"La doctrina que la dictadura aplicó en la guerra sucia nació en las selvas de Indochina y las calles escarpadas de Argel. Fue concebida por el ejército francés para sus guerras coloniales e importada por sus discípulos argentinos sin reflexión sobre sus consecuencias. Hasta el concepto de subversión fue importado. Los franceses también instruyeron al ejército de los Estados Unidos, que aplicó las mismas técnicas en Vietnam. Durante la Operación Fénix, 20.000 personas desaparecieron en Saigón."
Fueron los años más negros de América Latina. El 24 de marzo de 1976, cuando el general Videla tomó el poder en la Argentina, todos los países del Cono sur estaban ya bajo la férula militar. Ejecuciones sumarias, torturas, desapariciones. Stroessner en Paraguay, Pinochet en Chile, todos ejercen una represión feroz en nombre de la lucha contra el comunismo. ¿Cómo se llegó a ello? Sin duda, la sombra de los Estados Unidos planea sobre las dictaduras latinoamericanas.
Menos se conoce el rol jugado por Francia en su juventud, especialmente en la Argentina. La investigación comienza en Théoule-sur-Mer, al sur de Francia. Noviembre de 2002. Ex legionarios, paracaidistas, pieds noirs, o miembros de la OAS, los nostálgicos de la Argelia francesa se reúnen.
El decano del agrupamiento es el coronel Lacheroy, de 96 años, quien fue condenado a muerte por su participación en el putsch de los generales de Argelia. Es un testigo fundamental, porque para comprender la influencia de los franceses sobre las dictaduras latinoamericanas es preciso remontar el hilo del tiempo e internarse en la historia de las guerras coloniales. Todo comenzó en 1951, durante la guerra de Indochina. Designado al mando de un regimiento, Lacheroy fue fascinado por la organización del Vietminh, que tenía a raya a los más numerosos y mejor equipados franceses.
Coronel Charles Lacheroy: –Llegué a Indochina y enseguida leí de punta a punta el Libro Rojo de Mao Tse Tung. Fue el primero que me hizo comprender que lo que llamaban la retaguardia es más importante que la tropa y que antes de la tropa hay que ocuparse de la retaguardia. El enemigo que tenía enfrente en Indochina era hábil para servirse de la población. Era imposible llegar a un lugar sin que el enemigo lo supiera.
Así se conoció la teoría de la guerra revolucionaria. Para Lacheroy, el Vietminh era un agente del comunismo internacional que operaba bajo la máscara del independentismo.
Su arma era el adoctrinamiento de la población.
En consecuencia, en la guerra revolucionaria no hay más línea del frente porque el enemigo está en todas partes.
El 7 de mayo de 1954 los vietnamitas ganan la batalla de Dien Bien Phu, y con ella la independencia. Para los franceses es una humillación.
Ex resistente, el capitán Paul Aussaresses asiste al colapso.
General Aussaresses: –La derrota fue un shock. La mayoría de los militares franceses descubrieron que había que extraer las lecciones de esa derrota para evitar la misma desilusión en Argelia.
Durante la guerra de Argelia el Estado Mayor del Ejército adhirió definitivamente a la doctrina de la guerra revolucionaria, llamada aún guerra subversiva. Su obsesión, cortar al Frente de Liberación Nacional de su retaguardia, es decir de la población. Para eso los franceses innovan.
Cuatrocientos mil soldados son desplegados sobre el territorio argelino. Es la técnica de la cuadriculación, primera aplicación concreta de la teoría de Lacheroy.
En enero de 1957, el ministro Robert Lacoste toma una decisión que tendría graves consecuencias. Delega el poder de policía en el coronel Massuh, que comanda la X División de Paracaidistas. Objetivo: aniquilar a la organización político-militar del FLN que multiplica los atentados terroristas en la capital argelina.
Comienza así la Batalla de Argel, en la que los paracaidistas cercan el barrio árabe la Casbah pararastrear a los colocadores de bombas. Ya son los únicos que mandan. Su jefe, el coronel Marcel Bigeard, un ex resistente que ganó sus galones en Indochina.
–Usted dijo que al principio el rol de cana no le gustaba mucho...
Coronel Bigeard: –Por supuesto, hubiera preferido enfrentar a combatientes. Está más en nuestra naturaleza que hacer un trabajo de cana. Pero lo aprendimos rápido, éramos paracaidistas.
–¿Por qué le llamaron la Batalla de Argel?
Paul Aussaresses: –Era una acción para capturar personas armadas y matarlas.
La Batalla de Argel llegará a ser un modelo de la guerra contrarrevolucionaria. De enero a setiembre de 1957 los franceses inventan o sistematizan técnicas militares que permanecerán largo tiempo en secreto. No hay imágenes de archivo. Sólo las imágenes de una película de ficción ítalo-argelina realizada en 1965 permite reconstruir sus métodos. Boicoteada por las grandes redes de distribución, fue muy poco vista en Francia.
–¿Vio la película La Batalla de Argel?
Aussaresses: –Sí. Es magnífica. Muy próxima a la verdad. No se puede hacer mejor, está muy bien interpretada.
–¿Quién es el coronel Mathieu de la película?
Aussaresses: –Bigeard.
Mathieu/Bigeard, en la película: –Es una organización piramidal compuesta por una serie de secciones. Cada militante sólo conoce a tres miembros como máximo. Su responsable, que lo eligió a él, y sus dos subordinados, que él mismo elige. Debemos realizar las investigaciones necesarias para reconstruir toda la pirámide para llegar al Estado Mayor. La base de este trabajo es la inteligencia. El método es el interrogatorio. Y el interrogatorio se convierte en un método cuando se ejecuta de modo de obtener siempre una respuesta.
Leer: El concepto de subversión (II)
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