13/9/08

Seis rostros desconocidos de los jefes de la represión

Coronel José Baudean



Mayor Ricardo Arab



Coronel Walter Miralles



Coronel Regino Burgueño


Mayor Menotti Ortiz



Coronel León Tabaré Perez



Burgueño, Baudean, Arab, Pérez, Miralles y Ortiz
LA REPUBLICA revela hoy los rostros hasta ahora ocultos para la opinión pública de seis jefes de la represión y la tortura en el Uruguay. En noviembre de 2000 publicamos un organigrama completo de la estructura del aparato represivo en los años 1975 y 1976.

Hoy reproducimos el organigrama y una breve explicación para apreciar cabalmente el papel que estas seis personas, cuyos rostros permanecían hasta hoy anónimos, representaban en la represión de la dictadura uruguaya.

La actualización permanente de los datos sobre un período oscuro de la historia del Uruguay, sobre el que además hay una persistente intención desde el poder de mantener con un manto de impunidad y olvido, constituye un desafío periodístico y ciudadano para reconstruir la verdad histórica.

La impunidad en Uruguay, para la tortura, la desaparición y sus responsables, ha llegado a niveles récord para la región. No sólo se les ha garantizado el amparo jurídico, también se ha hecho un esfuerzo enorme por que no se conozcan sus nombres y mucho menos sus rostros. Estos seis represores conocen de primera mano lo sucedido con los más de 135 compatriotas que permanecen desaparecidos. En particular saben qué pasó con la nuera de Juan Gelman, caso hasta el momento no aclarado en ninguna instancia. Es más, uno de ellos, el mayor Ricardo Arab, se llevó a la muchacha del SID poco después de que dio a luz y es una de las últimas personas con las que se la vio viva. Hasta ahora, ninguno de estos seis militares ha contribuido con la Comisión para la Paz, ni con ninguno de los esfuerzos de la Justicia uruguaya para llegar a la verdad. Las fotos que ponen rostro a nombres más o menos conocidos del aparato de terror dictactorial fueron tomadas durante el reciente sepelio del coronel Alfredo Lamy, uno de los referentes principales de la denominada "Logia del Aquelarre", nucleamiento de los más connotados torturadores que comenzaron a reunirse para "protegerse" de la Comisión para la Paz y sobre todo de los exhortos de la Justicia argentina, española e italiana reclamándolos desde el exterior.


Los seis jefes de la represión
A continuación detallamos los principales datos de la foja de servicio de los seis jefes de la represión, cuyos rostros dejan hoy el anonimato.

El coronel (r) Regino Burgueño, un personaje que pasó hasta cierto punto desapercibido pero que era uno de los "duros" y que tuvo bajo su mando directo la denominada "Operación Morgan" que desatara la represión básicamente contra el Partido Comunista, los Grupos de Acción Unificadora (GAU) y el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), además de la estructura clandestina de los movimientos sindical y estudiantil desde 1975.

El mayor Menoti Ortiz revistaba en el Departamento 2 Información del Servicio de Información de Defensa (SID), integraba además los grupos de tareas de la OCOA. Menoti Ortiz, como jefe de suministros del centro de detención clandestina del SID en Bulevar Artigas y Palmar, autorizó la alimentación especial para la nuera de Juan Gelman, mientras tenía en su vientre a la bebé y luego para la criatura.

El coronel (r) León Tabaré Pérez fue jefe del Departamento 3 Operaciones del SID, es decir de la aplicación de las operaciones de inteligencia y secuestro.

El mayor Ricardo Arab, alias "El Turco", dado de baja por el Ejército, integraba el Departamento 3 Operaciones del SID y además la OCOA. Estuvo varias veces en Buenos Aires y fue quien retiró a la nuera de Gelman de la sede del SID, la última vez que se la vio viva.

Coronel (r) José Baudean, alias "El Francés", revistaba en el Departamento 2 Información, del Comando General del Ejército, también integraba los grupos de la OCOA. Posteriormente fue directivo del Centro Militar y destacado referente de la línea dura sobre el pasado en el Ejército.

Coronel (r) Walter Miralles, alias "El Choclo", integró el Departamento 3 Operaciones del Comando General del Ejército.


Los nombres y el organigrama del terror
Juan Gelman entregó al juez español Baltasar Garzón 43 nombres de represores uruguayos, que tuvieron participación directa o al menos conocimiento del secuestro y asesinato de su nuera, María Claudia, y del secuestro de su nieta ubicada en Uruguay en el año 2000.

La elaboración de este organigrama de la represión es fruto de una larga investigación llevada adelante por Juan Gelman y su compañera Mara La Madrid, que recopilaron datos de sobrevivientes de los centros clandestinos de detención y de tortura. También de la continuación de la investigación llevada adelante por LA REPUBLICA, a la cual aportaron datos fuentes militares y policiales.

Como se recoradará, Gelman se reencontró con su nieta tras 24 años de búsqueda, en marzo de 2000.

Sigue pendiente la aclaración de lo que pasó con su nuera, María Claudia, quien con 19 años y embarazada fue traída clandestinamente al país desde Argentina. Así como la suerte corrida por la gran mayoría de los desaparecidos.

Como se aprecia en la infografía solamente se menciona a miembros de la estructura del Ejército y de la Policía. Ello es así porque en el caso de la nuera y la nieta de Gelman los servicios de la Armada y la Fuerza Aérea no tuvieron participación alguna.

Es necesario realizar dos puntualizaciones: los nombres que se mencionan tienen que ver con los años 1975 y 1976 y no se mencionan todos sino solamente los de aquellos que directa o indirectamente participaron o tuvieron conocimiento del secuestro y desaparición de la nuera y la nieta de Gelman.

En la estructura responsable de la represión, es decir: los secuestros, las torturas, los asesinatos y las desapariciones había básicamente tres grandes vertientes.


El SID
Un primer núcleo de conducción era el Servicio de Información de Defensa (SID) dependiente del Ministerio de Defensa Nacional, cuyas cabezas visibles eran el general Amauri Prant, el coronel Fernán Amado (luego comandante en jefe del Ejército, durante el gobierno de Julio María Sanguinetti, y protector de varios de sus "hombres" de entonces) y el capitán Mattos alias "El Burro".

Este núcleo se subdividía en el Departamento II Informaciones, donde se agrupaban los más conocidos de los represores bajo la coordinación de José Nino Gavazzo (ver infografía ) y en el Departamento III Operaciones que comandaban entre otros el coronel León Tabaré Pérez y el coronel Eduardo Ferro.

De este servicio dependían cuatro bases de operaciones de tortura y detención clandestina: 1) ubicada en Punta Gorda, una casa lindera con la boite New York-New York que hoy no existe más; 2) ubicada en la que fue la cárcel del Pueblo del MLN, en Juan Paullier y Canelones, 3) la Base "Valparaíso" ubicada en la zona de Villa Dolores; allí coordinaban una flota de ocho taxis que operaban para los servicios y comúnmente llevaban a los detenidos que iban a desaparecer y 4) la propia sede del SID, en Bulevar Artigas y Palmar.


Inteligencia del Comando
Un segundo nucleamiento de los servicios represores dependía directamente del Comando General del Ejército. En esa época, al frente de esta vertiente estuvieron los generales Vadora y Queirolo y el coronel Regino Burgueño. En el Departamento II Informaciones de esta estructura revistaban los coroneles Calixto De Armas, José Baudean (actualmente directivo del Centro Militar) y el coronel Rodríguez Buratti. En los hechos, en esta estructura, el Departamento III Operaciones quedaba "operativamente" bajo el mando del Departamento II.

Aquí también funcionaba la Compañía de Contrainformaciones en la que estaba entre otros: el coronel Tomás Casella y el mayor Radaelli (ambos vinculados luego al caso del científico y ex agente de la DINA chilena, Eugenio Berríos, secuestrado y asesinado en Uruguay) y el coronel Alfredo Lamy.

En esta estructura funcionaba también el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) que en esa época comandaba el coronel Ernesto Ramas, alias "Tordillo", como jefe operativo.

En el OCOA revistaban efectivos de todas las otras reparticiones y por lo tanto se mezclaban las dependencias, incluso había efectivos del Ministerio del Interior.

Allí operaban Gavazzo, el "Pajarito" Silveira, Cordero, Lamy, Regino Burgueño, Menotti Ortiz, Arab y Rodríguez Buratti.

La OCOA dirigía el centro de torturas más grande del país, el denominado "Infierno Grande" que funcionaba en los fondos del Batallón de Infantería Nº 13.

El tercer nucleamiento de operaciones represivas dependía del Ministerio del Interior y era la Dirección Nacional de Inteligencia y Enlace, que tenía entre sus figuras emblemáticas al comisario Campos Hermida, el capitán Medina y el comisario Boris Torres (ver infografía).


El modus operandi
Este organigrama representa la dependencia funcional, pero no la modalidad operativa de la represión.

En los operativos permanentemente se mezclaban servicios y se diluían las reparticiones.

Una fuente militar que colaboró en la investigación explicó a LA REPUBLICA la operativa de la siguiente manera: "El organigrama muestra las personas que ocupaban los cargos de responsabilidad en esa época. Gavazzo y 'Pajarito' Silveira eran los que coordinaban todas las acciones; entiéndase que coordinaban y no ordenaban, pero participaban también en la ejecución de las acciones.

El secuestro de la nieta y la nuera de Gelman se inicia operativamente en el Departamento II del SID, dependiendo del Ministerio de Defensa, con Gavazzo en la coordinación.

Rodríguez Buratti tiene conocimiento de este caso porque era el jefe del Departamento II que dependía del Comando General del Ejército, como todas las operaciones se cordinaban, su enlace en el SID, Ricardo Arab, lo mantenía al tanto".

"Es muy importante entender --agregó la fuente militar-- que este esquema es funcional y técnico, las acciones hacían borrar la separación y las líneas".

La República
25/02/02

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