barredo y Whitelaw siendo hallado sus cadáveres días más tarde, así como también había sido encontrado el cuerpo de una maestra uruguaya acribillada a balazos y su esposo continuaba desaparecido. También había desaparecido el 9 de junio, Gerardo Gatti, hermano del padre de Simón, Mauricio Gatti.

El 22 de junio de 1976 nacía Simón Antonio, hijo de Sara Méndez y Mauricio Gatti. Es anotado en un juzgado argentino como hijo natural bajo el apellido falso de Riquelo. Como en aquella época la seguridad de los exiliados políticos era muy frágil, Sara ocultaba su verdadera identidad y cambiaba su apellido por el de Riquelo. Es así como su hijo queda registrado como Simón Antonio Riquelo.

"SARA MÉNDEZ:
El 13 de julio fue el secuestro y él había nacido el 22 de junio, es decir que tenía apenas 21 días cuando nos secuestraron a los dos, luego me separaron de Simón que quedó en manos de las fuerzas represivas que llegaron hasta mi domicilio. Por investigaciones que hizo mi familia en el barrio, sé que quedaron en ese domicilio durante varios días. Yo digo siempre que esas personas, que en la parte uruguaya fueron comandadas por José Nino Gavazzo, saben sin ninguna duda qué pasó con Simón porque tuvieron que darle inmediatamente algún destino, en la medida en que era un niño tan pequeño y que merecía atención inmediata".


Junto con Sara Méndez vivía en esa casa Asilú Maceiro. Las agentes no pudieron detener a Mauricio Gatti, que esa noche no estaba en su domicilio. Al poco tiempo, el padre de Simón pudo refugiarse en Europa. Las dos mujeres recibieron una violenta golpiza durante los interrogatorios y se las detuvo en el centro clandestino que funcionaba en Automotores Orletti, junto con un grupo numeroso de uruguayos secuestrados.

Los agentes represivos a cargo del operativo trasladaron a Simón a la Clinica Norte del barrio Belgrano donde lo abandonaron. Un policía lo encontró allí y se presentó ante un juez para pedir la tenencia del niño. Tras el otorgamiento de esa tenencia, Simon fue registrado como hijo legítimo del funcionario policial.


Diez días después, en el marco del llamado Plan Cóndor (coordinación represiva entre militares argentinos y uruguayos), Sara Méndez, junto con otros militantes del PVP, fue trasladada clandestinamente a nuestro país y quedó detenida en el Penal de Punta de Rieles. En 1981, una vez recuperada su libertad, Sara Méndez comienza a buscar a su hijo.


Restablecido el sistema democrático en el Uruguay las investigaciones por parte de Sara Méndez continuaron. Ni en el primer gobierno del Dr. Julio María Sanguinetti, ni en el gobierno del Dr. Luis Alberto Lacalle ni en el segundo gobierno de Sanguinetti, Sara Méndez logró novedades sobre su hijo.

En el interín, el 11 de abril de 1991, Mauricio Gatti fallece de un ataque cardíaco.

Llegado el año 1987 a Sara Méndez recibió la información sobre un niño que podría ser Simón, que vivía en Montevideo. Y partir de allí comenzaron los trámites legales de Méndez para obtener la aprobación legal para realizar los exámenes hematológicos, a los que hasta ese momento quien podría ser Simón y sus familiares adoptivos se negaban.

Tras la asunción del presidente Jorge Batlle, y a su expreso pedido, el joven Gerardo Vázquez (presunto hijo de Sara Méndez) accedió finalmente a realizarse las pruebas de histocompatibilidad y comprobar, si efectivamente, como lo suponía Sara Méndez, se trataba de su hijo Simón.
Dicho examen se practicó en Uruguay y en Argentina. El resultado fue negativo.

La Comisión por la Paz creada a instancias del presidente Batlle para resolver el problema de los desaparecidos en tanto, no obtuvo información sobre Simón lo que motivó un enfrentamiento con Sara Méndez.

A fines del año 2001 y tras unos datos conseguidos por la Comisión por la Paz, una investigacion del periodista Roger Rodríguez e información conseguida por el senador Rafael Michelini permitieron acercarse a la dilucidación de este caso

Hace una semana atrás, el martes 12 de marzo, un joven argentino accedió a realizarse el examen de ADN ante la fuerte sospecha de que se trataba de Simón Riquelo.

Finalmente, ayer, 19 de marzo, cuando faltaban apenas quince minutos para el mediodía se conoció el resultado de los exámenes, y se confirmó que efectivamente la búsqueda de una madre por su hijo había llegado a su fin.

Leer: Después de Simón, "buscar hacia adentro" II

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