1/10/07

Calles y caminos del viejo Montevideo

Angulo noroeste de la Plaza Independencia hacia 1872



En 1843, a los tres meses de iniciarse el Sitio de Montevideo, cuando seguramente nadie pensó que la Guerra Grande duraría 8 años y 8 meses terminándose con la paz del 8 de octubre de '51 bajo la esperanzada invocación de "ni vencidos ni vencedores", el Jefe Político y de Policía de Montevideo, el ilustre ciudadano don Andrés Lamas, se dirigía al Ministro de Gobierno, D. Santiago Sayago, proponiendo en oficio fechado el 21 de mayo, un cambio total del nomenclátor de la ciudad.

Los nombres de las calles de aquella ciudad amurallada y que avanzaba desde el Río de la Plata hasta Ejido, en una primera modificación anterior, habían pasado de las denominaciones primitivas a las que tenían en el momento de la propuesta, los nombres del santoral. Veamos.

La calle contigua al Mercado de la Ciudadela, se proponía que llevara ese nombre; San Gabriel, sería Rincón; Santiago, Solís; San Agustín, Alzáybar; San Francisco pasaría a llamarse Zabala; San Felipe, Misiones; San Joaquín, Treinta y Tres; San Juan, Ituzaingó; San Fernando, de las Cámaras (digamos que hoy es Juan Carlos Gómez); del Cerro, que vino a ser Bartolomé Mitre; Del Juncal; las tres calles que rodean el Fuerte (Plaza Zabala actual) hoy Circunvalación Durango, iba a ser 1º de Mayo.

La que se apoyaba (textual) por el este con la Dársena, se llamaría del 25 de Agosto; su paralela, entonces sin nombre se denominaba De las Piedras; San Luis; Cerrito; San Pedro, 25 de Mayo; una calle de cien metros, sin nombre, pasaba a ser Paraná; "la que corta las manzanas 13 y 14 frente a la Casa de Policía, se llamará del Bacacay; del Este al Oeste, San Gabriel, será del Rincón; San Carlos, Sarandí; San Sebastián, "De Buenos Ayres"; San Ramón, Reconquista; antes del Portón Nuevo, Sta. Teresa; Del Yerbal, la que empieza por el 0. en la de 33 y termina en Ciudadela, hoy desaparecida, agreguemos; la que comienza en la Del Yerbal y termina en Ciudadela donde coincide con Canelones, se llamará Camacuá. Venía de Este a 0, La de San Diego que pasaba a ser Washington; y San Benito, se llamaría Colón; San Vicente, Pérez Castellano; Sto. Tomás, Maciel; San José, Guaraní; la que es ahora Juan L. Cuestas, se denominaría Patagones. Y Yacaré "la que atraviesa al sesgo las manzanas 99 y 100".

La calle San José actual, pasaba a llamarse así porque hemos visto que hasta entonces San José era la actual Guaraní. Se señalaba que la nueva san José terminaba en el Cementerio Ingés, que ocupaba las tierras donde hoy se levanta el Palacio Municipal, o sea las dos manzanas limitan la Avda. 18 de Julio, Ejido, Soriano y la antiguamente Sta. Lucía, ahora Stgo. de Chile.

Decía Lamas, autor del proyecto, que Montevideo en la época (1843) tenía dos Mercados, el de la Ciudadela y el pequeño de Sostoa, o Mercado Chico. Nombre del vecino que donó el cuarto de manzana donde se estableció, en la esquina de las actuales Sarandí y Pérez Castellano, predio rodeado del Pasaje de Sostoa.

Se les imponía nombre a arterias que no lo tenían claramente establecido, como Soriano, Canelones, Maldonado, Del Mini, Del Vallés, al S. del Cementerio Viejo (Central) Durazno, Isla de Flores, Paraguay, De la Florida , "que divide la Plaza" advierte Lamas, y sigue con De las Andes -y no con la absurda abreviatura actual- Convención, Arapey (hoy Río Branco); Queguay, por un tiempo De la Paz, ahora Paraguay; "Del lbicuyí" que atraviesa la Plaza Libertad (y era así entonces, ya que Avda. Rondeau seguía llamándose con el nombre de nuestro río); Cuareim, Yi; Del Yaguarón, señalemos que entes de tener el nombre propuesto se llamaba "Fe"; La del Ejido; Sta. lucía, dijimos ahora Stgo. de Chile; La de los Médanos, actual Andrés Martínez Trueba, que contra lo usual de llamar así a Ejido, Lamas la indicaba corno "el límite de la Ciudad".

Se establecían nombres para Olimar, De la Colonia, De Mercedes, del Uruguay, Paysandú, del Cerro Largo, Orillas del Plata (ahora Galicia); Del Miguelete, con la indicación "es la que da principio en la playa y pasa al costado Sur de la famosa Quinta de Las Albahacas, hasta la calle de Los Médanos".

Siempre hubo confusión dónde fue el lugar exacto de aquella Quinta tan mentada en las crónicas de antaño. Don Andrés Lamas, de rebote en su proyecto, nos aclara el caso.

En aquellos tiempos, no se conocía el lento tramitar burocrático. Un ejemplo de lo que decimos: elevado el proyecto, que incluía la obligación de poner sobre cada puerta de calle una tablita con el número de la casa, el 21 de mayo, al día siguiente por el Ministerio de Gobierno se aprobaba, disponiéndose se felicitase al autor del plan, se ordenaba amplia difusión e impresión de la útil y novedosa planificación nomenclaturas en un folleto. Firmaban, Suárez y Santiago Vázquez. Y el mismo día 22, el Jefe Lamas puso el "Cúmplase".

Un decreto dictado 23 años más tarde, modernizaba el nomenclátor "de los antiguos caminos del Extramuros montevideano". Descubramos como se llamaban las ahora importantes Avenidas. La actual Av. Suárez, que nace en Av. Agraciada y, termina en el histórico Camino de Millán, hasta esa fecha que recordamos del decreto del 20 de diciembre de 1866, se llamaba "camino al Paso de las Duranas". Y la tradicional Av. Agraciada que antes nacía en el Centro y por la denominación de Av. Libertador Gral. Lavalleja ahora se inicia en el Palacio Legislativo, era conocida desde los tiempos del Coloniaje, como Cno. al Paso del Molino.

El histórico Millán, también era conocido desde remotos días por "el Cno. de La Aguada al Paso de las Duranas". La Av. Gral. San Martín, era el Cno. del Reducto y Burgues que en el 66 pasó a llamarse oficialmente así, tenía por costumbre popular, ser conocido como "el de la Quinta de Margat". Fue un destacado vecino, francés nacionalizado oriental, que llegó a Montevideo hacia 1838, horticultor y botánico, traía abundantes semillas del sector floral e instaló sus extensos cultivos en El Reducto precisamente sobre la actual Burgues. De ahí que su nombre ofreciera la orientación de qué zona se trataba. Era la simple costumbre epocal…

Pero llegado el día de recordar, con toda lógica, el nombre del primer vecino que tuvo Montevideo, D. Jorge Burges, se consideró que esa arteria era la adecuada para el homenaje. Y D. Pedro Margat, fallecido hacía muchos años pasó al anonimato. Se rescató su nombre, que se le puso a una callecita cercana al paraje donde el francés había trabajado y prodigado sus esfuerzos, que fueron muchos, en favor de su patria de adopción.

El camino Real a Maldonado, luego de terminada la Guerra Grande se llamó 8 de Octubre, como más tarde el Cno. al Cerro se denominó Dr. Carlos Ma. Ramírez; la arteria de vinculación de la ciudad con el Este, ya un tanto costera o sea el tradicional Cno. Aldea, fue designado como Av. Italia.

Hoy hemos intentado, sin saber con certeza si lo logramos, aunque solo sea mínimamente, evocar el nomenclátor antañero. Con los primitivos nombres de la ciudad que hoy nadie identificaría. Y caminos, parecidos a los de la campaña, sin vialidad en absoluto y también conocidos por accidentes geográficos, por un grupo de árboles o simplemente como "camino a lo de Fulano". Algunas de esas vías son hoy Rutas, Avenidas y Bulevares.

Inevitablemente, con olvido de sus sencillas nominaciones del pasado...

JUAN CARLOS PEDEMONTE

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