16/9/08

Quien impide la investigación del Cartel de Juarez y así viola la Ley

¿Por qué Búsqueda está nerviosa?
En Uruguay se instaló a principios de los años 90 el Cartel de Medellín y Raúl Vivas lavó cientos de millones de dólares en un cambio en 18 de Julio. Una investigación internacional lo descubrió y fue extraditado a la prisión de Colorado donde purga 505 años de prisión.
Luego el Cartel de Cali lavó dinero en Uruguay según descubrió una investigación internacional. Se pidió la extradición de Ramón Puentes Patiño y se le concedió y aún purga prisión.

Siendo el Río de la Plata refugio de los narcotraficantes colombianos y mexicanos, muerto el mítico Escobar Gaviria, su mujer Victoria Henao fue procesada en Argentina adonde había trasladado sus bienes.

En Uruguay y en Argentina estuvo unos meses el "Señor de los cielos", así llamado porque entraba la droga a Estados Unidos en aviones Boeing, Amado Carrillo Fuentes, jefe del más grande y el más cruel de los carteles de la historia: el Cartel de Juárez. Eligió las propiedades en ambas márgenes del Plata. Tres estancias en el departamento de Flores y un par de propiedades en Punta del Este. En Argentina, a través de 29 sociedades anónimas compró una docena de valiosas propiedades inmuebles, un hotel y una docena de estancias. Las cinco sociedades anónimas propietarias de los bienes en Uruguay y la sociedad anónima uruguaya que está prolijamente registrada en Argentina como "controlante" de las 29 sociedades anónimas de los bienes del Cartel de Juárez, las seis sociedades anónimas eran manejadas por un escribano uruguayo: Carlos Morassi. Todo está prolijamente asentado en los juzgados argentinos.

El Cartel de Juárez fue golpeado en ese entonces, en 1999, por la famosa "Operación Casablanca" que descubrió cómo lavaba dinero dicho Cartel y descubrió los 3 millones de dólares lavados en Uruguay y los 100 millones de dólares lavados en Argentina, entre otros muchos países. Los investigadores siempre pensaron, de acuerdo a publicaciones de la época, que la cifra lavada en el Río de la Plata en realidad era el doble. A la Policía uruguaya le pidió colaboración oficial, al amparo de los acuerdos internacionales, la agencia antilavado de los Estados Unidos, la Gendarmería argentina y la Policía Federal argentina, así como Interpol de México. Las agencias argentinas enviaron información sobre el caso que al principio parecía un poco increíble y que luego se fue confirmando. El periodista Andrés Oppenheimer, premio Pulitzer, la confirmó en su libro "Ojos vendados", best seller en América Latina toda. Que estaban involucrados varios ex subsecretarios de Economía argentinos, que estaba involucrado Palito Ortega, entonces senador --quién según cuenta Oppenheimer devolvió el millón de dólares que le había dado el narcolavado y responsabilizó a su jefe de finanzas del insuceso-- y otras cosas por el estilo.

Aparentemente Amado Carrillo Fuentes murió en México en la operación de cirugía estética para cambiarse de rostro, a su vuelta de Argentina y Uruguay, y el Cartel --que sigue siendo el más poderoso del mundo-- es ahora manejado por su hermano, a quien no se logra detener por diversas policías del mundo desde hace cinco años.

Sin embargo, Uruguay no investigó. No investigó nada. Como si fuera un poder del Estado, Danilo Arbilla extendió su manto protector sobre el escribano Morassi, su escribano por más de treinta años, según explicó, y ahí quedó la cosa. Habló con el gobierno de la época y dijo que Morassi era inocente. Se acabó la Policía. Se acabó la Justicia. Ahí están los bienes del Cartel de Juárez como si nada. Al Director Nacional de Policía, inspector general Roberto Rivero, que quiso investigar, lo echaron. A partir de entonces, Uruguay es tierra libre para el Cartel de Juárez. No sé si se entiende la gravedad del hecho. El Cartel de narcotráfico más poderoso del mundo sabe que en Uruguay es ininvestigable. Perseguido con rigor en el resto planeta Tierra, en Uruguay no. Esa es la señal que Uruguay le pasa al mundo, porque parece que Arbilla tiene poder y tiene un amigo.

Es decir, según la severa ley antilavado de 1998, si uno se cruza en un ascensor con la cuñada de un narcotraficante tiene que pasarse días aclarando. Salvo que sea amigo de Arbilla. Porque en ese caso, aunque en su propio estudio profesional maneje más de 100 millones de dólares del narcotráfico en propiedades en Uruguay y Argentina, como el de Morassi, entonces no le pasa nada. Echan de su cargo, en todo caso, al policía que se interese en el asunto porque así se lo ha pedido al policía Interpol y la policía de otros tres países. En el caso del escribano de Arbilla aún eran agravantes que fuera funcionario público y que fuera escribano, es decir que estuviera por ley obligado a denunciar algo con apariencia de ilícito y, además, conocer a fondo a su cliente.

Véase que la Ley 17.017 manda años de cárcel para el que "convierta o transfiera bienes, productos o instrumentos que procedan" del narcotráfico, "el que adquiera, posea, utilice, tenga en su poder o realice cualquier tipo de transacción sobre bienes, productos o instrumentos que procedan" del narcotráfico, "el que oculte, suprima, altere los indicios o impida la determinación real de la naturaleza, el origen, la ubicación, el destino, el movimiento o la propiedad reales de tales bienes, o productos u otros derechos relativos a los mismos que procedan" del narcotráfico o "el que asista al o a los agentes de la actividad delictiva en los delitos previstos en la presente ley o delitos conexos, ya sea para asegurar el beneficio o el resultado de tal actividad, para obstaculizar las acciones de la Justicia o para eludir las consecuencias jurídicas de sus acciones, o le prestare cualquier ayuda, asistencia o asesoramiento (...)". Hay delitos para todos.

Cuando llega el nuevo gobierno del Encuentro Progresista, por dos veces se le hacen ofrecimientos al inspector Rivero y dos veces los rechaza. Finalmente acepta, por su carácter honorario, el cargo de Presidente de la Comisión Asesora del Ministro, una Comisión tradicionalmente simbólica.

Cuando trasciende que el nuevo gobierno le ha ofrecido a Rivero muy importantes posiciones en la Policía Nacional, Búsqueda se descompensa. Rivero con poder puede reabrir lo que debiera reabrir de oficio cualquier juez, cualquier fiscal o la Policía sencillamente: la investigación sobre el Cartel de Juárez en Uruguay, desde donde se manejaban los bienes del Cartel de Juárez en Argentina. Para cumplir simplemente con la ley uruguaya, para cumplir sencillamente con los convenios internacionales que con valor de ley ha suscrito el país.

Y se comienza una típica operación del establishment contra Rivero, encabezada por el buque insignia del establishment, del sistema establecido de privilegios, que es Búsqueda. La vieja jugada de matar al chasque o al cartero de las malas noticias como si así se terminara el problema.

Durante 20 años nunca nadie había dicho nada sobre Rivero en cuanto a que en su labor policial hubiera maltratado a nadie. Nada tienen registrado los organismos de derechos humanos sobre el tema al día de hoy, según consigna incluso la propia Búsqueda en su último número. De golpe, un grupo de izquierda radical que curiosamente vive atacando al Presidente Vázquez y ha elogiado mucho a Arbilla --difícil de entender-- sale a denunciar y a enchastrar a Rivero.

A partir de allí comienza la operación de difusión del enchastre. Yo ya he denunciado cómo una noticia sin importancia publicada en Búsqueda es luego tomada por un par de medios con una redacción diferente a la de Búsqueda pero similar entre ellos. Propio de un comunicado de desinformación. Yo no sé si existe el grupo de periodistas del establishment autodenominado el "eje del mal", tan mentado estos días, lo que sí sé es que uno puede seguir perfectamente cómo se opera a la prensa por parte de algunos periodistas en operaciones perfectamente orquestadas. Lo que sé también es que mucho periodista puede no estar consciente de que se está prestando a una operación que busca evitar una investigación que la ley mandata sobre un tema muy grave y que la ley sanciona a quien se interpusiere, con mayor o menor conciencia, en su investigación.

A mí Búsqueda me tiene sin cuidado, porque el público de Búsqueda es el primero que ha aprendido que lo que Búsqueda publica sobre mí es falso siempre. Es fácil. Como siempre es falso, ya el público aprendió. Ahora afirman --con título a toda página y todo-- que yo le recomendé a Rivero al ministro Díaz. El ministro Díaz nunca me pidió opinión sobre ningún nombramiento, yo no le hice nunca sugerencia sobre ningún nombramiento --ni hubiera correspondido-- y este cargo de Presidente de la Comisión Honoraria Asesora del Ministro yo no sabía que existía. Mal pude recomendar a nadie para un cargo que yo siquiera sabía que existía. Tengo numerosos amigos o personas de mi conocimiento estrecho vinculados a este gobierno. En realidad, a la inmensa mayoría ni siquiera los he visto ni he hablado con ellos por ningún medio desde que ocupan cargos en el gobierno. Pienso, simplemente, que están ocupados. Si alguno me hubiere llamado a preguntarme qué pienso de Rivero, lo hubiera recomendado hasta de yerno, con perdón de doña Olga, su santa esposa. Pero nadie me preguntó nada y a nadie le fui a hablar por Rivero ni por cargo alguno para nadie.

El problema es otro, detrás de la hojarasca esta de que Flores Silva recomendó a Rivero a seis columnas en la página. ¿Por qué se teme tanto que se investigue al Cartel de Juárez en Uruguay? ¿Por qué la histeria surge incontrolable cuando se puede avecinar algo parecido a una investigación? ¿Quién le teme a la verdad sobre el narcolavado? Pasan los años, Flores Silva está en otra cosa, ya no dirige Posdata y trabaja buena parte de su tiempo en el exterior, Rivero está en la actividad privada con otras preocupaciones y, sin embargo, la paranoia de Búsqueda aparece y reaparece. Yo creo que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero me pongo a sospechar cuando el eventual surgimiento de la verdad los pone a temblar al punto que arman intrigas y ficciones permanente y regularmente.

¡Cómo tiemblan! Y, sin embargo, se siguen creyendo los dueños del mundo cuando las cosas han cambiado y los poderes fácticos que los sostenían están cada día más endebles. Ellos mismos con estas muestras de temor no hacen otra cosa que mostrar su debilidad y hacer que crecientemente la gente les huya como a la lepra.

Ya no hay derecho a no investigar al Cartel de Juárez. No investigándolo se viola la ley. La violó el Poder Ejecutivo anterior. No creo que haga lo mismo el Poder Ejecutivo actual. Simplemente hay que pasar el caso a la Justicia. A esa altura, los nervios van a ser tantos que van a afirmar que Rivero, como el último de los Buendía, nació con rabo. Usted apueste a que no e insista en que se investigue el Cartel de Juárez y todos los carteles de narcotráfico que se metan con el país. Lo peor que le va a pasar es que Búsqueda va a decir que usted es torturador. Pero no se preocupe: nadie le va a creer.

Manuel Flores Silva
La República
09/12/05

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