Constructor currero, socio de Antonio Marchesano, Jorge Fernández Baubeta y Fernando Barboni, Fue socio del ex intendente de Maldonado Domingo Burgueño en la empresa Amiga SA
En los 80 era empleado de Onda, tuvo camiones de carga y luego paso a la construcción.
En 1995 el intendente de Treinta y Tres, Walter Campanella, lo denunció penalmente por estafa. Edificó 104 viviendas en diferentes proyectos del Banco Hipotecario (BHU) en Treinta y Tres, que presentaban un estado ruinoso antes de ser entregadas.
Barboni fue denunciado en otras oportunidades por los promitentes compradores de las viviendas que entregaba debido a vicios de construcción (Nueva Tribuna, martes 22).A principios de 2000 construyó, con préstamos del Hipotecario, un edificio de apartamentos frente a la sede de la Intendencia de Maldonado, otros dos frente a la Junta Departamental y el primer edificio en altura de San Carlos, que fue terminado pero no está habilitado por fallas estructurales.
Actualmente Barboni enfrenta dos juicios que le inició el nuevo directorio del BHU. En el 2008 el BHU identifica al grupo Barboni por varias maniobras fraudulentas por 3 millones de dólares.
Según Morodo, director del BHU el banco detectó un millonario pago realizado antes de 2002 al grupo Barboni por concepto de “adelantos de obra”. Este grupo tenía a su cargo, a través de diferentes empresas, la construcción de viviendas del BHU en Montevideo, Canelones, Maldonado y Rocha. Para ello solicitó “adelantos de obra” con la finalidad de comprar materiales. Hasta hoy las viviendas no fueron construidas, los materiales no aparecieron y tampoco existen comprobantes que acrediten a dónde fueron a parar esos 3 millones de dólares, aseguró Morodo.
Por ello, el BHU rescindió todos los contratos del grupo Barboni y retomó el control de la construcción de alrededor de 700 viviendas que estaban a cargo de la empresa. Luego de una fallida audiencia de conciliación ante la justicia, el directorio del Hipotecario decidió iniciarle juicio a Barboni quien, por otra parte, y aunque no está acusado directamente, enfrenta otra denuncia penal en la que él y una de sus empresas aparecen involucrados. El BHU rescindió el contrato de concesión otorgado a Glenby SA, que debía reciclar la vieja estación de AFE. Como contrapartida ésta –una empresa del grupo Barboni– podría usufructuar las instalaciones por 30 años. El contrato incluía la posibilidad de construir seis edificios de apartamentos en la antigua playa de maniobra de trenes de AFE, lindera a la estación.
Estas obras, que formaban parte del Plan Fénix, eran controladas y administradas por Desarrollos Urbanísticos Fénix (SADUF), una sociedad anónima cuyas acciones pertenecen 100 por ciento al BHU.Como Glenby demoraba el inicio de las obras (y nunca tomó posesión de la vieja estación) SADUF resolvió rescindir el contrato por incumplimiento, ya que al BHU le estaba costando muy cara la seguridad del edificio, actualmente vacío.
Para entonces las autoridades de SADUF le iniciaron un juicio a Glenby, pero poco después “transaron” en dejar sin efecto la demanda, dijo Morodo. Esto se hizo el 30 de marzo último, un día después de que asumieran las nuevas autoridades del BHU “y a espaldas del directorio”, explicó el jerarca. Esto motivó que el BHU removiera a los directores de SADUF, a quienes denunció penalmente junto con Glenby.
Barboni, por su parte, niega todo: “No existe ninguna denuncia penal, ni juicio civil que el BHU haya iniciado contra las empresas constructoras que represento ni contra mi persona” (El País, martes 22).
Pero más allá de los juicios el empresario tiene otros problemas. Entre 2000 y 2004 generó una deuda con la DGI por 10,5 millones de dólares, explicaron a BRECHA fuentes del organismo recaudador. Las primeras inspecciones sobre el accionar del grupo Barboni comenzaron en diciembre de 2003, y a pesar de que prometió al director de la DGI, Eduardo Zaindesztat, comenzar a financiar su millonaria deuda, aún no ha dado señales de hacerlo, dijeron las fuentes.
Precavida, la DGI embargó el chalet Pinduca –ubicado en el exclusivo barrio de Beverly Hills de Punta del Este– que Barboni compró en casi 1,3 millones de dólares al millonario brasileño Gilberto Scarpa, célebre por sus fastuosas fiestas puntaesteñas.
La DGI también trabó embargo contra un pent-house de Barboni en el piso 17 de la Beverly Tower –uno de los edificios más lujosos de la península– comprado por Barboni a una ex esposa del periodista argentino Bernardo Neustadt por casi un millón de dólares.
Pero quizá lo más llamativo es que el predio donde se piensa construir el puerto de Punta del Este también está embargado por la DGI. A mediados de la década del 90 Barboni compró este predio –donde estaba el Hospital Marítimo– y allí montó una planta procesadora de cemento.
“Hace pocos días rematamos un local en el Centro. El anuncio es claro: antes la DGI embargaba pero nunca remataba, ahora cambió el procedimiento, así que Barboni tampoco está a salvo de que le rematen ese predio”, confiaron a BRECHA fuentes de la DGI.
10/8/08
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