3/9/08

El crimen de Susana Manzur (I)

El crimen de Susana Manzur revive en el ADN


Le fueron tomadas muestras de sangre y de cabello a un sargento de la Jefatura de Policía de Montevideo que se encuentra desde hace varios años con un pase en comisión en la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII).

Las mismas se encuentran ahora en los laboratorios de la Dirección Nacional de Policía Técnica (DNPT), cuyos expertos procederán en los próximos días a presentar su informe con los resultados obtenidos.

Los peritos deberán cotejar el perfil genético del sospechoso, con los indicios recabados en la escena del crimen de la modelo Susana Manzur, ocurrido en mayo de 1996. En aquella oportunidad los investigadores policiales encontraron en el cadáver y en la casa algunos elementos de los que se puede extraer ADN, y que contendrían la información del o los implicados en el crimen.

Entre los rastros se cuentan varios tipos de cabellos y semen. El sargento que revistaba en la DNII accedió a que se le practicaran las pruebas, aunque las fuentes a las que accedió LA REPUBLICA indicaron que el magistrado a cargo del expediente hubiera ordenado que igual se realizaran en el caso de que el ex funcionario se hubiera opuesto.

Fuentes en la Policía Técnica explicaron que el pasado jueves por orden del magistrado competente se ordenó la extracción de estos elementos para ser analizados y cotejados con los indicios de aquel entonces. Los estudios, que llevarán varios días, permitirán o no vincular al sospechoso con el caso en base a los elementos que se poseen, o de lo contrario descartar este extremo.


Historia de comisiones
Desde que en la tarde de aquel día de mayo se conoció el asesinato de la modelo y empresaria, el expediente ha tenido un sinfín de idas y venidas, principalmente por el hecho de que la víctima tenía una larga lista de conocidos y, por tanto, una larga lista de posibles sospechosos que había que depurar.

Culminada esta etapa el cerco se estrechó lo suficiente en torno a un reducido número de personas. Se habla de dos, tres o cuatro eventuales implicados. La persona a la cual se le tomaron las recientes pruebas mantuvo en su momento una relación cercana con Manzur. En el primer gobierno de Julio María Sanguinetti el hoy ex sargento procesado por extorsión llegó al Edificio Libertad a través del pase en comisión desde la Jefatura de Policía de Montevideo. Por su parte la modelo, empresaria y funcionaria pública, se desempeñó hasta mayo de 1981 en la Dirección Nacional de Aduanas.

Mediante el mecanismo del pase en comisión fue trasladada al Tribunal de Cuentas y por recomendación de un legislador posteriormente desembarcó en el Edificio Libertad, también en el primer gobierno de Sanguinetti. Primero estuvo en la Pro Secretaría, después en Contaduría y finalmente en el Servicio de Prensa y Difusión. Haciendo uso de una licencia sin goce de sueldo en esta repartición fue que Manzur murió degollada.

Ese mismo año el policía pasó en comisión, una vez más, en este caso a la DNII, en donde revistó hasta que la semana pasada la Seccional 11ª lo detuvo tras comprobar su participación, junto a un civil, en un caso de extorsión. La Justicia lo procesó con prisión y al momento de ser fichado por Técnica fue que se le sacaron muestras de cabello y de sangre.


La escena
Manzur tenía 38 años al momento de ser ultimada. Era polifacética e independiente, en cuanto al manejo de sus relaciones personales. Sus vecinos de Pocitos, y más precisamente del edificio de Rivera y Soca donde vivía, en su momento dieron fe del gran movimiento de personas que se daba en el apartamento 902.

Además de sus trabajos ya reseñados, la mujer tenía un programa radial todos los días que se emitía de madrugada, y al momento de morir estaba abocada a lanzar al mercado dos publicaciones. El misterio de su muerte --alimentado por el hecho de estar aún sin resolver y por los ámbitos en los que se desenvolvía-- continúa siendo hoy por hoy impenetrable.

Sobre las 16 y 30 del 23 de mayo de 1996 personal de la Seccional 10ª y de Radio Patrulla llegó hasta el apartamento de la víctima. La encontraron sobre un sofá con un profundo corte en el cuello, varios puntazos en el tórax y una de sus piernas atadas al mueble en el que yacía. En un primer momento los investigadores no advirtieron la falta de valores, por lo tanto el robo fue descartado.

Sin embargo, en ulteriores pesquisas surgieron algunos elementos que, si bien no hacen pensar en el hurto como móvil, sí evidencian la sustracción de materiales que podrían comprometer al o los homicidas. Entre ellos un archivo de su computadora, hojas de su agenda y varias fotografías. Ahora, desde el juzgado, se aguarda el informe de Policía Técnica para saber si se confirmaron hipótesis de trabajo o si las sospechas sobre el ex policía se desvanecen.

La República
21/08/08






En febrero se reactiva el caso del asesinato de Susana Manzur




Desde los primeros días de febrero deberán declarar todos los funcionarios policiales que intervinieron en la investigación del asesinato de la modelo y funcionaria de Presidencia Susana Manzur. Años atrás, Washington De María se presentó ante el senador José Korzeniak y le dijo saber todo sobre este homicidio. A casi 8 años del hecho no se conoce al o los autores del crimen. Juez y fiscal retoman la indagatoria.

El juez penal de 5º Turno, Daniel Tapié, quien ocupa ese cargo en sustitución de Jorge Imas, dispuso que luego de la Feria Judicial Mayor se tome testimonio a todos los funcionarios policiales que participaron en la investigación del homicidio de la funcionaria del Edificio Libertad y ex modelo Susana Manzur, ocurrido en mayo de 1996. La fiscal del caso, Mirtha Guianze, presentó un escrito al magistrado Tapié, en que le señaló los años de indagatoria, las falencias que a su entender tuvo la instrucción y la falta de resultados. Asimismo, la representante del Ministerio Público le solicitó al juez que antes de archivar el expediente se pusieran las constancias de una serie de actuaciones policiales que no quedaron registradas por escrito. Tapié puso el expediente para resolver y luego de estudiarlo decidió las citaciones de los funcionarios policiales.



Korzeniak y De María
Tiempo atrás, el senador socialista José Korzeniak entregó al juez Imas, entonces a cargo del caso, y a la fiscal Guianze las respuestas a pedidos de informes que había realizado y que se relacionaban con este homicidio. A entender del legislador, esta información aportaba nuevos datos de importancia para resolver el caso.

Entre los pedidos de informes que le fueron contestados a Korzeniak está el listado con los nombres de los choferes de Casa de Gobierno --70 en ese período--, ya que para el senador algunos de ellos podían conocer información importante sobre este caso.

Al despacho de Korzeniak concurrió en una ocasión el ex oficial de policía Washington de María, guardaespaldas de Julio María Sanguinetti en su primera presidencia y procesado con prisión por el asesinato del empresario Luis Ernesto González. Korzeniak declaró ante Imas y Guianze que en esa visita, acompañado de su esposa y un abogado, De María le dijo que sabía todo sobre el asesinato de Manzur. Posteriormente a ese encuentro con Korzeniak, De María no ratificó sus dichos ante la Justicia, ni brindó más datos sobre la muerte de Manzur.



La carrera de Manzur y el ADN de los asesinos
Susana Manzur tenía 38 años al momento de ser ultimada en el apartamento 902 del edificio de Rivera y Soca donde vivía. El personal de Policía que concurrió al lugar la tarde del 23 de mayo de 1996 la encontró sobre un sofá con un profundo corte en el cuello, varios puntazos en el tórax y una de sus piernas atada a un mueble.

Hasta mayo de 1981 Manzur realizó tareas en la Dirección Nacional de Aduanas, mediante el mecanismo de pase en comisión fue trasladada al Tribunal de Cuentas y por recomendación de un legislador posteriormente llegó al Edificio Libertad, en el primer gobierno de Julio María Sanguinetti. Primero estuvo en la Prosecretaría, después en Contaduría y finalmente en el Servicio de Prensa y Difusión. Tenía una agencia de colocación de modelos y un programa radial que se emitía todos los días de madrugada.

En principio los investigadores no advirtieron la falta de valores, por lo que el robo fue descartado. Sin embargo, en posteriores pesquisas surgieron algunos elementos que, si bien no hacen pensar en el hurto como móvil, sí evidencian la sustracción de materiales que podrían comprometer al o los homicidas. Algunos de estos puntos son los que se buscan aclarar con los testimonios de los policías, como por ejemplo la desaparición de la información que contenía la computadora de Manzur, su agenda y varias fotos. Allegados a Manzur declararon en el expediente que en caso de que le sucediera algo ella les dijo que revisaran en su computadora, ya que allí guardaba información muy importante de cosas que había descubierto.

En el apartamento de Manzur los investigadores policiales encontraron en el cadáver y en la casa algunos elementos de los que se extrajo muestras de ADN del o los implicados en el crimen. Estos se compararon con los de un oficial de policía sospechoso de participar del asesinato y el examen dio negativo, pero en el futuro las muestras se pueden comparar con las de otras personas.



Dificil relacionamiento entre juez y fiscal
La fiscal Guianze y el juez Jorge Imas, quien fue el responsable de casi toda la indagatoria de este caso, tuvieron diferencias con la forma de tramitar el expediente. Meses atrás Imas fue trasladado por la Suprema Corte de Justicia (SCJ) a la Justicia Laboral, pero no llegó a ejercer en esa materia y optó por jubilarse. Las discrepancias entre juez y fiscal llegaron hasta la SCJ, a la que la Fiscalía de Corte elevó un informe referente a las actuaciones de Imas en el expediente sobre el asesinato de Manzur, y que la corporación judicial archivó.

Guianze informó a la Fiscalía de Corte que ese expediente se dio a la Policía, entendiendo que de esa forma se violó el secreto de presumario, puesto que había varios funcionarios policiales investigados por ese asesinato y que por ello el expediente no podía estar en manos de la Policía. La propia Fiscalía de Corte elevó esa información a la SCJ para que ésta resolviera. En su respuesta a la SCJ, Imas dijo que envió el expediente a la Policía, explicando el trámite, sus razones y afirmando estar convencido de que hizo bien. Añadió que el expediente no fue entregado a los policías supuestamente involucrados sino a quienes investigan el caso.

A comienzos de 2001 Imas tomó licencia y lo suplió en la sede penal de 5º Turno la jueza Marta Alvez, que sorpresivamente reactivó el expediente sobre Manzur. Bajo un gran hermetismo, Alvez tomó declaración a diferentes testigos, audiencias en la que participó Guianze.

Tras el regreso de Imas, el expediente no registró movimientos importantes, hasta que el magistrado informó a la fiscalía su intención de archivarlo.

En ese momento Guianze redactó un escrito en que señaló las fallas que a su entender tuvo la instrucción y pidió que se incorporara una serie de actuaciones policiales. La presentación de dicho escrito coincidió con la partida de Imas y la asunción de Tapié al frente del Juzgado Penal de 5º Turno.

Las fuentes judiciales consultadas en diferentes etapas de la instrucción siempre respondieron que la reserva con que se tomaron muchos testimonios se debió a lo delicado del caso y las personas que pueden estar implicadas en el mismo, lo que genera temor en algunos de los testigos que prefieren no trascender públicamente ante posibles represalias.

La República
05/01/04

Leer: El crimen de Susana Manzur (II)

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