Ya en las elecciones a la presidencia de Chile de 1964, los empresarios estadounidenses con intereses en Chile se habían ofrecido a aportar fondos a la CIA para impedir que Allende resultara elegido. Todas estas ofertas tempranas fueron rechazadas.
Un empresario estadounidense que trabajaba para la International Telephone and Telegraph (ITT), contactó con un agente de la Central a principios de 1970 para urgir al Gobierno de los Estados Unidos que suministrara ayuda financiera a uno de los oponentes de Allende, Jorge Alessandri. La Central suministró al empresario el nombre de un individuo que podría canalizar, de manera segura, los fondos de la ITT a Alessandri.
Varios meses después, otro representante de la ITT se dirigió a la CIA en Washington para sondear si la Agencia estaba dispuesta a aceptar fondos de su compañía y canalizarlos a la campaña de Alessandri. Se le respondió que la CIA no podía recibir ni transferir fondos a Alessandri en nombre de una empresa privada. La CIA también le dijo que, si bien al Gobierno de los Estados Unidos le perturbaba bastante una eventual victoria de Allende, no estaba apoyando a ningún candidato específico a las elecciones. No obstante, igual que sucediera varios meses antes, la Central aconsejó a estos empresarios cómo hacer llegar los fondos de la ITT a Alessandri de manera segura.
Tras la elección de Allende y antes de su investidura, la CIA, bajo la dirección de la Comisión 40, realizó un esfuerzo -en coordinación con la Embajada en Santiago- para alentar a las empresas chilenas a poner en marcha un programa de desestabilización de la economía.
Leer: 6º Parte - Llegada del General Augusto Pinochet a la Presidencia
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario