3/10/08
Goulart era vigilado por "servicios" del Ejército, la Policía, Narcóticos y el SID
Le abrieron un prontuario desde que se le otorgó el asilo político en Uruguay. Vigilaban sus viajes y vida personal. Todos los servicios de inteligencia hicieron espionaje sobre el derrocado mandatario. Destacaban contactos con Michelini, Erro y los ex presidente Perón y Torres. Anotaron hipótesis de su asesinato.
Ocho páginas con anotaciones de varios servicios de inteligencia componen la ficha del "prontuario" policial de João Goulart ante el Ministerio del Interior uruguayo, que evidencia el seguimiento del que era objeto el ex presidente de Brasil y su condición de "objetivo político" de las dictaduras de la región.
Las fichas a las que tuvo acceso LA REPUBLICA constituyen una prueba más de que "Jango" se encontraba en la mira de la dictadura uruguaya que seguía sus pasos en el exterior (períodos en los que se le retiraba la condición de refugiado), donde realizaba múltiples contactos con otros líderes políticos.
El prontuario de Goulart confirma que los servicios de inteligencia uruguayos habían "cooptado" a personal doméstico del ex mandatario brasileño y realizaban pesquisas sobre su vida personal y las personas que se movían en su entorno o lo acompañaban en sus viajes.
La ficha contiene anotaciones del "D-2" (inteligencia) del Estado Mayor del Ejército, de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII), así como apuntes de la Brigada de Narcóticos (dependencia relacionada con la CIA estadounidense) y del Servicio de Información y Defensa (SID) del Estado.
El prontuario B 1.269.712 sobre el ciudadano brasileño João Belchior Márquez Goulart se inició el 21 de abril de 1964, el mismo día en que se le otorgó asilo político en Uruguay tras ser derrocado en su país y, curiosamente, al escribirse su "ocupación" el funcionario a cargo anotó "Ex Presidente de Brasil".
La sombra del Cóndor
Los apuntes policiales ponen especial énfasis en los viajes de Goulart a Europa y Buenos Aires (donde sufría un seguimiento específico) y a sus reuniones con el general Juan Domingo Perón, los exiliados uruguayos Enrique Erro y Zelmar Michelini y el depuesto presidente boliviano general Juan José Torres.
Goulart, cuyo fallecimiento en 1976 es hoy revisado ante la sospecha de que pudo ser asesinado en el marco de la coordinación represiva "Plan Cóndor", falleció de un ataque al corazón, al igual que Perón. Michelini y Torres fueron asesinados a balazos en Buenos Aires, el mismo año de su muerte.
El ex agente uruguayo Mario Barreiro Neira afirmó a LA REPUBLICA en 2002 que Goulart había sido asesinado con un cambio de las píldoras que tomaba por su afección cardíaca en un operativo denominado "Operación Escorpión" en el que intervinieron efectivos brasileños, uruguayos y argentinos.
La hipótesis de que "Jango" no hubiera muerto por un ataque al corazón había sido denunciada en el libro "João Goulart Un crimen perfecto" (Editorial Arca,1982) por su amigo Enrique Foch Díaz, quien en el año 2000 también denunció que sus bienes estaban siendo robados.
La denuncia de Foch Díaz figura en el prontuario de Goulart, que en sus últimas anotaciones registra el caso del fallecimiento del ex piloto de Jango, el uruguayo Ruben Rivero, quien también murió de un ataque al corazón cuando viajaba desde Buenos Aires para testificar ante la Justicia uruguaya.
La República
03/10/08
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