Con firma. Uno de los documentos aprobados con la firma del entonces intendente Arocena.
Si bien el listado de cuatro meses de 2004 obtenido tras un pedido de informes revela veintinueve casos, LA REPUBLICA confirmó que son unos cien registrados sólo en ese año. El entonces intendente, su secretario particular y el secretario general daban por 'aprobados' los exámenes teóricos y prácticos que se salteaban los conductores.
El ex intendente de Florida, Andrés Arocena, su secretario personal, el actual diputado Carlos Enciso, y el secretario general de la comuna durante la administración blanca, Carlos Arrillaga, aprobaron con su rúbrica un centenar de exámenes teóricos y prácticos que no se realizaron, para otorgar licencias para conducir motos, autos y camiones.
En un listado que contiene los detalles de tramitación de más de quinientas libretas de los meses de abril, mayo, julio y octubre de 2004, se encontraron veintinueve que no cuentan con el sellado y la rúbrica que en todos los otros trámites estampó el técnico que evalúa el desempeño del conductor, tanto en el campo teórico como en el práctico.
En los casos irregulares los campos de la ficha aparecen llenados con firmas y sellos diferentes a los del técnico. Incluso en algunas se indican como "aprobados" los exámenes. Las rúbricas que habilitan son las del propio intendente Andrés Arocena, la de su secretario particular Carlos Enciso y la del secretario general de la administración 2000-2005, Carlos Arrillaga.
De las veintinueve libretas irregulares que integran el listado, diez son para conducir camiones.
Son más de cien
La situación quedó al desnudo a través de la respuesta dada recientemente a un pedido de informes realizado en 2006 por el edil Carlos Rodríguez Gálvez (MPP). De acuerdo a datos confirmados ayer por LA REPUBLICA, serían más de cien las libretas tramitadas sólo en 2004 que fueron rubricadas por Arocena, Enciso o Arrillaga.
Según una fuente consultada, el grueso se da en el mes de octubre de ese año, en plena campaña electoral.
De los veintinueve casos, Arrillaga participó en veintitrés, la mayoría para personas de otros departamentos, fundamentalmente de la zona noreste de Canelones (Tala y San Ramón, principalmente).
Arocena tramitó cinco: tres a personas que declararon domicilio en Florida, al tiempo que las dos restantes dijeron residir una en San José y otra en Montevideo.
El capitalino es uno de los nombres que más llama la atención de todo el listado.
Se trata de Carlos Avcharián, presidente del laboratorio Veinfar, uno de los emprendimientos más promocionados durante la pasada administración que, pese a ser anunciado permanentemente hasta conseguir que la Intendencia y la Junta le otorgaran un terreno dentro de una plaza en la que fue colocada incluso la piedra fundamental, nunca llegó a construirse.
El representante ante la comuna de la empresa presidida por Avcharián fue Walter Enciso Labrucherie, padre del actual diputado y en ese entonces secretario particular de Arocena, Carlos Enciso Christiansen.
Actualmente la Junta y la comuna procuran reapropiarse del predio.
No hubo dolo
Carlos Arrillaga ya había sido denunciado en 2004 ante la Justicia por habilitar con su firma las libretas de cuatro personas que habían arribado a Florida en un mismo viaje desde la zona rural de Tala, Canelones, y que no sólo no rindieron los exámenes teórico y práctico, sino que tampoco acudieron a la prueba médica. La rúbrica del doctor Arrillaga, médico veterinario, los calificó de "aptos".
El denunciado manifestó ante el fiscal Leonardo Morales y la jueza Julia Staricco que su única intención fue la de hacer "una gauchada agilizando el trámite". En su vista a la jueza, Morales indicó que si bien existió una irregularidad administrativa, no fue dolosa, fundamentalmente porque no pudo comprobarse que Arrillaga u otros hayan lucrado con el hecho.
Además se trataba de cuatro casos puntuales, registrados en un mismo día y surgidos en un mismo viaje.
LA REPUBLICA realizó un relevamiento entre los "beneficiados" por el trámite y en todos los casos manifestaron que no pagaron nada más que el trámite normal, sin entregarle un peso a intermediario alguno.
La República
08/05/08
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