21/12/08

La Operación Cóndor y la guerra fría (II)

III. EL CÓNDOR VUELA
Las acciones más conocidas de la operación Cóndor fueron la operación Colombo, el seguimiento, traslado y eliminación de exiliados políticos en los países miembros, la "Fase Tres" y el uso del terror en Centroamérica. A continuación veremos esto en detalle.

Frente a la inminente visita de una comisión de Derechos Humanos a Chile; la DINA y la Triple A (grupo de tareas de Cóndor en Argentina hasta 1976) acordaron la Operación Colombo para reaparecer mediáticamente a 119 desaparecidos chilenos. Según el macabro plan, la DINA entregaría a la Triple A documentos falsos de chilenos muertos en campos de concentración, y ésta a su vez los dejaría junto a cadáveres irreconocibles en lugares públicos27. Los muertos eran en realidad militantes de izquierda, secuestrados por la Triple A. Así se encontraron en distintos lugares de Buenos Aires cuerpos violentamente torturados, con algún documento que los identificaba y una nota en la que el MIR los ajusticiaba. En tanto, periódicos colaboracionistas de ambos países, divulgaron que esto era obra de una lucha interna de los miristas por la conducción del movimiento. De este modo 119 chilenos desaparecidos "aparecieron" muertos en Argentina en una lluvia de noticias falsas que hablaban de avistamientos de miristas en Tucumán o cruzando la cordillera para entrar o salir de Chile. En oposición estaban los testigos del secuestro en sus casas o en sus trabajos y los que los vieron en campos de concentración. Muchos de ellos nunca habían sido miristas. Además, dado el antisemitismo de la Triple A, habían seleccionado de la larga lista de documentos entregados por la DINA, un gran porcentaje de apellidos judíos.

Aparte de la Operación Colombo, en 1974 al menos 15.000 refugiados políticos sufrieron represiones ilegales y al año siguiente, por lo menos 69 fueron amenazados para que abandonaran el país. En 1976, después que la presidenta Isabel de Perón fuera derrocada se desnudó la persecución contra los exiliados políticos. A sólo dos días del golpe militar, dos militantes del MOPOCO (Movimiento Popular Colorado) fueron arrestados en Posadas y llevados a un centro clandestino paraguayo. Al mes siguiente en Buenos Aires, la policía detuvo diecinueve exiliados protegidos por el ACNUR en un hotel y el tercer hombre del MIR, Edgardo Enríquez, fue secuestrado junto a una brasileña y asesinado en Chile28. Dos meses después, hombres armados secuestraron 23 chilenos, dos paraguayos y un uruguayo, de dos hoteles más y el uno de junio el ex presidente boliviano, Juan José Torres, fue asesinado29. Frente al desamparo, muchos exiliados ocuparon la Embajada de Canadá, hasta poder salir del país30. De la larga lista de víctimas que siguió puede mencionarse los uruguayos, Zelmar Michelini (senador), Héctor Gutiérrez Ruíz (ex presidente de la Cámara de Representantes) y una pareja de militantes del Frente Amplio; también los paraguayos Agustín Goiburú (uno de los fundadores del MoPoCo) y un miembro del Partido Comunista Paraguayo junto a otro del Movimiento Obrero que fueron secuestrados en Buenos Aires y desaparecidos en Paraguay31. El saldo fue atroz. En total unos cuarenta bolivianos desaparecieron en la Argentina (en contraposición, sólo tres en Chile)32 y 120 paraguayos33. Además, entre julio y septiembre de 1976 más de 30 uruguayos desaparecieron en un operativo de la inteligencia argentina y uruguaya. El OCOA (Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas uruguayo) los detuvo en tres campos clandestinos: Automotores Orletti, el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes. En el primero habían al menos, 200 uruguayos secuestrados y unos 50 en cada uno de los otros dos. El 28 de octubre, el gobierno de Montevideo anunció (mientras que se intentaba obligar a los detenidos a recrear un falso ataque en Uruguay), que las supuestas desapariciones eran en realidad un complot para infiltrarse en Uruguay34. En la lista de los 62 supuestos miembros del complot figuraban 26 uruguayos secuestrados ese año.

La eliminación de los opositores a las dictaduras se repitió en todos los países del Cono Sur. En 1973, el General Andrés Selich, embajador de Bolivia en Paraguay que quería suceder a Bánzer, fue asesinado35. En 1975, el militante del MIR Jorge Isaac Fuentes fue secuestrado en Paraguay y asesinado en Chile. En 1976, en Brasil el ex presidente brasileño Juscelino Kubitschek murió en un extraño accidente; en Uruguay una maestra fue secuestrada en la embajada de Venezuela y el gobierno argentino le pidió al brasileño la detención de 149 argentinos36. En 1978, en Porto Alegre dos uruguayos fueron apresados y deportados37; mientras que en Perú, un grupo de intelectuales fue secuestrado y llevado a Jujuy (Argentina) pero la presión internacional logró liberarlos38. En 1980, dos montoneros fueron secuestrados en Rio de Janeiro y llevados a Buenos Aires39 y en un mismo operativo en Lima, un obrero secuestrado en Argentina fue llevado a esa ciudad para reconocer a exiliados argentinos, luego cinco fueron secuestrados y llevados a Bolivia. Entre ellos Noemí Gianetti, madre de un desaparecido, que apareció muerta en Madrid40.

Paralelamente a la persecución de los exiliados en el Cono Sur, la "Tercera Fase" hizo lo propio en otras naciones principalmente en Europa y el resto de América donde grupos de exiliados denunciaban la crueldad de las dictaduras. La tercera Fase constaba de dos grupos (uno encargado de seguimientos a exiliados y otro de su eliminación), que salían con documentación falsa provista por los otros países. Cóndor se ideó para asesinar en París al embajador boliviano y a un agregado uruguayo, y a un oficial chileno en Medio Oriente41. En 1975 se intentó asesinar en Roma al exvicepresidente chileno Bernardo Leighton y su esposa. En mayo de 1976, el embajador de Bolivia en París, el General Joaquín Zenteno Anaya, que había protestado por la muerte de Selich, fue asesinado42. En setiembre fue asesinado en Washington el ex ministro de relaciones exteriores y defensa chileno, Orlando Letelier y su secretaria, luego de impedir el otorgamiento de créditos a Chile. El asesinato estuvo planeado por Michael Townley doble agente de la DINA y la CIA y por el CORU (Comando de Organizaciones Revolucionarias Unidas) una organización de cubanos anticastristas que trabajaba para la CIA.

Los Estados Unidos apoyó con entusiasmo la Operación Cóndor en el Cono Sur, pero para sus acciones en Centroamérica la CIA creó al CORU. Aunque muchas de sus acciones fracasaron (como el fallido asesinato de Fidel Castro) otras terribles sí, como la voladura de un avión cubano con un saldo de 75 muertos43. El CORU era también el mejor aliado de Cóndor en las acciones sobre Centroamérica. Fiel al mandato de la Doctrina de Seguridad Continental, los ejércitos del Cono Sur se convirtieron en gendarmes de la "frontera ideológica" y a principios de la década de 1980 participaron en la represión de Centroamérica. En 1980, catorce de los veinte millones que vivían en esa región, eran pobres. Esto dio origen a levantamientos populares contra las pocas familias que manejaban las economías nacionales aliadas a empresas trasnacionales. En 1980, periodistas de San Salvador, Nicaragua y Guatemala denunciaron la presencia de escuadrones de la muerte argentinos, chilenos y uruguayos. La matanza de líderes locales fue irrefrenable, en San Salvador, entre 15.000 y 18.000 personas fueron asesinadas ese año. En Guatemala, el blanco fueron los políticos socialdemócratas que acusaban a los Estados Unidos de apoyar las dictaduras. En Jamaica, a través de la Operación Lobo, Washington intentó derrocar al socialdemócrata Michael Makey. Finalmente en Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, en el poder desde julio de 1979, sufrió la constante agresión del gobierno de Ronald Reagan y del terrorismo de los contras44. En contrapartida en 1980, el ERP (con apoyo de cercanos a Stroessner que lo traicionaban45) asesinó en Asunción al exdictador Anastasio Somoza Debayle para detener el financiamiento a los contras, sin poder evitar el fracaso del sandinista. El éxito del terror en Centroamérica llevó al Ejército Argentino a planificar con Bánzer, la ejecución de una nueva dictadura en contra de la seudodemocracia boliviana en la que Bánzer había perdido las elecciones. Esta nueva irrupción militar fue conocida como la "narcodictadura", y a poco de iniciado el régimen que puso al frente a Luis García Meza, el dirigente socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz que encabezaba un juicio contra Bánzer, fue asesinado y todas sus pruebas de las violaciones a los derechos humanos desaparecieron46. El Ejército Argentino contribuyó en el planeamiento, brindó 200 efectivos y paramilitares, se preocupó de mejorar la posición internacional de la nueva dictadura y le dio créditos por 800 millones de dólares47.




IV. EL LEGADO: DEMOCRACIAS VIGILADAS
A comienzos de los ochenta la democracia se abrió paso en el Cono Sur y hubo elecciones en Perú (1980), Bolivia (1982), Argentina (1983), Brasil y Uruguay (1985) y tardíamente Chile y Paraguay (1989)48. Este nuevo clima permitió en diversos grados la revisión de los sucesos pasados. En Buenos Aires en 1985, 833 testigos declararon en el juicio a las ex juntas militares y en la sentencia final se estableció que: "se cometieron en perjuicio de gran cantidad de personas, [...] apresamiento violento, el mantenimiento en detención en forma clandestina, el interrogatorio bajo tormentos y, en muchos casos la eliminación física de las víctimas, lo que fue acompañado en gran parte de los hechos por el saqueo de los bienes de su vivienda49". En Brasil, fue importante el proyecto "Brasil nunca mais", compuesto por 12 tomos con más de diez mil documentos del Supremos Tribunal Militar clandestinamente fotocopiados que en 1986 fueron donados a la Universidad de Campinas50. Pero sin duda alguna la mayor prueba de la existencia de la Operación Cóndor fue encontrada por Martín Almada en una comisaría de Lambaré (Paraguay), en 1992. Los llamados "Documentos del Horror" eran cuatro toneladas de reportes de los informantes, interrogatorios, grabaciones, telegramas confidenciales y detalles sobre la transferencia de arrestados a otros países51. Esto desnudó la cooperación de los Estados Unidos y permitió a familiares pedir al presidente Clinton una compensación por las víctimas de la represión en Paraguay, que por supuesto, no fue aceptada52.

En Chile, debido a la importante injerencia en la vida política de su ejército, el hito más importante en el juzgamiento por los atropellos de los derechos humanos se realizó en el extranjero. Esta fue la detención de Pinochet en Londres en 1998; aunque también fueron importante el juicio en los EEUU del caso Letelier en 1978 y el juicio del caso Carlos Prats, en Argentina, en el año 2001. En el primero, Michael Townley, asumió su participación en los asesinatos de Orlando Letelier y su secretaria; de Carlos Prats y su esposa; del ex presidente Juan José Torres; y también en el atentado en Roma contra Bernardo Leighton y su esposa53. Aunque fue encontrado culpable, la justicia estadounidense lo liberó a cambio de información confidencial. Con respecto al caso Prats el agente de la DINA, Arancibia Clavel fue condenado a prisión perpetua en Argentina por su participación en el asesinato. Pero el caso de mayor contundencia fue la detención de Pinochet en Londres en 1998; y aunque no fue juzgado, su detención causó un gran impacto en la dividida sociedad chilena. También lo hizo la declaración de Margaret Teacher que agradeció a Pinochet la ayuda durante la guerra de Malvinas (reavivando tensiones entre Argentina y Chile). En setiembre de 2001, Almada presentó en Chile una querella contra Pinochet; el ex director de la DINA, Manuel Contreras; y el ex secretario de estado norteamericano, Henry Kissinger, por la Operación Cóndor54. Finalmente, en el año 2002, Washington entregó a Buenos Aires 4.677 documentos desclasificados sobre la última dictadura. Allí la participación de la CIA y el FBI en las dictaduras del Cono Sur es innegable55.

Otro problema pendiente es la restitución de la identidad de los hijos apropiados. Algunos nacieron en los centros clandestinos y otros bebés fueron robados el día del secuestro. El gobierno de los Estados Unidos sabía de la situación y mostró su preocupación en 1982 en una reunión con el embajador argentino en Washington56. Su restitución lenta y compleja ha sido defendida por los sectores ligados al poder militar. Algunos huyeron al ser descubiertos, como el caso del Doctor militar Atilio Branco que escapó al Paraguay con dos niños apropiados.

Pero la inicial vulnerabilidad mostrada por los militares argentinos, que alarmó a los del resto del continente, fue prontamente revertida. Esto se logró gracias a los alzamientos de los militares "carapintadas" entre 1987-1988 y se selló con la obtención de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y por último, el indulto a los culpables. Además, hasta 1994 el ejército argentino se continuó entrenando en interrogatorio y campo de prisioneros, muchas veces con la participación de hondureños y cubanos57. En Chile, Pinochet, a pesar del susto en Londres, siguió siendo senador vitalicio, de acuerdo con la constitución que él mismo avaló. En Perú el "Fujimorazo" de 1992 tranquilizó a los conservadores; en Bolivia Hugo Bánzer fue electo presidente en 1997 y en Paraguay en 1998, Lino César Oviedo (que en 1996 había intentado un golpe contra el presidente Juan Carlos Wasmosy) encabezó las encuestas presidenciales, aunque luego su candidatura fue impedida por estar preso58. Pero fue el escándalo por la muerte del ingeniero químico chileno Eugenio Berríos, lo que demostró la persistencia de la Operación Cóndor en las democracias del Cono Sur. Berríos fue víctima del régimen que tanto apoyó. Había trabajado junto a Townley en la "Operación Andrea" para producir Gas Sarín y había diseñado un plan para envenenar el agua potable de Buenos Aires en caso de guerra por el canal de Beagle. Al año siguiente que Pinochet dejó la presidencia, un juez ordenó la captura de Berríos, pero el general, que aún era comandante en jefe del Ejército, lo ayudó a escapar. En octubre de 1991 Berríos llegó a Montevideo y al mes siguiente fue a la Seccional 24 Parque del Plata y denunció estar secuestrado por militares chilenos y uruguayos; y que el general Pinochet había ordenado matarlo. En ese momento se presentó un funcionario de inteligencia del ejército del Uruguay y miembros del ejército chileno, que se lo llevaron. Cuando esto trascendió, el gobierno uruguayo intentó minimizarlo, mientras que Pinochet visitó Uruguay. En 1995, se encontró el cadáver de Berríos con dos balas en el cráneo. Todas las posibles pistas de su estadía habían sido borradas y un programa argentino de periodismo de investigación fue amenazado. En 2003, luego de una publicación del semanario chileno Siete+7 (reproducido en Página 12 de Argentina y Brecha de Uruguay), la jueza chilena Olga Pérez procesó a un capitán del ejército chileno, cinco en condición de retiro y dos custodios de Pinochet59. Esto demuestra no era (ni es) fácil restarle poder al sector militar.




CONCLUSIÓN
La fuerte alianza de los sectores monopólicos y las trasnacionales paraliza las democracias que sólo pueden hacer reformas superficiales sin modificar la tendencia a la polarización. Estas democracias impotentes o de baja intensidad, a la larga desencantan al ciudadano que descree de su eficiencia como modo de gobierno. En algunos países aciertos del sector castrense en cuanto a reformas económicas (por ejemplo Chile y Brasil), siguen dando cierta legitimidad a la irrupción militar y alimenta, en algunos sectores de la población la fantasía de que un gobierno militar es más organizado que el civil. En el lado opuesto, la seguidilla de errores del aparato militar argentino (que fueron desde la multiplicación de la deuda externa al desastre de Malvinas), hizo de la democracia un valor incuestionable. La caída del presidente De la Rua en diciembre de 2001 lo demostró, aún la crisis económica y social no provocó que la ciudadanía pidiese un nuevo golpe militar. Hay enemigos estructurales de las democracias que se tienen que aprender a enfrentar. La desigualdad social crea un pequeño sector que sólo piensa en servirse del Estado para su enriquecimiento y un gran sector que, apremiada por necesidades inmediatas, no puede sentarse a discutir un modelo de país más equitativo. De este modo la riqueza y el paternalismo (principal expulsor de las masas populares de la vida pública), van de la mano. Otro desafío es la autonomía económica en un contexto de globalización en el que los grandes capitales sólo quieren sacar réditos económicos, muchas veces, encontrados con el bienestar social. El aparato productivo no puede estar guiado solamente por la ceguera del enriquecimiento individual, sino que su función social tiene que ser obligatoria a costa del desencanto de los capitales golondrinas. Finalmente, el pago de las deudas externas también debe ser discutido porque han sido agigantadas durante gobiernos de facto y por lo tanto un gran porcentaje de ellas es ilegítimo. Los acreedores sabían que prestaban ante gobiernos impropios y lo hicieron por la obtención de ganancias sin preocuparse por los costos sociales de nuestros países. Queda ahora a las democracias del Cono Sur defender sus derechos, el MERCOSUR puede ser un espacio interesante para ello. Los primeros gobiernos tuvieron como principal preocupación la continuación de la democracia, pero es imprescindible para que persista que esta forma de gobierno redunde en una mejor calidad de vida de sus ciudadanos.

Este artículo ha demostrado también la gran responsabilidad de los Estados Unidos en estos procesos. Queda entonces por interrogar por la capacidad de escribir una historia autónoma de los países del Cono Sur. Al parecer, las historias autónomas son imposibles, pero tampoco se puede pensar en las historias de los países periféricos como meramente "reactivas". En este sentido se debe distinguir las historias "locales" producida por la suma del impacto de las acciones de los países centrales y el desarrollo de los procesos sociales autóctonos; de las historias "autónomas".



BIBLIOGRAFÍA
Andersen, Martin Edwin. Dossier secreto. Sudamericana, Buenos Aires, 2000.

Aniyar de Castro, L. La política criminal y la nueva criminología en América Latina, UNICRI, Roma, 1990.

Aróstegui, Julio; Buchrucker, Cristian y Saborido, Jorge (directores). El mundo contemporáneo: Historia y problemas. Biblos, Buenos Aires, 2001.

Baratta, alessandro. Criminología crítica y crítica del derecho penal, siglo XXI, Bs. As., 1986

Calloni, Stella. "Los Archivos del Horror del Operativo Cóndor", Covertaction, USA, 1994.

Los años del lobo. Operación Cóndor. Continente, Buenos Aires, 1999.

Camarasa, Jorge; Felice, Rubén; González, Daniel. El Juicio. Proceso al horror. Sudamericana-Planeta, Bs. As., 1985.

Duhalde, Eduardo Luis. El Estado Terrorista argentino, El Caballito, Bs. As., 1983.

Gazmuri, Cristián. La persistencia de la memoria. Ril editores, Santiago, 2000.

Grimson, Alejandro. La nación en sus límites, Gedisa, Barcelona, 2003.

Halperin Donghi, T. Historia contemporánea de América Latina, Alianza, Colombia, 1969.

Heras, Guillot y Galvez, Migración Tradicional y Migración de Crisis, PISPAL, Mendoza.

Marcó del Pont, Alberto. Manual de criminología, Marcos Lerner, Córdoba-Arg., 1991.

Mariano, Nilson C. Operación Cóndor. Terrorismo de Estado en el Cono Sur, 1998.

Martín, David. KGB contra CIA. Una guerra secreta e implacable. Planeta, Barcelona, 1981.

Mendoza, Plinio; Montaner Carlos y Vargas Llosa, Álvaro. Fabricantes de Miseria, Plaza & Janés, Barcelona, 1998.

Osorio, Carlos. Departamento de Estado de eeuu abre archivos sobre la guerra sucia argentina, National Security Archive Electronic Briefing, book N°73, George Washington University, 16/08/'02. www.gwu.edu

Page, Joseph. Perón. Segunda Parte (1952-1974), Javier Vergara Editor, Bs. As., 1984.

Paz, Octavio. Tiempo Nublado, Sudamericana-Planeta, Buenos Aires, 1983.

Pinetta, Santiago. López Rega. Final de un brujo, Abril, Buenos Aires, 1986.

Rouquié, Alan. El Estado militar en América Latina, Emecé, Buenos Aires, 1984.

Shumway, Nicolás. La invención de la Argentina. Emecé, Buenos Aires, 2002.

Yofre, Juan Bautista. Misión argentina en Chile (1970-1973), Sudamericana, Santiago, 2000.


Fuentes:
-Documentos

Documentación desclasificada de Washington; National Security Archive Electronic Briefing, Book No. 73, en: www.gwu.edu

Material base del escrito presentado el 27 de enero de 1999 ante el juzgado de instrucción N 5 de la Audiencia Nacional por parte de la acusación particular de las representantes de Madres de Plaza de Mayo. Mejorado por Benites-Dumont, Andrea. Operación Cóndor: La transnacional de la muerte y el terror. www.argentina.indymedia.org

- Periódicos y revistas: Clarín, (Argentina); El Mercurio de Valparaíso (Chile); El Nuevo Diario, (Nicaragua); Época (Brasil); Estudios Trasandinos (Arg-Chile); La Jornada (México), La Nación, (Argentina); Los Andes (Argentina); O Estado do São Paulo (Brasil); A Folha de São Paulo (Brasil); Página 12 (Argentina); Puentes (Argentina).

-Publicaciones virtuales: BBC Mundo (Inglaterra, www.bbcmundo.com); Rebelión (www.rebelion.org); Tierra Lejana (Bolivia, www.tierralejana.com)

- Fuentes estadísticas: Anuario Estadístico Argentino 1977 y 1978, (Dirección de Estadísticas y Censos, Mendoza, 1979); Censos Argentino (1970 y 1980) y Chileno (1970); La población no nativa de la Argentina, Cuaderno de análisis demográfico N6, INDEC, Buenos Aires, 1996.

Alejandro Paredes
Licenciado en Sociología, Universidad Nacional de Cuyo, Argentina. Doctorando en Historia, Universidad de La Plata, Argentina.
26 de febrero de 2004


Notas:
1 Baratta, alessandro. Criminología crítica y crítica del derecho penal, siglo XXI, Bs. As., 1986, p. 36.

2 Paz, Octavio. Tiempo Nublado, Sudamericana-Planeta, Buenos Aires, 1983, p.168.

3 Aunque cuando la explotación primaria, los medios de transporte y/o el almacenamiento, necesitó mucho capital, la tomaron las metrópolis. Tal es el caso de las minas, los frigoríficos, los ferrocarriles, los silos, los ingenios y en algunos casos toda la producción perteneció a las metrópolis: El azúcar en la Cuba de Batista.

4 Halperin Donghi, Tulio. Historia contemporánea de América Latina, Alianza, Colombia, 1969, p. 48.

5 Marcó del Pont, Alberto. Manual de criminología, Marcos Lerner editora, Córdoba, Arg., 1991, p.25-27. " Este fenómeno es conocido como criminalización de la política y evidencia la erosión de la práctica política y la utilización del poder con fines reñidos con la legalidad" ("Criminalización de la política", Clarín, Bs As, 23/10/'98, p.18).

6 Esta doctrina proponía la existencia del enemigo comunista en el interior de cada país que debía ser eliminado. Dado a que una guerra entre el mundo comunista y el capitalista era poco probable por el alto desarrollo de la carrera armamentista, la tercera guerra mundial se libraría en los países del tercer mundo donde la URSS intentaba conquistarlos a través de la infiltración ideológica (en universidades, movimientos religiosos, sindicatos, etc.). Concluía este pensamiento que la nueva modalidad era la guerra sucia tal cual la había librado Francia en Argelia o la CIA durante la Operación Fénix, un antecedente directo de la Operación Cóndor, que se inició en 1966 y creó bandas paramilitares que causaron cientos de muertos en Vietnam.

7 Duhalde, E. Luis. El Estado Terrorista argentino, El Caballito, Bs. As., 1983, p. 37.

8 Esc. del Ejército de EE.UU. de Infantería y Rangers, Fort Benning-Georgia; Esc. de Asuntos Civiles y Gob. Militar, Fort Gordon-Georgia; Esc. de Ayuda Militar Kennedy, Frot Bragg-Carolina del Norte; Esc. Militar, Fort Belvoir-Virginia; Ac. de Policía, Washington; Ac. de Control de Fronteras, Los Fresnos-Texas; Colegio de Comando y Estado Mayor, Fort leavenwarth-Kansas; Colegio Interamericano de Defensa, Washington.

9 Duhalde, E. Luis, Op. cit., pp. 40-42.

10 Calloni, Stella. "Los Archivos del Horror del Operativo Cóndor", Covertaction, USA, Otoño-1994. Reeditado electrónicamente por Equipo Nizkor, Madrid, 8/08/'98.

11 "Vinculan 'Operación Cóndor' con base militar de Estados Unidos en Panamá", Rebelión, 8/03/'01, www.rebelion.org

12 En su estudio de la Argentina, Shumway propone, la coexistencia de varias ficciones orientadoras nacionales (algunas con más apoyo popular que otras) y la compara con la exitosa articulación que logró el American way of life o the American´s dream, en los Estados Unidos. Algo semejante puede decirse del resto de los países del Cono Sur. Cfr. Shumway, Nicolás. La invención de la Argentina. Emecé, Bs As., 2002.

13 Una reflexión sociológica posterior dio origen a la escuela regulacionista francesa que, no sin pesimismo luego del fracaso en la implementación del mayo francés, llegó a pensar en un capitalismo imbatible. Cfr. Gold, David; Lo, Clarence y Wright, Erik. "Recientes desarrollos en la teoría marxista del Estado Capitalista" en Capitalismo y Estado, Revolución, Madrid, 1985.

14 Cfr. Rouquié, Alan. El Estado militar en América Latina, Emecé, Buenos Aires, 1984.

15 Maldonado, Hernán. "¿Participó Bolivia en la Operación Cóndor?", Tierra Lejana, La Paz, 27/10/'98. www.tierralejana.com

16 Rodríguez, Pablo. "Murió ayer el dictador boliviano Hugo Bánzer", Página12, Buenos Aires, 06/05/'02.

17 Yofre, Juan Bautista. Misión argentina en Chile (1970-1973). Sudamericana, 2000, p. 336.

18 Calloni, Stellas. Los años del lobo..., p. 44.

19 La población no nativa de la Argentina, INDEC, Buenos Aires, 1996, p.18.

20 Heras, Guillot y Galvez, Migración Tradicional y Migración de Crisis, PISPAL, Mendoza, p.13.

21 Calloni, Stella. Los años del lobo..., p. 48.

22 En Pinetta, Santiago. López Rega. Final de un brujo, Abril, Bs. As., 1986, pp.115-118; se relata como se armó la Triple A por medio del contrabando con fondos del Ministerio de Bienestar Social. La cantidad de asesinatos aparece en Calloni, Stella. Los años del lobo..., p. 78.

23 Informe de la Comisión de Derechos Humanos de Argentina, febr. 1990, Cfr. Calloni, Stella. Los años...

24 "El abc del Cóndor. Estado de Situación en 1975" La Nación, Buenos Aires, 21/10/'01.

25 "La justicia chilena debe dejar de funcionar a leña", El Mercurio de Valparaíso, Valparaíso, 26/09/'01.

26 Mensaje fechado en agosto de 1976 que es parte de la documentación desclasificada por Washington. Cfr. Ginzber, Victoria. "Un documento sobre operaciones argentinas y chilenas", Página 12, Bs. As., 28/06/02.

27 Martin E. Andersen. Dossier secreto. Sudamericana, Buenos Aires, 2000, p. 191.

28 Cfr. Ginzberg, Victoria. "Un documento sobre..."

29 Ginzberg, Victoria. "Videla y el Plan Cóndor", Página 12, Buenos Aires, 21/12/'02.

30 Escrito presentado el 27/01/'99 ante el juzgado de instrucción N 5 de la Audiencia Nacional por parte de la acusación particular de las representantes de las Madres de Plaza de Mayo. Corregido por: Benites-Dumont, Andrea. Operación Cóndor: La transnacional de la muerte y el terror, www.argentina.indymedia.org

31 "Vinculan 'Operación Cóndor' con base militar de Estados Unidos en Panamá", Rebelión, 8/03/'01, www.rebelion.org; y también Calloni, Stella. Los años del Lobo..., pp.144-151.

32 Calloni, Stella. Los años del lobo..., p.157.

33 "Investigarán las desapariciones de 120 paraguayos durante la dictadura", Página12, Bs. As., 28/12/'03.

34 Cable del embajador Hill en Buenos Aires, fechado el 2/11/'76. Editado por the National Security Archive Electronic Briefing, Book No. 73, en www.gwu.edu

35 Cfr. Rodríguez, Pablo. "Murió ayer el exdictador..."

36 Grimson, Alejandro. La nación en sus límites. Gedisa, Barcelona, 2003, p.186.

37 "Um acordo espúrio entre os governantes militares do Cone Sul para eliminar, por meio da chamada Operação Condor, asilados estrangeiros opositores dos regimes". Revista Época, N 104, Brasil, 15/05/'00.

38 Calloni, Stella. Los años del lobo..., p.177.

39 Osorio, C. Departamento de Estado de eeuu abre archivos sobre la guerra sucia argentina, National Security Archive Electronic Briefing, book N°73, George Washington University, 16/08/'02. www.gwu.edu

40 "Documentos desclasificados y el caso Molfino", Página 12, Bs. As., 31/10/'03. También Calloni, Stella. Los años del lobo..., p.175.

41 Cfr. Calloni, Stella. "Los Archivos.."

42 Cfr. Maldonado, Hernán. "¿Participó Bolivia en la Operación..."

43 Calloni, Stella. Los años del lobo..., pp.100 y ss.

44 Frei Betto. "Brasil y Nicaragua", El Nuevo Diario, Managua, 26/01/04

45 Mandriotti, Julián. "La última Muerte de Anastasio Somoza", El Nuevo Diario, Managua, 26/01/'04.

46 Cfr. Maldonado, Hernán. "¿Participó Bolivia en la Operación...

47 Martin E. Andersen. Op. cit., pp.304-305.

48 Aróstegui, Julio; Buchrucker, Cristian y Saborido, Jorge (directores). El mundo contemporáneo: Historia y problemas. Biblos, Buenos Aires, 2001, p. 781.

49 Camarasa, J.; Felice, R. y González, D. El Juicio. Sudamericana-Planeta, Bs. As., 1985, p. 11.

50 Da Silva Catela, Ludmila. "Democratización de la información vs. Resguardo de la intimidad. La casa, la calle, el Estado...", Puentes, Buenos Aires, Agosto 2000, pp.54-64.

51 Ceaser, Mike "Los archivos del terror de Paraguay", BBC Mundo, Martes 12 de marzo de 2002.

52 Carta firmada por William y Alberto Inzaurralde, Montevideo, 5 /04/'94. Cfr. Calloni, S. "Los archivos...

53 Cfr. Benites-Dumont, Andrea. Op. cit.

54 "La justicia chilena debe dejar de funcionar a leña", El Mercurio de Valparaíso, Valparaíso, 26/09/'01

55 Calloni, S. "La Operación Cóndor, al descubierto", La Jornada, México, 22/08/ 2002. El apoyo de EEUU aparece también en "Operação Condor emerge pela voz de seus defensores", Folha de São Paulo, 23/05/'03.

56 "El Cóndor en los papeles: Al banquillo", Página 12, Buenos Aires, 26/08/02.

57 Es decir que la doctrina de seguridad nacional continuó vigente. Algunos testimonios de los sufrimientos de los adiestrados en esos cursos aparecen en: Braslavsky, Guido "Submarino, golpes y dientes rotos, el relato de dos comandos", Los Andes, Mendoza, 18/01/04, p.6.

58 Mendoza; Montaner C; Vargas Llosa, A. Fabricantes de Miseria. Plaza & Janés, Barcelona, 1998, p.31-32.

59 "Tras la investigacion sobre Berríos y Pinochet". Página 12, Bs. As., 19/10/'02.

No hay comentarios.: