20/1/09

Juicio a las Juntas, 07-06-1985. Testimonio de Claudio Marcelo Tamburrini (II)

Dr. Arslanian: ¿Se lo dijo en otro momento?
Tamburrini: Con posterioridad, sí.

Dr. Arslanian: ¿Cuándo?
Tamburrini: Desde el 23 de diciembre de 1977, la víspera de Nochebuena, fecha en la que se inicia mi segundo período en la que puedo reconocer como la Mansión Seré, Atila para los internos, porque fui trasladado a la segunda pieza en la cual viví durante los 120 días de cautiverio.

Dr. Arslanian: ¿Recuerda usted cuándo fue trasladado a la segunda pieza ésa?
Tamburrini: El 23 de diciembre de 1977, luego de la noche del 22 de diciembre de ese mismo año, fue liberado mi nuevo, o sea mi último compañero de pieza, Saverio CINQUEMANI.

Dr. Arslanian: ¿Puede aclarar esto? ¿En la pieza Nº 1, vamos a llamarla así, usted estuvo con MENSI y también con el señor Saverio CINQUEMANI?
Tamburrini: CINQUEMANI, actor de profesión, con quien compartí los últimos 15 días, tal vez, de cautiverio en la primera pieza, vale decir 2, 3, 5 de diciembre del año 1977 hasta el 22, noche en la cual CINQUEMANI fue liberado; hubo otro tercer compañero de pieza, siempre en la pieza 1. Bepo de apodo, un chico de aproximadamente, en la época, 19 años, de apellido URSO, residente en Ciudadela, que era interrogado, en iguales condiciones que he contado sobre mi caso particular, por supuestas actividades políticas que habían sido realizadas cuando URSO contaba con 14 ó 15 años de edad, en el año '73, aproximadamente.

Dr. Arslanian: ¿Hay alguna razón, por lo menos conocida por usted, para que el 23 de diciembre del '77 lo trasladen de la pieza Nº 1 a la Nº 27?
Tamburrini: En ese momento no; con posterioridad sí pude deducir alguna razón, y hoy creo verlo con claridad; pasaba a formar parte del grupo "viejos huéspedes de la Mansión Seré", grupo de los no liberables, al menos en el futuro cercano.

Dr. Arslanian: Cuando fue alojado en la habitación Nº 2, ¿había alojadas otras personas en ella, o fue alojado junto con otros?
Tamburrini: Sí, señor presidente.

Dr. Arslanian: ¿Quiénes eran?
Tamburrini: Guillermo Marcelo FERNANDEZ, Carlos GARCIA, Alejandro ASTIZ, y yo fui el cuarto ese día.

Dr. Arslanian: ¿Y qué ocurrió allí?
Tamburrini: Allí pasé a gozar -también en sentido irónico- de otro tipo de condiciones de cautiverio; esta pieza de los viejos gozaba de ciertas prerrogativas que los de la pieza uno no habíamos conocido; con ciertas guardias, por ejemplo con la M ya nombrado Lucas, se nos proporcionaba escobas para que barriéramos el sitio, una pieza y otra; en ciertas oportunidades se nos sacó en grupos de a dos a ver televisión a la cocina, siempre con esta misma guardia y con otra comandada por una persona que se hacía llamar el Tucumano; en esta pieza, al tiempo, nombro esto porque mi primer contacto con Carlos GARCIA, uno de los habitantes de esta pieza 2, fue a las 24 horas de mi secuestro, cuando el guardia Lucas nos saca para ir al baño, acompañado por Carlos GARCIA, ese trecho entre mi pieza y el baño, que serían 5 o 6 metros, yo alcanzo a preguntarle a mi acompañante: ¿Qué es esto, qué pasa aquí? ¿Qué es lo que me va a suceder? Y me dice este chico Carlos que me tranquilizara; me dijo que no me pusiera nervioso, que tratara de dormir, y yo le pregunté: ¿Quién sos? y me dijo: yo también estoy detenido, preso secuestrado: ¿cuánto tiempo?, le dije -yo estaba muy preocupado por el tiempo que podía estar ahí, 24 horas me parecía una barbaridad-, y yo recuerdo mi desesperación cuando él me respondió: 2 meses; yo creo que lloré y él se dio cuenta de eso y se apresuró a aclarar: Bueno, pero con vos no necesariamente va a suceder lo mismo: ése fue mi primer contacto con Carlos GARCIA, a quien reencontré en la pieza 2, cuando pasé a formar parte de ella; en la pieza 2, a la hora, reúnen con nosotros a Jorge INFANTINO, y casi simultáneamente, con una diferencia de horas, a Jorge COSIELO, un recién llegado que había sido secuestrado una semana más tarde que yo...

Dr. Arslanian: ¿Vale decir que en un momento determinado llegaron a compartir la habitación seis personas?
Tamburrini: Seis personas.

Dr. Arslanian: Es decir las cuatro que usted mencionó más INFANTINO y COSIELO.
Tamburrini: Sí, señor presidente, fue durante ese lapso; pasamos la Navidad juntos, pasamos Nochebuena juntos esas seis personas; Año Nuevo también y parte del mes de enero.

Dr. Arslanian: ¿Había algún elemento común entre ustedes?
Tamburrini: Nuestras condiciones de detención, o de secuestro, es lo único.

Dr. Arslanian: Continúe, señor.
Tamburrini: Aproximadamente a fines de enero -mediados o fines de enero se empieza a correr la versión en la casa, lanzada por guardias que tenían un trato especial con nosotros, en cuanto a que los podíamos ver, nos permitían sacarnos las vendas y tenían ciertas atenciones, tipo... traemos cigarrillos, conversar con nosotros; eso simplemente ya era una atención valiosa que nosotros valorábamos; empiezan a comentamos estos guardias, estas 2, 3 o 4 personas de dos guardias distintas, que en nuestro caso se estaba arribando a las conclusiones finales, que estaban por ser cerrados; se empieza a rumorear en la casa que íbamos a ser trasladados a un penal algunos, a casa otros; en ese lapso, en ese período de tiempo, enero siempre, se produce un simulacro de situación pretraslado, para definirlo de cierta manera; de modo tal que prácticamente viene el grupo al que nosotros llamábamos "la patota", y nos castiga varias veces con golpes, botellazos, parten una botella de sidra en la cabeza de Carlos GARCIA, nos dejan marcas, y a las 48 horas se acerca el que capitaneaba, el que digamos comandaba esta banda, este grupo, que se hacía llamar Hugo... Huguito, y se lamenta ante nosotros de los golpes que nos han dado, por las marcas que nos han dejado con este trato; recuerdo como hecho anecdótico que nos pasó "Merthiolate" en las heridas, porque "éstos están por ir a un penal" -según, digamos, expresiones textuales de este tal Huguito-; al terminar este trato que duró una semana, se vuelve a repetir el endurecimiento de las condiciones de secuestro, a punto tal de hacernos perder las expectativas, relacionadas con la posibilidad de pasar a una situación de detención que pudiera ser calificada -digamos- de "legal". Esta... ese sistema, este método fue aplicado sistemáticamente por el grupo al que llamábamos "la patota" y aun por ciertas guardias que parecían tener una unidad de funcionamiento en cuanto a este tema con el grupo torturador; nos creaban expectativas, ya sea en forma grupa¡ o en forma individual, para luego, a las horas, destruirlas torturándonos o negándonos lo que nos habían prometido, es decir, un poco destruyendo las expectativas que ellos mismos nos habían creado, formando parte de un método tendiente a hacemos desesperar y torturamos psíquicamente.

Dr. Arslanian: Las patotas, o la patota, y las guardias, ¿se encontraban bien diferenciadas? ¿Usted, cuando se refiere... -esto es una pregunta- diferenciadas, y en segundo lugar si las patotas eran las que hacían o las que habían hecho en su caso, o si tiene noticias de otros casos de personas que estaban detenidas con usted, los procedimientos de detención?
Tamburrini: Aparentemente, y por lo que pudimos aprender acerca del funcionamiento de la Mansión Seré, existía un grupo bien caracterizado como "la patota" -término que inclusive era empleado por alguna guardia-, sobre estos sujetos, nosotros llegamos a establecer, a -conocer con bastante claridad, sobre todo los viejos de la casa, recuerdo al Tribunal que Carlos GARCIA estuvo secuestrado 180 días, Guillermo FERNANDEZ 150, y yo 120, este lapso nos permite esta familiaridad en el trato con ciertas guardias, nos permitió conversar con ellas, y hacer la limpieza del sitio, bajar inclusive a la planta baja para ir a abrir la puerta cuando uno de los dos guardias volvía con el coche con la comida para el mediodía o para la cena; la prolongación de nuestro cautiverio, de nuestro secuestro, nos permitió conocer con bastante lujo de detalles la mecánica de funcionamiento de la Mansión Seré; las guardias estaban perfectamente identificadas y cambiaban sistemáticamente cada 3 días, al mediodía; se quedaban 3 días y luego venía la nueva guardia...

Dr. Arslanian: Perdón. ¿Qué dotación tenía cada guardia de esa que usted denomina "rotativa"?
Tamburrini: Había una guardia, a la que yo nombré previamente, la de Lucas y Tino, estaban juntos siempre y eran dos; las otras 3 guardias estaban siempre compuestas por 3 individuos; de estos cuatro turnos, 2 eran fijos, o sea que volvían cada 9 días; la de Lucas y Tino 1, y la del Tucumano otra; las otras dos eran movibles, es decir que no se repetían los guardias. Nosotros sabíamos qué día y a qué hora se iba uno de los tres, o los dos n el caso de la guardia de Tino y Lucas-, uno de los dos o tres se iba con el coche para ir a buscar la comida; cuánto tiempo tardaba -aproximadamente 1 hora, 1 hora y cuarto- en hacer ese viaje ¡da y vuelta; y vimos repetidas veces, desde las ventanas, el sitio circundante: era como yo había sentido la primera vez, un amplio espacio de césped, plantas y árboles, y luego una calle bastante transitada por automóviles a unos 100 metros.

Dr. Arslanian: Cuando estaban estas guardias compuestas de tres personas, ¿la función primordial de ellas era la seguridad interna, digamos? ¿El hecho de que ustedes no se escaparan, eran sus cuidadores, sus celadores, sus guardianes, por así decirlo de alguna manera?
Tamburrini: La función específica de estas guardias era evidentemente controlar el sitio, cuidar el sitio y ver que los secuestrados no salieran del sitio; en cuanto a la aplicación práctica de estas instrucciones generales -para decirlo de una cierta manera-, la aplicación práctica dependía mucho de la interpretación personal que hiciera el sujeto encargado de la guardia; había guardias que eran peores que Ia patota", había guardias que nos pedían perdón por lo que estaba sucediendo y que nos expresaban con convicción que ellos con Ia patota" no tenían nada que ver, y que lo único que tenían que hacer ahí era cuidar, simplemente, para que no nos escapáramos.

Dr. Arslanian: ¿Esto para ustedes era ya bastante, el hecho de que conversaran?
Tamburrini: Sí.

Dr. Arslanian: ¿Sobre qué versaban esas conversaciones?
Tamburrini: Sobre lo que se haría cuando saliéramos de ahí; uno de ellos me invitó a ir a jugar al fútbol con él, cuando yo saliera de ahí -un poco recordando el hecho de, que yo fui jugador de fútbol profesional-; otro nos trajo en un momento -digamos, recuerdo- otro nos trajo "azúcar", un poco de "azúcar", para que comiéramos un poco de "glucosa" porque nos notaba flacos; yo perdí 10 kilos durante esos 4 meses; gente que nos preguntaba sobre -por ejemplo- nuestra situación civil, si nosotros teníamos familia, nos hacían un poco hablar de ella. Con una guardia, con uno de los integrantes de, esta guardia, llegué a conversar, me llegó a manifestar su desacuerdo con tal metodología y me confesó su pertenencia a la Fuerza Aérea; en otra oportunidad, 1 mes... 1 mes y medio antes de nuestra fuga, habían traído al sitio... --esto habrá sido en el mes de febrero- tres personas, que según versiones corridas en la casa luego, pertenecían al barrio, "Carlos Gardel"; como la casa estaba atestada, subieron a uno para interrogarlo y a los otros dos los dejaron en la dependencia de la planta baja; a los 15 minutos estos dos secuestrados se lanzaron por la ventana, o sea... salieron simplemente al campo se produjo un gran revuelo en la casa, porque Ia patota" estaba ahí, interrogando al otro tercer miembro de ese grupo que estaba allí en el piso superior donde estábamos nosotros. Un gran revuelo se produjo, idas y venidas por la escaleras, y por una radio -sentí yo desde una pieza- "Palomar, Morón, Palomar, Morón, se escaparon dos paquetes, manden gente". Otro hecho que yo recuerdo, fruto de nuestra intimidad, o con ciertas guardias fue... es el hecho de que había teléfonos en esa casa, que... (ininteligible) en afirmar para recoger expresiones vertidas en testimonios anteriores, era inhabitable, pero estaba habitada. Las condiciones de la casa la hacían inhabitable; nos mostraron un teléfono desde el cual habló Jorge INFANTINO, que se manejaba con un sistema de conmutador; es decir, había un vecino en la zona que había cedido, había prestado la línea telefónica a este grupo; cuando sonaba el teléfono, si la llamada cesaba era signo de que la llamada era para el dueño de la línea, de la casa vecina; si a los 15 segundos sonaba nuevamente, era que la llamada había sido pasada para la casa. En el mes de febrero se produce un cambio en la población de la pieza dos: llevan una tarde a Jorge INFANTINO y Alejandro ASTIZ diciéndoles que iban a ser trasladados a un penal, lo cual para nosotros era un signo positivo, que creaba expectativas y en nosotros era señal de que la cosa se movía, los casos se decidían y los rumores anteriormente sentidos en la casa parecían concretarse. Este traslado de Jorge INFANTINO y Alejandro ASTIZ a un penal tratamos de confirmarlo nosotros, en comentarios o en preguntas directamente a ciertas guardias con las que conversábamos, esto habrá sido a principios del mes de febrero; a fines del mes de febrero -aproximadamente- nos comunica una persona de la guardia la noticia alentadora de que Jorge INFANTINO y Alejandro ASTIZ habían pasado ese día a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, que estaba la noticia en el diario, figuraba en una lista de no sé cuántas personas. Carlos GARCIA le pide el diario a esta guardia para que nos confirmara la noticia y se lo niega. Esa primera sospecha, ese primer elemento nos hizo sospechar acerca de la veracidad de ese traslado, esa legalización de la situación de secuestro.

Dr. Arslanian: ¿Con relación a los demás?
Tamburrini: RUSOMANO -por ejemplo-, Daniel RUSOMANO trabajaba ---según lo manifestó- en la Caja Nacional de Ahorro y Seguros; Guillermo FERNANDEZ trabajaba con su padre -que es escribano-; Carlos GARCIA nos contaba sobre su padre que tenía un reparto de chacinados, a quien ayudaba en esta tarea; Guillermo FERNANDEZ había estudiado durante cierto tiempo pedagogía -si mal no me acuerdo- en la Universidad de Buenos Aires...

Dr. Arslanian: Continúe.
Tamburrini: Con simultaneidad, o una diferencia de horas a este anuncio en el diario que no pudimos confirmar, se produce el cambio periódico de los guardias y le toca el turno a la guardia de Tino y Lucas; recuerdo el día que Tino entra a la pieza y dice con bastante soltura: "Qué lástima, ¿se han enterado de la mala noticia?". No, no, ¿qué es lo que sucede? "Mataron a ASTIZ". Esta versión que nos tiraba en la pieza Tino -uno de los dos guardias- nos preocupó mucho porque habíamos notado que no se nos interrogó más, que nuestros casos no eran tomados en cuenta; cuando requeríamos noticias concretas sobre el curso de la investigación -como eran llamadas por ellos- nos respondían con evasivas o no nos daban respuesta, o nos golpeaban simplemente como respuesta, y el único punto de luz que teníamos, concreto, era el traslado que los cuatro de la pieza vimos 3 semanas antes de INFANTINO y ASTIZ, y nos preocupaba mucho el hecho de que no se nos hubiera permitido ver en el diario la confirmación de la legalización de estos dos secuestrados y nos terminó de destruir toda esperanza la indiscreción del guardia Tino; uno tiene en esas situaciones una gran fuerza de voluntad, y la esperanza de salir con vida nunca se pierde, pero es muy fácil desesperarse cuando se le tiran a uno elementos tan negativos, y se le apaga a uno la última luz de esperanza que nosotros teníamos; yo recuerdo esos dos o tres días posteriores al anuncio de este guardia como muy negros y muy pesados en la pieza, estábamos realmente destruidos.

Dr. Arslanian: ¿En ese momento, en la habitación habían quedado usted y quiénes más?
Tamburrini: Guillermo FERNANDEZ, Carlos GARCIA, Daniel RUSOMANO y yo.

Leer: Juicio a las Juntas, 07-06-1985. Testimonio de Claudio Marcelo Tamburrini (III)

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