ESCALOFRIANTE TESTIMONIO DE UN EX SOLDADO:
“LOS DESAPARECIDOS ESTÁN EN LOS CEMENTERIOS”
“LOS DESAPARECIDOS ESTÁN EN LOS CEMENTERIOS”
“Levanto un tarro para comer un pedazo de pan, y cuando levanto un tarro de esos, encuentro una cabeza”, dijo el ex militar Carlos Cotto al periodista Fernando Blanco, en el programa PRIMERA VOZ de 1410 AM LIBRE, haciendo referencia a los restos de un desaparecido durante la dictadura. El ex militar agregó que los restos de los que fallecieron en Montevideo se encuentran “en los cementerios”.
Carlos Cotto, es un soldado que prestó servicios en el Ejército, en el Arma de Infantería desde el año 1975 hasta 1984, dice que en aquella época se acostumbraba hacer desaparecer los cuerpos de las personas que morían en los cuarteles, ya sea en medio de torturas o en una ejecución, en los cementerios. Se los metía en cal y ácido y luego la osamenta iba a los cementerios. Él puntualmente, hizo esa tarea en una oportunidad, contó con mucha claridad que un detenido había muerto en el Batallón de Infantería 1, cuando estaba en el barrio del Buceo.
Ese cuerpo fue llevado por él y por un cabo a el Cementerio del Buceo. También dice que aquellos que morían en el 300 Carlos, (el 300 Carlos estaba en el Servicio de Materiales y Armamento sobre Av. De las Instrucciones), eran llevados al Cementerio del Norte concretamente. También cuenta que tuvo que llevar lo que él y otros soldados creían era comida para chanchos del Batallón de Infantería 1 a una chacra en el Sauce. Por curiosidad y hambre, dijo él en determinado momento, iba en la caja del camión, destapó uno de los tachos y allí se encontró con restos humanos.
Fernando Blanco- Vamos a empezar por lo que me estabas diciendo. Están buscando cuerpos de desaparecidos en el Batallón de Infantería 14, en el Batallón 13 y en una chacra en Pando. Vamos a los Batallones 13 y 14.
Carlos Cotto- Sabés lo que quiero decir, que ni en el 14 ni en el 13 hay nada.
FB- ¿Por qué estás tan seguro?
CC- Porque cada vez que había un muerto lo llevábamos al cementerio. No tiraban nunca un cuerpo donde tenían que trabajar porque el teniente le daba la orden al sargento, el sargento venía al cabo, y el cabo a los soldados, entonces entre los soldados y los cabos, y sino que venga algún cabo y me diga lo contrario. El único responsable del grupo, de enterrar o de sacar, son los soldados de abajo. Yo lo que sé, que una orden de hacer desaparecer algo, en un cementerio, como en el Batallón de Infantería 1, murieron dos o tres y los que murieron marcharon para adentro del carnero del cementerio de Buceo.
FB- ¿Qué es el carnero?
CC- El carnero es donde están todos los huesos, los sacábamos de allá arriba donde nos daban la bolsa y se llevaban en la noche, en la patrulla, saliendo para el cementerio, abrías con las llaves, abrías el carnero y para adentro.
FB- ¿De dónde?
CC- Del Batallón de Infantería 1. El Batallón de Infantería fue el primer lugar donde empezaron a desaparecer gente.
FB- ¿Iba en cuerpo entero o en bolsas?
CC- Iba una bolsa.
FB- Adentro de la bolsa, ¿qué había?
CC- Iban los huesos.
FB- ¿Qué pasaba con la carne?
CC- Ya iba comida eso. No se tocaba.
FB- Comida por qué, ¿por la cal?
CC- La cal o el ácido que le ponían.
FB- ¿Usaban ácido?
CC- Sí, ácido, no se dejaba tocar por las manos.
FB- ¿Qué tipo de ácido?
CC- El ácido no sé. Nosotros no sabíamos nada.
FB- Pero utilizaban ya fuera ácido o cal, ¿era un producto que en pocas horas descomponía todo el cuerpo como para dejarlo sólo en huesos?
CC- Sí, y la bolsa que se llevaba se llevaba urgente, no se podía dejar muchas horas porque se rompía la bolsa.
FB- ¿A vos te tocó llevar una vez?
CC- Una noche en la patrulla.
FB- Contame, ¿cómo fue?
CC- La patrulla salía diez y media de la noche, cuando apretaba el sueño. Salíamos por Saldaña da Gama hacia abajo, abríamos la puerta del Cementerio del Buceo, caminábamos hasta los carneros, el cabo manoteaba la bolsa y para adentro.
FB- Eso los que murieron en el Batallón de Infantería 1 que estaban en el Buceo.
CC- Y cuando a mí me tocó 24 horas en julio del 76’. Uno manda pedir un tanque. Un montón de carne para ir en un tanque, roja, roja clara. Cuerpo humano, porque la carne es roja y blanca casi.
FB- ¿Y qué fue lo que pasó?
CC- Salía por el portón del medio, por el portón chico, caminé hasta atrás donde estaban los tanques de guerra.
FB- ¿Me está hablando de Instrucciones?
CC- Sí.
FB- ¿Qué funcionaba en el Servicio de Material y Armamento?
CC- 300 Carlos.
FB- Seguí contando.
CC- Me dicen, “bo, 123 llevate éste”. Era el sargento Moreira, me dice “bo, 123 llevate esto y tiralo el tanque que está allá.” ¿Qué tanque?, le digo yo. “Da la vuelta y se va a encontrar un tanque”. Era como 40 kilos, más o menos.
FB- ¿Era una bolsa?
CC- Una bolsa.
FB- Perdón, ¿sabías que había un cuerpo adentro?
CC- Lo que vi, la carne, carne, todo en pedazos.
FB- ¿No estaba entero?
CC- No.
FB- ¿Dónde lo tiraste?
CC- En un tanque.
FB- ¿Qué había dentro del tanque?
CC- Dentro del tanque había una cosa blanca, como una cal, eso evaporó, burbujones.
FB- ¿Ahí terminó tu tarea o después tuviste que continuarla?
CC- Después me vine para adentro, al otro día me dieron relevo, y el día de mañana, estaba Elena Quinteros ese día, que la llevamos con Mario Pérez que actuaba ahí.
FB- Ahora te pido que me cuentes eso, pero tu participación ahí quedó en el tanque.
CC- Quedó ahí. Después del tanque más nada. Todo lo que se hacía, le pregunté al sargento Moreira y me dijo “no, esta noche la patrulla de no me acuerdo si era rojo 10, la lleva”. Tenía la llave Ingeniero 1 que está en la puerta, San Martín y Chimborazo. Levantaba lo que había ahí y se va al cementerio del Norte. Ahí es cuando hablando, había un recluta, Carlos Romero, que ese participó en ese lado.
FB- ¿En qué participó?
CC- En el cementerio del Norte. Vio mucha cosa en el cementerio del Norte, varios cadáveres, ese Carlos Romero.
FB- ¿Vos pertenecías al Batallón de Infantería 1, en el Buceo, que estabas haciendo allá en el 300 Carlos en Instrucciones?
CC- Cada 24 horas cambiaba de guardia, nunca ponían del 13, ponían de las otras unidades, cada 24 horas cambiaba. Para que ningún soldado se involucrara con la cara, porque nosotros los afeitábamos, los bañábamos, con una gillette afeitábamos a 13 personas.
FB- Recién me hablaste de Elena Quinteros.
CC- Sí. En Julio del 76, en la última guardia que yo hice, el de relevo, vino el camión, subió uno de Rusia, que estuvo colgado, había estado como un mes colgado de los brazos, un tipo de Rusia. Amodio Pérez, que siempre participó en la tortura de 300 Carlos.
FB- ¿Colaborando con quienes torturaban?
CC- Ahí va.
FB- Me dijiste que viste a Elena Quinteros, ¿dónde la viste, cómo la viste, cuándo la viste?
CC- Cuando yo la vi, se lo dije, en una presentación de un libro, de una compañera de ella, que presentó el libro en la ciudad de Canelones, y le dije donde estaba y a donde había ido. Lo que sé es que la cargamos hacia arriba, yo iba de custodia con un tolete (palo). Subí yo, subieron a la detenida, yo iba al lado de la puerta y a ella la levamos a La Tablada.
FB- ¿Desde dónde?
CC- De 300 Carlos a La Tablada. Iban 5 personas ahí adentro.
FB- ¿Viva?
CC- Viva.
FB- ¿Estaba en buen estado de salud?
CC- Actualmente sí. Tenía el pelo rubio, corto, estaba pintada, la habían pintado.
FB- ¿No estaba golpeada?
CC- Y no era doctor, por la ropa no...
FB- ¿Pero a simple vista?
CC- En la cara no le vi nada y en las manos tampoco. La llevamos a La Tablada, era el Centro de Recuperación.
FB- ¿Ahí la dejaron?
CC- La bajamos, la llevamos a la entrada del celdario, la puerta grande, ahí la agarró una mujer. Le sacaron la capucha.
FB- ¿En ese ropero iba Amodio Pérez?
CC- Sí.
FB- ¿Haciendo qué?
CC- Dando instrucciones siempre. El nunca involucraba a un soldado para hacerle una tortura a nadie. Nosotros simplemente lo traíamos y lo llevábamos. O hacíamos el trabajo sucio abajo, lo terminábamos de hacer.
FB- La otra vez me hablaste de una chacra. ¿Dónde está esa chacra?
CC- Eso pasó en el año 1979. En el ‘79 yo participé cortando los eucaliptos de raíz en Canelones, donde hay un gimnasio ahora. Salimos de Infantería 1, con Carlos Romero, Luis Espinoza, llegamos por Barros Blancos. La escuela de Barros Blancos se estaba construyendo. Salimos de la escuela, íbamos a mitad de camino antes de llegar ahí. Yo estaba con un hambre que rabiaba, levanto un tarro para comer un pedazo de pan, y cuando levanto un tarro de esos, encuentro una cabeza.
FB- ¿Una cabeza humana, sólo la cabeza?
CC- La cabeza y algo más, había medio brazo. Ahí si fue cuando vi un ser humano.
FB- ¿Eso fue en la caja de un camión?
CC- Sí. Donde llevan la comida.
FB- ¿La comida para qué?
CC- Para los chanchos.
FB- ¿Me dijiste que salían del Batallón Florida, del Buceo, llevando comida para chanchos, para una chacra, una chacra militar, qué chacra?
CC- Sí. Una chacra que tenía en asociación, el Batallón de Infantería 1 con un tal Panizza, que tenía una pizzería, ahí en Rivera casi 18 de Julio.
FB- ¿Dónde es la chacra?
CC- En la entrada de la 107, donde está el cartel de Sauce. Pasando Sauce, enseguida para adentro.
FB- ¿No tiene nada que ver con la chacra donde están buscando ahora a esta gente que murió en la Fuerza Aérea?
CC- De la Fuerza Aérea no te puedo decir nada porque no estuve ahí, sé lo que estuvo en el Ejército.
FB- ¿No es la misma chacra?
CC- No, no tiene nada que ver una con la otra.
FB- ¿Esta es en Pando y la otra en el Sauce?
CC- Yo le hablo del Sauce.
FB- Te pregunto, porque me nombraste la escuela de Barros Blancos, Barros Blancos está cinco kilómetros antes de Pando.
CC- El Batallón de Infantería 1 construyó la pared, toda la escuela de Barros Blancos, la que está allá arriba donde hay una plazoleta, en medio de Barros Blancos. Actualmente tiene la chacra de Infantería 1 atrás, hay un montón de soldados ahí. Están las viviendas del Batallón de Infantería 1.
FB- En resumen, ¿vos decís que los cuerpos se llevaban a los cementerios?
CC- Sí.
FB- ¿A vos te tocó llevar uno al cementerio del Buceo?
CC- Sí.
FB- Se ponían en el carnero, ¿no entiendo bien que es el carnero?
CC- El carnero es, cada cinco años, en todo cementerio, la persona que a los dos años ya nadie la rescata, tiran los huesos para ahí. Hay miles de huesos en esos huecos.
FB- ¿O sea que ahora no se podría encontrar nada?
CC- Ahí están todos los cuerpos, no están en otro lado, los que están muertos acá en Montevideo están ahí, en ningún lado más. Están en los cementerios. Además, la llave siempre la tenía alguien de la Unidad, de noche se recorrían Unidades. Las unidades se recorrían los cementerios y todos esos soldados que tuvieron lugar, ellos saben bien porque hay un cuaderno de actas, “salió patrulla tanto”, esos cuadernos desaparecieron. Los soldados, no los encontrás actualmente, porque les han dado de baja o hacerlos jubilar.
FB- ¿Esto que me acabas de decir estarías dispuesto a decirlo ante la Justicia?, porque esto es un medio de comunicación y está bien que hayas aceptado hablar con nosotros, pero también hay organismos que están trabajando sobre este tema tan delicado. ¿Estás dispuesto a aportar tu testimonio?
CC- Sí, hablo con el señor presidente si tengo que hablarlo. Que miedo tengo si estoy diciendo la verdad, no puedo dejar que sigan fantasmas, rompiendo unidades, ensuciando unidades del Ejército. Esto te lo dije la otra vez, te lo dije ahora y no lo he cambiado. Se lo dije al diputado Gallo, se lo dije a uno de SERPAJ que no me dio pelota.
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Ahí están los datos. Lo que hay que extraer de todo esto, es que pueden haber algunas informaciones interesantes. Cotto, datos da. Habló del tema de los cementerios, dice dónde está la chacra, dice de quién era la chacra. Capaz que se encuentra algo, capaz que no, pero es interesante que él se muestre dispuesto a aportar todos estos datos ante quienes están desarrollando investigaciones. Carlos Cotto, decía que se lo había dicho hace un tiempo al diputado Gallo y “a uno del SERPAJ que no me dio pelota”. Gallo estaba en conocimiento de esto y canalizó para otros lugares el testimonio de Cotto.
Compartíamos con él que habían algunas cosas que eran especulaciones de Cotto, fundamentalmente. Pero si toda esa información se pasaba por un filtro, capaz que quedaba algún dato interesante sobre el cual se pueda trabajar y a través del cual se pueda llegar a alguna verdad. Con respecto al SERPAJ ahora se mostró interesado. Es lamentable, pero es así, capaz que Cotto no tiene una figura bastante creíble, es un hombre muy humilde, funcionario municipal de Canelones, pero además es hurgador. De todas formas, el SERPAJ ya sabe esto, están interesados y quieren hablar con él.
Setiembre del 2005
Informe y reportaje de Fernando Blanco (1410 AM Libre)
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