20/10/08

La Operación Condor: El terrorismo de Estado de alcance transnacional

Paraguay gozó de un gran prestigio entre los criminales anticomunistas de diversas regiones del mundo durante el período dictatorial del general Alfredo Stroessner, de 1954 a 1989. Además de su ubicación estratégica en América del Sur, Paraguay les ofrecía una "estabilidad política envidiable", garantías de impunidad de los delitos cometidos "y por cometerse", así como todo tipo de facilidades jurídico-administrativas, financieras, y logísticas.

Fascistas italianos, nazis alemanes, terroristas croatas y cubanos, anticomunistas argentinos, brasileños y españoles, sicarios bolivianos, genocidas chilenos, y todo tipo de militares y civiles involucrados en violaciones de los derechos humanos, tráfico de armas, espionaje, y operaciones criminales eligieron Paraguay como su lugar de refugio, y fueron acogidos por las más altas autoridades del país como "combatientes por la libertad" y "héroes internacionales".

El régimen dictatorial conducido por el general Stroessner, con la colaboración de militares y empresarios conservadores, ofreció el contexto de "paz" e impunidad que buscaban criminales como el médico nazi Josef Mengele, el jefe de la Logia Masónica P-2 Licio Gelli, el franquista español Juan León Cordón, entre otros personajes anticomunistas que se establecieron en Paraguay. Muchos de los agentes secretos chilenos, responsables de graves violaciones a los derechos humanos, detenciones y desapariciones, como Miguel Estay Reyno, "El Fanta" continuaron hasta 1992 residiendo con nombres falsos en Paraguay.(1)

Ya desde fines del siglo pasado Paraguay había ejercido una fuerte atracción para racistas alemanes como el doctor Bernard Forster, quien fundó allí la colonia Nueva Germania, con el objetivo de aplicar su programa de pureza racial.(2)

El "modelo paraguayo" de totalitarismo que aseguraba la "paz social a cualquier costo" fue elogiado entre otros por el entonces Presidente norteamericano Richard Nixon, quien reconoció que Paraguay constituía un eje estratégico clave para la lucha contra el comunismo. El 4 de mayo de 1968, al llegar a Asunción, Nixon le dijo a Stroessner: " En el campo de los asuntos internacionales, no conozco otra nación que se haya levantado más fuerte que la suya en contra de la amenaza del comunismo".

La dictadura paraguaya despertaba envidias entre los militares del cono sur de América, que igualmente aspiraban a dirigir el destino de sus países por períodos prolongados que les permitieran concretar sus proyectos a largo plazo. Por esta razón, muchos de los principales agentes secretos de las tiranías latinoamericanas confluyeron en Paraguay en diversas oportunidades a fin de aprender de su experiencia represiva y coordinar estrategias para "limpiar a la región de la potencial amenaza del comunismo y la subversión.

Desde fines de los años 60 existían relaciones fluidas entre oficiales de las fuerzas armadas de Sudamérica, quienes habían recibido juntos especialización contrainsurgente en las academias militares norteamericanas, donde se forjaron lazos de amistad y familiaridad. En otras etapas al interior de la región, militares latinoamericanos habían convivido por períodos de seis meses a dos años en centros de formación de Argentina o Panamá. Estas relaciones de militares argentinos con sus similares uruguayos, paraguayos, brasileños, chilenos, bolivianos y peruanos, tendrían sus frutos en los años de las dictaduras, algunos de los cuales veremos a continuación.



EL CASO PRATS
El 30 de setiembre de 1974, en Buenos Aires, a las 00.40 horas, cuando retornaban a su domicilio luego de una reunión social, el ex Vice Presidente de Chile y Ministro de Estado en el gobierno de Salvador Allende, general Carlos Prats Gonzáles y su esposa Sofía Cuthbert sufrieron un atentado con una bomba a control remoto que les quitó la vida.

Así culminó uno de los primeros operativos en el exterior de la Dirección de Inteligencia Nacional de Chile, DINA, comandada por el general Manuel Contreras, quien consideraba a Prats como uno de los rivales de más fuerza del general Augusto Pinochet.

Entre los responsables del atentado contra los Prats se identificó a Michael Townley, norteamericano experto en electrónica y agente especial de la DINA, Juan Luis Bulnes Ossa, chileno ultraderechista, y el mayor del ejército chileno Armando Fernández Larios, quien en octubre de 1973 integró la "caravana de la muerte", del general Sergio Arellano Stark, que masacró a 72 prisioneros en cinco ciudades chilenas. (3)

Para el seguimiento de Carlos Prats, en la fase preparatoria del crimen, los agentes chilenos utilizaron placas de la Dirección Federal de la Policía de Buenos Aires, credenciales de la Dirección de Migraciones, automóviles asignados al ejército argentino, etc. Así como este, hubo muchos otros casos en los que policías o militares chilenos actuaron con total libertad en territorio argentino contra ciudadanos que huían del régimen de Pinochet.




EL CASO LEIGHTON
Otro Ex Vice Presidente de la República de Chile, y abierto opositor al régimen de Pinochet estuvo en la mira de los servicios de inteligencia. Ahora se trataba de Bernardo Leighton, alto dirigente del Partido Demócrata Cristiano, a quien cuando se hallaba de visita en Roma se le prohibió regresar a su país, bajo la acusación de desarrollar "actividades antichilenas". Leighton promovió el acercamiento de la Democracia Cristiana con los grupos políticos de izquierda, a fin de trabajar juntos por el retorno al sistema democrático en Chile.

El 6 de octubre de 1975, Pier Luigi Concutelli y Salvatore Falabella, neofascistas italianos, aliados de Stefano delle Chiaie, temporalmente al servicio de la DINA, atentaron contra Bernardo Leighton y su esposa, cuando estaban por ingresar a su domicilio en Roma. Leighton recibió un disparo en la frente y la bala salió por su oído izquierdo. Ana Fresno, su esposa, fue baleada en el pecho. Ambos sobrevivieron luego de varias intervenciones quirúrgicas y pudieron identificar a sus agresores.(4)

Michael Townley, el norteamericano integrado a la DINA, que actuaba también con el nombre de Kenneth Enyart, y su esposa Mariana Inés Callejas, chilena ocultada bajo el nombre Ana Pizarro, habían coordinado en Europa (igual que en el caso Prats) los detalles para el crimen de Bernardo Leighton, encargado a los grupos Avanguardia Nazionale y Ordine Nuovo, de Stefano delle Chiaie. Incluso se contó con el apoyo de agentes de la policía secreta del régimen franquista español, según reveló el fascista italiano Aldo Tisei a la Corte de Bologna.



EL CASO LETELIER
El 21 de setiembre de 1976 la DINA ejecutó otro de sus operativos en el exterior. Esta vez actuó en el corazón mismo del gigante norteamericano, asesinando en Washington D.C. a Orlando Letelier, ex ministro de Estado en el gobierno de Salvador Allende, y personaje clave de la oposición chilena, a quien pocos días antes Pinochet le había quitado la nacionalidad, por "haber llevado a cabo en países extranjeros una campaña publicitaria tendiente al aislamiento político, económico y cultural de Chile", y "por influir en la política exterior norteamericana demandando la suspensión total de su ayuda militar a Chile". En el atentado, cometido con bomba a control remoto, también murió Ronnie Moffit, quien trabajaba con Letelier en el Instituto de Estudios Políticos.

Igual que en los casos antes mencionados, el responsable de coordinar el operativo fue el norteamericano Michael Townley, un agente incondicional a Manuel Contreras, jefe de la DINA. "Desde que lo liberamos, Letelier ha estado dando problemas al gobierno en el exterior", le dijo Pedro Espinoza, asistente principal de Contreras, a Townley, cuando le precisó las instrucciones para la misión de asesinar a Letelier en Estados Unidos.

Para este asesinato el Mayor del Ejército chileno Armando Fernández Larios realizó previamente un minucioso trabajo de seguimiento de Orlando Letelier en Washington D.C. Townley confesó a la justicia norteamericana que él mismo, con la ayuda del cubano anticastrista Virgilio Paz, fabricó el artefacto explosivo a control remoto y lo colocó en el automóvil de Letelier. En el crimen también participó Dionisio Suárez, del Movimiento Nacionalista Cubano.

Unas semanas antes, agentes secretos chilenos habían obtenido en Asunción pasaportes paraguayos y visas para ingresar a los Estados Unidos. También la cancillería chilena entregó a agentes de la DINA pasaportes con nombres falsos. Ahora, con el descubrimiento de los archivos del terror, en Paraguay, se confirma que el asesinato de Letelier fue gestado por Manuel Contreras, dentro de la "Operación Cóndor".(5)



Notas:
(1) SALES. F. "El Paraíso Azul". en: Diario "El País". Madrid15.2.1988; CAMUS María Eugenia. APSI. 441, Santiago 1993.

(2)PAGINA 12. Buenos Aires, Argentina 7.2.1993. Pág. 4

(3) AHUMADA ,Eugenio; ATRIA, Rodrigo; EGANA, Javier Luis; GONGORA, Augusto; QUESNEY, Carmen; SABALL, Gustavo; VILLALOBOS, Gustavo. "Chile la Memoria Prohibida". Las violaciones a los Derechos Humanos 1973- 1983" Pehuén Editores. Colección Testimonios. 3 tomos. Santiago de Chile, mayo de 1990. (IV Edición). Esta obra contiene abundante documentación sobre los atentados contra Prats, Leighton, Letelier, y otros numerosos opositores al régimen de Pinochet. VERDUGO, Patricia: Los Zarpazos del Puma, Santiago de Chile, CESOC, 1989.

(4) El Mayor del ejército chileno Fernando REVECO declaró a la periodista Patricia Verdugo que dos semanas antes del atentado contra Leighton, escuchó al Comandante del Regimiento Blindados, a quien Pinochet visitaba frecuentemente: "!Y qué te parece este desgraciado de Bernardo Leighton, las cosas que anda haciendo afuera". "Pensé que seguramente Pinochet lo había calificado de traidor a la patria o algo parecido delante de los oficiales", dijo Reveco. "Y no pasaron quince días cuando se supo del atentado contra Leighton y su esposa en Roma",agregó. VERDUGO; Patricia."Los Zarpazos del Puma" Pág. 63. CESOC, Santiago de Chile, Septiembre de 1989.

(5) En el proceso por el asesinato de Aldo Moro, en Italia, se descubrió que sus asesinos tenían pasaportes legítimos otorgados por las autoridades paraguayas. La información fue proporcionada por el Dr. José Fernández Estigarribia, Presidente de la Asociación de Abogados Latinoamericanos para los Derechos Humanos, en su Informe sobre la Política Exterior del Paraguay. "Coloquio sobre Uruguay y Paraguay, la transición del Estado de Excepción a la Democracia". Pág. 148. SIJAU, Montevideo, marzo de 1985.

Leer: La Operación Condor: El terrorismo de Estado de alcance transnacional (II)

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