4/11/08

Rodríguez Batlle y el "acuerdo secreto" para la capitalización del Banco Comercial

Fragmento de la interpelación al ex ministro de Economía, Alberto Bensión, en el que el ex presidente del Banco Central, César Rodríguez Batlle, explica algunos aspectos del acuerdo con los accionistas privados del Banco Comercial (11 y 12 de julio de 2002).


SEÑOR LARRAÑAGA.- De la Carta de Intención que firmara nuestro país, desconfiamos hasta de la carátula, porque textualmente expresa: "Sin perjuicio de lo que antecede, el Gobierno está dispuesto a tomar en consulta con el Fondo cualesquiera medidas adicionales que sean necesarias para asegurar el éxito del programa". Puede decirse que se trata de una desconfianza saravista, señor Presidente.

A todo esto que hemos expresado en materia de política cambiaria, se agrega la medida o intención de eliminar la devolución de los impuestos para el sector exportador. El 25 de junio, el señor Ministro concurrió a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes y al otro día, en otro ámbito, realizó un anuncio que después tuvo que rever, quedando en una muy gruesa desautorización, en lo que significa la determinación de una política que tuvo que desandar. Tenemos nuestras dudas y no nos han conformado las explicaciones del señor Ministro, por lo que realmente continuamos con una enorme preocupación en esta materia.

Ahora queremos pasar al tema del sistema financiero, señor Presidente. Con franqueza debo decir que comprendemos la angustia del señor Ministro y compartimos lo que ha expresado con respecto al fraude, en el sentido de que la situación dada en dos Bancos de nuestro país configura un acto criminal; creo que así se expresó el señor Ministro, si no sigo entendiendo mal sus explicaciones. Como dije, compartimos esta situación de enorme preocupación. En algún momento hemos dicho que es cierto que sin sistema financiero no hay país, pero también es cierto que sin país, sin producción, sin sector agropecuario, sin compatriotas con capacidad de ahorro, ¿para qué queremos un sistema financiero? Quizás lo mejor sería conciliar el sistema financiero con el productivo.

También cabe reflexionar sobre la crisis de la Argentina y sobre la situación de los Bancos en ese país. Señor Presidente, señor Ministro y señor Presidente del Banco Central: ¿no eran motivos suficientes como para estar con más de cuatro ojos mirando la realidad de algunos Bancos de plaza? La situación de la República Argentina en lo que hace a su sistema bancario, ¿no obligaba también al Ministro de Economía y Finanzas, al Presidente del Banco Central y a todas las autoridades intervinientes en materia de contralor financiero, a extremar los esfuerzos para que no sucediera lo que le ocurrió al país con los Bancos en los últimos cuarenta años? Yo creo que se debieron extremar los controles.

Me preocupan algunas afirmaciones que expresara el señor Presidente del Banco Central cuando concurrió el 4 de abril de este año a la Comisión de Hacienda del Senado. En esa sesión, el Presidente Rodríguez Batlle expresó: "Es obvio que, ante todo, el sistema ha dado una dura prueba de liquidez; ha podido atender con sus propios recursos la inmensa mayoría de estos retiros. Solamente el Banco Comercial ha tenido un apoyo muy menor con respecto al volumen de depósitos de retiros que tuvo; el resto fue atendido por el sistema privado con sus propios recursos, dando una señal de los más altos niveles de liquidez de cualquier plaza financiera." Me gustaría saber si a más de dos meses, el señor Presidente del Banco Central piensa lo mismo. A su vez, en esa Comisión agregó: "Con respecto al resto del sistema -fuera de los Bancos de Galicia y Comercial-, si bien ha tenido algunos movimientos de retiro de depósitos, mantiene sus compromisos con el Uruguay, su nivel de liquidez y de solvencia, no presentando ningún elemento que nos lleve a decisiones similares, parecidas o de la misma orientación que las que nos impulsaron en estos casos a los que me he referido." Creo que mientras el señor Presidente del Banco Central pensaba así, algunos señores, fundamentalmente del grupo económico del Banco Montevideo, le estaban poniendo ruedas al Banco para llevárselo.

En esa misma reunión de la Comisión de Hacienda, el señor Ministro de Economía y Finanzas dijo: "Quiero aclarar que procedimos de esta manera en función de la excepcionalidad de la situación." Es una situación absolutamente excepcional y comprendo la enorme angustia relatada por el señor Ministro de Economía y Finanzas y por todo el equipo económico; lo comprendo porque hay que estar en ese pellejo para sufrir esas cosas y comprender que también se está frente a decisiones muy difíciles que hay que adoptar.

El señor Ministro fundamenta la decisión de capitalizar complementariamente el Banco Comercial en el artículo 15 del TOCAF, que prevé situaciones excepcionales. Dicho artículo dice que cuando medien acontecimientos graves o imprevistos que requieran la inmediata atención del Poder Ejecutivo -y habla de las Intendencias Municipales- se podrá, precisamente, establecer el compromiso de situaciones de esta naturaleza. El propio artículo 15 del TOCAF expresa que en estos casos se dará cuenta inmediata a la Asamblea General y a la Comisión Permanente. Al respecto, queremos preguntar si también se cumplió con este inciso final del artículo 15 del TOCAF.

SEÑOR GARGANO.- ¿Me permite una interrupción, señor Senador?

SEÑOR LARRAÑAGA.- Con mucho gusto, pero pediría que fuera la última porque, de lo contrario, no me va a alcanzar el tiempo.

SEÑOR PRESIDENTE (Dr. Correa Freitas).- Puede interrumpir el señor Senador.

SEÑOR GARGANO.- Agradezco la interrupción, y trataré de ser muy concreto.

En apoyo a lo que el señor Senador venía diciendo, debo expresar que tengo una visión extremadamente crítica de la acción del Banco Central en materia de supervisión del sistema financiero. Digo crítica porque creo que la opinión pública debe saber, y el señor Ministro y el señor Presidente del Banco Central deben explicar, cómo es que pudo ocurrir lo del Banco Comercial. Los elementos que tenemos y los comentarios que nos han llegado apuntan a que dicho Banco había utilizado el dinero de los depósitos para la compra de valores en Argentina, y que como contradocumento había un papel que decía que esos valores estaban en poder de los tenedores de las acciones del Banco Comercial.

No voy a dar cifras, pero los cálculos son realmente asombrosos. Sin embargo, el Banco Central aceptó las auditorías de algunas empresas que están cuestionadas en el mundo. Entonces, me pregunto qué clase de supervisión se hizo. La otra alternativa es que los supervisores fueran absolutamente incompetentes, porque el agujero es tremendo.

Un caso similar es el del Banco Montevideo, ya que tres meses antes de ser intervenido, se le vende el Banco La Caja Obrera en función de los informes de las auditoras internacionales. Tengo algunos cálculos -al igual que los demás señores Senadores- del agujero negro que va a dejar el Banco Montevideo. No sé a qué nivel llega la acción fraudulenta.

Acá se ha dicho "estamos nacionalizando la banca" o "estatizándola"; en realidad estamos estatizando y socializando las deudas de un sistema financiero para el que vamos a disponer de un auxilio de los organismos internacionales de U$S 2.500:000.000. El señor Ministro dijo en la Comisión que ese iba a ser el destino fundamental. Eso consta en la versión taquigráfica, por lo que los señores Senadores pueden corroborarlo. Además, afirmó -y ya termino, señor Senador- que por decreto se había creado un fondo de asistencia al sistema financiero, y que en función de la opinión del Departamento Jurídico asesor del Ministerio, se había hecho por decreto porque la Carta Orgánica del Banco Central no le daba la latitud para hacerlo. Cuando el señor Ministro dijo esto, me levanté -creo recordar- y me fui, porque era una cosa demasiado gruesa. Insisto: señaló que lo había hecho por decreto porque lo iba a nutrir con fondos de un préstamo internacional, y como estos no tienen que pasar por el Parlamento, se sentía habilitado -de acuerdo con el asesoramiento jurídico- a hacerlo de esa forma. Cuando el señor Senador Heber -si no me falla la memoria- planteó el tema de que se iba a exigir una ley, el señor Ministro accedió. Sin embargo, repito, actuó al margen de las disposiciones bancocentralistas; se saltó la ley que crea y determina el funcionamiento del Banco Central.

Simplemente quería hacer estas tres anotaciones leves y brutales. Este tipo de cosas son un fraude al país, pero también hay que ver el grado de incompetencia total con que se ha manejado esto por parte del Banco Central. Me parece que comentarlo en voz alta, nada más, es demostrarlo.

Gracias, señor Senador.

SEÑOR PRESIDENTE (Dr. Correa Freitas).- Puede continuar el señor Senador Larrañaga.

SEÑOR LARRAÑAGA.- Después el señor Ministro de Economía y Finanzas dijo textualmente en esa reunión: "Con esto no pretendo hacer una justificación completa de la situación, pero sí quiero reiterar que si uno de los factores que debemos tener en cuenta para evaluar este acuerdo es el resultado en términos del objetivo perseguido que era la normalización del sistema financiero, este acuerdo funcionó." Más adelante, en un párrafo final de su exposición, agrega: "El sistema bancario uruguayo demuestra una fortaleza excepcional que de aquí en adelante la vamos a exhibir como un estandarte de orgullo ante la Región y ante el mundo." También en esa reunión se comprometió con el señor Legislador González Álvarez a dar conocimiento del compromiso asumido con los bancos extranjeros por el tema del Banco Comercial. Al respecto señaló: ..."tengo el compromiso de informar al Parlamento y lo asumo aquí públicamente. Al respecto, quiero hacer tres precisiones. En primer lugar, creo inconveniente dar a difusión pública este documento en aras de preservar la posición negociadora del Ministerio de Economía y Finanzas y del país frente a los bancos internacionales".

En lo que tiene que ver con el convenio que se firmó con los bancos extranjeros no voy a hacer aseveraciones, señor Presidente, pero voy a formular algunas preguntas en lo que respecta al Banco Central. ¿Es cierto que el expediente de venta del Banco Comercial se extravió? En caso afirmativo, ¿cuándo se detectó el extravío del mismo? Quisiera saber si el Ministro puede llegar a una transacción en la que se comprometa a no iniciar acciones contra accionistas o empleados, según el compromiso que se firmó. ¿El aporte comprometido por los bancos accionistas es suficiente, cuando el Uruguay se obliga a aportar un monto no limitado, y los montos que superen los U$$ 33:000.000 integrados en acciones preferidas se concretarían en acciones ordinarias con menos derechos? ¿Es cierto que se libera en forma irrevocable y se exime para siempre a cada inversor, sus afiliados directos, de todas y cada una de las pérdidas que pudieran surgir? ¿Es correcto que el Uruguay se compromete a mantener al Banco Comercial en situación sólida y a proveerle recursos financieros sin limitación? ¿A cuánto asciende el capital del Banco Comercial, y a cuánto sus pérdidas? ¿Es cierto que el país otorgará exenciones al Banco Comercial con relación a obligaciones requeridas o exigidas por el Banco Central? ¿Es cierto que los bancos extranjeros sólo pusieron U$S 80:000.000 en vez de los U$S 100:000.000 comprometidos, con cláusulas muy beneficiosas para ellos en cuanto a su recuperación? ¿Cuánto ha puesto el Estado hasta la fecha?

En cuanto a la asistencia del Banco Central: habiendo claros informes del mismo Banco, de KPMG y de PriceWaterhouseCoopers, en el sentido de que las pérdidas son muy cuantiosas, ¿hasta dónde se puede capitalizar a un banco para que se beneficien en un 75% los accionistas? Con relación al convenio, ¿quién lo autorizó y qué base legal tuvo? ¿Se publicó o no la resolución? Estas son algunas de las preguntas con respecto al tema.
¿Se cumplió con la Ley Nº 15.851 sobre las normas para asegurar el funcionamiento de los servicios estatales? El decreto de 17 de junio, por el que se crea el Comité Administrador de Fortalecimiento del Sistema Bancario, a nuestro juicio es ilegal. A ese respecto, no aceptamos las explicaciones que se dieron en la Comisión. No fue un requerimiento del Partido Nacional sino un anuncio del Ministro en la Comisión, quien dijo que igualmente iba a impulsar un proyecto de ley. En esa misma sesión de la Comisión señalamos que el 24 de junio y el 4 de julio pasado se autorizó al Banco Central del Uruguay, en su carácter de agente financiero, a emitir la suma de hasta U$S 200:000.000, en cada uno de los decretos, lo que hace un total de U$S 400:000.000. Queremos saber cuánto fue para asistencia o capitalización de los bancos de plaza. Estas situaciones bancarias, estas crisis, terminan siendo pagadas por la gente, por todos los uruguayos. Hay un denominador común, que es el desvío de fondos proveniente del ahorro público hacia empresas vinculadas a los grupos económicos propietarios de los bancos.
En lo que tiene que ver con el Banco Montevideo, debo decir francamente que me cuesta mucho definir los términos "producto", "exposición", etcétera, pero dentro de la precariedad de mis conocimientos voy a hacer algún tipo de descripción.

La descripción precisa de cada una de las irregularidades cometidas en el proceso que nos ocupa resulta tarea ímproba para quien no es profesional en el tema y, particularmente, porque aún no se cuenta con la información exhaustiva que la complejidad del asunto requiere. Sin embargo, alcanza con los datos conocidos para concluir que, a nuestro juicio, en el caso del Banco Central los contralores, por lo menos, han fallado en el tema del Banco Montevideo. Me refiero a determinadas operativas que realizaba el Banco Montevideo que, realmente, son poco menos que increíbles en lo que significa su instrumentación.

Si hubiera que resumir en un solo concepto la operativa del Banco Montevideo desde el punto de vista que estamos analizando, se puede decir que ha habido circulación de colocaciones dentro del Grupo Peirano sin que operaran las limitaciones indispensables por parte de la entidad reguladora del sistema financiero. Esta operativa incluye no sólo la tan mentada operación del TCB sino también -citando algunos ejemplos- préstamos a empresas del Grupo, garantizadas con depósitos en el TCB; compra de Carteras al Banco Velox por parte del Banco Montevideo; colocaciones directas a empresas del Grupo. Citando algunas cifras, podemos decir que, en lo que va del año, se fueron más de U$S 100:000.000 en el traspaso a través de esta operativa. Nos consta que ya se había alertado que estas operaciones se venían dando -aunque no con la intensidad y montos de ahora- desde hace algunos años. Debemos señalar que a esa altura las operaciones de desvío de fondos hacia empresas del Grupo Peirano ya estaban al rojo vivo. Asimismo, se reconoce que algunas de ellas contravenían disposiciones bancocentralistas. El Banco Montevideo no estaba autorizado para las operaciones que después terminaban con depósitos que se transferían al TCB.

Aun en este marco de gravedad y en un clima particularmente tenso sobre el sistema financiero, el Banco Central se limita a imponer al Banco Montevideo la cancelación de algunas operaciones. Se habló de las resoluciones, de la supervisión intensiva, del período de capitalización incumplido, del tema del veedor hasta la intervención del 22 de junio, etcétera. Pero desde febrero hasta el 22 de junio todos sabemos lo que pasó. ¡Pasó de todo! A los pedidos del Banco Central no se les dio cumplimiento, por lo menos en forma total; al veedor, en términos futbolísticos, "le pasaron la pelota por arriba del moño" muchísimas veces; y de la supervisión intensiva no se puede hablar, señor Presidente, porque realmente es lamentable.

En la propia descripción que realiza el señor Presidente del Banco Central el 25 de junio se reconoce todo esto; en las páginas 15 y 16 se expresa con claridad meridiana cuando se dice que el veedor tiene facultades de veto de todas las operaciones que se vinculan al Grupo, pero resulta que la intervención se llevó a cabo el 22 de junio. Creo que el Banco Central sale muy mal parado de todo este asunto: los controles llegaron a destiempo, se hicieron mal, y me pregunto si aquellos que se llevaron a cabo sirvieron a los efectos de preservar los recursos económicos que eran transferidos por parte del Banco Central en régimen de asistencia y que, según tengo entendido, terminaron en el TCB, en las Islas Caymán. Esa es la situación. Creemos que no hubo controles para defender los recursos públicos y el dinero de los uruguayos; esta es la realidad. No se invirtió dinero en el mantenimiento de la política cambiaria, pero me pregunto cuánto le va a costar al país esta situación. Realmente nos preocupa mucho.

Quiero precisar -y lo reitero, porque sé con quién y de quién estoy hablando- que no tengo reservas personales ni de idoneidad con ninguno de los altos jerarcas que están compareciendo por el equipo económico en esta interpelación, pero sin duda, señor Presidente, han habido errores trascendentes que no se pueden dejar pasar. Es cierto que se hizo la denuncia penal por parte del Banco Central en los dos casos. Es cierto, y ojalá -estamos convencidos de que así será- en nuestro país se haga justicia en una situación de esta naturaleza, magnitud y trascendencia para la vida de los uruguayos. Aquí, "el estado del alma" -lo digo sin mofa y sin burla, con muchísimo respeto por el señor Presidente de la República- también impone que haya justicia, porque sin ella no puede haber paz. Sin duda, la sociedad debe terminar asistiendo al hecho de que los banqueros terminen presos y con sus bienes ejecutados.

Tenemos muchísimas dudas y queremos saber cómo se instrumentaron las garantías de los bienes del Grupo Peirano para el tema del Banco Montevideo. Queremos saber si es cierto o no que faltan algunas firmas. Tenemos entendido que hubo irregularidades en la constitución de las garantías reales, los certificados de los registros con respecto a las distintas inhibiciones. ¿Están o no están? Opino que este es un tema de enorme gravedad, que seguramente el país tendrá que asumir.

Quiero terminar estas expresiones con algunas manifestaciones de Wilson Ferreira, que a pesar de haberlas mencionado en otra sesión, quiero reiterar: "Lo que pasa es que mirando el país desde adentro, hay que creer en las instituciones que se dice se están defendiendo. Lo que no vale es aparecer luchando por ellas y no creer en ellas, porque los que no creen son los que terminan defendiéndolas mal. Pretextando defenderlas son los primeros en destruirlas. Quienes crean en nuestro sistema constitucional saben que él no tiene otra arma para imponerse que la de su propio funcionamiento armonioso y esto no se consigue sin gente informada que decida en conciencia."
Esto es lo que me propongo hacer hoy: -decía Wilson en aquel momento- "tratar de decir al país algunas cosas que creo debe saber y que, por otra parte, no constituyen secreto para una gran cantidad de uruguayos. Las saben los banqueros, las saben las autoridades monetarias y del gobierno, las saben los acreedores del Uruguay en el exterior, las saben los expertos, aun los aficionados a las finanzas; las saben los especuladores, las saben los delincuentes y los aprovechadores.

En suma, las saben todos menos la gente, menos el país mismo."

En este sentido, señor Presidente, creo que el sistema está bloqueado.

Estoy convencido de que el Gobierno se ha ido arrinconando, lamentablemente, y por las circunstancias, es comprensible. Hay una alta y creciente tensión social, así como falta de confianza y de credibilidad; creo que es fundamental impulsar un diálogo político nacional para sortear estas dificultades. Si los dirigentes políticos no pueden ponerse a la altura de las responsabilidades, seguramente mal podremos encontrar un destino y, además, un diálogo social que permita canalizar los disensos, la bronca, las discrepancias y el resentimiento que hoy anida en muchos uruguayos. Pero también se necesita actuar y seguramente no le temblará la mano al Gobierno, porque sabemos que está empeñado en buscar caminos de transparencia, para hacerlo con absoluto rigor y que no haya impunidad para algunos señores que se han arrogado el derecho de desestabilizar el sistema financiero nacional, la economía, la paz social de los compatriotas y también el futuro y el presente de todos los orientales.
Muchas gracias.

Leer: Rodríguez Batlle y el "acuerdo secreto" para la capitalización del Banco Comercial (II)

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