Senador del Frente Amplio, por la Lista 99-88, sub-lema:
"POR EL GOBIERNO DEL PUEBLO".-
Asesinado en Buenos Aires, por un "Escuadrón de la Muerte", el 21 de mayo de 1976.-
" Pero el tema es éste siempre. Es el tema de la libertad y de los derechos humanos. La defensa de la sociedad no puede suponer el descaecimiento de los derechos humanos" -
Cámara de Senadores 8 junio 1972
Señor MICHELINI.- "No pretendo desviar el debate del tema central para que fue citado el Cuerpo. Pero bueno es que alguna referencia haga a los hechos que nos han preocupado y angustiado permanentemente y sobre los cuales hemos hecho denuncias hasta el cansancio sin haber obtenido respuesta del Poder Ejecutivo. Hemos denunciado en forma reiterada la existencia de malos tratos, apremios físicos, espirituales, morales y psicológicos, depredación de bienes y robo y no hemos tenido absolutamente, en ningún momento, respuesta a ninguna de esas denuncias. Esto revela o complicidad o insensibilidad. Aquí no hay, de ninguna manera, una tercera alternativa. Desde el Presidente de la República hacia abajo, quienes son responsables en el Poder Ejecutivo de la conducción política de esos problemas, son insensibles o cómplices. No cabe otra alternativa. Cada cual elegirá la que le parece y después el pueblo formará su opinión. Pero esa es la verdad. Todos esos delitos se siguen cometiendo por integrantes de las Fuerzas Conjuntas y no han sido rectificados en lo más mínimo."
"Pero desde el punto de vista del gobierno, el señor Ministro, desde el momento que no investiga ni rectifica, tiene que elegir algún camino. Yo no he advertido en el Poder Ejecutivo, sacando aquella referencia lamentable, descorazonadora, triste, del Presidente Bordaberry a algunos excesos pequeños cometidos por las Fuerzas Conjuntas, cuando se trataba de apremios físicos, morales, espirituales y psicológicos, absolutamente nada, ni respecto a los robos, ni a las torturas, ni a las capuchas que se siguen usando, señor Ministro de Defensa Nacional, a la vista y paciencia de todo el pueblo, contrariando su opinión y sus ordenes, respecto a meter a los individuos en una tina de agua y sacarlos hasta casi asfixiarlos, a la picana eléctrica, etc., etc. Todo eso sigue. Entonces, ¿qué quiere señor Ministro Rovira, que piense de la actuación que le cabe dentro del gobierno ? No tengo otro camino. Hora es ya de que vayamos definiendo campos, porque hace dos meses que estamos en esta situación. Se siguen cometiendo robos. Ayer hicimos una denuncia aquí en Sala y más tarde al señor Subsecretario; denunciamos que de una casa de la calle Rivera se habían llevado absolutamente todo, desde un tocadiscos hasta un televisor, pasando por sacos, trajes, comida, etc.,etc. Esto viene sucediendo desde hace muchísimos días, más de un mes y pico y ¿qué me puede contestar el señor Ministro y el señor Presidente de la República? ¿Algún funcionario sancionado? .¿Algún comandante investigado?.¿ Algún mayor o algún oficial, como nosotros hemos dicho, ha sido interrogado o investigado?.¿A algunos de los torturados que han sido detenidos se les ha llamado para saber cuál es su opinión?.¿O es que todo el mundo está mintiendo aquí? Son 400, 500 o 600 personas que en el país están mintiendo respecto a las torturas y a los apremios físicos y morales. Nada más fácil que demostrar es cuando un senador miente. Han tenido mil oportunidades para demostrar que yo miento. Bastaría con haber investigado si era cierto lo que yo decía o no. Pero no han hecho absolutamente nada. Y en la noche de hoy tampoco estamos dispuestos a que se nos venga a decir que se va a seguir investigando. No es el tema. Pero el tema es éste siempre. Es el tema de la libertad y de los derechos humanos. La defensa de la sociedad no puede suponer el decaimiento de los derechos humanos. Ayer dije aquí una frase que se la repito a los señores Ministros para que se la transmitan al presidente de la República. Cuando en Estados Unidos se investigaba hace algunos años, el tráfico de drogas y la trata de blancas, que era un cáncer permanente para la ciudad, la policía recurrió a determinados procedimientos totalmente prohibidos por la ley, contrarios a los derechos humanos, para arrancar determinadas confesiones y un Juez de la Suprema Corte, de nombre Adams, creo, se preguntó, cuando trató de hacer las investigaciones correspondientes, y sancionar a quienes estaban realizando esos procedimientos, si para combatir a la delincuencia, era necesario hacerse delincuente. Yo digo que quienes torturan son delincuentes. Y nadie podrá negarlo, y lo que me duele, es que a través de toda esta situación, es que las Fuerzas Armadas de mi país, por la inconducta, seguramente de unos pocos, pero con la omisión, la negligencia o la complicidad de muchos que ocupan cargos políticos, se están desprestigiando, más allá de los logros en el terreno de la táctica militar, de los presos que puedan tener y de los berretines que encuentren; más allá de las detenciones que puedan hacer, no tiene hoy el mismo prestigio que antes. Se está acercando, lamentablemente, a pasos agigantados, a los ejércitos latinoamericanos".-
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