El asesor jurídico de la Secretaría de Derechos Humanos del PIT-CNT, Pablo Chargoñia, afirmó que Juan Antonio Rodríguez Buratti -que se suicidó en la noche de este domingo cuando iba a ser detenido- estuvo vinculado al secuestro de Simón Riquelo. El abogado afirmó que esta autoeliminación “parece un gesto individual, no generalizable”.
EMILIANO COTELO:
El coronel retirado Juan Antonio Rodríguez Buratti, uno de los militares acusados de violaciones de los derechos humanos durante la dictadura, se suicidó ayer de noche cuando personal policial concurrió a su domicilio para detenerlo. Rodríguez Buratti debía comparecer esta mañana, junto con otros militares y policías retirados, ante el juez Luis Charles, quien desde las 8 de la mañana lleva adelante una serie de interrogatorios para resolver si procesa a estas personas por su participación en el caso de tres militantes del PVP desaparecidos en Buenos Aires en los años 1975 y 1976, un caso que ahora se está fusionando con el del llamado “segundo vuelo”.
Estamos en diálogo con el doctor Pablo Chargoñia, abogado que actúa en esta causa.
***
Doctor Chargoñia, ¿cuál es exactamente su vinculación con este expediente?
PABLO CHARGOÑIA: En setiembre del año pasado la familia de Washington Barrios, militante del MLN, no del PVP, presentó la denuncia por la privación de libertad de Washington ante el juez Charles. Y en abril de este año la familia de Adalberto Soba también presenta la denuncia, en este caso con el amparo de la Secretaría de Derechos Humanos del PIT-CNT, donde actúo como asesor jurídico. Esta denuncia recayó también en la sede del doctor Charles por distribución aleatoria, y el juez, en la medida que iba avanzando en la investigación encontró que había vínculos que unían ambas causas.
EC - ¿Qué participación se supone que había tenido el coronel Rodríguez Buratti? ¿Qué indicios había con respecto a esta persona en particular?
PC - Es uno de los nombres vinculados con la coordinación represiva, lo que se ha dado en llamar el Plan Cóndor. Datos que provienen de las propias víctimas. Tuvimos oportunidad, además de denunciar los hechos, de aportarle a la sede judicial más de veinte testigos, entre ellos sobrevivientes del centro clandestino de torturas Automotores Orletti. Entre estas personas el nombre de Rodríguez Buratti se había manejado con mucha insistencia y muchas veces.
EC - Cuando declaró ante el juez sostuvo que nunca había estado en Buenos Aires en esos operativos.
PC - Como lo sostuvieron otros que sin embargo sí estuvieron en Buenos Aires, al punto que las propias víctimas torturadas por algunos de ellos le señalaron al juez que sí estuvo tal o cual persona y sí estuvo en Automotores Orletti.
Hay un episodio en particular referido a Rodríguez Buratti. Cuando es detenida Sara Méndez en 1976 junto con otros militantes del PVP y le quitan su hijo, Simón Riquelo, del que la mantienen separada durante 25 años. Rodríguez Buratti es el encargado de ante el reclamo de la madre de tratar el tema de Simón Riquelo junto con Cordero, Gavazzo. “Tratar el tema” quería decir viajar a Buenos Aires con el fin de contactarse con la contraparte de la represión argentina. Esto quiere decir paramilitares argentinos y Policía Federal Argentina, porque la coordinación suponía vinculaciones entre elementos de las Fuerzas Armadas uruguayas y de las Fuerzas Armadas argentinas, de la policía argentina y de la “Triple A”. Rodríguez Buratti actúa en esa ocasión. Es un episodio –uno entre tantos– narrado por la propia Sara Méndez.
Años después, cuando Sara va al Juzgado de Familia tratando de recuperar a su hijo a través de las tortuosas vías judiciales, Rodríguez Buratti niega todo esto, pero en efecto participó en la coordinación represiva.
EC - ¿Entonces sobre Rodríguez Buratti pesaba en particular este pedido de procesamiento por asociación para delinquir y privación de libertad que había elaborado la fiscal Mirtha Guianze?
PC - Exactamente.
EC - Una consulta que ha llegado de la audiencia esta mañana: ¿por qué Rodríguez Buratti permanecía en libertad? Era el único de los citados a declarar hoy que permanecía en libertad.
PC - Permanecía en libertad porque la justicia argentina tiene varias causas, hay tres jueces con distintos niveles de investigación y de avance en la investigación. El juez Montenegro solicitó la detención preventiva para el procedimiento de extradición de las personas que están actualmente detenidas.
EC – Sobre quienes están detenidos pesa un pedido de extradición, que en el caso de Rodríguez Buratti no existía.
PC - No existía, pero era previsible que fuera a existir. Tenemos información de que otro juez, no Montenegro sino Rafecas, tiene una lista más amplia que incluía el nombre de Rodríguez Buratti. Es nuestra expectativa que en el día de hoy el doctor Charles procese con prisión a todos estos individuos.
EC - ¿Usted cómo reaccionó ante la noticia del suicidio?
PC - Es impactante, por cierto, un episodio de esta naturaleza tiene su impacto, eso es inocultable. Como dice Mario Benedetti, el acto no redime, no quita responsabilidad. Precisamente lo que se busca cuando se denuncia por parte de las víctimas y los familiares de las víctimas es que respondan, y este episodio evita que este individuo responda por los crímenes que cometió.
Parece un gesto individual, no generalizable. No se dan episodios similares en Chile ni en Argentina donde la justicia ha avanzado mucho más que en Uruguay y no solamente ha habido procesamientos sino también condenas. Da la impresión de que se trata de un gesto individual sobre el que se puede especular como ocurre cada vez que hay una autoeliminación, pero desde el punto de vista de la lucha por la verdad y la justicia se busca que estos individuos respondan por sus crímenes.
EMILIANO COTELO:
El coronel retirado Juan Antonio Rodríguez Buratti, uno de los militares acusados de violaciones de los derechos humanos durante la dictadura, se suicidó ayer de noche cuando personal policial concurrió a su domicilio para detenerlo. Rodríguez Buratti debía comparecer esta mañana, junto con otros militares y policías retirados, ante el juez Luis Charles, quien desde las 8 de la mañana lleva adelante una serie de interrogatorios para resolver si procesa a estas personas por su participación en el caso de tres militantes del PVP desaparecidos en Buenos Aires en los años 1975 y 1976, un caso que ahora se está fusionando con el del llamado “segundo vuelo”.
Estamos en diálogo con el doctor Pablo Chargoñia, abogado que actúa en esta causa.
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Doctor Chargoñia, ¿cuál es exactamente su vinculación con este expediente?
PABLO CHARGOÑIA: En setiembre del año pasado la familia de Washington Barrios, militante del MLN, no del PVP, presentó la denuncia por la privación de libertad de Washington ante el juez Charles. Y en abril de este año la familia de Adalberto Soba también presenta la denuncia, en este caso con el amparo de la Secretaría de Derechos Humanos del PIT-CNT, donde actúo como asesor jurídico. Esta denuncia recayó también en la sede del doctor Charles por distribución aleatoria, y el juez, en la medida que iba avanzando en la investigación encontró que había vínculos que unían ambas causas.
EC - ¿Qué participación se supone que había tenido el coronel Rodríguez Buratti? ¿Qué indicios había con respecto a esta persona en particular?
PC - Es uno de los nombres vinculados con la coordinación represiva, lo que se ha dado en llamar el Plan Cóndor. Datos que provienen de las propias víctimas. Tuvimos oportunidad, además de denunciar los hechos, de aportarle a la sede judicial más de veinte testigos, entre ellos sobrevivientes del centro clandestino de torturas Automotores Orletti. Entre estas personas el nombre de Rodríguez Buratti se había manejado con mucha insistencia y muchas veces.
EC - Cuando declaró ante el juez sostuvo que nunca había estado en Buenos Aires en esos operativos.
PC - Como lo sostuvieron otros que sin embargo sí estuvieron en Buenos Aires, al punto que las propias víctimas torturadas por algunos de ellos le señalaron al juez que sí estuvo tal o cual persona y sí estuvo en Automotores Orletti.
Hay un episodio en particular referido a Rodríguez Buratti. Cuando es detenida Sara Méndez en 1976 junto con otros militantes del PVP y le quitan su hijo, Simón Riquelo, del que la mantienen separada durante 25 años. Rodríguez Buratti es el encargado de ante el reclamo de la madre de tratar el tema de Simón Riquelo junto con Cordero, Gavazzo. “Tratar el tema” quería decir viajar a Buenos Aires con el fin de contactarse con la contraparte de la represión argentina. Esto quiere decir paramilitares argentinos y Policía Federal Argentina, porque la coordinación suponía vinculaciones entre elementos de las Fuerzas Armadas uruguayas y de las Fuerzas Armadas argentinas, de la policía argentina y de la “Triple A”. Rodríguez Buratti actúa en esa ocasión. Es un episodio –uno entre tantos– narrado por la propia Sara Méndez.
Años después, cuando Sara va al Juzgado de Familia tratando de recuperar a su hijo a través de las tortuosas vías judiciales, Rodríguez Buratti niega todo esto, pero en efecto participó en la coordinación represiva.
EC - ¿Entonces sobre Rodríguez Buratti pesaba en particular este pedido de procesamiento por asociación para delinquir y privación de libertad que había elaborado la fiscal Mirtha Guianze?
PC - Exactamente.
EC - Una consulta que ha llegado de la audiencia esta mañana: ¿por qué Rodríguez Buratti permanecía en libertad? Era el único de los citados a declarar hoy que permanecía en libertad.
PC - Permanecía en libertad porque la justicia argentina tiene varias causas, hay tres jueces con distintos niveles de investigación y de avance en la investigación. El juez Montenegro solicitó la detención preventiva para el procedimiento de extradición de las personas que están actualmente detenidas.
EC – Sobre quienes están detenidos pesa un pedido de extradición, que en el caso de Rodríguez Buratti no existía.
PC - No existía, pero era previsible que fuera a existir. Tenemos información de que otro juez, no Montenegro sino Rafecas, tiene una lista más amplia que incluía el nombre de Rodríguez Buratti. Es nuestra expectativa que en el día de hoy el doctor Charles procese con prisión a todos estos individuos.
EC - ¿Usted cómo reaccionó ante la noticia del suicidio?
PC - Es impactante, por cierto, un episodio de esta naturaleza tiene su impacto, eso es inocultable. Como dice Mario Benedetti, el acto no redime, no quita responsabilidad. Precisamente lo que se busca cuando se denuncia por parte de las víctimas y los familiares de las víctimas es que respondan, y este episodio evita que este individuo responda por los crímenes que cometió.
Parece un gesto individual, no generalizable. No se dan episodios similares en Chile ni en Argentina donde la justicia ha avanzado mucho más que en Uruguay y no solamente ha habido procesamientos sino también condenas. Da la impresión de que se trata de un gesto individual sobre el que se puede especular como ocurre cada vez que hay una autoeliminación, pero desde el punto de vista de la lucha por la verdad y la justicia se busca que estos individuos respondan por sus crímenes.
En Perspectiva - El Espectador
11.09.2006
11.09.2006
Rodríguez Buratti (segundo desde la izquierda)
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