22/6/08

El Escuadrón (VII)

Publicado en revista Cuestión
AÑO I, Nº 5, 10 de junio de 1971


Cuando el avance de las masas hacia mejores destinos se torna imparable, la concientización logra rescatar de prolongado letargo a sectores populares mayoritarios, y surgen opciones en el campo político que permiten augurar el comienzo de un proceso de cambios estructurales, brota entonces la epidemia del fascismo. Tan traicionera como consciente de que puede "prender" en organismos indefensos o arrastrar a su paso, con un hálito infeccioso, a cualquier desprevenido. Pero a la vez inofensiva, porque conoce que ya está inventada la vacuna que la erradicará implacablemente, transformándola en un simple punto de referencia histórica. En el Uruguay de hoy, los microbios fascistas han comenzado a incursionar en la vida nacional bajo algunas formas organizativas que subsisten aún a costa del alto precio que paga la oligarquía criolla desesperada y sus amos imperialistas del norte.



JUP: LOS PITUCOS EN ACCION
Por E. L. Mokossian

Bajo una total y comprobada impunidad, indicadora a las claras del patrocinio gubernamental y policial, jóvenes (o viejos) fascistas uruguayos se han agrupado en torno a la sugestiva Juventud Uruguaya de Pie (JUP) y, bajo su forma legal o colaterales clandestinas, comenzaron a incursionar en los últimos meses, en el campo de la enseñanza media, o bien lisa y llanamente en el terreno estrictamente político. Promocionados y amparados directamente por la prensa "seria", como el suplemento verde de "La Mañana" o el propio diario El País" y su costoso semanario "Tiempo", los incansables "peatones" con colachata y pintita "bian", han protagonizado últimamente vandálicas incursiones en liceos de Montevideo y del interior, así como también vienen perpetrando diversos atentados contra locales políticos y domicilios particulares.

LOS "NENES" SE DIVIERTEN
Aunque casi extinguido definitivamente, el foco nazi-fascista uruguayo, que sufrió fracaso tras fracaso a través de sus distintas formas y frentes de lucha (léase: MEDL, IUES, CSU; ORPADE; Tradición, Familia y Propiedad; Adelante Uruguay; Legión Artiguista, etc.) vio una nueva posibilidad de reagruparse, en los últimos meses, en torno a la bandera común de la JUP.
De inmediato se echaron las bases de la empresa: el dinero no faltaba y el amparo de gobernantes y policías se ofrecía a gritos.
Entonces comenzaron las primeras diversiones con manifiestos y periodicuchos intimidatorios, amenazas telefónicas y escritas a familiares de presos políticos, e incluso, algún que otro atentado en los domicilios de éstos o de sus abogados defensores. Por entonces mantenían sus caras ocultas pero comenzaban a tomar desdibujada forma en algunos puntos del interior del país. Allí comenzaron a llegar con la ayuda del costoso aparato publicitario, al que contribuía gran parte de la prensa "grande" (la otra parte no quería quemarse); pero la campañita resultó un fiasco.

DE BRUM Y LA J.U.P.
La JUP comenzó a cobrar vuelo y sentirse materialmente apoyada en fecha que coincide, muy sintomáticamente, con la asunción al Ministerio del Interior, del Dr. De Brum Carbajal. Suspicaces observadores políticos coincidieron en señalar por entonces (enero/71) que desde la propia Secretaría de Estado se alentaba la creación de una fuerza parapolicial, financiada, armada y entrenada por la propia policía. No pasó más que de versión oficiosa pero parecía tener algunos fundamentos. En efecto, las relaciones JUP-De Brum debieron ser sumamente estrechas cuando el Ministro, durante uno de sus múltiples anuncios del finalmente implantado Registro de Vecindad, indicó que serían los jóvenes de pie, junto a la policía, los encargados de llevar a la práctica el censo que (vaya coincidencia) tiene como patrón el implantado por las huestes del nazismo en la Alemania de Hitler.
Y recientemente, en su discurso del 4 de mayo por cadena de radio y televisión fue el propio Ministro del pachequismo quien se encargó de dar aliento a los grupos fascistas de la JUP que pocos días antes, habían sido responsables de balear estudiantes del Liceo Bauzá, ocupar ese y otros centros de estudios y promover la situación caótica que da pie a la Interventora de Secundaria para clausurar más de una decena de liceos, suspender alumnos y profesores y promover la detención de varios centenares de éstos.


EL FOCO DEL BAUZA
El 27 de abril los estudiantes del Liceo Nº 6, Francisco Bauzá, tratando de poner fin a una tensa situación que venía precipitándose desde principios de mes, originada por un reducido núcleo de alumnos y elementos foráneos calificados como fascistas, resolvió reunirse en asambleas autorizadas en el interior de ese local.
La provocación no tardó en producirse, por parte de un minúsculo grupo de jóvenes, perfectamente individualizados como integrantes de la JUP. Estos sacaron a relucir cachiporras, cuchillos y armas de fuego y tras disparar varios balazos en el interior del local, salieron a la calle y balearon desde allí el edificio que albergaba a centenares de sus compañeros. Por casualidad no hubo heridos y tampoco apareció la policía por el lugar, aunque algunos testigos afirman haber visto una "chanchita" en las inmediaciones.
Al día siguiente, mientras una concentración de alumnos se realizaba en las afueras del liceo y se procedía al cambio de turno, el mismo grupo que actuó en la víspera ocupó el edificio. Apoyado desde afuera por ocupantes del VW matrícula K-60-298, dispararon decenas de balazos contra estudiantes, profesores y padres que debieron correr despavoridos y guarecerse en las inmediaciones. Aquí tomó intervención la policía pero para detener a cuatro estudiantes que procuraban eludir los balazos.
La ocupación se mantuvo por escasos dos días, pero en el interín los fascistas armados y ya individualizados, llamaron a una conferencia de prensa en la cual manifestaron su incondicional apoyo a la Interventora de Enseñanza Secundaria y se proclamaron "protectores del Instituto". Y hasta acusaron al resto del alumnado de ser responsable de los destrozos ocasionados por su propia ocupación del local.


EL CAOS SE EXTIENDE
* El mes de mayo comenzó con un negro panorama en casi todos los centros de la enseñanza media. A las provocaciones iniciales en el Bauzá se sucedieron las de la misma banda fascista en el Liceo 18 de Millán y Larrañaga y las de otros grupúsculos de igual orientación vinculados con la JUP, en otros liceos capitalinos y del interior. Así la Interventora de Secundaria fue clausurando los liceos Nº 2 Rodó; Nº 4 Zorrilla; Nº 7 Suárez; Nº 12; Nº 15 de Carrasco; Nº 16; 17; 18 y 20, en tanto que en el resto de las casas de estudios, e incluso en liceos habilitados se vive un panorama de incertidumbre total que hace suponer una derivación similar a la del pasado año lectivo, en el cual fueron suspendidos los cursos.

* El 8 de mayo el Bauzá fue nuevamente escenario de la violencia fascista, cuando alumnos de varios liceos intentaron llevar a cabo un homenaje al estudiante Leonardo Beledo, a un año de su muerte alevosa por parte de un funcionario policial. Ciento sesenta estudiantes fueron detenidos en la oportunidad y manoseados en la Comisaría 18ª y la Jefatura de Policía, pese a su minoría de edad.

* Paralelamente, en el interior se vivieron situaciones semejantes, especialmente en el Liceo de Las Piedras, donde se practicaron decenas de detenciones de alumnos y tres de ellos fueron procesados, en tanto el local fue clausurado.

* Cabe consignar que en los centros de estudios donde la situación era totalmente normal, se inventaron excusas como bombas colocadas en el edificio a fin de proceder a su desocupación. Tal lo ocurrido en el Liceo Rodó para obstaculizar una asamblea autorizada del alumnado.

* Por su parte el Instituto Eduardo Acevedo, tras dos días de provocaciones de los mismos grupos fascistas que actuaron en el Bauzá y Liceo Nº 18, se anotó la presencia del Comisario Juan María Lucas, Jefe del Departamento Nº 6 de Información e Inteligencia, quien apoyado por varios funcionarios policiales uniformados incursionó en el recinto liceal y profirió insultos y amenazas a profesores y alumnos.

QUIENES Y CUANTOS SON
Los jóvenes de pie apenas son un puñado en los distintos centros de estudios secundarios y por lo tanto fácilmente identificables. Los hilos de las marionetas, a nivel de JUP, son manejados por Gabriel Melogno, que es presidente del grupo fascista capitalino, pero a la vez secretario del Director Interino de Enseñanza Secundaria Antonio Escanellas. También dirigente capitalino es Hugo Manini Ríos, hermano de Carlitos Manini Ríos e hijo del director del diario "La Mañana", donde se publicitan todas las hazañas de los jupianos, especialmente en su suplemento verde para el interior.
Conspicuos dirigentes del interior, son Amorim, Gagliardi, en Salto; Ricagni (50 años pero igual joven) que es también Presidente de ORPADE, en Lavalleja; Jorge Mancuello y Pereira, en Rocha; Rolando Méndez, en Treinta y Tres.
Pero, si bien estos dirigentes mantienen su fachada legal, vayamos a la nómina de los jóvenes de pie, participantes en los distintos incidentes en centros liceales, y que aún mantienen su impunidad:

Los agresores en el Liceo Nº 6 Fco. Bauzá fueron:

Marcelo Carballo: estudiante de la Facultad de Veterinaria y uno
de los jefes.
Ulises Fernández: (a) "El Manco Ulises", funcionario policial de
reconocida trayectoria nazifascista en varios grupos extinguidos.
Nelson Di Candia: Estudiante de Preparatorio de Ciencias
Económicas, expulsado el mes pasado del Liceo 18
Mario Papazian: activo recolector de firmas reeleccionistas en el
Bauzá.

A éstos se agregan Ricardo Abeledo; Luis Sica; Valdenama; Gualberto Cuenca (funcionario de la OEA) y Guidebono (funcionario policial).
En el Liceo 18 de Millán y Larrañaga, el grupo anterior actuó apoyado por los alumnos Andrés Galland, Homero Corbo, Miller, Liliana Reyes, Soca y por la profesora Cily Steigman, también activa integrante de la JUP.
En el Liceo Nº 15, el grupo fascista lo integran Berriolo, Dragonetti, Sghirla, Lemes, Goldenberg, Motú, Pedrozza y
Debernardis, que es adscripta del propio Instituto.
En el Liceo Eduardo Acevedo de Colón, el mismo grupo del Bauzá incursionó apoyado por Reske, Otte y Merovich y finalmente en el Liceo Varela fue individualizado y expulsado por actitudes antigremiales Miguel Sifía.
En el IAVA 2, Enrique Etchevers, Silvia Echandi de Batlle y Ordóñez, Ricardo Trindade y Hugo Ferrari.
Una concreta denuncia sobre el auspicio estatal a las hordas de la JUP fue realizada en los últimos días, en el transcurso de un acto de la UJC, por parte del diputado Rodney Arismendi.
Según el referido legislador, obraba en su poder un documento por el cual el Ministerio de Defensa Nacional da órdenes de transportar en aparatos de la Fuerza Aérea Uruguaya a varias delegaciones "estudiantiles". Una de ellas es para Hugo Manini Ríos y 22 personas, otra para el citado y una delegación estudiantil desde Treinta y Tres a Salto, una tercera orden para transportar a Ricardo Trindade y otros, de Salto a Treinta y Tres y viceversa y finalmente un vuelo que tuvo como pasajeros a Hugo Ferrari, Mario Sica, Gabriel Francisco Melogno y otros.




Publicado en el Nº 1590 de MARCHA, AÑO XXXIII/ ABRIL 28 DE 1972.
LLAMAMIENTO, PLATAFORMA Y MOVILIZACION DE LA CNT PARA EL 1º DE MAYO
Las organizaciones que suscriben, en plena movilización y combate por las libertades sindicales y democráticas, unidas a las reivindicaciones económicas y sociales, dispuestas a terminar con la política de fascistización del país, se dirigen al conjunto de los trabajadores y al pueblo, llamándoles a estrechar filas en la lucha común contra la oligarquía y el imperialismo.
Marchamos con todas las fuerzas desplegadas a la conmemoración de un nuevo 1º de Mayo, día internacional de los trabajadores, cuyas experiencias de combate resonaran a lo largo de todo el país, en momentos difíciles para nuestro pueblo.
Lo hacemos cuando la crisis económica golpea duramente los rubros de producción agropecuaria e industrial, se procede a la desnacionalización de las empresas del Estado, cuando la deuda externa ha llegado a más de 850 millones de dólares y el presupuesto nacional se encuentra desfinanciado en cerca de 43 mil millones de pesos.
Esta situación de catástrofe se agrava porque los grandes banqueros, latifundistas y empresarios, importadores y exportadores, actúan desde el gobierno en función de sus ganancias y privilegios, así como las de los monopolios y banqueros extranjeros, aumentando las penurias y miserias de las grandes masas.
Esta fue la política del gobierno anterior y es la del actual cuando concreta nueva carta de intención con el Fondo Monetario Internacional y procede a devaluar la moneda en un 105 %, aumenta las tarifas y los precios de todos los artículos de primera necesidad y congela los salarios de los trabajadores de la actividad privada y asalariados rurales, estableciendo un mísero 20 %, lo que servirá de medida para los trabajadores del estado, mientras no paga los atrasos a los jubilados y pensionistas y se prepara a estafarles las nuevas revaluaciones.
Todo ello se agrava cuando vemos que el actual gobierno, en la línea represiva del anterior, se niega a levantar definitivamente las medidas de seguridad, manteniendo detenidos por tal motivo, sigue protegiendo las bandas fascistas como la JUP y organismos parapoliciales como el "Escuadrón de la Muerte", facilitando atentados y crímenes contra los trabajadores y el pueblo.
El aumento de esta política represiva, al haberse suspendido las garantías individuales y declarado el estado de guerra, ha determinado que, a la ya larga lista de mártires de la clase obrera y el pueblo, caídos en el proceso histórico de luchas sociales, tengamos este 1º de Mayo que agregar con profunda indignación y dolor, la de los siete obreros comunistas caídos el lunes 17 en el Paso del Molino, cuyos nombres perdurarán para siempre en el recuerdo y los corazones del proletariado uruguayo, como quedó demostrado en la inmensa muchedumbre que les acompañó el día del sepelio.
Contra esta política represiva, antinacional, apátrida, inaugurada el 13 de junio de 1968, las organizaciones sindicales hemos venido combatiendo de manera sostenida y consecuente, en defensa de los intereses y derechos de la clase obrera y el pueblo.
En tal combate hemos avanzado en nuestra unidad, organización y nivel de conciencia, mientras las fuerzas del enemigo, aún conservando el aparato del estado en sus manos, muestran cada día mayores contradicciones y debilitadas, en relación con las grandes masas de nuestro pueblo, aún aquellas que los votaron.
Es por ello que nos encontramos al frente de grandes movilizaciones como el histórico paro general del 13 de abril del corriente, como el paro de 48 horas los días 18 y 19, y los paros parciales del martes 25, cuyos objetivos están expuestos en la plataforma de este 1º de Mayo.
Desplegamos una gran ofensiva, por la libertad y la democracia, por el levantamiento del estado de guerra y la suspensión de las garantías individuales, por el levantamiento total de las medidas de seguridad y la libertad de los detenidos por este concepto.
En lucha radical a los intentos fascistas, así como a la sanción de ese monstruoso proyecto de ley llamado de "Seguridad del estado".
Todo ello unido al reclamo de salarios y sueldos y jubilaciones decorosas, en lucha contra la brutal carestía de la vida desencadenada por el gobierno y las clases dominantes.
Unido a la lucha por la seguridad social, por fuentes de trabajo, por la educación y la protección de la salud del pueblo.
Unido al reclamo del pequeño y mediano productor del campo, del industrial, el comerciante, que ven perjudicada y en vías de liquidación su actividad.
Es imprescindible un cambio en las estructuras caducas, liberarnos de la dependencia extranjera y terminar con el monopolio en lo interno de los grandes banqueros y el latifundio.
Atento a ello es que nuestras banderas de lucha se confunden con la de nuestros hermanos de clase a escala internacional; somos conscientes que formamos parte de la lucha que en el plano internacional produce profundas transformaciones revolucionarias.
Juntos integramos el gran frente antiimperialista, que está haciendo tambalear definitivamente las bases del sistema capitalista mundial.
Por eso más altas que nunca, las banderas de solidaridad con Vietnam, con Chile, con Cuba, con todos los trabajadores y los pueblos que luchan por la liberación nacional, por la soberanía y la autodeterminación, por disponer definitivamente de sus riquezas y su destino, para construir una sociedad sin explotados ni explotadores.
Por lo expuesto, a toda la clase obrera, a los trabajadores de la ciudad y el campo, manuales e intelectuales, a los pequeños y medianos productores industriales y comerciantes, a las mujeres y los jóvenes, para empuñar en sus manos la palanca de la organización, la movilización de todo nuestro pueblo en este 1º de Mayo, que nos acercará a etapas definitivas de nuestra liberación.
¡En memoria eterna de nuestros mártires!
¡Viva el 1º de Mayo!
¡Viva la unidad, solidaridad y lucha de la clase trabajadora y el pueblo!
¡Viva la solidaridad internacional de los trabajadores y los pueblos!


PLATAFORMA
1) Vigencia plena de los derechos y libertades sindicales y democráticas; levantamiento total de las medidas policiales de seguridad y libertad de los detenidos en función de las mismas; levantamiento del estado de guerra y de la suspensión de las garantías individuales; lucha contra el fascismo y contra el proyecto de ley llamado de "Seguridad del estado"; apoyo y solidaridad a todos los gremios en lucha y restitución de los destituídos; contra las sanciones económicas y las multas por motivos gremiales.
2) Aumentos de sueldos y salarios en la actividad privada y del estado, de acuerdo con el costo de vida; contra la política de congelación, reiterada por el Poder Ejecutivo; por la ley salarial y derogación de Coprin; contra la carestía y especulación.
3) Conservación y ampliación de las fuentes de trabajo: medidas efectivas y planificadas para incrementar la actividad industrial, agropecuaria y de transporte.
4) Defensa e incremento de la enseñanza, la educación y la cultura en todos sus niveles.
5) Defensa de la seguridad social; pago inmediato de lo atrasado a los jubilados y pensionistas; aumento de las pasividades de acuerdo con el costo de vida; representación de los trabajadores y los jubilados en el Banco de Previsión Social; seguro de enfermedad para gremios que aún no lo tienen y seguro nacional de salud.
6) Vivienda para todos los sectores modestos; congelación de alquileres e impedimento de desalojos; apoyo a las cooperativas de ayuda mutua para la construcción de viviendas; defensa de los fondos especiales por convenio que varios gremios tienen para vivienda; coordinación de las líneas de transporte para una correcta atención a la población de las villas.
7) Protección a los pequeños y medianos productores; pago de las cosechas en tiempo y forma y fijación de precios remunerativos; política crediticia a bajo interés para pequeños y medianos productores agropecuarios, así como industriales y comerciantes.
8) Por soluciones efectivas a la crisis; ruptura con el F.M.I. y moratoria de la deuda externa; nacionalización de la banca, del comercio exterior y de la industria frigorífica; defensa de los organismos nacionalizados, y reactivación de la industria nacional; coordinación de todos los medios de transporte; reforma agraria.
9) Solidaridad y lucha internacional; pleno apoyo a los trabajadores y los pueblos que luchan contra la intromisión y agresión del imperialismo; solidaridad con Vietnam, Chile, Cuba y demás pueblos en combate; en defensa del principio de autodeterminación, la soberanía y la independencia nacional; por la consolidación de la paz mundial.

MOVILIZACION
Concentración: Palacio Legislativo, hora 15 y 30. Mitin final: Agraciada y Colonia.
Concentraciones previas:
Agraciada y Zufriategui, hora 14. Convergen columnas a pie o en camiones de: Cerro, La Teja, Pantanoso, La Barra, Paso de la Arena, Nuevo París, Belvedere, Prado, Capurro. Marcha hacia el palacio por Agraciada, Rondeau y Colombia.
Millán y Raffo, hora 14. Confluyen camiones: Colón, Peñarol, Sayago. Marcha hacia el Palacio por Millán, San Martín y Agraciada.
8 de Octubre y Garibaldi, hora 14: Confluyen camiones de: Camino Maldonado, Jardines del Hipódromo, Curva de Maroñas, La Unión, Camino Carrasco. Marcha hacia el Palacio por Garibaldi y General Flores.
General Flores y Garibaldi, hora 14. Confluyen camiones de: Cerrito, Marconi, Guardia Oriental, Reducto, Jacinto Vera, etc. Marcha por General Flores.
Rivera y Soca, hora 14. Confluyen camiones de: Carrasco, Malvín, Buceo, Pocitos, etc. Marcha por Rivera y Sierra.
Canelones y Ejido, hora 14. Confluyen de: Palermo, Barrio Sur, Ciudad Vieja, Centro, Cordón. Marcha por Ejido, La Paz, Barrios Amorín y Yaguarón.
Explanada de la Universidad, hora 14. Se concentran la juventud estudiantil y obrera. Marchan por 18 de Julio y Sierra.




Publicado en el Nº 1590 de MARCHA- Año XXXIII/ Abril 28 de 1972
SABADO 15, EN LA ASAMBLEA GENERAL DEL DISCURSO DEL SENADOR ENRIQUE ERRO


Señor Erro: (...) Tengo un deber moral con mi país y con esta Asamblea. Dije al principio de la misma, cuando el compañero señor legislador Terra manifestó que había recibido un determinado material -se nos envió a muchos legisladores, incluso pude ver a algunos de ellos con cassettes en sus bolsillos, no son pocos, pero no tengo por qué dar sus nombres-, que lo iba a leer.
El señor legislador Terra hizo un último intento frente a la Asamblea General -y lo hizo como es él, con total sinceridad-, sin querer con ello impedir su pronunciamiento, porque aunque estuviéramos 15 días aquí, somos hombres políticos y sabemos que hay una mayoría de los partidos Colorado y Nacional para votar esto que, realmente, creo que puede ser muy desgraciado para el futuro del país.
El señor legislador Terra insistió en su planteamiento, y no lo entendieron. Todavía tuvo que soportar las expresiones infelices de algunos señores legisladores que le imputaban actitudes que él no tuvo. Quiso hacerle un bien al país a través de su moción, y no se le entendió. Es decir, que siempre está presente esa política de no dialogar, de no comprender, de rechazar, de aprovecharse de la mayoría para dar un mazazo a las buenas intenciones del compañero del Frente amplio.
Entonces, no podemos terminar nuestra exposición sin que nosotros, que al igual que tantos compañeros, recibimos el mismo material, le demos lectura.
(...) Señor presidente, nosotros vamos a dar lectura a este documento que llegó al parlamento. El parlamento escuchará la lectura del documento que muchos han recibido, al cual algunos le niegan autenticidad -esto habrá que investigarlo-, pero pienso que está la cassette, que la voz sea de la misma persona, que además hace las denuncias graves, porque este hecho debe inscribirse en esto que estamos viviendo hoy.
Este "Escuadrón de la Muerte" y estos hombres con cargos importantes en determinados sectores del orden de la sociedad, o que tendrían que cumplir el orden de la sociedad, dan razón a cuando tantas veces levantamos la voz, y muchos habrán pensado que nosotros lo hacíamos quién sabe con qué intención.
No, señor presidente: lo hacíamos con el único propósito de contribuir, al final de la jornada, a la gran paz en el país, porque sin ella no habrá progreso ni habrá cambios ni absolutamente nada.
Esa ha sido la intención, y no otra. Nadie podrá adjudicarnos otras que las que emanan de nuestras palabras y de nuestra actitud.
El documento dice así: "Yo (y aquí tengo que dar un nombre porque públicamente se ha dado, como el de una persona detenida), Nelson Bardesio, oriental, casado, de 31 años, funcionario del Ministerio del Interior, declaro ante el Tribunal del Pueblo mi participación en los hechos que conozco en relación con atentados terroristas. Desde diciembre de 1970, cumpliendo órdenes de mis superiores en el Ministerio del Interior, participé en los atentados que detallo a continuación:
1) Contra el domicilio del doctor Arturo Dubra. Lo ejecuté conjuntamente (quiero hacer una salvedad: yo no voy a leer los nombres y solamente lo voy a hacer en el caso de que el nombre pertenezca al de una persona que cayó en esta lucha; voy a evitar todos los demás porque entiendo que el lugar donde daremos los nombres será, entonces sí, en el Senado de la República, cuando el próximo martes, en un debate importante, desde luego, seguramente se vote por unanimidad para que esto se esclarezca hasta el fin -y estoy seguro que hasta tranquilizará al Ministro del Interior una investigación de este tipo-, la designación de una comisión investigadora donde, repito, daré todos los nombres para que se tomen las declaraciones debidas) con el capitán de marina Ernesto Motto Benvenuto, que trabaja para el M-2, Inteligencia de la Marina, y es enlace oficial entre el Estado Mayor Naval y la Jefatura de Policía. Fuimos en un automóvil de Jefatura que condujo. Entramos por la rambla, y estacionamos el coche por Iturriaga, a unos 40 ó 50 metros de la casa de Dubra. Nos bajamos y yo fui hasta la casa, colocando la bomba en una jardinera y disponiendo una mecha larga que nos diera tiempo a salir del área, ya que hay guardia armada en una embajada que está situada en frente de la casa. Una vez encendida la mecha, lo que hice rápidamente, caminé hasta estar fuera de la vista de la guardia de la embajada, y luego corrí hasta el auto, saliendo de la zona inmediatamente.
2) Contra el domicilio de la doctora María Ester Gilio. Utilizamos dos coches, proporcionados por la Jefatura. En uno iba yo con (...) y en el otro, de custodia, viajaban tal, tal y tal. Entramos por Alpes, y estacionamos a la altura de Golfarini y Basáñez. Me bajé, llegué hasta la casa y arrojé la bomba hacia el jardín, regresando rápidamente y saliendo ambos vehículos de la zona.
3) Contra el domicilio del doctor Artucio. Utilizamos un coche proporcionado por la Jefatura. Con él levanté a (...) en 8 de Octubre y Comercio, desde donde llegamos hasta la zona, dando un par de vueltas. Pasamos con el auto a unos 20 metros de la casa. Me bajé y arrojé la bomba hacia el jardín, saliendo inmediatamente de la zona. Dejé a (...) en 8 de Octubre y llevé a (...) hasta su casa. Posteriormente dejé el automóvil en Canelones esquina Ibicuy y me retiré, avisando a Mesa de Radio de Jefatura el lugar donde quedaba el coche.
4) Nuevamente contra el domicilio del doctor Artucio. Utilizamos un coche de Jefatura que recogí en la calle Canelones conjuntamente con (no doy los nombres). Luego aguardamos en la Plaza del Viejo Pancho (Avenida Brasil y Boulevard Artigas) la llegada del comisario (...), jefe de (...). Llegó algo retrasado en un automóvil conducido por el inspector (...). En el coche de Jefatura conducido ahora por (...) nos dirigimos hacia la zona, donde dimos varias vueltas hasta estar seguros de que no había vigilancia ni patrullaje".
Quiero hacer un pequeño paréntesis. Solicito que los taquígrafos tomen totalmente la versión, porque a veces piden el documento y entiendo que no puedo entregar este documento a los taquígrafos, pues a pesar de su inmensa honradez creo que esto no puede salir de mis manos, a pesar de saber que hay otros compañeros que lo tienen, aunque sé que lo van a manejar con la misma discreción que yo. Hecha esta constancia, continúo.
"Estacionamos el coche en la esquina de la casa, bajando yo con (...) de custodia. Colocamos un pan de gelinita en la puerta del garaje y regresamos al auto, saliendo de la zona.
5) Contra el domicilio del doctor Liberoff. Teníamos información de que la casa estaba vigilada, por lo que un par de días antes mandé realizar una observación, no advirtiendo nada fuera de lo normal. Realicé el operativo con (...) en un automóvil de la Jefatura que luego conservé en mi poder (no digo el auto porque está la matrícula, aunque se dice que es ficticia).
Pasamos un par de veces por el lugar sin registrar nada anormal. No obstante le indiqué a (...) que apenas entreparara el automóvil arrojara el artefacto (medio pan de gelinita) hacia el jardín, cerca de la puerta del garaje. Salimos de la zona sin inconvenientes.
6) Contra el domicilio de la doctora Alba Dell´Acqua. Este atentado fue ordenado y calificado, pero no llegó a realizarse, debido a que consideré que el automóvil proporcionado por Jefatura (al que me referí antes) no estaba en condiciones mecánicas adecuadas. Al ser informado de esto, el ministro del Interior ordenó al jefe de policía que resolviera tal dificultad, pero por razones que desconozco, la orden no fue oportunamente cumplida. Estos atentados me fueron ordenados por el coronel ... (no digo lo demás) en forma directa o a través del oficial inspector (...). La orden provenía del (...), luego, reemplazado por (acá puedo decirlo, porque es uno de los fallecidos) Armando Acosta y Lara, estaba en conocimiento del inspector (retirado) (...), director (...), donde yo trabajaba. Fulano, fulano y fulano formaban parte de un grupo de vigilancia inicialmente entrenado por mí en el período que Fulano ocupó tal cargo. Este grupo recibió un curso complementario de entrenamiento en Buenos Aires, dictado en el Servicio de Informaciones del Estado (SIDE). La gelinita utilizada en los atentados me fue entregada personalmente en Buenos Aires por el capitán (es un capitán argentino, pero no voy a dar tampoco el nombre), jerarca del SIDE, con quien tomé contacto por indicación del subsecretario (...) El día y la hora en que se realizaban estos atentados quedaban bajo mi decisión, debiendo ser previamente comunicados al (...), para que éste dispusiera la suspensión del patrullaje policial en la zona correspondiente, a efectos de evitar un encuentro entre nosotros mismos. Por conversaciones mantenidas en el Club Naval, me consta también que grupos integrados por elementos militares han realizado atentados de esta índole. El capitán (...) comandaba uno de estos grupos, integrados por gente del Servicio de Información de Defensa (SID). Sus «operativos de mucho ruido» eran diariamente comentados en los almuerzos del Club Naval. El capitán (...) había organizado a su vez un grupo terrorista integrado por subalternos suyos. El mismo contaba que su grupo había realizado varios operativos sin tropezar con dificultades, como por ejemplo la balacera contra el domicilio de la doctora Gilio. El capitán (no puedo agregar otra cosa), por lo que su grupo terrorista debe haber sido heredado por (...) quien lo sustituyó en ese puesto. Por indicación de (...) la Jefatura de Policía dispuso que grupos de la Guardia Republicana pintaran leyendas en los domicilios de militantes tupamaros presos y de otras personas. Declaro que todo lo antedicho es un fiel recuento de los hechos, y admito mi participación en los mismos y la responsabilidad consiguiente, para constancia de lo cual firmo. Nelson Bardesio"
El segundo documento dice:
"Yo, Nelson Bardesio, oriental, casado, de 31 años, funcionario del Ministerio del Interior, declaro ante el Tribunal del Pueblo mi participación y todo lo que conozco acerca de la penetración de agentes y organismos extranjeros en las fuerzas represivas uruguayas: Ingresé a la policía de Montevideo el 15 de agosto de 1963, después del curso de preparación funcional. Pasé al Departamento de Vigilancia de Investigaciones, Sección Homicidios. En los últimos meses del año 64 pasé a desempeñar funciones en la Ayudantía de Investigaciones. En 1966, después de las elecciones en las que resultó electo presidente el general Oscar Gestido, un amigo de Jefatura (elimino su nombre), me propuso preparar en común un proyecto para crear una dirección de inteligencia policial, que tendría nivel nacional. (...) era muy amigo de la esposa de Gestido, y debido a esa vinculación, él había podido enterarse del propósito del nuevo gobierno de crear dicha dirección. Preparamos el proyecto, (...) tuvo nuevas conversaciones con (...) y con (...), y tras algunos trámites se nos puso en contacto con el coronel (..., jefe de tal cosa). En marzo o abril del 67, el coronel tal nos puso en comunicación con William Cantrell, asesor norteamericano de la Oficina de Asistencia Técnica que dependía de la Agencia para el Desarrollo Internacional, AID, de Estados Unidos. Aunque nuestro proyecto no tuvo andamiento, ya que los asesores norteamericanos habían establecido sus propios lineamientos para la creación de la nueva dirección. Fulano y yo fuimos incorporados al núcleo original de funcionarios que formarían parte de la Dirección de Inteligencia. Fulano fue encargado de las actividades estudiantiles, y yo pasé a ocuparme de la responsabilidad administrativa, de lo que es el local de Inteligencia de 18 y Paullier, trabajando junto con Cantrell, pues por su intermedio se obtenía el material necesario para las instalaciones de las oficinas, radio y laboratorios fotrográficos, al que una vez terminado me integré. Supongo que Cantrell era funcionario de la CIA. Se movía con una gran independencia, incluso en la oficina técnica de AID, cuyo jefe de entonces era un hombre muy entrometido que, sin embargo, no se inmiscuía para nada en lo que hacía Cantrell ni en la Dirección de Inteligencia. Cantrell, además, trabajaba con fondos propios. La Dirección de Información e Inteligencia se organizó con fondos de la jefatura y de la embajada norteamericana. Si se trataba de refaccionar el edificio, en materia de albañilería, pintura o alguna cosa de ésas, los fondos los proporcionaba la Jefatura. Si era para material técnico, máquinas de escribir o cualquier otra cosa, los proporcionaba Cantrell. Estos fondos no provenían de la AID sino directamente de la embajada, y que la AID no proporciona fondos, sino que financia adquisiciones y luego hay que pagarle esas adquisiciones. Además de mi trabajo en el laboratorio fotográfico, yo le servía de chofer a Cantrell en un yip de la embajada que era utilizado por la Dirección de Inteligencia. Lo iba a buscar a su casa por la mañana y lo llevaba a la Dirección de Inteligencia, o a la Jefatura, o a la embajada. Si lo llevaba a la Dirección de Inteligencia, cerca del mediodía debía trasladarlo a la embajada. En cualquier caso a las 5 y media ó 6 de la tarde, lo recogía en la embajada y lo llevaba a su casa, quedándome con el automóvil por la noche. Una vez por semana lo llevaba a (...), dejándolo allí, pues él se iba más tarde en el automóvil de su esposa. La Dirección de Información e Inteligencia comenzó a organizarse entre noviembre y diciembre de 1966. Por mi trabajo en el laboratorio fotográfico yo dependía del subcomisario (...), quien era, a la vez, el encargado de procesar todo el material que se recogía y simultáneamente el responsable del reclutamiento y entrenamiento. De todo ese trabajo se entregaba copia, diariamente, a la embajada norteamericana, siendo Fulano el contacto con ella. No sé exactamente cuándo comenzó a pasarse copia de la información a la embajada, pero tal cosa ya estaba establecida antes de mi ingreso a la policía, y se realizaba con pleno conocimiento del jefe de policía y del Ministro del Interior. A nivel de los jerarcas Cantrell realizaba los contactos abiertamente, visitando en su despacho a fulano y fulano. Después que se fue Cantrell, Fulano y Fulano hacían los contactos con la embajada en el Victoria Plaza, donde almorzaban periódicamente con un funcionario norteamericano a quien llamaban simplemente Roberto. Estos contactos los debe realizar actualmente el inspector tal, quien probablemente sea el único que conozca oficialmente el contacto de Inteligencia y la embajada norteamericana. Como ya dije, cuando yo trabajaba en DII el contacto orgánico con la embajada lo mantenía Fulano. En caso de licencia o enfermedad de éste, quien lo sustituía era el subcomisario tal, que debe estar, actualmente, a cargo del fichero de Inteligencia y del contacto con la embajada desde que fulano se fue a vivir con su familia a (...) a fines de 1971, tras el segundo atentado de que fue objeto su casa. Fulano recibía dinero de Cantrell por algún trabajo especial. Esto explica que haya abandonado, a los pocos meses de estar en la División de Inteligencia, un trabajo particular que tenía en una oficina de informes comerciales. Yo no recibía pago extra de Cantrell, pero en más de una oportunidad él me ofreció dinero en préstamo, lo que acepté cuando se me presentó un problema en la caja chica que yo manejaba en (...). En esa oportunidad Cantrell me prestó once mil pesos. El correo con la embajada estaba y está a cargo del sargento tal, quien utiliza para esa tarea un yip negro en el que viaja diariamente entre la DII y la embajada norteamericana, de tal hora a tal hora aproximadamente, acompañado de un chofer y un custodio. Se envía a la embajada copia de todos los partes y de las informaciones procesadas en Jefatura. Por su parte la embajada solicita periódicamente copia de determinadas informaciones que utiliza, especialmente grabaciones de los teléfonos intervenidos. Además de Cantrell y (...) conocí a otros funcionarios asesores norteamericanos. Fulano, funcionario de la embajada y amigo de Cantrell, desapareció inmediatamente después que se descubrió la centralita telefónica de Pocitos, desde donde se interceptaban los teléfonos de la embajada soviética. El descubrimiento de la centralita puso muy nerviosos a los norteamericanos; el mismo Cantrell intercedió para que se dejase en libertad al matrimonio español que figuraba como ocupante de la casa de la calle Ellauri donde estaba instalado el equipo de intercepción. Fulano era asesor de la oficina de asistencia técnica de AID. Aunque eso no entraba en sus funciones, sé que fulano, a instancia del capitán tal, jefe de tal, dictó un curso de instrucción de tiro a varios integrantes de (...). Como ya declaré ante el Tribunal del Pueblo, fulano había formado un grupo con subalternos de confianza para realizar atentados. Fulano fue el sustituto de fulano. Se encargaba del trabajo administrativo de la Oficina de Asistencia Técnica y de organizar los cursos regionales para las policías del interior. Era norteamericano, de ascendencia mexicana. Usaba un Maverick de Jefatura, y lo vi a menudo conversando con el coronel tal que era tal y después fue nombrado tal. Dan Anthony Mitrione me fue presentado como sucesor de tal. Lo vi muy pocas veces, pues no concurría tan asiduamente como tal a Jefatura; en esas ocasiones sólo cambiamos saludos o algunos comentarios sin trascendencia. Sobre los actuales asesores norteamericanos, sólo conozco el nombre de un tal, que según tengo entendido sustituyó a fulano. Conocí también a un técnico norteamericano en fotografía, cuyo nombre no recuerdo, que me enseñó a cargar y descargar una cámara traída por la embajada e instalada en el Aeropuerto de Carrasco, para fotografiar los pasaportes de los pasajeros que ingresan al país. Tengo entendido que el mecanismo de esta máquina es considerado en Estados Unidos secreto militar. Aún después de dejar el laboratorio fotográfico de la DII y pasar a la secretaría de fulano, yo continué concurriendo a Carrasco semanalmente para retirar el filme y recargar la cámara, pues no había otro que supiera hacerlo. A mediados de 1970, pasé al Ministerio del Interior para participar en la organización de un grupo de información que dependiera directamente del ministerio. Me fue asignado un grupo de 5 hombres para que les diera entrenamiento como equipo de vigilancia. Esos 5 funcionarios eran tres provenientes de la policía de tal, y los otros, fulano y fulano, seleccionados de tal. Luego de que yo les proporcionara la instrucción básica, se decidió enviarlos a Buenos Aires para que recibieran un curso complementario de perfeccionamiento. A principios de 1971, cumpliendo instrucciones expresas de fulano, viajé a Buenos Aires llevando los formularios personales de los 5 funcionarios para ajustar los detalles del curso. Me entrevisté con el capitán tal del Servicio de Informaciones del Estado (SIDE) de Argentina. Este recibió los formularios y me entregó un paquete conteniendo tres panes de gelinita, para que los entregara en el Ministerio del Interior. El subsecretario tal me había dicho que en SIDE me sería entregado un paquete, que no me había indicado de qué se trataba, lo que me fue explicado por tal. Según supe posteriormente, la gelinita debía ser usada en un atentado contra el mayor Pablo Vicente, argentino radicado desde hace varios años en Montevideo, a cambio de lo cual el SIDE dictaría el curso a los 5 funcionarios uruguayos. El atentado contra el mayor Vicente no se realizó supongo que por indecisión de tal, pero la gelinita fue luego utilizada en atentados contra el doctor Artucio y el doctor Liberoff, sobre los cuales ya he testimoniado ante el Tribunal del Pueblo. Los 5 funcionarios recibieron su cargo en el SIDE, que incluía: fotografía, vigilancia, escuchas telefónicas, cerrajería y actividades antiterroristas. Al cambiar tal, entrando el coronel tal, y lugar de tal, se desestimó la idea de crear un servicio de información, y los funcionarios del equipo a mi cargo, salvo fulano que solicitó su baja, fueron enviados a sus domicilios quedando a la orden; más tarde participaron en los atentados ya referidos al tribunal. Tengo conocimiento de que una misión brasileña de alto nivel visitó Montevideo, entrevistándose con el jefe de policía, coronel tal y con el director tal, con el objetivo de estrechar relaciones entre la policía brasileña y la uruguaya. La misión brasileña ofreció incluso la instalación de un equipo de radiocomunicaciones directas entre Brasil y Montevideo. Ignoro si este proyecto se concretó. Siendo subsecretario del Ministerio del Interior Armando Acosta y Lara, el comisario tal fue llamado al despacho de éste y allí recibió instrucciones de tomar contacto con la Embajada de Brasil en Montevideo. Este hecho fue comentado por el propio tal. Como resultado de sus contactos, por lo menos dos funcionarios de tal viajaron a Brasil, para recibir entrenamiento estilo "escuadrón". A su regreso esos funcionarios trajeron 10 revólveres calibre 38, que fueron entregados a la JUP a través del Ministerio del Interior. Los dos funcionarios aludidos, cuyos nombres no recuerdo, pasaron a órdenes del paraguayo tal, asesor y hombre de confianza del secretario Acosta y Lara. A las órdenes de fulano, conjuntamente con el subcomisario tal (que es uno de los fallecidos) el oficial tal y el inspector tal, el capitán tal, el integrante de la JUP tal, y yo, esos funcionarios participaron en el secuestro y posterior asesinato de Héctor Castagnetto da Rosa. Declaro que todo lo antedicho es un fiel recuento de los hechos y admito mi participación en los mismos, y la responsabilidad consiguiente, para constancia de lo cual firmo".
"Yo, Nelson Bardesio, oriental, casado, de 31 años, funcionario del Ministerio del Interior, declaro ante el Tribunal del Pueblo mi participación y los hechos que conozco en relación con la creación y funcionamiento de grupos parapoliciales:
a) A mediados de 1971, se me apersonó el ayudante militar del ministerio, coronel (PAM) XX, perteneciente a las F.A.U., acompañado de dos personas a las cuales me presentó. Una de ellas era XX, de nacionalidad paraguaya y a quien llamaban «Doctor». XX me manifestó que, por orden de Acosta y Lara, XX iba a realizar algunos «operativos especiales» y que por lo tanto debía prestarle toda la colaboración que solicitara. La otra persona era un joven de barba a quien llamaban «José» al que posteriormente reconocí como XX, el cual según un comentario suscitado en el ministerio integra la JUP. XX lo nombró varias veces como su principal colaborador."
b) Algunos días después se realizó una reunión en la Oficina de Estadística, Contralor y Difusión (que servía como fachada a la planificación de atentados sobre los cuales ya declaré ante el Tribunal del Pueblo) que funciona bajo la dirección del inspector (retirado) XX, en la que participaron, además de éste, el oficial inspector XX (quien trabaja en esa oficina), XX y yo. Se planteó la necesidad de enfrentar al MLN. XX se mostró partidario de llevar adelante lo que llamó «acción sicológica violenta». Yo discrepé con él pues pensaba que nos sería más beneficioso desarrollar un servicio de información, a lo que aquél contestó que ésos eran «sueños irrealizables»."
c) En otra oportunidad XX me pidió la llave del estudio fotográfico XX (que yo arrendaba) para realizar allí una reunión compartimentada. Concurrieron además de XX, el jefe del D. 5 comisario XX, el jefe del D. 6, comisario XX, un funcionario de la confianza de éste llamado XX (actualmente procesado por el caso del doctor XX) y XX. A mí no se me permitió asistir a esa reunión, yéndome luego de la llegada de los nombrados, por lo que desconozco si concurrió alguna otra persona. Allí se concretó la formación del Escuadrón de la Muerte."
d) Tengo conocimiento que como resultado de los contactos que el comisario XX hizo con la embajada brasileña por orden del subsecretario Acosta y Lara, por lo menos dos funcionarios del D-4 fueron enviados al Brasil, para recibir entrenamiento al estilo escuadrón de la muerte, de donde trajeron 10 revólveres marca XX, caño corto, que fueron proporcionados a XX, a través del Ministerio del Interior para uso de la JUP. Al regreso de Brasil, dichos funcionarios quedaron a las órdenes de XX, pasando, luego del repentino viaje de éste al Brasil, al D-1. La mayor parte de los funcionarios de dichos departamentos están vinculados a las actividades de los comandos parapoliciales."
e) Estos mismos funcionarios participaron junto al subcomisario (segundo jefe del D-5), XX, XX, el oficial inspector XX, el capitán XX y yo en el secuestro y asesinato de Héctor Castagnetto, cuyo relato se detalla en otra acta. Luego de este operativo, la casa de la calle Araucana, donde retuvieron a Castagnetto, fue evacuada y yo me llevé seis metralletas calibre 45, con la marca y el número limados, varios panes de explosivos envueltos en papel cuadriculado con la sigla CCT y dos paquetes cuyo contenido desconozco, quedando depositados en el estudio XX. Dicho material lo entregué en el Ministerio del Interior al capitán XX, para ser pasado al SID, a principios de febrero de 1972."
f) Al aparecer en la prensa la noticia del asesinato de Ramos Filippini, el oficial inspector XX me comentó que eso era obra de XX y su gente."
g) El secuestro del doctor XX fue obra del comisario XX y participaron los funcionarios de su departamento XX, XX y XX y los civiles XX y XX. Este operativo fue ideado por XX con la finalidad de quedarse con el dinero del rescate."
h) El inspector XX, director de la DII, tenía conocimiento de las actividades de estos grupos."
i) El DAM fue creado por el general XX, siendo sus volantes impresos en la Oficina de Defensa Civil. Luego, el nombre de DAM fue tomado por grupos operativos de la marina."
"Declaro que todo lo antedicho es un fiel recuento de los hechos y admito mi participación en los mismos y la responsabilidad consiguiente, para constancia de lo cual firmo. Nelson Bardesio. Marzo de 1972."
Y el último documento, dice:
"Yo, Nelson Bardesio, oriental, casado, de 31 años, funcionario del Ministerio del Interior, declaro ante el Tribunal del Pueblo mi participación y los hechos que conozco en relación con el secuestro y posterior asesinato de Héctor Castagnetto da Rosa:
Encontrándome en la oficina de Estadística, Contralor y Difusión del Ministerio del Interior, el oficial inspector XX requirió mi participación para un operativo. La Oficina de Estadística, Contralor y Difusión, cuyo director honorario era el inspector (R) XX, servía de cubierta a la planificación y ejecución de atentados sobre los cuales he prestado ya declaración ante el Tribunal del Pueblo. El oficial inspector XX era secretario del coronel XX (encargado del Registro de Vecindad) y oficiaba como enlace entre el Ministerio del Interior y el denominado Comando Caza Tupamaros (CCT). Según me dijo el subcomisario XX, del departamento 5 de la Dirección de Información e Inteligencia, le había solicitado su colaboración para dicho operativo, manifestándole que también me necesitaba a mí y a mi automóvil
(y dice las características del vehículo, matrícula ficticia XX1) que pertenecía a la Jefatura de Policía de Montevideo y que había quedado en mi poder después de haber sido utilizado en uno de los atentados referidos. En horas próximas al mediodía, me dirigí con el inspector XX hacia el Hotel Carrasco, frente al cual debía esperarnos el subcomisario XX. Al llegar allí, encontramos a XX, a dos funcionarios del departamento 4 (que habían sido enviados al Brasil para recibir entrenamiento estilo «escuadrón de la muerte» y a un joven que luego me enteré era Héctor Castagnetto. Esas cuatro personas estaban en un automóvil marca XX, que pertenecía al comisario XX, del departamento 4. Pude saber que Castagnetto había sido detenido esa mañana, en Avenida Italia y Propios, por los dos funcionarios del Departamento 4 aludidos. Yo no poseía antecedente alguno sobre la persona del detenido. El subcomisario XX nos dijo que había que «pasear» a éste durante toda la tarde, para lo cual había requerido la utilización de mi automóvil. Castagnetto fue trasladado al automóvil, sentado junto con XX; XX se ubicó adelante. El detenido vestía pantalón y saco y llevaba una bolsa que contenía discos de música popular. Se le notaba algo nervioso, pero no parecía asustado. Informé al subcomisario XX que el auto no estaba en condiciones mecánicas como para andar toda la tarde, contestándome él que me dirigiera hacia afuera, que ya se le ocurriría algo. Un rato después me indicó
que iríamos hasta El Pinar y pasaríamos la tarde en un rancho abandonado que él conocía. Explicó que en ese rancho habían vivido algunos militantes del MLN, contra los cuales se realizó un procedimiento en que él había participado, y que ahora la construcción estaba abandonada. Fuimos hasta la construcción señalada por XX. El ranchito, de construcción algo vetusta, está ubicado en la calle que va del Autódromo a Avenida Italia. Una vez instalados en él yo fui con el coche hasta un almacén que queda en Avenida Italia, a más o menos dos quilómetros de distancia, y compré algún fiambre y dos o tres botellas de agua mineral. Pasamos toda la tarde en El Pinar. La mayor parte del tiempo Castagnetto estuvo sentado en el suelo, en un rincón, esposado. Prácticamente no se habló con él. Sólo XX le hizo algunas preguntas: si aún pertenecía al MLN, a lo que Castagnetto respondió que no; si sabía dónde estaba la Cárcel del Pueblo, a lo que también respondió negativamente; y qué hacía con la bolsa de discos, a lo que dijo que estaba trabajando como corredor independiente de discos. Nos fuimos turnando y mientras uno vigilaba a Castagnetto, los otros dábamos algún paseo por los alrededores. Le pregunté a XX qué pasaría con el detenido y él me dijo que no tenía idea, que ése era asunto de XX. Le hice la misma pregunta a éste, quien me dijo que sólo estábamos haciendo tiempo, mientras los dos funcionarios del departamento 4 que habían identificado y detenido a Castagnetto reunían sus antecedentes y preparaban el interrogatorio. Me indicó que no debíamos hacerle ninguna pregunta a Castagnetto y dijo que los referidos funcionarios «estaban formando un equipo nuevo». Casi al oscurecer partimos hacia Montevideo, indicándome XX que tomara por la rambla. Llegamos hasta una casa que queda en la calle Araucana. Allí nos recibió XX, diciéndonos que en la casa se encontraban personas compartimentadas y que deberíamos dar algunas vueltas con el auto, durante diez minutos, mientras dichas personas salían. XX me había sido presentado anteriormente por el coronel XX, asesor militar del ... etcétera. Es de nacionalidad paraguaya y le dicen «doctor».

* Punto final, 1972, parte de la intervención del senador Enrique Erro, que incluye la declaración textual de Nelson Bardesio. En este documento los nombres propios de los integrantes de] Escuadrón de la Muerte han sido sustituidos por xx Dichos nombres figuran en ''Aviso a la población''.




Publicado en el Nº 1596 de MARCHA del 9 de junio de 1972
LA MUERTE DE DOS DETENIDOS


• El martes 5, Zelmar Michelini solicitó informes sobre el fallecimiento de dos detenidos por las Fuerzas Conjuntas.
• En cada caso, el senador reclama respuesta acerca del día, lugar y circunstancias en que murieron los detenidos. En la sesión del mismo día amplió el pedido de informes con la siguiente exposición:

Señor Michelini. Señor presidente, me voy a referir a los pedidos de informes que presenté porque es necesario aclarar el sentido de los mismos.
Me interesa aclarar esto, porque el país debe conocer que, efectivamente, esas personas fallecieron y estaban, ambas, detenidas. Pero este recurso de que un senador tenga que plantear el tema en el cuerpo, a efectos de poder dar difusión a la noticia, seguramente no tiene precedentes en la historia del país.
Las Fuerzas Conjuntas, y el Poder Ejecutivo, tan solícitos siempre para informar absolutamente de cualquier asunto que les parece de importancia, han ocultado, sistemáticamente, la muerte de detenidos cuando sucede en los cuarteles donde se hallan alojados. Así pasó, señor presidente, con relación al obrero Batalla, sobre lo que no se dio ninguna información en Treinta y Tres y así ha sucedido en el caso de estos dos fallecimientos. El viernes, efectivamente, falleció en el Hospital Militar un detenido, Walter Sanzó, y nosotros queremos conocer todo el proceso, porque si bien parece no haber sido objeto de torturas, fue herido en circunstancia de un procedimiento policial, en un enfrentamiento con las Fuerzas Conjuntas, operado en la ciudad de Maldonado. Nos interesa mucho saber cómo llegó al Hospital de Maldonado, porque los datos que obran en nuestro poder establecen que estuvo desangrándose durante horas, y que esto es imputable exclusivamente, a las fuerzas que operaban en ese entonces, que lo quisieron dejar morir, precisamente, en esas condiciones. Sobre el otro caso, nosotros tenemos información de que esta persona falleció, también, por torturas. Se trata de Edison Marín, delincuente común, sobre el que pesaba una condena por delitos comunes, uno de ellos creo que era homicidio.
SEÑOR TERRA- ¿Me permite una interrupción, señor senador?
SEÑOR MICHELINI. Con mucho gusto.
SEÑOR TERRA: Con relación al caso anterior planteado por el señor senador Michelini, digo que conozco el relato minucioso de los hechos ocurridos en el Hospital de Maldonado y puedo relatarlos a título de ilustración. Según el comunicado que informó sobre el procedimiento llevado a cabo por las Fuerzas Conjuntas en la estancia situada entre Pan de Azúcar y San Carlos, se dice que el mismo se realizó a las 7 de la mañana. El herido fue llevado al Hospital Marítimo de Maldonado el lunes 22 a la hora 12, lo que significa que habían transcurrido muchas horas. Lo bajaron con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda; lo llevaban desnudo y envuelto en una frazada usada como parihuela. Al llegar, lo arrojaron sobre una cama volcando la frazada y agregando uno de los custodias que lo trasladaban: "Ahí va un tupamaro como ejemplo para la comunidad".
Como digo, dejaron transcurrir, más o menos, unas 3 ó 4 horas entre el procedimiento y el traslado, a estimar por las horas. El detenido presentaba una herida con orificio de entrada en la región glútea y orificio de salida por el abdomen. Era una herida de consideración, a pesar de que el comunicado decía que la misma carecía de entidad. El oficial a cargo del procedimiento pretendía llevarse al detenido sin permitir que fuera operado. Hubo que administrarle 3 litros de suero y un volumen de sangre. Cuando se procedió a la intervención quirúrgica se encontró que, además de las múltiples perforaciones intestinales, el herido tenía cortada la vena hipogástrica y había perdido más de 2 litros de sangre a raíz de una hemorragia interna. La dificultad que había para proceder a operar a esta persona, presentada por las propias fuerzas armadas, fue solucionada por los médicos ofreciendo al oficial a cargo del procedimiento la posibilidad de que pusieran guardias por todos lados e incluso, a éste mismo oficial se le puso un guardapolvo blanco y le permitieron que se instalara con su metralleta en el bloque quirúrgico, a fin de presenciar la operación, cosa que hizo.
Estuvo presenciando la operación, a fin de dar alguna garantía (ante un hombre que estaba en un estado que no podía representar riesgo alguno ni resistencia), con la metralleta en la mano.
La operación duró 5 horas. En la parte de los intestinos el tiempo insumido fue breve; pero el pinzado de la vena fue extremadamente difícil, a tal punto de que muchas veces estuvieron en tren de desistir de la posibilidad de salvarlo. Sólo después de 5 horas, el detenido fue salvado. Me comentaban los testigos presenciales de la operación, que los coágulos de sangre del cuerpo de esta persona eran sacados a puñados y a dos manos del vientre, todo lo que se hacía en presencia de ese oficial que menciono. La vida del herido fue salvada en ese momento, pero en condiciones extremadamente difíciles, porque ya era muy tarde. Hay que reconocer que después de esas 5 horas que duró la intervención -y que, supongo, este oficial no olvidará, y que lo habrán hecho meditar sobre sus actuaciones anteriores- el oficial quedó sentado a la cabecera de la cama en que reposaba el herido, y le suministraba agua con cucharitas, lo que demuestra que los integrantes de las Fuerzas Conjuntas no carecen de sensibilidad, pero las condiciones en que están actuando y las instrucciones que ellos reciben, hacen que se comporten en condiciones que obligan a liberar de su ser lo pero que en él tienen. Pero enfrentados a situaciones graves y convencidos de eso, tienen capacidad de reaccionar de otro modo y lo hacen. Esto es lo que yo conozco de este episodio. No sé qué tratamiento tuvo el detenido una vez que fue retirado del Hospital de Maldonado y trasladado a Montevideo. Pero entiendo que las condiciones en que transcurrieron esas primeras horas hasta la realización de la intervención, constituyen suficiente factor agravante como para preguntarse si el desenlace hubiera sido el mismo si la atención al herido se hubiera prestado inmediatamente.

SEÑOR MICHELINI: El otro pedido de informes tiene que ver con el fallecimiento de otro detenido: Edison Marín, del que tampoco se ha dado noticia por parte de las Fuerzas Conjuntas. No entendemos este procedimiento, o incluso pensamos que puede suceder muy bien que el resto de los señores ministros no estén enterados de los hechos, que el propio presidente de la República pueda ignorarlo, porque alguna razón debe haber para que las Fuerzas Conjuntas lo oculten a todo el país.
Edison Marín era un delincuente común, que había sido procesado y condenado en virtud de pesar sobre él un fallo de la justicia que tenía relación con un homicidio. Se fugó en abril de este año junto con un grupo de tupamaros y fue detenido después por las Fuerzas Conjuntas, no se sabe en qué fecha. Falleció en una unidad del ejército el sábado de tarde o en horas del mediodía, y se nos dice que en virtud de un síncope cardíaco. No hemos tenido absolutamente ninguna posibilidad de acceso a documentos fehacientes. Ha trascendido, en cambio, que este detenido estuvo sometido a un plantón muy largo, que se desmayó y que cayó, y que quienes estaban allí presentes pensaron que se trataba de un simple caso de fatiga o de falta de resistencia, por lo cual le tiraron un poco de agua para reanimarlo. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que la situación era mucho más comprometida de lo que se pensaba, y el detenido falleció en el Hospital Militar.
Perseguimos, señor presidente, dos motivos bien claros con estos pedidos de informes. El primero, que la opinión pública se entere de estos hechos y de que no se les oculte, que haya una opinión pública bien informada. El segundo, tratamos de conseguir los datos necesarios para realizar las averiguaciones correspondientes. Junto con los demás senadores del Frente Amplio, hemos presentado una moción para que se nombre una comisión investigadora de las torturas y creemos que este caso de Marín encuadra perfectamente en esa situación. Además del caso del obrero Batalla en Treinta y Tres, se suma ahora el de un detenido en una unidad del ejército.
Se ha dicho por algunos, que se trata de un delincuente común, que se trata de un individuo de mal vivir. Recuerdo que hace muchos años, en oportunidad de que un delincuente fue torturado en la jefatura de policía, se promovió a nivel parlamentario, una investigación y todo el país se conmovió. Ahora, en las unidades del ejército, nosotros hemos sostenido que en algunas de ellas se procede a someter a apremios físicos o morales a los detenidos, y nadie se conmueve, no hay investigaciones de ninguna clase, tampoco hay declaraciones por parte del Ministerio de Defensa Nacional, y ha transcurrido ya un mes largo de la puesta en vigencia del estado de guerra y de la suspensión de las garantías individuales, hemos hecho reiteradas denuncias aquí, en la Asamblea General y en la comisión respectiva, y no hemos encontrado absolutamente ninguna respuesta por parte del Poder Ejecutivo ni tampoco por parte del Ministerio de Defensa Nacional.
Quiero además, ratificar las torturas que se vienen realizando en el Batallón Florida. Cuando se trate el tema de nombrar una comisión investigadora, nosotros vamos a ampliar todos estos detalles. Digo que en ese batallón hay 3 detenidos, entre muchos otros, que son Arturo Dubra hijo, Washington de Vargas y Susana Alberti, que han sido sometidos a torturas verdaderamente infamantes y que, por respeto a la ciudadanía y las tradiciones del ejército, el señor presidente de la República debería salir en persona a contestar, a informarse e investigar. El ejército tendría que hacer declaraciones, porque esto es muy común en el Batallón Florida y nosotros lo hemos denunciado reiteradamente.

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