28/4/08

Raúl Sendic

1989 – 28 de ABRIL –2008

A 19 AÑOS DE SU MUERTE , HOMENAJE MILITANTE AL HOMBRE, AL LUCHADOR
PALABRAS LEÍDAS POR JORGE AGUILAR, EN NOMBRE DE LA AGRUPACIÓN "8 DE OCTUBRE", EN EL HOMENAJE MILITANTE A RAÚL SENDIC EL LUNES 28 DE ABRIL DE 2008 EN EL CEMENTERIO DE LA TEJA Y EN LA PLAZA RAÚL SENDIC:


(…) UNA ESPECIE DE EXAMEN DE AUTENTICIDAD (…)"

Cada año, cuando nos proponemos recordar a "El Bebe" con pensamientos suyos que de algún modo tengan que ver con nuestro presente pese a los 19 años transcurridos desde su muerte, comprobamos cuán lejos iba su mirada y cuánta vigencia tienen unas cuantas de sus reflexiones, como si el futuro se le apareciera ya palpable en el presente o como si aspectos del futuro le vinieran de la experiencia vivida.
Muchos recordarán los reparos de Raúl a la iniciativa de que la organización política que él había impulsado, solicitara el ingreso formal a la fuerza política que hoy nos gobierna. El fondo de sus argumentos no era otra cosa que su convicción de que esta fuerza ya había sido ganada por metodologías bien opuestas a la concepción rectora de lo que una organización popular de masas debe ser: participativa, democrática no a la manera burguesa, anti burocrática, no dogmática y, sobre todo, abierta a las alianzas políticas nacidas de lo más humilde del pueblo. Su argumento principal tenía que ver con la intuición clara de que esta fuerza estaba ya profundamente empantanada en un proceso de desnaturalización.
Su idea de Frente, el Frente Grande, no tenía nada que ver con una gran poli-cooperativa de votos para andarse repartiendo cargos de gobierno. Lo que él avizoraba como necesario, era un frente surgido de abajo, desarrollado de abajo, defendido de abajo, claramente comprometido con los pobres, no destinado a pujas electorales, sino concebido como germen de poder popular.

Más allá de la discusión o re-discusión que merecería el tema ("su" tema) del Frente Grande, "El Bebe" Sendic tuvo siempre un rechazo epidérmico a la idea de que "hacer política" era andar poniendo camisetas de prepo, pecherear ideológicamente, tropear gente; en fin, elevar las herramientas organizativas de la lucha a la categoría de fin y no de medio para llegar a ese fin. Fin que en él nunca dejó de ser la revolución socialista, la abolición total y definitiva de un capitalismo que odiaba con todo su ser.
Hoy, cuando la complejidad de la lucha de clases en Uruguay tiende a inducir a veces a visiones chiquitas semejantes a las que inducían los barrotes de la dictadura, y algunos se ahogan en su propia verborragia porque las cosas no salen como ellos quisieran, no está demás que recordemos algunos párrafos de "El Bebe" acerca del sectarismo, por lo menos para no quedar expuestos al riesgo de terminar siendo de hecho funcionales a los mismos intereses y las mismas prácticas que cuestionamos:
"(…) la historia nos dice (…) que se puede copar indefinidamente sindicatos, centrales, comités de base, frentes, etc., sin que ello signifique avanzar un milímetro (…)".

"(…) los hegemonistas se quedan con sus (…) aparatos, que no son más que una cáscara vacía (…)".
Nos dice que es necesario "(…) formar al militante en la idea de que todo intento de copar, determina una división, una exclusión, un debilitamiento de la fuerza real por acaparar la formal (…)".
"(…) Mientras tanto, los parias decretados por el hegemonismo en todos los aparatos y frentes, tenemos el deber de organizarnos y luchar. La pobreza, el salario, la desocupación, la tierra que va pasando al extranjero (ahora también en forma de Zonas Francas) son problemas de hoy y que necesitan de nuestra lucha hoy (…)".
"(…) Apoyar lo que esté organizado, pero a la vez organizar lo que todavía no lo está, y agregarlo como tropas frescas a la enorme trinchera de la lucha contra la pobreza, por el cambio, es la gran tarea de hoy (…)".

Como lo nuestro no es culto a "El Bebe", no se trata de que su homenaje sea un repetir como loros las cosas que él decía. Sí se trata de que nos ayudemos a entender que muchísimas de las cosas más fuertes que Raúl nos decía acerca de las desviaciones de la izquierda, no eran visiones de futurero, sino lecciones duras y tristes de una experiencia de lucha en la que las cosas jodidas casi venían del fondo de la historia y que él las había vivido directamente desde su primera militancia estudiantil y en la misma organización revolucionaria a la que le dio vida y a la que vió ir muriendo de a poco sin que sus palabras pudieran hacer mella en el muro de soberbia, pragmatismo populista y caudillismo corto-placista que ya había empezado a levantarse antes de su muerte.
Nuestro saludo a "El Bebe", lo sabemos, es duro; pero nos parece que homenajearlo como él merece reclama tenerle el mismo amor revolucionario que él le tuvo a lo más revolucionario que se conoce: la verdad.
Todavía tienen sentido aquellas palabras suyas dichas con las dificultades que le había dejado la bala fascista alojada en la mandíbula:
"(…) Yo pienso que nosotros en este momento tenemos como una especie de examen de autenticidad (…)".

RAÚL SENDIC SIGUE VIVIENDO CLANDESTINO EN EL CORAZÓN DEL PUEBLO!!!

Cháu, Bebe.
Hasta la Victoria, sin transas, como siempre!!!
28 de Abril de 2008

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