El ex torturador, y hoy hombre de letras, Jorge Guldenzoph aparece vinculado a la desaparición de dirigentes del PST y eventualmente al tercer vuelo de la muerte.
El testimonio de un ex integrante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), sobreviviente de las torturas en Inteligencia y Enlace, vincula al ex agente de ese organismo policial y actual editorialista del diario ULTIMAS NOTICIAS Jorge “Charleta” Guldenzoph con la desaparición del dirigente Ary Severo Barreto, presuntamente trasladado desde Argentina a Uruguay junto a su familia en un tercer vuelo de la muerte.
Las declaraciones del ex integrante del PST, de iniciales W F, ante el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) en el año 1985 y en 2001, describen una sesión de torturas en el edificio de Maldonado y Paraguay (Inteligencia) en mayo de 1978, donde fue bestialmente maltratado por Guldenzoph y otros integrantes de los cuadros represivos de la época dictatorial. W F había vuelto a Uruguay el 23 de abril de 1978 para realizar un contacto con otro dirigente. Su viaje respondía a una solicitud de la dirección del PST, la que integraba Ary Severo, alias “Tatú”.
A W F lo detienen en Canelones. “A los cinco días lo traen a Montevideo y lo llevan a Jefatura donde los recibe Víctor Castiglioni. Ahí lo torturan de nuevo y lo derivan a la Dirección de Información (a cargo del) comisario Pablo Fontana Zunino. Ahí comienzan de nuevo los maltratos, los interrogatorios se hacen duros, tratan de sacar información en torno al contacto que él venía a ver acá. Lo negó diciendo que volvía porque extrañaba a su familia y comienza a empeorar el trato en torno a su vínculo con Ary Severo Barreto”, señalan las actas del Serpaj a las que accedió BRECHA.
Recuerda W F que sobre Ary Severo “comienza a interrogarme Fontana Zunino. Después sobre los Severo me interroga un subcomisario de alias el ‘Turco’, un hombre de aproximadamente 40 años, de estatura media, canoso, ojos verde claro”. Esta última descripción coincide con los datos físicos y la edad de Ricardo Arab, apodado el “Turco”, pero éste era oficial del Ejército. Las actas del Serpaj señalan que W F “tiene la certeza” de que alguien de Inteligencia y Enlace “participa de la detención de Ary Severo Barreto y de todos sus familiares”, porque van a la casa donde había vivido este último en Buenos Aires y detienen a Mario Mosteiro, un pintor uruguayo.
Las actas registradas por el Serpaj durante una conversación mantenida con W F en 2001, y entregadas a la Comisión para la Paz, señalan: “La persona que participa en la detención de Ary Severo Barreto y de Mario Mosteiro (...) es Jorge, funcionario del SOF, el ‘Charleta’. Es el que lo torturaba y el que sabe lo que pasó con Barreto”.
Severo Barreto fue detenido el 24 de abril de 1978 junto a su esposa Beatriz Anglet, su hermano Carlos, su hermana Marta y su cuñado Jorge Martínez Horminoguez. Todos fueron vistos con vida en el Pozo de Quilmes por varios testigos que sobrevivieron a la tortura y brindaron sus testimonios ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales.
Los últimos datos que se obtuvieron de esas personas señalan que fueron trasladadas con destino incierto después del 18 de mayo de 1978. Ary Severo y sus familiares fueron detenidos durante la arremetida contra los Grupos de Acción Unificadora (GAU) y organizaciones afines como el PST a partir de diciembre de 1977, cuando se hicieron ostensibles las acciones coordinadas entre la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) argentina y Fusileros Navales (Fusna) de Uruguay. En esa coordinación le cupo un papel importante al entonces jefe del S 2 del Fusna, capitán de navío Jorge Tróccoli.
No obstante, la coordinación represiva uruguayo-argentina tenía otras ramificaciones en las que destacaba el Servicio de Información de Defensa (SID), del que participaba personal del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y de la Policía. El testimonio de W F abre la posibilidad de que alguna autoridad pueda indagar al ex torturador Guldenzoph acerca de qué sabe sobre la desaparición de los Severo y sus familiares en una trama que involucra a personajes de varias áreas vinculadas a las operaciones represivas de los años oscuros.
El Charleta fue miembro del Partido Comunista y luego se convirtió en colaborador y torturador de la dictadura cívico-militar, como lo denunciaron, entre otros, el ex senador fallecido Germán Araújo y el ex director de Cultura de la Intendencia de Montevideo Gonzalo Carámbula (víctima directa en 1976 de las torturas de Guldenzoph). A la salida de la dictadura pasó a trabajar activamente para la secta Moon. Fue secretario general de la Federación para Salvar la Nueva Nación y del Movimiento Pro Verdaderas Familias, dos organismos de corte religioso dentro de la secta. También presidió CAUSA, un movimiento político de corte antimarxista, considerado el ala política de la organización del reverendo Moon.
Hoy es editorialista, columnista y vicepresidente del directorio del diario ULTIMAS NOTICIAS, propiedad de Moon. Oficialmente fue un colaborador activo de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia hasta 1982, aunque años más tarde el gobierno de Julio María Sanguinetti reconoció que estuvo activo hasta fines de 1996. No obstante, fuentes policiales consultadas por BRECHA indicaron que es probable que permanezca vinculado a la “comunidad de inteligencia”.
Setiembre del 2005
Walter Pernas (Brecha)
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