TERRA:
( Senador del PARTIDO DEMOCRATA CRISTIANO -P.D.C- )
"...es vital para nosotros poder distinguir si enfrentamos como oposición política a un gobierno legítimo o si como pudo pensarse a cierta altura del periodo anterior chocábamos con una banda de gángsters"• -
13 junio 1972
Asamblea General Legislativa
Me quiero referir muy brevemente a otro aspecto, que me parece uno de los grandes lemas nacionales en este momento y que ya hemos planteado en otros ámbitos, en el Senado. Se trata del problema de la organización para-policial o del llamado, en el lenguaje callejero, problema del Escuadrón. Para lograr una cierta pacificación, aquí hay que aclarar, primero, contra quienes se lucha y, después, con qué armas. Es absolutamente fundamental —y sobre esto pediría que quienes están en el gobierno hicieran un esfuerzo de imaginación—, es vital para nosotros poder distinguir si enfrentamos como oposición política a un gobierno legítimo o si ,como pudo pensarse a cierta altura del periodo anterior, chocábamos con una banda de gángsters. Es demasiado grave la diferencia. Comporta y arrastra demasiadas consecuencias esa distinción, Para poder enfrentar como oposición política a un gobierno legítimo, tenemos que exigir la limpieza de esta corrupción, de esta gangrena que se desarrolló en forma alarmante, nunca vista en el anterior período de gobierno, a la sombra de lo que algunos creen que es la solución para los problemas nacionales: el poder, el poder y el poder. El poder no controlado; el poder desbordado de sus carriles. Aquella eficacia a que aspiraron por el poder incontrolado, sirvió para que el Gobierno, en grandes áreas se corrompiera por dentro. Lo hemos denunciado en el ámbito económico, en algunos casos y gravemente, hemos denunciado en otros, la ineficacia de la propia administración, como cuando se fugaron los tupamaros de las cárceles, una vez tras otra. Pero lo denunciamos también en aquellos casos en que la deformación no es de importancia, sino de agresividad, generación cancerosa de grupos malignos dentro de los organismos policiales de organizaciones que eran formas del delito, más que instituciones al servicio del bien común.
"EXIGIMOS QUE ESTA LIMPIEZA SE LLEVE ADELANTE Y EXIGIMOS NUESTRO LUGAR EN ESA TAREA"
Señor presidente, nosotros exigimos que esta limpieza se lleve adelante y exigimos además, nuestro lugar en esa tarea.
Que no se nos diga que hay un secreto militar absoluto en la limpieza de esa enfermedad. No se nos diga que la cosa es tan delicada que no puede manejarse en ningún ámbito, en que la oposición actúe y participe.
El Señor Ministro aludió hace algunas horas a que después de la última Asamblea General fui a poner en sus manos ciertos datos, ciertos testimonios que ya tenía, relativos al Escuadrón, para que él tuviera los elementos de juicio con que yo contaba para poder apreciar los hechos. Lo hice así confiando en una honradez que no fue de ningún modo desmentida por la reacción que el Sr. Ministro manifestó ante los datos que le proporcioné. Reitero ahora que nosotros reclamamos una participación de la oposición política, con todas las garantías, en esa tarea de limpieza. No para hacer el escandalete, no para basurear nombres, no para arriesgar inútilmente en momentos peligrosos de la vida nacional. Pedimos, primero en la Asamblea Nacional y después en el Senado, una Comisión Investigadora que trabaje con las limitaciones de número que se entienda conveniente para que sea efectiva, de reserva y bajo el régimen de secreta. Que lo haga con todas las garantías y con toda seriedad, pero que quede claro que menos de eso no aceptamos. No se piense que, porque tenga implicaciones políticas que puedan resultar molestas en algún momento para alguien en el pasado, podemos como parlamentarios y como fuerza política renunciar a tener una participación efectiva en la tarea de investigación y de limpieza. Digo esto, no por los Señores Ministros. Lo digo por la bancada oficialista, porque me resultó muy alarmante que la última sesión del Senado quedara sin número cuando parecía que podía salir la moción formulada por los propios senadores del partido de Gobierno.
"PONDREMOS LA INFORMACION QUE TENEMOS EN MANOS DE LA JUSTICIA Y DE LA OPINION PUBLICA"
No vamos a quedar afuera. Lo digo aquí para que tenga representación pública. Si toda la información que tenemos acumulada no la podemos poner en manos de una comisión investigadora parlamentaria, que después, en la forma más seria que se entienda conveniente, rinda cuenta de esto al país, que también tiene que saber lo que pasa y como termina este problema: si no tenemos posibilidad de hacer esto, la pondremos en manos de la Justicia, pero simultáneamente también en manos de la opinión pública. Se nos puede pedir prudencia y hemos demostrarlo voluntad de ser prudentes pero que no se intente abusar de nuestra prudencia. Lo digo con toda franqueza y con toda energía, porque el tiempo corre. Según mis informes, —con esto tal vez salgo al paso de una objeción que hizo el Senador Vasconcellos relativa a la mención de nombres, que no sé si me alcanza a mi de algún modo, porque en un momento dado, cuando se señaló la Participación de un subcomisario en el procedimiento de la sede central del Partido Comunista, pregunté si su nombre era el mismo de una persona que integraba el escuadrón de Bardesio y lo mencioné siendo el primero de esos nombres que daba y ahora voy a decir porqué: esos 4 integrantes del Escuadrón de Bardesio se refugiaron en una embajada después de la sesión de la Asamblea General y están ya fuera del país ¡pero que no vayan a desaparecer todos los hilos que nos quedan para aclarar las cosas!. Que transcurra el tiempo indispensable sí, pero no siga transcurriendo hasta el punto de que se nos borren la huellas de los que tenemos que encontrar y de las situaciones que queremos clarificar. Según los datos que poseo Alberto Idalbar Sosa Gonzalez, Hernán Silvera Techera y Estanislao Lamensa Castro, están ya fuera del país. Digo sus nombres porque ya pusieron tierra de por medio y supongo que eso es ya bastante garantía para ellos, por lo menos es la que buscaron tener.
ENRIQUE ERRO
Senador del Frente Amplio, sub-lema - "PATRIA GRANDE" -
" Además, está probado que actuaron asesinando a la juventud de este país. Primero fue RAMOS FILIPPINI, luego a CASTAGNETO, como se probó con el testimonio , y con respecto a AYALA nada se ha podido saber hasta la fecha. También asesinaron a IBERO GUTIERREZ ".-
Cámara de Senadores 8 de junio de 1972
Señor ERRO. - Cuando se tomó por parte de los tupamaros al fotógrafo Nelson Bardesio, varias personas trataron de huir del país o buscar refugio en alguna Embajada extranjera porque sus nombres aparecían vinculados después al escuadrón de la muerte: Estanislao Lamenza Castro, Rodao, Techera y Alberto Sosa .
De acuerdo a testimonios que nosotros creemos correctos, dos de ellos, o sea Rodao y Silvera Techera, habrían obtenido anuencia del Embajador del Paraguay para entrar en la sede diplomática y para, desde ahí, partir con rumbo desconocido. Hay una cosa muy curiosa en todo esto. Siempre pensamos que aquellas declaraciones de Bardesio tenían autenticidad y ahora demuestran que la tienen. Si eran inciertas, si eran falsas, si habían sido arrancadas por coacción, ¿por qué muchos de los que habían sido mencionados en aquel documento que nosotros leímos el 15 de abril sin dar los nombres, ahora salen a luz, a la opinión pública, y empiezan a irse? ¿Por qué a un marino se le embarca en el "Presidente Oribe"? ¿Por qué a otro marino inculpado de pertenecer al escuadrón, se le alista en un barreminas, creo que el "Huracán"? ¿Por qué se van del país? ¿Por qué alguna persona de la policía marchó hacia Australia hasta con su familia?
Esto hay que decírselo al país esta noche. Esto tiene que decirse y debemos escuchar a los Ministros sobre que piensan respecto de esto, sobre cuáles van a ser sus actitudes. El Ministro de Relaciones Exteriores o el de Interior pueden informarnos respecto si ha habido alguna gestión realizada. para obtener algún pasaporte o salvoconducto y saber donde están estas personas. ¿Realmente se refugiaron en una Embajada del Paraguay? ¿No lo hicieron? ¿Están en Asunción? ¿Están en algún lado?
Todo eso debe ser contestado esta noche.
Como aquí se exigen pruebas y como tengo la sospecha fundada de que el Embajador ya debe estar muy cerca de llegar a Montevideo, (pienso que va a tratar de decir que no tiene nada que ver, negarlo todo ante la opinión pública, que no se reunían en las oficinas de la Embajada en Colonia 1007 y en el 8 piso del edificio Panamericano, en la Rambla y Larrañaga, que no es verdad que hubiera otro tipo de reuniones en otro lado y que Pedro Angel Cuevas no tenía nada que ver y que él no usaba como choferes a las personas que acabamos de mencionar y que no las tenía como adscriptas a la Embajada) , nosotros preferimos esperar que diga todo eso para mostrar luego el testimonio definitivo al país, el que no podrá ser borrado, porque está grabado de tal manera que ni la dialéctica más sutil podría hacer desaparecer.
Esto es muy claro. No entro en otras consideraciones, sino que me circunscribo a lo que he expresado. No podrá negar su vinculación con el escuadrón porque esta gente actúa empujada por él, porque el caso de Castro no es ahora que se denuncia. El año pasado hubo alguna denuncia sobre este personaje paraguayo, que es un aventurero y que tiene toda una biografía. No voy a extenderme porque algunos pincelazos ha dado el señor senador Terra. Pienso que el Ministro de Relaciones Exteriores tendrá que decir muchas expresiones fundamentales al Senado y también creemos que el Ministro del Interior y el de Defensa Nacional podrán decirnos qué ha pasado con estas personas y donde están. Hago concretamente la denuncia. ¿Están Estanislao Lamenza, Oscar Rodao, Techera, Alberto Sosa, Nader y Rossi en el país? Lo pueden contestar en este mismo momento. Lo saben. No precisan dilatorias y, si no, que digan, no que se van a informar, sino que precisan una hora o dos horas para contestar al Senado de la República estos hechos que son muy graves e importantes.
Además, el escuadrón de la muerte sigue actuando en el país y continúa amenazando a los abogados de los presos políticos y haciendo sus operaciones con adolescentes de Preparatorios y Liceos. Lo han hecho con los del Liceo de Colón. Han tomado siete u ocho adolescentes y los han paseado varias horas por Montevideo, por el Camino Maldonado, por la barra de Santa Lucía. Les han dicho que los iban a matar. Manifestaron en todos los liceos que muchos alumnos iban a ser las próximas "Víctimas del Escuadrón de la Muerte ". Este no es un rumor de la calle, me lo contaron los propios protagonistas, sus padres, inquietos por esta situación. ¿Qué vamos a esperar en el país, que este Escuadrón de la Muerte siga actuando? Por eso es que lo dije hoy y lo reitero ahora, que a mí no me sirve lo que se acaba de expresar respecto a las declaraciones de Nelson Bardesio, a quien en forma dramática, algunos señores senadores del Partido Nacional escucharon pidiendo por favor, que no "Lo entregaran a la Policía. Por mas que sea el propio Jefe de Policía el que lo interrogue, no seamos ingenuos. Todos saben que algunos de estos jerarcas del Departamento de Inteligencia y Enlace de la Jetatura de Policía han sido mencionados, generalmente, como integrantes del "Escuadrón de la Muerte". Además, el señor Comisario Campos Hermida , asesinó, con las Fuerzas Conjuntas, a jóvenes de nuestro país. ¿Acaso no sabe todo el país que en los procedimientos realizados en las calles Amazonas y Pérez Gomar se asesinó? ¿Es que acaso sabían de quienes se trataba? Cuando el señor Martirena sale a la puerta, las Fuerzas Conjuntas lo acribillan - en ese momento estaban comiendo - junto con su mujer que aparece con las manos en alto, pero igualmente la matan. Y matan también a Candán Grajales y Schroeder. Entonces, no nos vayamos a engañar con respecto a estos asesinatos. También mataron a Batalla en el Departamento de Treinta y Tres, en el cuartel. Algunos de estos episodios fueron denunciados ayer por el señor senador Michelini en un pedido de informes.
De modo que, señor Presidente, vamos a estudiar estas cosas. Además, el Comisario que aparece en este documento, denunciado por el propio Bardesio es, precisamente, uno de los que tiene a su cargo las operaciones. ¿Y no es Castiglioni el Jefe de Inteligencia y Enlace? Sigue estando en su cargo, por más que el señor Ministro nos haya dicho - y no tengo por qué dudar de esas afirmaciones- cuando aquel sábado 15 leímos el documento, denunciando Bardesio al "Escuadrón de la Muerte" y a sus integrantes, que iba a revisar esos documentos. El señor Ministro dijo - y considero de interés que lo vuelva a reiterar- que el día domingo entregó aquel documento que tenía la firma de Bardesio, su impresión digital, su fotografía, el cassette con su voz, y que de inmediato iba a proceder a realizar las investigaciones.
Fue el 16 de abril cuando el señor Ministro cursó todo ese material. ¿Es que se necesitan casi dos meses para obtener alguna información? "
"... Por eso debemos actuar rápidamente para desmantelar este "Escuadrón de la Muerte" y procesar a todos sus integrantes. Además, está probado que actuaron asesinando a la juventud de este país. Primero fue Ramos Filippini, luego Castagneto, como se probó con el testimonio, y con respecto a Ayala nada se ha podido saber hasta la fecha. También asesinaron a Ibero Gutiérrez".-
ARISMENDI
Senador del FRENTE AMPLIO por el Partido Comunista
Creemos en la unidad profunda del pueblo, también de la militares , para acabar con el privilegio, con la corrupción, para construir un Uruguay nuevo, fácil por la fertilidad privilegiada de este pueblo, de esta tierra... "
ASAMBLEA GENERAL LEGISLATIVA
13 de junio de 1972
"Por otro lado, en otros sectores generó la violencia, el nacimiento de grupos que pensaban que el único camino era ese, más allá de sus concepciones, de especulaciones estratégicas sobre el foquismo y otras; más allá de los que pensaron esto o aquello en la vida de América Latina. Yo fui entrañable amigo personal de Guevara, aunque no compartiéramos, como es notorio y tantas veces lo discutiéramos con él - y se sabe, porque está escrito- algunas de sus concepciones y encaramientos del proceso latinoamericano. No me arrepiento en nada de todo lo que, en cuanto a solidaridad personal, tuve con sus luchas, más allá de las diferencias de concepción y métodos. Si vamos a discutir en el campo de América los caminos de su revolución, sin duda aparecerán vías, métodos, formas de discusión, encaramientos que la realidad demuestra, por otra parte, son siempre más estrechos, más pequeños, más encasillados que la riqueza que ofrece la vida. Me gusta repetir esa frase de Goethe: "El árbol verde de la vida vale más que toda gris teoría". Y eso, América, como todas las revoluciones de este tiempo, lo está de mostrando. Hemos debatido sobre foquismos, movimientos de masas, revolución, etc. Y en América, Cuba avanzó con guerrilla; Chile con elecciones; el vacío del movimiento popular en Perú lo cubre el ejército, tomando el movimiento nacionalista, que sigue en Ecuador y Panamá con otras características.
No creemos que el Uruguay tenga que seguir ni la teoría de un patriarcalismo militar, ni este u otro cuadro. Creemos que en la unidad profunda del pueblo, también de los militares, para acabar con el privilegio, con la corrupción, para construir un Uruguay nuevo, fácil por la fertilidad privilegiada de este pueblo, de esta tierra; difícil porque el poder económico está en las manos de unos pocos y porque toda esta situación se ha agravado. Pero no considerar estas cosas en forma seria, no ver las causas profundas y creer que todo esto se puede resolver como lo haría un curandero de la política o de la sociología, dándole vuelta a la pisada de la represión o con la vencedura del garrote y de la sangre, es realmente de un primitivismo inconscientemente criminal.
Creo en ese sentido que es profundamente negativo el encaramiento del tema que hace un editorial de "EL PAIS" de hoy - que estoy seguro no corresponde al pensamiento de alguno de sus directores-, donde, comentando todas estas cosas, se llama "grito del tero " al hecho de que busquemos en la realidad social profunda del país, las raíces de ellas y se pretende que, cuando hablamos de esta manera, somos algo así como cómplices o tácticos de un encubrimiento para desviar la represión contra los sediciosos y entretener al país. Dice " El País" de hoy:
"De este modo se desvía la atención de la ciudadanía y se inicia un intento de justificación táctica de la violencia recurriendo al argumento de que es la consecuencia natural de un estado social y económico del que son responsables los gobiernos habidos en las últimas décadas".
Decir que lo que estamos diciendo es el grito del tero es afiliarse a una solución de inmovilismo social y político, regresiva, y de convalidación de la guerra civil. Es precisamente este editorial el que sostiene la tesis del ensangrentamiento del país al apoyar la del exterminio previo del MOVIMIENTO DE LIBERACION NACIONAL y la justificación - esa sí explícita- del "Escuadrón de la Muerte ". Primero condena al Escuadrón de la Muerte y dice:
"El Estado debe defenderse de ambos extremismos tal como si su supervivencia estuviera afectada en igual medida, por los dos tipos de terrorismo. Aquí es donde se impone guardar las distancias y poner las cosas en su lugar. No se puede perder la noción de la medida y equiparar aI Escuadrón de la Muerte con el ejército de la muerte organizado por los sediciosos".
Y agrega luego:
"¿Es que acaso se puede comparar las acciones - ambas repudiables, no lo olvidemos- de fanáticos que se proponen destruir el Estado y tomar el Poder en sus manos, con la de reducidos grupos aislados que no pretenden más que terminar con los anteriores y que sólo actúan esporádicamente es decir, cuando los crímenes de los tupamaros son tan sublevantes que despiertan en ellos insanos propósitos de venganzas?".
Dice después que hay que reprimir ambos extremismos, agregando:
" Pero no hay que engañarse sobre la entidad del peligro que significan para nuestra democracia porque se impone otorgar las correspondientes prioridades: el primero somete a riesgo la existencia del Estado y de la modalidad nacional de vida y plantea su lucha en un terreno militar especifico, el segundo, en cambio, constituye un equivocadísimo e ilegítimo mecanismo de defensa que es superable en 24 horas a nivel policial y que desaparecerá fuera de toda duda, en cuanto los tupamaros dejen de significar una amenaza".-
Un relato estremecedor
"Volvió a colocar el caño a medio metro de mi cara, se puso en cuclillas- Pero no tenía ganas de matarme. Yo se lo veía en los ojos. Me miraba, las manos le temblaban y no apretaba el gatillo. Uno de ellos, cuando vio un fotógrafo que se acercaba, dijo: "Déjalo, que ahora está la prensa". El otro cerró por un instante los ojos y bajó el arma. Los dos tuvimos suerte, la llegada del fotógrafo me salvó la vida y a él lo libró de cometer un asesinato. Yo empecé a reirme y así salí en Ia carátula del diario, levantado por dos policías de las axilas y riéndome. Acababa do nacer de nuevo. Me llevaron a un terraplén, me dieron golpes y golpes hasta que se cansaron. Un oficial me dijo: "AndÁte, estás libre". Me quedé quieto. Si querían matarme, tenía que ser allí, sin motivo. Me hicieron acostar en el camino y trataron de que un hombre que estaba con un camión diera marcha atrás y me pisara la cabeza pero el hombre se asustó y salió corriendo. Si lo agarraron le dieron la tal biaba ahí no se distinguía quien era de los nuestros y quien no. Volvieron a golpearme. En ese momento se acercó un ómnibus de COPSA y la gente que viajaba con él empezó a gritarle a la policía: "Asesinos , asesinos", me metieron en una camioneta policial y mientras me llevaban, un tira que tenía sentado al lado empezó a revisarme la cabeza. "Mira, mira, dijo de golpe tocándome el oído, aquí hay un lugarcito sin sangre". Y ahí mismo me dio como para dejarme sordo el resto de mis días. En Jefatura al llegar, cuando se dieron cuenta que tenía un balazo en la rodilla, me hicieron hincar. Me daban la cabeza contra la pared mientras me decían: "Tenés que ser buenito y hacer lo que te mandamos". Me agarraron de diversión. Se llamaban unos a otros y me mostraban, matándose de risa. "Te vas a morir como un piojo", decían, "cada vez te queda menos sangre". En ese momento aparecieron doce o catorce tiras femeninas. Increíbles, atractivas, vestidas de manera llamativa. Eran las que más se divertían. Allí perdieron toda prestancia. Se llamaban y aplaudían. "Vengan —chillaban— vengan a verlo. Ya no le queda sangre". En ese momento no se de dónde apareció un médico y dijo que había que llevarme al Hospital Militar. Me mandaron acompañado de dos tiras jovencitos que quisieron aleccionarme hablándome del orden y todas esas cosas. Yo apenas podía abrir la boca. Los dejé hablar. Sentía lástima por ellos: eran tan jóvenes. Me llevaron a una sala para hacerme las primeras curas. La nurse empezó a lavarme cuidadosamente las heridas de la cabeza, mientras me preguntaba por qué tenía junto tanto barro, sangre y pasto. Estábamos en eso, cuando llegó el médico. Secamente le dijo a la nurse que saliera. Después llamó a los tiras para que se acercaran, que les iba a enseñar como se hacía una sutura . Ellos se acercaron a mirar. El empezó a clavarme la aguja como para coserme. Pero la aguja no tenía hilo. Los dos aprendices de tira se mataban de la risa. Yo, callado, sentía la aguja que pasaba y pasaba. Parecerá raro, pero en ese momento, mientras la sangre me bajaba por la frente, yo pensaba en todas las cosas que llevan a un hombre a hacerse revolucionarlo ".
UN HOMBRE DEL ESCUADRON
Esta cara hay que mirarla detenidamente: es el rostro de un cipayo, pero no el de un simple amanuense del imperialismo. Enrique "Quico" Fernández Albano se ocupa de tareas sucias, como las que suelen adornar la carrera de un agente de la CIA. Sumergido en el sub-mundo de los espías, de las drogas y las buenas copas, también ameniza sus andanzas con algunas acciones espectaculares.
El rapto del abogado de Hytessa pudo haber sido una de esas, si no se hubiera frustrado por la impericia o la ambición, quién sabe. Si no la salvan sus buenos amigos de la Embajada norteamericana, el "Quico" tiene como para seis años para repasar sus andanzas de filibustero internacional al servicio del imperialismo. Su pasado inmediato en el "Comando Caza Tupamaros" lo vinculó al Escuadrón de la Muerte criollo. Andanzas que comenzaron desde la época estudiantil, cuando su notoria filiación nazi en el medio de Ciencias Económicas lo destacó como para ubicarlo en 1964 en una empresa maderera de Puerto Cabellos. Allí partió el " Quico " y, pronto, en Venezuela, los buenos oficios de la "Embassy" de Caracas lo contactaron con el cuerpo de agentes de la CIA. Vuelto a Montevideo, entró aquí en relaciones con una secretaria de la Embajada, Maureen Roldan, cuyo Mustang Verde se mostrara repetidamente por Montevideo. Haciendo galas de estimables recursos, fue propietario de dos boites, "Bongo" y "Barracuda", junto a Pompeyo Ragni , antes de asociarse a José Berruti para establecerse en Pocitos con la boite "Pussycat", que fue volada en un atentado atribuido al Movimiento de Liberación Nacional, y que se constituyera en centro habitual de reunión de la colonia de agentes de la Embajada yanqui, una de cuyos frecuentes "animadores" fuera el agente Dan A. Mitrione.
En 1966 viaja a Paraguay por asuntos, según "Quico", particulares, vinculados al tabacalero Senín, junto con el contador González Casal, con quien se frecuentaban por asuntos comerciales, y poco después viaja, a Córdoba por un "seminario de relaciones públicas". En el mismo año mantiene contactos con el argentino Jorge Guerra, un agente de la CIA miembro de "Tacuara" que viene regularmente a Montevideo y habita en un apartamento de la calle Francisco Vidal a pocos metros de la Plaza Gomensoro.
A partir de 1967, al "Quico" se le ve frecuentar la sede del USIS de la calle Paraguay, mantiene relación con Juan Carcabellos, vinculado al IÜES y hoy viviendo en Nicaragua, y a Ricardo Fernández, un agente de la CIA que militó en el MRO y que dice ser ingeniero de profesión. Poco después, "Quico" comienza a circular abiertamente con un coche de la Embajada de los EE.UU., un Impala blanco con chapa diplomática, que decía haberlo comprado a un funcionario yanqui que se marchó. En 1970, vuelve a viajar a Venezuela hospedándose en el Hotel Tamanaco, y deja como dirección a sus íntimos la Casilla de Correo 46. Antes de ser procesado, había admitido a sus relaciones más próximas que "después de un trabajito aquí" iba para Roma y Tel Aviv: advirtió que en Roma pararía en el Hotel Imperiale en plena Vía Véneto 24, donde podían escribirle aunque él no estuviera.
Desde 1969 tuvo una oficina en el Victoria Plaza que cubría sus nada claras "operaciones comerciales" bajo las que pretendía justificar su rumboso tren de vida. Entre sus amistades particulares, además, pueden citarse a personajes como Fernando Estrada, amante de otra secretaria de la Embajada norteamericana, Victoria "Vicky'" Blaw, a Jorge Luccisano, hoy propietario de la boite "Zabriskie Point" donde estaba emplazada "Pussycat"; el socio de éste, Spano dueño de la boite céntrica "Blow Up" cerrada por tráfico de drogas y el músico Charles Henry Saint Hubert, dueño del dudoso apodo "Charlotte".
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