A 35 años del Golpe: La huelga general

LA HUELGA GENERAL
Que el golpe se veía venir, es claro. La CNT ya en 1964 tenía planes de huelga general en caso de golpe.
Así lo muestra este informe:

“INFORME AL ENCUENTRO NACIONAL DE COMITES DE BASE –1972

GOLPE DE ESTADO
Otro tema que debemos discutir, es el del “Golpe de Estado”. Sobre esto tenemos resoluciones desde el año 1964, que reafirmó el II congreso del PIT-CNT. Si hay golpe de Estado, hay huelga general con ocupación de los lugares de trabajo.
Esta resolución tiene hoy más validez que nunca. Nadie ignora que en nuestro país existen fuerzas que se mueven en esa dirección. Nunca hemos estado más cerca del golpe de Estado que en el mes de abril, abril ha pasado, pero el peligro no.[...] De producirse el golpe, las formas del mismo pueden ser distintas, desde el gobierno estilo Brasil hasta el golpe a la uruguaya con sus particularidades, pero la respuesta originalmente debe ser la misma: ocupación de los lugares de trabajo y movilización general bajo nuestra conducción, examinando todos los acontecimientos para influir en ello.“. (Hugo Cores – Reflexiones sobre el movimiento obrero y la crisis política uruguaya 1968-1973)


En la madrugada misma del golpe, cumpliendo la resolución de los Congresos, sin detenerse a esperar una orden, importantes centros de trabajo fueron ocupados.
Al mediodía la ocupación era prácticamente total (alcanzado lugares con escasos antecedentes de movilización sindical). Del 27 de junio al 4 de julio la huelga fue casi total.
La generación de energía eléctrica se mantenía bajo control obrero y el abastecimiento de combustibles dependía de las resoluciones gremiales.
Las FFAA decidieron de inmediato desalojar violentamente a trabajadores y empleados de las fábricas y empresas ocupadas. El 30 de junio el Gobierno decretó la disolución de la CNT y ordenó el arresto de los dirigentes responsables, en base a la Ley de Asociaciones ilícitas y los delitos de Rebelión, Sedición, Instigación pública a delinquir, instigación a desobedecer las leyes, Promover el odio de clases y Desacato, previstos en el código Penal.
Las medidas de ocupación y re-ocupación de lugares de trabajo se cumplían en gran forma. El Boletín Nº 1 de los huelguistas era un ejemplo de firmeza y de directivas claras para enfrentar los desalojos: “ni desistir ni abrirles las puertas, continuar la huelga, unirse a otra fábrica ocupada de la zona, reorganizarse y ocupar de nuevo en cuanto se pueda.”. Los días 30 de junio, 1º, 2 y 3 de julio se desarrolló una ofensiva de operativos desalojo. En la mayoría de los casos se re-ocupó, en algunos casos hasta 7 veces. En Alpargatas, BAO, etc., el trato represivo alcanzó una violencia extrema sin lograr el ablande de los trabajadores y militantes que re-ocuparon la fabrica. En realidad, la resistencia heroica de los trabajadores tiene un talón de Aquiles: el transporte sigue funcionando, los patrones sacaron los ómnibus y la capital no pudo ser paralizada


La huelga comenzó a declinar por ciertos errores. Dentro de los errores se cree que el control por parte de los trabajadores de las unidades de transporte colectivo y el abastecimiento de combustible a partir de la toma de la planta de ANCAP debieron haber sido medidas consideradas prioritarias para la extensión en tiempo de la huelga general. En el caso del transporte hubo desinteligencias que llevaron a que las unidades estuvieran rápidamente controladas por la represión: a la semana del golpe, la huelga en ese sector se vino abajo. Igual sucedió en la planta de ANCAP en La Teja, donde no se pudo obstaculizar que las Fuerzas Armadas retiraran combustible los días 28 y 29, hasta que el sábado 30 tomaran totalmente el manejo del establecimiento. Entre el 27 de junio y el 4 de julio la huelga general había alcanzado su punto más alto: había sido total. Entre el 4 y el 8 de julio se va produciendo el levantamiento del conflicto en varios gremios, se desmorona la huelga en el Transporte y se levanta en Municipales, Estibadores, SUANP y ferroviarios.

El jueves 28 y el viernes 29 de junio el Ejército retira combustibles de ANCAP. El sábado 30 la ocupa militarmente. Cuando las FFAA iniciaron el desalojo de fábricas, empresas y demás lugares de trabajo ocupadas, la huelga generalizada comenzó a declinar. Por mayoría simple de los integrantes de la dirección de la CNT se levantó la huelga. No obstante las medidas represivas y las amenazas del decreto del golpe de Estado, el día 9 de julio se produjo una gran manifestación pública de protesta en las calles de Montevideo. Ella fue reprimida con un violento operativo militar, que desalojó las calles y ocupó la zona céntrica de la ciudad. Las FFAA calificaron como delito de “asonada” esta manifestación popular.
La convocatoria para el 9 de julio se hace boca a boca. La consigna es: en 18, entre la libertad y la independencia a las cinco en punto de la tarde. Está desplegada la Caballería. Al tañido de las campanas, las tropas atropellan sobre la multitud que se concentra en la avenida. La gente se defiende como puede de los sablazos y los disparos. La represión es salvaje, sin cuartel.
Finalmente el miércoles 11 la Mesa Representativa levanta la huelga sin condiciones. Quedan como consecuencia: los despidos, los presos, los requeridos, los sumariados, los perseguidos.

Hubo patrones que apoyaron el paro, los hubo que ofrecieron dinero para comprar comida. Hubo fábricas, después, desalojadas sin orden patronal porque esta se negó a pedir el desalojo, aun bajo la amenaza de clausura definitiva o, incluso, de cárcel por eso. En ese sentido hubo de todo. También hostilidad.
Según un documento conjunto aprobado por la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), La Federación de obreros y empleados de la Bebida (FOEB) y la Unión de Obreros, Empleados y Supervisores de FUNSA. :
“la fuerza de la HUELGA GENERAL contra la dictadura (experiencia históricamente inédita) golpeó a ésta en cierto grado. No logró voltearla, pero consiguió agrupar contra la dictadura un anchísimo frente de fuerzas desigualmente estructuradas. “

Algunos dicen que la huelga fracasó, quizá porque no logró derribar la dictadura. Sin embargo por la mayoría se la ve como un gran logro del pueblo uruguayo, como la primer gran respuesta que el pueblo le da a los militares.