27/6/08

A 35 años del Golpe: Otra vez en Democracia

EL PLEBISCITO DEL 80

Los militares “olvidaron” que en 1976 debían realizarse elecciones para nuevo presidente, con lo que pierden su cobertura cívica. Las FFAA crearon la llamada “Comisión de Asuntos Políticos” (COMASPO) que, a mediados de 1977, anunció la fijación del cronograma del futuro institucional del país: una nueva constitución que sería sometida a plebiscito, elecciones con candidato único en 1981 y elecciones con dos candidatos y participación de los partidos políticos en 1986.
El plebiscito al que convocan los militares es para “crear un nuevo Uruguay sin subversión ni comunismo internacional”. Están seguros que ganarán porque así lo dicen las encuestas.

En mayo de 1980 el Presidente Méndez anunció públicamente la entrega del Anteproyecto de Constitución a estudio del Consejo de Estado. Entre las modificaciones más importantes introducidas a la Constitución de 1967, cabe destacar la participación preceptiva de las FFAA en el poder ejecutivo. Esto consagraba definitivamente el poder ilimitado de las FFAA en un sinnúmero de actividades del sistema político y del Estado.
El 28 de noviembre de 1980 las Fuerzas Armadas sometieron a Plebiscito el proyecto constitucional. Este plebiscito fue precedido unos meses antes, por una intensa campaña gubernamental de propaganda a su favor. En general, se recurrió a imágenes del retorno al caos, a la subversión y al marxismo, refiriéndose a los años previos al golpe de Estado.
Entre los textos de la propaganda de las FFAA, vale la pena citar, a vía ilustrativa, el que figuraba en la versión del texto oficial del Proyecto Constitucional publicado en todos los medios de prensa del país por la Dirección Nacional de Relaciones Públicas.(DINARP):

“Basta recordar que nos querían robar a nuestros niños. Separarlos de sus padres. Inculcarles ideas extrañas a nuestra manera de ser. Querían torcer sus sentimientos y deformar sus mentes desde la más tierna infancia(...) Hoy es mañana y tenemos que salvar a nuestros niños. Para eso necesitamos una nueva Constitución.”

El acto del plebiscito se llevó a cabo cumpliendo con todas las garantías de los mecanismos electorales. Las FFAA no implementaron medidas para asegurarse el resultado. Los votos por “SÍ”-a favor de la nueva Constitución-alcanzaron el 42,2%, y los votos del “NO” un 57,8% de los habilitados. El resultado desfavorable para las FFAA dejó al desnudo la soledad del gobierno y su ilegitimidad.

El fracaso político del plebiscito hizo tomar conciencia a los militares de que debían abandonar la gestión directa del gobierno, pero, a su vez, conservar una férrea tutela sobre el Estado. En 1981 se designa presidente al Gral. Gregorio Alvarez. En 1982 se realizaron las elecciones internas de los partidos políticos autorizados por la dictadura, con exclusión expresa del Frente Amplio. Dentro del Frente, habían dos posturas: o votar a los sectores de los partidos tradicionales más enfrentados a los militares, o votar en Blanco.
En las elecciones internas sufragó el 59,87% de los habilitados. El voto en blanco llamado por el Frente logró 85,373 votos, un 6,84%.
Tras las internas surge el Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT) como continuación histórica de la CNT.




LOS PACTOS
Las exigencias de las FFAA fueron largamente discutidas en 1983, en el llamado “dialogo del Parque Hotel”, con los representantes de los partidos Colorados, Nacional y Unión Cívica. No se llegó a un acuerdo.
El 27 de noviembre de 1983 tiene lugar el “Obeliscazo” donde todos los partidos, proscritos o no, así como los movimientos sociales, expresaron en una proclama su demanda por libertad y el retorno a la democracia.
Fue una jornada “Por un Uruguay sin exclusiones – Por Libertad, Democracia y Trabajo”, que reunió alrededor de 400.000 personas en el parque “José Batlle y Ordóñez”, al pie del Obelisco. Allí los partidos políticos proclamaron su decisión de volver a ejercer su derecho al sufragio el último domingo de noviembre de 1984.
Los blancos se negaron a ninguna clase de negociación mientras Ferrerira estuviera preso, así que en el “pacto del club Naval” en agosto de 1984, participaron los mandos militares y los partidos Colorado, Frente Amplio y Unión Cívica. Los políticos manifestaron que el mismo aseguraba la realización de elecciones nacionales y la restauración del sistema político regido por la Constitución de 1967. Pero también, se cocino la impunidad. Los mandos militares obtenían ciertas garantías que hacían inviable el cuestionamiento del pasado. Esto es negado y no hay nada que lo demuestre, pero es así. Los políticos daban ciertas seguridades a la salida de los militares del gobierno. Finalmente, en noviembre de 1984 se realizaron las elecciones nacionales, con Wilson Ferreira preso y Líber Seregni, proscrito. Tampoco pudo participar el Partido Comunista, también proscrito. Gana el que mejor le hizo los mandados a los militares: Julio María Sanguinetti.
Finalmente, cabe recordar las palabras del Comandante en Jefe días antes de asumir el mando el Presidente electo, Julio Ma. Sanguinetti: “El proceso no finalizó. El proceso continúa porque el proceso tiene muchos defensores”.



LA IMPUNIDAD
Las Vísperas navideñas de 1986 se caracterizaron por dos sucesos políticos significativos. La sanción de la Ley No. 15848, “De la caducidad de la pretensión punitiva del Estado”, y el desafuero de José Germán Araujo, senador del Frente Amplio. El 22 de diciembre de 1986, en la sesión de la Cámara Alta, los legisladores del Partido Colorado en pleno y la mayoría del Partido Nacional votan afirmativamente la “Ley de caducidad de la pretensión punitiva del estado”. en la misma sesión se vota la remoción de Germán Araujo.
La lista de los votos es larga, y sin demasiadas sorpresas. Sin embargo hay dos votos, uno de cada tipo, que pueden ser interesantes recordar: entre los que votaron contra la impunidad se encuentra... Yamandú Fau, en su época de revolucionario frenteamplista. Entre los que votaron a favor esta Juan Raúl Ferreira. Esto no es tan increíble, pero vale recordar que la comisión Pro Referéndum estaba encabezada por las esposas de Michelini y Gutiérrez Ruiz, ambos asesinados en Argentina. En ese mismo operativo se cree que se quería también asesinar a Wilson Ferreira, padre de Juan Raúl. Wilson se salvo por enterarse a tiempo. ¿Cómo hubiese votado Juan Raúl si los acontecimientos hubieran sido distintos?.
El 16 de abril de 1989 el plebiscito para derogar los artículos 11, 21, 31 y 4º de la “Ley de Caducidad” arrojó un resultado nefasto: El 52,52% votó amarillo. No habría juicio ni castigo.

Este tema de la impunidad esta hoy en el tapete por lo que es el informe final de la Comisión para la paz, y el caso en particular de Juan Carlos Blanco.
El procesamiento del canciller de la dictadura por el delito de privación de la libertad de Elena Quinteros constituyó el primer enjuiciamiento de un jerarca de la época de la dictadura por violaciones de los derechos humanos. La ley de caducidad de la pretensión punitiva del estado ampara a militares, policías y equiparados a estos cargos, por violaciones a los derechos humanos cometidos hasta el 1 de marzo de 1985. Pero no a civiles.

Leonardo de los Santos cayó preso el 11 de setiembre de 1973, no resistió las torturas y dos días después murió. Cuando la OEA pidió explicaciones, Juan Carlos Blanco dijo que había muerto por un “agudo edema pulmonar”.
El 29 de julio de 1974 Nibia Sabalzagaray era asesinada después de haber sido torturada durante diez horas. Era una militante de la UJC. Según el gobierno en respuesta al CIDH murió por “asfixia por suspensión (ahorcadura)”. El Dr. Edy Kaufman, de Amnistía Internacional, declaró ante la Cámara de Representantes de los Estados Unidos que Nibia murió mientras se le aplicaba el “submarino seco”. En resolución del 13 de febrero de 1978 la CIDH declaró: “que todo hace presumir que (...) la causa de la muerte fue consecuencia de los actos de violencia de que fue objeto durante su detención”. Blanco dijo a la OEA que la muchacha “se había autoeliminado en la celda”.
Un año después murió el músico Alvaro Balbi. Su cuerpo tampoco superó la tortura. Militaba en el PCU. Casado y con 4 hijos. El 31 de julio de 1975 funcionarios policiales informaron a la familia que había muerto a la 1 de la madrugada de un ataque de asma provocado por enfriamineto. Denunciado el caso ante la CIDH, ésta resolvió que “hay indicios vehementes de que falleció a consecuencia de actos de violencia que la Comisión presume verdaderos”. Blanco declaró ante la OEA que Balbi murió por “insuficiencia cardíaca pulmonar debido al stress”.

En el caso de los cuerpos que aparecían en las costas de Rocha, Blanco era uno de los principales defensores de la tesis del diario EL PAIS de que eran coreanos que habían naufragado en altamar.
Conocida es la participación de Blanco en los casos de Michelini y Gutierrez Ruiz. Hoy esta libre, lo liberó en parte la comisión para la paz, pero ahora esperemos que tenga que enfrentar un juicio por lo que es, asesino. Es el precio de vivir en "DEMOCRACIA".


Fuentes:
-Acción Directa Anarquista, una historia de FAU, de Juan Mechoso.
-Las Fuerzas Armadas al Pueblo Oriental, La Subversión. Junta de Comandantes en Jefe.
-Sendic, de Samuel Blixen.
-Nunca Mas, la historia de los Tupamaros, de Eleuterio Fernandez Huidobro.
-Mujica, de Miguel Angel Campodonico.

-Los años oscuros, de Scott Myers.
-Memorias del Voto Verde, de Omar Mazzeo.
-Seregni, la mañana siguiente, de Samuel Blixen.
-Alto el fuego, de Nelson Caula y Alberto Silva.
-Seregni-Rosencof, Mano a Mano, de Fernando Butazzoni.
-Informe SERPAJ, Violación a los derechos humanos.
-Reflexiones sobre el movimiento obrero y la crisis política uruguaya 1968-1973, de Hugo Cores.
-Notas en Brecha, El País, El Observador y La República.

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