8/6/08

I- Introducción

El objetivo de estas líneas es ayudar a la comprensión del sistema político uruguayo, de manera simple y al alcance del variado público lector de los Documentos de Trabajo del Cencadec.


Por estructura o sistema político, entenderemos en este caso, el tipo de régimen de gobierno operante en el país, su sistema electoral y el sistema de partidos políticos vigente. Como veremos más adelante, el análisis de estos fenómenos es fundamental para comprender algunos de los acontecimientos más traumáticos de nuestra historia política, y además, para facilitar la comprensión de los futuros acontecimientos en el sistema.


Efectivamente, hoy en día, uno de los temas más preocupantes para la academia y los actores políticos, es sin duda el de la gobernabilidad. En realidad, tal preocupación se remonta en el plano académico, al menos desde la aparición de la obra de Huntington, Crozier y Watanuki, "la crisis de la democracia" (1975), donde planteaban el problema de la ingobernabilidad del sistema democrático, partiendo de la hipótesis de un Estado sobrecargado. Desde las ciencias sociales, esta temática toma relieve con la obra de Jurgen Habermas en "Problemas de legitimación en el capitalismo tardío" (1973). Allí el autor alemán define al capitalismo tardío como un régimen en el que el conflicto de clases del capitalismo liberal se ha vuelto latente y las crisis periódicas se han convertido en una crisis permanente y larvada. Metodológicamente, las tesis habermasianas parten de la teoría de sistemas para interpretar el fenómeno de la crisis. En ese sentido, dice Habermas, las crisis surgen cuando la estructura de un sistema de sociedad admite menos posibilidades de resolver problemas que las requeridas para su conservación. Se trata en definitiva, de un problema de autogobierno, donde la legitimidad del sistema político se vuelve un aspecto central (Habermas, 1973).


En definitiva, para el caso uruguayo, el problema de la gobernabilidad empieza a ser trascendental con la apertura democrática. A nuestro entender juegan aquí dos factores fundamentales: en primer lugar una revalorización de todos los actores políticos del sistema democrático y sus instituciones, relegando la discusión sustantivistas vs. formalistas a un segundo plano; en segundo lugar, y ligado a lo anterior el reconocimiento explícito de los "déficits" del sistema y la necesidad de lograr acuerdos que logren superar las trabas impuestas por la lógica electoral y de gobierno.


Es en ese marco que surgen dos líneas de trabajo en el seno de la clase política. En primer lugar, nos referimos a la búsqueda de una Reforma Constitucional que desbloquee el sistema. A ella se llega finalmente en 1996, aunque luego discutiremos si verdaderamente cumplió con esa función, o primaron otras. En segundo lugar, en tanto no se modificaran los mecanismos institucionales, se intentaron formas de cogobierno que sustentaran la fragilidad del sistema puesto en cuestión. Recordemos, por ejemplo las instancias de la Conapro en los años de apertura; el Gobierno de Unidad Nacional como continuidad de la Conapro en 1984; el llamado a una "coalición a la europea" por parte de Lacalle en 1989; y finalmente la forma más pura de coalición que logran los Partidos Colorado y Blanco con el segundo gobierno de Sanguinetti.


Obviamente, lo interesante para nuestro análisis es comprobar cómo más allá de una larga historia de coparticipación, desde la apertura los alcances coalicionales han sido limitados. El gobierno a base de vetos por Sanguinetti en el período 1985-1989 por un lado, y el fracaso del llamado a la unidad nacional en el gobierno de Lacalle de 1990-1994, contrasta con la vigencia hasta último momento de la coalición "rosada" como se le ha llamado popularmente. Esta última, no sólo ha permitido la legislación de fundamentales reformas (seguridad social, estado, constitucional; además de Leyes de envergadura como seguridad ciudadana, nuevo Código de Proceso Penal, el Presupuesto de 1995 que no admitió nuevos gastos en las sucesivas rendiciones de cuentas, Ley de Inversiones, etc.), sino que además ha perdurado en el tiempo hasta el final del mandato presidencial. Veremos luego, cuál es el contexto de este episodio histórico y las posibles explicaciones del caso.


El trabajo estará dividido en cinco partes. En primer lugar haremos una breve síntesis de cómo operó desde sus orígenes el sistema político en el Uruguay. Luego analizaremos algunas de las tesis más arraigadas sobre la estructura política, para finalmente analizar el sistema de partidos, el sistema electoral y el sistema de gobierno. Finalmente se incluirán en el Anexo, una serie de cuadros con los principales resultados electorales de los últimos años.


Leer: Antecedentes históricos del sistema político.

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