Juan María Bordaberry (Montevideo 17 de junio de 1928), presidente de Uruguay entre 1971 y 1976, fue creado Caballero de la Legitimidad Proscrita junto a otras personalidades del mundo hispánico el pasado 3 de mayo de 2006 en atención a su compromiso con la Hispanidad y su defensa del carlismo.
Como el mismo ex presidente explica para él el Carlismo "ha sido un punto de llegada en estos últimos años". Pero no podemos desconocer que en su acción de gobierno aplicó principios orgánicos, restauró la autoridad y propició el avance económico y social de los uruguayos -sus medidas políticas fueron el detonante del comienzo de la salida de las diversas crisis económicas de los años 60-, de tal modo que se merece el reconocimiento de los carlistas y de los españoles de buena voluntad.
La injusta encarcelación a que ha sido sometido a sus 78 años de edad, después de algunos años de acoso político que han restringido notablemente sus libertades personales -en los que ha recibido el aliento y la visita tanto de S.A.R. Don Sixto como de miembros de su Secretaría Política-, sólo se puede explicar dentro del proceso general de neomarxistización del continente americano, en el contexto del rearme de la narcoguerrilla colombiana, de la demagogia bolivariana y antiespañola y el ensalzamiento por los gobiernos argentino, chileno y uruguayo de las criminales guerrillas marxistas de los años 70 que dejaron decenas de miles de muertos en sus territorios, así como de la perversa dictadura castrista que mantiene a la Isla en una cárcel, con un tremedo atraso social y económico que hace que las clases populares quieran abandonarla en cuanto las siniestras autoridades policiales les dan un respiro.
El proceso contra el ex presidente Bordaberry está pleno de irregularidades. Los dogmas jurídicos tan cacareados por los liberales ceden ante la pretensión política. Al margen de la adhesión o desafección al ex presidente Bordaberry muchos uruguayos han puesto de relieve, en público y en privado, la pregunta esencial sobre la independencia entre los poderes y sobre cuál es el papel del artículo de la ley de caducidad en el que le da al Poder Ejecutivo la capacidad para determinar que delitos están amparados en la voluntad popular de no juzgar y cuáles no. Se han desconocido asimismo los plazos procesales, fundamento de la seguridad jurídica, pues la causa fue archivada por considerarla prescrita. También pese al dogma de la "soberania nacional" de las repúblicas hispanoamericanas los hechos ocurridos en Buenos Aires no han sido esclarecidos por la justicia argentina, por lo que el juez Timbal (que decretó la encarcelación de Bordaberry) se basa en endebles hipótesis. Es más, pese a la ligereza y frivolidad con la que la prensa maneja estos asuntos, en el fallo que determina la encarcelación no se les imputa haber ordenado represión contra los opositores marxistas, sino conocimiento de los hechos "por su cargo institucional". Eso pese a que fueron las mismas Fuerzas Armadas, que presuntamente ejecutaron materialmente los hechos, quienes precisamente en el año 1976 depusieron al entonces presidente Bordaberry.
Reiteramos todo nuestro apoyo y nuestras oraciones por Juan María Bordaberry, haciéndonos partícipes del apoyo del pueblo uruguayo a su ex presidente.
Como el mismo ex presidente explica para él el Carlismo "ha sido un punto de llegada en estos últimos años". Pero no podemos desconocer que en su acción de gobierno aplicó principios orgánicos, restauró la autoridad y propició el avance económico y social de los uruguayos -sus medidas políticas fueron el detonante del comienzo de la salida de las diversas crisis económicas de los años 60-, de tal modo que se merece el reconocimiento de los carlistas y de los españoles de buena voluntad.
La injusta encarcelación a que ha sido sometido a sus 78 años de edad, después de algunos años de acoso político que han restringido notablemente sus libertades personales -en los que ha recibido el aliento y la visita tanto de S.A.R. Don Sixto como de miembros de su Secretaría Política-, sólo se puede explicar dentro del proceso general de neomarxistización del continente americano, en el contexto del rearme de la narcoguerrilla colombiana, de la demagogia bolivariana y antiespañola y el ensalzamiento por los gobiernos argentino, chileno y uruguayo de las criminales guerrillas marxistas de los años 70 que dejaron decenas de miles de muertos en sus territorios, así como de la perversa dictadura castrista que mantiene a la Isla en una cárcel, con un tremedo atraso social y económico que hace que las clases populares quieran abandonarla en cuanto las siniestras autoridades policiales les dan un respiro.
El proceso contra el ex presidente Bordaberry está pleno de irregularidades. Los dogmas jurídicos tan cacareados por los liberales ceden ante la pretensión política. Al margen de la adhesión o desafección al ex presidente Bordaberry muchos uruguayos han puesto de relieve, en público y en privado, la pregunta esencial sobre la independencia entre los poderes y sobre cuál es el papel del artículo de la ley de caducidad en el que le da al Poder Ejecutivo la capacidad para determinar que delitos están amparados en la voluntad popular de no juzgar y cuáles no. Se han desconocido asimismo los plazos procesales, fundamento de la seguridad jurídica, pues la causa fue archivada por considerarla prescrita. También pese al dogma de la "soberania nacional" de las repúblicas hispanoamericanas los hechos ocurridos en Buenos Aires no han sido esclarecidos por la justicia argentina, por lo que el juez Timbal (que decretó la encarcelación de Bordaberry) se basa en endebles hipótesis. Es más, pese a la ligereza y frivolidad con la que la prensa maneja estos asuntos, en el fallo que determina la encarcelación no se les imputa haber ordenado represión contra los opositores marxistas, sino conocimiento de los hechos "por su cargo institucional". Eso pese a que fueron las mismas Fuerzas Armadas, que presuntamente ejecutaron materialmente los hechos, quienes precisamente en el año 1976 depusieron al entonces presidente Bordaberry.
Reiteramos todo nuestro apoyo y nuestras oraciones por Juan María Bordaberry, haciéndonos partícipes del apoyo del pueblo uruguayo a su ex presidente.
LIBERTAD PARA JUAN MARÍA BORDABERRY
En una inusitada decisión político-judicial, el ex presidente uruguayo Juan María Bordaberry, de 78 años de edad, ha sido encarcelado por unos hechos ocurridos en Buenos Aires hace más de treinta años. No puede dejar de señalarse que Juan María Bordaberry accedió a la presidencia de acuerdo con la legalidad entonces vigente, tras obtener más del 40% de los votos, después de una brillante carrera como senador y como ministro en la que destacó su eficaz gestión de las carteras de Agricultura y Ganadería. El clamor que exigía firmeza contra la insurrección tupamara le llevó a asumir poderes extraordinarios, como extraordinaria era la ofensiva revolucionaria de la subversión.
El regreso al poder de la izquierda masónica en Uruguay explica este injusto procesamiento. Como ha manifestado Pedro Bordaberry, hijo del ex presidente y ex Ministro de Turismo en el gobierno de Jorge Battle (1999): "Hasta se llegó a sumariar a una juez que dictó una sentencia favorable a nuestro padre, algo nunca visto en el Uruguay (…) nuestro homenaje a aquellos jueces que soportaron y aún hoy soportan esa presión política", destacó.
"El estado de derecho y el prestigio de nuestros juristas era una de las pocas cosas que nos quedaban en nuestro país", agregó, resaltando que la familia permanecerá junta: "Esto no nos doblegará. Estaremos junto a nuestro padre que es un hombre de fe y creyente, que está bien de ánimo y que tiene la conciencia limpia", afirmó.
"Vamos a enfrentar este momento unidos y con los mismos valores de como lo hemos hecho siempre. Juntos, peleando por la verdad, porque no es metiendo preso a un inocente que van a encontrar la justicia, todo lo contrario. Metiendo preso a un inocente van a lograr la injusticia y no la justicia que están buscando".
Una vez más se manifiesta la falacia liberal de la separación de poderes.
Resulta oportuno recordar la toma de posesión en Uruguay del presidente Tabaré Vázquez, en marzo de 2005: mientras Felipe, hijo del jefe de Estado constitucional de España, asistía con su mujer Letizia a ese acto —pleno de demagogia—, S.A.R. Don Sixto de Borbón visitaba en Montevideo al católico ex presidente Bordaberry —creado caballero de la Orden de la Legitimidad Proscrita por despacho de 3 de mayo de 2006— y se reunía con destacadas personalidades del tradicionalismo de la Banda Oriental. Todo nuestro apoyo a Juan María Bordaberry.
Juventudes Tradicionalistas de España. Noviembre de 2006.
En una inusitada decisión político-judicial, el ex presidente uruguayo Juan María Bordaberry, de 78 años de edad, ha sido encarcelado por unos hechos ocurridos en Buenos Aires hace más de treinta años. No puede dejar de señalarse que Juan María Bordaberry accedió a la presidencia de acuerdo con la legalidad entonces vigente, tras obtener más del 40% de los votos, después de una brillante carrera como senador y como ministro en la que destacó su eficaz gestión de las carteras de Agricultura y Ganadería. El clamor que exigía firmeza contra la insurrección tupamara le llevó a asumir poderes extraordinarios, como extraordinaria era la ofensiva revolucionaria de la subversión.
El regreso al poder de la izquierda masónica en Uruguay explica este injusto procesamiento. Como ha manifestado Pedro Bordaberry, hijo del ex presidente y ex Ministro de Turismo en el gobierno de Jorge Battle (1999): "Hasta se llegó a sumariar a una juez que dictó una sentencia favorable a nuestro padre, algo nunca visto en el Uruguay (…) nuestro homenaje a aquellos jueces que soportaron y aún hoy soportan esa presión política", destacó.
"El estado de derecho y el prestigio de nuestros juristas era una de las pocas cosas que nos quedaban en nuestro país", agregó, resaltando que la familia permanecerá junta: "Esto no nos doblegará. Estaremos junto a nuestro padre que es un hombre de fe y creyente, que está bien de ánimo y que tiene la conciencia limpia", afirmó.
"Vamos a enfrentar este momento unidos y con los mismos valores de como lo hemos hecho siempre. Juntos, peleando por la verdad, porque no es metiendo preso a un inocente que van a encontrar la justicia, todo lo contrario. Metiendo preso a un inocente van a lograr la injusticia y no la justicia que están buscando".
Una vez más se manifiesta la falacia liberal de la separación de poderes.
Resulta oportuno recordar la toma de posesión en Uruguay del presidente Tabaré Vázquez, en marzo de 2005: mientras Felipe, hijo del jefe de Estado constitucional de España, asistía con su mujer Letizia a ese acto —pleno de demagogia—, S.A.R. Don Sixto de Borbón visitaba en Montevideo al católico ex presidente Bordaberry —creado caballero de la Orden de la Legitimidad Proscrita por despacho de 3 de mayo de 2006— y se reunía con destacadas personalidades del tradicionalismo de la Banda Oriental. Todo nuestro apoyo a Juan María Bordaberry.
Juventudes Tradicionalistas de España. Noviembre de 2006.
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