15/12/08

El plan Cóndor (VIII)

APENDICE 1 (PON sobre administración de personal detenido por hechos subversivos) AL ANEXO 7 (Personal) A LA ORDEN DE OPERACIONES Nro. 09/77 (Continuación de la ofensiva contra la subversión durante el período 1977)
1. FINALIDAD

Establecer las normas y procedimientos que deberán adoptar las Subzonas, Servicio Penitenciario Federal (PENDEFER) y Servicio Correccional de la Provincia de Buenos Aires (SERCOBA)

2. BASES LEGALES

Las actuales en vigencia.

3. SITUACIONES A CONSIDERAR

a) Por hechos subversivos

1) Delitos de competencia del CGEE (Consejo de Guerra Especial Estable)

Quedan comprendidos en esta situación los detenidos incursos o presuntamente incursos en la comisión de delitos previstos y reprimidos por las leyes sancionadas y promulgadas por la Junta Militar o las que promulgare el Gobierno Nacional, que resultaren de competencia de estos tribunales militares.

2) No comprendidos en 1)
Todo detenido con motivo de las operaciones derivadas del cumplimiento de la presente orden será:
a) Puesto a disposición del PEN, en virtud del Decreto Nro 27 17/75 (Estado de Sitio).
b) Simultáneamente se le iniciará proceso, si existieran los elementos probatorios de implicancia subversiva, con la participación del Juez Federal competente.

b. Concomitantes con hechos subversivos
Están comprendidas aquellas personas que deban ser detenidas por considerarse que, con su actividad, afectan la seguridad y/o tranquilidad pública, sin que se las pueda calificar estrictamente como delincuentes subversivos.

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SECRETO

c. Otros

Quedan comprendidos dentro de esta norma aquellos detenidos que, como consecuencia de operaciones militares, investigaciones u otros procedimientos, resulten delincuentes comunes.
Estos serán puestos a disposición de la justicia ordinaria competente, a través de las autoridades policiales que corresponda.

d. Personal militar.

Si en cualquiera de los casos citados precedentemente resultará involucrado personal militar, se procederá teniendo en cuenta lo siguiente:

1) En actividad

Se adoptarán los procedimientos reglamentarios establecidos en el Código de Justicia Militar y su Reglamentación.

2) En situación de retiro

Se adoptará el procedimiento indicado en cada caso, según corresponde.



Nota del autor:
Respecto del personal militar acusado de tener vinculaciones con la subversión y de los "procedimientos adoptados" para cada caso es imperativo recordar:

1. Los ciento veintinueve soldados conscriptos desaparecidos durante el terrorismo de estado que no fueron juzgados. Todos esos muchachos, declarados desertores, junto a sus responsables jerárquicos, conforman el libro "El Escuadrón Perdido".

2. El ya muerto coronel (R) Luis César PERLINGER se encontraba al final de sus vacaciones en las termas de Copahue, el 24 de marzo de 1976, acompañado por su esposa Marta. No podían saber que el director médico de las termas, doctor Ricardo ACHENBACH, tenía orden de detener a PERLINGER, de quien era antigua amigo. Para evitarse el disgusto de tan ingrata tarea descompuso la radio militar, único medio de comunicación hacia el exterior. Por esa razón PERLINGER y Marta se despidieron de ACHEMBACH como si nada pasara, el 24 de marzo de 1976.

Al llegar a Zapala en su automóvil fueron detenidos por personal militar en un puesto de "control de rutas". Y allí sí lo detuvieron, sin informar a Marta cuál sería el lugar de detención.

Marta, sola, siguió viaje a Bariloche, donde tenía su casa, y pidió ser recibida por el teniente coronel a cargo de la Escuela Militar de Montaña, sin lograr ser atendida. (El director, coronel Néstor Rubén CASTELLI, estaba en Viedma como interventor militar de la Provincia de Río Negro; el subdirector, teniente coronel Carlos Rito BURGOA se desempeñaba como intendente de Bariloche).

Marta viajó a Buenos Aires y entrevistó a monseñor ARAMBURU, conocido del matrimonio PERLINGER desde la época en que el militar fuera jefe de regimiento en Tucumán, y el religioso, obispo de esa diócesis. Lo único que Marta pidió a ARAMBURU fue que "a Pacho no lo maten".

Marta regresó a Bariloche sin saber que PERLINGER estaba detenido en Neuquén, y el 30 de marzo a las cuatro o cinco de la mañana una patrulla militar al mando del teniente Ricardo Beltrán BALLESTRINO allanó y destruyó su casa, con el aparente propósito de encontrar vaya a saberse qué. Al retirarse la patota llevó prisioneros y encapuchados a dos hijos varones de los PERLINGER y a dos amigos que dormían allí.

Marta, por la mañana, se presentó en la intendencia de Bariloche y pidió hablar con el teniente coronel BURGOA, quien recién la atendió a las tres de la tarde. Con toda seguridad ese teniente coronel perdió tiempo en recabar instrucciones de cómo proceder ante una mujer indignada porque su marido y dos hijos estaban secuestrados y su casa destruida por militares, camaradas de su esposo.

BURGOA, muy amable, le aclaró por fin que PERLINGER estaba en Neuquén y los hijos y sus amigos perfectamente bien en la Escuela Militar de Montaña. Lo cierto fue que los cuatro muchachos pasaron diez días encapuchados en la cancha de paleta de la guarnición militar Bariloche, centro clandestino de detención poco conocido hasta ahora. Los cuatro jóvenes fueron dejados en libertad sin cargos ni explicaciones.

El coronel PERLINGER escribió desde Neuquén una nota al general Roberto Eduardo VIOLA, Jefe de Estado Mayor, para manifestar su indignación por los atropellos contra él y su familia, entre más conceptos. El texto de la nota fue considerado "injurioso" por VIOLA y ordenó un sumario. El sumariante fue un general que tardó dos años en terminar su tarea. Pasado todo al Consejo de Guerra, PERLINGER, fue absuelto de los inconsistentes cargos, y puesto a disposición de la Junta Militar en el penal de Magdalena, donde ya llevaba año y medio, el 24 de mayo de 1979.

Mientras tanto Marta solicitó hacer uso de la opción de salir del país, opción aceptada por España, Francia, Alemania y Venezuela, sucesivamente y a medida que el ministro del Interior, general Albano HARGUINDEGUY, las rechazaba de a una.

Así llegó el 19 de marzo de 1982, fecha en la que PERLINGER regresó a su casa detenido y con guardia policial en la puerta. La libertad completa llegó el 30 de septiembre de 1983, cuando los terroristas de estado apuraban el repliegue vergonzoso hacia la cloaca de la historia.

3. El 18 de marzo de 1977 el ex fiscal federal Antonio Bautista BETTINI viajaba en su automóvil acompañado por su yerno, el teniente de fragata Jorge DEVOTO. Iban a una reunión con jefes policiales de la Provincia de Buenos Aires para, suponían, recibir información acerca de la desaparición de Marcelo BETTINI, hijo del ex fiscal, ocurrida el 9 de diciembre de 1976 cuando se dirigía a la universidad de La Plata.

A poca distancia de la Brigada de Investigaciones fueron interceptados por un grupo de hombres armados. A BETTINI lo encapucharon y retuvieron y a DEVOTO lo dejaron huir. El ex fiscal está desaparecido desde ese día y el teniente de fragata DEVOTO desde el 21 de marzo, después de ingresar al edificio Libertad para tratar de encontrar respuestas a las desapariciones de su suegro y de su cuñado.

4. El 24 de marzo de 1976 a las dos de la mañana efectivos militares y de la Policía Federal ingresaron violentamente en el departamento del teniente coronel (R) Bernardo ALBERTE.

El militar fue tirado al vacío desde el sexto piso y, mientras el cuerpo destrozado yacía sobre el pavimento, la patota se dedicó a saquear la vivienda y a apropiarse de documentos calificados por la familia como "muy valiosos".

Bernardo ALBERTE había sido delegado personal de PERON y secretario general del Movimiento Nacional Justicialista en 1967. El 24 de marzo de 1976, horas antes del golpe militar remitió una nota al teniente general VIDELA que a continuación se transcribe en sus párrafos más significativos.

Al Sr. Teniente General D. Jorge Rafael Videla, Comandante General del Ejército. SD".

"Me dirijo a Ud. a los efectos de informar lo siguiente:


1. El día 20-III-76 a las 20 horas un grupo armado intentó secuestrarme en mis oficinas de la calle Rivadavia 764 1°, con el aparente propósito de asesinarme. Acababa de retirarme de lugar elegido por esa banda armada unos minutos antes, lo que me permitió observar el operativo desde la calle, así como el gran despliegue de elementos materiales y humanos utilizados.

2. La observación personal de los hechos me permite asegurar a Ud. que se trataba de efectivos de seguridad, que luego de detener a tres personas que se encontraban en las citadas oficinas, esposarlas, vendarles los ojos y cargarlas en los vehículos, se desplazaron velozmente por la calle Rivadavia hacia el Oeste, sin poder seguirlos por no disponer de vehículo propio en ese momento. El desplazamiento se produjo con los acostumbrados toques de sirena de los vehículos policiales.

3. El día anterior en un operativo vinculado con el ya descripto fue secuestrado, y luego asesinado, el joven peronista Máximo Augusto ALTIERI.

4. En las citadas oficinas desarrollo actividades políticas vinculadas al Movimiento Peronista, formando parte de la Corriente Peronista "26 de Julio" cuyo ideario surge de la documentación que adjunto.

5. La presente denuncia formal y escrita la presento en esta oportunidad luego de haberse agotado todos los medios para averiguar el paradero del joven ALTIERI, lo que conseguí, pero muerto el día sábado 20, después de gestiones infructuosas realizadas en ese Comando General; en el Ministerio del Interior, y a través de vinculaciones personales con camaradas relacionados con los Servicios de Informaciones.

6. La búsqueda personal realizada junto a su padre fue facilitada por compañeros peronistas de la Municipalidad de Avellaneda y por personal policial de la Comisaría 1a de esa ciudad, lo que me permitió hallarlo acribillado a balazos en la morgue del cementerio de Avellaneda, sin identificar, en avanzado estado de descomposición, con el vientre abierto y con las vísceras al aire. El cadáver era un simple NN, a los cuatro días de haber sido encontrado por la policía de Tristán Suárez, en su jurisdicción, habiendo fallado en él el método eficaz y habitual de identificación sin causa justificada.

7. Es muy probable que si no hubiera mediado la decisión de encontrarlo y la colaboración de personal descripto hubiera desaparecido toda posibilidad de que sus familiares ejercieran el derecho de darle sepultura cristiana (...)

Sin duda avanzamos hacia un enfrentamiento hacia el que se nos quiere llevar gradualmente con falsas opciones y manejando falsos valores, y alarma observar la ligereza y hasta la irresponsabilidad con que ciertas personas y ciertos sectores que tienen poder, poder transitorio, alientan el enfrentamiento con hechos o con palabras.

Y apuntando con este concepto a nuestros camaradas de las FFAA, inquieta escucharlos en sus discursos fúnebres, por ejemplo, cuando ante sus muertos pareciera que quieren superar con palabras posturas que deben asumir, con hechos silenciosos y positivos. Yo también tengo esa experiencia de discursos fúnebres. Hablo en homenajes ante nuestro obreros y militares muertos y también ante camaradas fusilados por otros camaradas y comprendo ahora que no alcanzan las palabras, ni los discursos, ni las oraciones fúnebres, ni las homilías de nuestros santos pastores de la Iglesia, para ocultar las causas que generan la violencia que está entre nosotros desde hace mucho tiempo.

Reconozco que el que utiliza un muerto, su muerto, para desahogar su "bronca" por la injusticia de esa muerte, tiene derecho a hacerlo, pero si siguiéramos esa puja de exaltar a nuestros muertos, pregunto: ¿Quién tiene más derecho? Aquel que tuvo la oportunidad de asistirlo y, por lo menos, tocarlo aún caliente y desangrándose, o verlo recién "acicalado" por la funeraria, preparado para el homenaje y para transitar "limpio" hacia la gloria. O aquel que tiene que recogerlo sucio de un zanjón o de un pastizal, acribillado salvajemente, indefenso y maniatado, torturado y vendados sus ojos, en alto grado de descomposición, como dicen las autopsias, o como decimos nosotros, podrido y en condiciones de ser ya comido por gusanos (...)

Este es el destino de muchos de nuestros militantes y de nuestros obreros. ¿Puede algún coronel o algún general asumir alguna vez, con un discurso, una tragedia como ésta? Le ahorro la respuesta; no lo haga. Yo ya no lo hago más. No basta ni sirven las palabras para evitarla (...)

¿Qué nos pasa a los argentinos cuando aceptamos clasificar a los muertos en "deseables" o "indeseables", cuando nos acostumbramos y hasta toleramos y propiciamos los excesos del poder, cuando renunciamos al debate y aceptamos que los detentores de ese poder puedan considerar que en todo caso sus excesos puedan encuadrarse jurídicamente en figuras como "excesos de defensa" u otros inventos, cuando negamos por boca de generales de la Nación la democracia, con el argumento de que se podría propiciar un "gobierno ateo, materialista y totalitario? (...)

Nosotros no consideramos a las FFAA como una institución poseedora de valores inmutables, sino como una institución humana que actúa para bien o para mal, de acuerdo a los hombres que circunstancialmente las dirigen. No son mejores ni peores que los hombres que la componen, y por consiguiente, no existe la continuidad histórica que iguala a los militares a través del tiempo con un mismo sello de excelencia, desinterés o patriotismo; tampoco el mérito de una época alcanza a los protagonistas de otra, salvo que la revaliden con su propia conducta. Y lo mismo en lo que atañe a conductas infamantes. Los méritos de San Martín no apañan a QUARANTA, ni FERNANDEZ SUAREZ infama a BELGRANO o DORREGO o a GUEMES. Podemos admirar al Almte. BROWN y negar al mismo tiempo a ROJAS y a BENIGNO VARELA. Podemos sentirnos deudores y herederos de tantos milicos que regaron con su sangre el suelo de América y de la Patria y no por ello atenuar nuestro juicio sobre los oficiales cómplices, ejecutores y consentidores de vejámenes y torturas" (...)

Es que los argentinos tenemos una ingrata experiencia acumulada en este siglo. Cuando con el argumento siempre esgrimido y ahora repetido, de la necesidad de defender "un estilo de vida", nuestro estilo de vida, el Ejército protagonizó como represor la historia de la "Patagonia Trágica" y los obreros hicieron como mártires; cuando desde aviones navales con tripulación también de políticos se bombardeó al pueblo en la Plaza de Mayo; cuando se fusiló en la Penitenciaría Nacional, en José León Suárez y en Campo de Mayo, cuando se fusiló en Trelew, cuando militares intervinieron en la profanación del cadáver de Evita, cuando el Ejército en un gran operativo pretendió impedir el reencuentro del pueblo con su líder, cuando representantes de las tres armas concurren a convocatorias de los más representativo de las empresas "líderes" y lo más rancio de los terratenientes y ganaderos, para considerar la situación económica nacional y formular críticas al gobierno sin asumir las propias, etc., la preocupación se apodera de los sectores populares, especialmente cuando se anuncia que el Ejército intervendrá contra la subversión en las fábricas, lugar de trabajo de nuestros obreros y nada dice de hacerlo en las empresas, lugar de expoliación del país y el patrimonio nacional.

La situación es seria y también dramática, no solo para los trabajadores sino también para las propias FFAA, impulsadas a avanzar en un terreno, donde por plano inclinado serán llevadas a sustituir a las policías de los ambientes fabriles, hasta ahora privadas, y a ser custodios de los intereses de una de las partes, precisamente la menos indicada para representar el interés general. (...)

Si a ello agregamos que bandas armadas se desplazan por la Capital de la República y por los centros poblados, sin respuesta alguna de las fuerzas encargadas del orden y sin que las autoridades responsables (en este caso el jefe de la Policía Federal) tomen conocimiento, el problema es más grave, no porque supongamos que el general jefe de esa policía no quisiera impedirlo, sino porque no puede; los hechos y las cosas lo superan.

Si además, en las averiguaciones del paradero del joven ALTIERI y en otras realizadas, comprobamos que su caso no es el único, que las morgues renuevan diariamente sus depósitos de cadáveres acribillados y que los órganos de seguridad no se asombran, de ningún modo, sino que lo aceptan como común y como normal, comprendemos que el pesimismo sobre la verdadera y grave responsabilidad y misión de las fuerzas del orden se ha apoderado de ellas, en el mejor de los casos, pues hay otros en que se las puede suponer cómplices de esas matanzas.

Si escuchamos decir a funcionarios policiales que el joven ALTIERI ha sido "ajusticiado", comprobamos a qué nivel llega el respeto por el concepto de la justicia, a cuyo servicio ellos deben estar.

Todos estos hechos se han producido en el ámbito con el que ese Comando en Jefe se ha relacionado, por la función que ha asumido y es por ello que lo pongo en su conocimiento.

Solamente y como corolario de todo esto, corresponde hacer una última reflexión. Frente al concepto ya asentado de la inhabilidad de las FFAA para el ejercicio del poder político, experimentado en tres oportunidades en lo que va de este siglo, comienza a extenderse ya en la opinión pública el mismo concepto, pero en funciones que parecieran más específicas de esas fuerzas: las del mantenimiento del orden y de la seguridad de las personas a cuyo servicio se han puesto ya oficiales en actividad. (...)"




El cadáver de ALBERTE fue llevado en ambulancia del Ejército al Hospital Militar Central.


Continuemos con el APENDICE 1
e. Personal del clero.

Cuando se trate sobre la detención de personas del clero, sean seculares o pertenecientes a órdenes religiosas, o se efectúen allanamientos u otro tipo de operación militar en templos, casas de ejercicios u otros bienes o lugares de propiedad de la iglesia, deberá ponerse en conocimiento, previamente o en forma inmediata, según los casos, del obispo titular de la diócesis en cuya jurisdicción eclesiástica se produzca el procedimiento.


Nota del autor: "El Ejército valora al hombre como tal, porque el Ejército es cristiano" (General Juan Bautista SASIAIN, La Nación 10 de abril de 1976). NUNCA MAS, pág. 347.

"...la persona que me interrogaba perdió la paciencia, se enojó diciéndome: 'Vos no sos un guerrillero, no estás en la violencia, pero vos no te das cuenta que al irte a vivir allí (en la villa) con tu cultura, unís a la gente, unís a los pobres y unir a los pobres es subversión' (...)"

"Alrededor de los días 17 o 18 volvió el otro hombre que me había tratado respetuosamente en el interrogatorio y me dijo: '...usted es un cura idealista, un místico, diría yo, un cura piola, solamente tiene un error que es haber interpretado demasiado materialmente la doctrina de Cristo. Cristo habla de los pobres, pero cuando habla de los pobres, habla de los pobres de espíritu y usted hizo una interpretación materialista de eso, y se ha ido a vivir con los pobres materialmente. En la Argentina los pobres de espíritu son los ricos y usted, en adelante, deberá dedicarse a ayudar más a los ricos que son los que realmente están necesitados espiritualmente' " (del NUNCA MAS, testimonio del sacerdote Orlando Virgilio YORIO)


La acción del terrorismo de estado contra religiosos y laicos que ejercían "la opción por los pobres" produjo asesinatos y desapariciones. Representan el 0,3% del total de las víctimas.

Continuemos con el documento militar en cuestión.

Leer: El plan Cóndor (IX)

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