20/8/08
SIDE infiltró y aniquiló a familias de opositores
Amaral García, el niño desaparecido en 1974 y recuperado en 1985 por las Abuelas de Plaza de Mayo, declaró ayer por primera vez ante la Justicia que sus padres adoptivos eran del SIDE, cuya misión era infiltrarse en familias consideradas subversivas para entregarlas a la represión.
El testimonio de Amaral García, cuyos verdaderos padres, Floreal García y Mirtha Hernández, fueron dos de los cinco uruguayos secuestrados, trasladados ilegalmente y fusilados en la localidad de Soca en 1974, fue escuchado atentamente por la jueza Graciela Gatti, ya que su relato deja entrever los vínculos entre los organismos de inteligencia argentinos y la represión uruguaya.
La jueza penal de 7º Turno, Graciela Gatti, recibió ayer la ratificación de la denuncia penal de parte de los familiares denunciantes, Alicia Estefanel, Carlos Brum, Héctor Corbo y el re-aparecido Amaral García, y tras ello comenzó el interrogatorio a estos últimos.
El joven Amaral García relató ante la Justicia sus recuerdos, sus memorias, en relación al secuestro de sus padres biológicos, y describió la "última cena" junto a sus padres a modo de despedida. El joven, de sólo tres años cuando los hechos, recordó a sus padres "muy tristes" y acostados en el piso, explicaron fuentes de la investigación a LA REPUBLICA.
El dato más revelador, sin embargo, fue el testimonio de Amaral con respecto a los "vínculos" de sus padres "apropiadores" con el Servicio de Información del Estado (SIDE) argentino. Los padres adoptivos de Amaral eran agentes del SIDE cuya misión era infiltrarse en grupos considerados subversivos para entregarlos a los órganos represivos argentinos, según su relato.
El testimonio de Amaral estaría confirmando, por tanto, la coexistencia de la coordinación represiva entre el SIDE y los organismos de inteligencia uruguayos destinados a la represión desde 1974 (ver nota adjunta).
Breve historia
La causa "Fusilados de Soca" fue presentada dos veces ante la Justicia y dos veces rechazada. La primera denuncia se radicó en 1976 en el Juzgado de 1º Turno de Pando, donde no se desarrolló ninguna investigación. En 1987, cuando el retorno de la democracia hacía prever la investigación de los crímenes cometidos durante la dictadura, la causa se volvió a presentar.
Sin embargo, la investigación se encontró con el escollo del ex presidente de la República y hoy senador, Julio María Sanguinetti, quien consideró la causa amparada en la Ley de Caducidad, por lo que se dispuso su archivo, según indicaron las fuentes.
La historia señala que el 21 de diciembre de 1974 los cuerpos de Floreal García, Mirtha Hernández, Héctor Brum, María de los Angeles Corbo y Graciela Estefanel, fueron encontrados acribillados en la localidad de Soca. El "fusilamiento" de los cinco militantes tupamaros fue considerado una represalia por la muerte del coronel Ramón Trabal en París. La aparición del niño Amaral García en 1985, sin embargo, puso al descubierto el traslado clandestino de sus padres hacia Uruguay por efectivos de los organismos represivos y su fusilamiento.
El traslado de los cinco uruguayos en el denominado "Vuelo Cero" fue confirmado por Julio Abreu, "sobreviviente" de Soca, a LA REPUBLICA y será ratificada próximamente ante la Justicia.
La República
19/08/08
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