"Operación Zapato Roto"

Lilián Celiberti, testigo clave de la coordinación militar entre las dictaduras de Uruguay y Brasil.

El secuestro de Lilián Celiberti y sus dos hijos y de Universindo Rodríguez fue uno de los casos documentados más emblemáticos de la coordinación represiva entre fuerzas militares de Uruguay y Brasil. Se trató de un operativo conjunto uruguayo-brasileño, bajo la responsabilidad de la Compañía de Contrainformaciones del Ejército uruguayo, que lo denominó "Operación Zapato Roto" según el testimonio recogido en el libro Nunca Más del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj). Originalmente consistía en un vasto operativo de detención contra militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) residentes en Brasil.

El hecho pudo conocerse en todos sus detalles tras las denuncias presentadas por un soldado uruguayo, fotógrafo, Hugo García Rivas. Los oficiales que ingresaron clandestinamente a Brasil fueron los capitanes Eduardo Ferro y Glauco Yannone, que lo hicieron con documento falsificado por el mismo fotógrafo. El operativo quedó bajo el mando de Ferro. El 12 de noviembre de 1978, Lilián Celiberti fue detenida en la calle por personas vestidas de civil, que se identificaron como policías. Fue llevada a una unidad policial de Porto Alegre, donde se encontraban otros dos funcionarios uruguayos. Sus dos hijos y Universindo Rodríguez fueron también detenidos en su domicilio. A todos ellos los trasladaron a la Secretaría de Seguridad, donde fueron torturados e interrogados. Dos periodistas brasileños fueron testigos clave del secuestro, quienes después pudieron identificar entre los captores a varios integrantes de la policía política brasileña. La divulgación de la noticia forzó a las autoridades uruguayas a reconocer la detención. Los cuatro secuestrados fueron llevados a la frontera con Uruguay y entregados a militares uruguayos. Celiberti y Rodríguez estuvieron recluidos en la Compañía de Contrainformaciones, y luego en el Batallón de Infantería Blindada Nº13. Permanecieron en prisión hasta marzo de 1984. Los niños fueron entregados a la abuela. Al trascender el secuestro en Porto Alegre, las FFAA uruguayas libraron un comunicado afirmando que Celiberti y Rodríguez habían sido detenidos al pretender trasponer la frontera uruguayo-brasileña con un cargamento de armas. La prueba más definitiva de la falsedad de la versión de los militares uruguayos la brindó la sentencia de la Justicia brasileña sobre el caso. El Procurador General del Estado de Rio Grande do Sul (Brasil) ante la demanda por daños y perjuicios presentada por los dos uruguayos secuestrados reconoció la responsabilidad de Brasil en el secuestro y reclamó que el Estado uruguayo fuera incluido como acusado. El juicio determinó el procesamiento de policías brasileños, así como la identificación de militares uruguayos que participaron en el operativo conjunto.