El Frente Amplio: una fuerza política al servicio de los uruguayos
El Frente Amplio es una fuerza política profundamente arraigada en el colectivo social, una herramienta de cambio y para los cambios progresistas al servicio del pueblo uruguayo. No nos conformamos con administrar el futuro sino que pretendemos liderarlo, construirlo colectivamente, entre todos, aportando nuestros valores, principios, experiencias y esperanzas como contribución a la superación de la sociedad uruguaya y el mejoramiento del país.
Una fuerza política esencialmente pluralista en que confluyen organizaciones y personas progresistas de distintos orígenes filosóficos, ideológicos y sociales, convencidos de la necesidad de promover e instrumentar cambios en la sociedad uruguaya que mejoren la vida de sus gente, recogiendo de la tradición y del ideario artiguista buena parte de su propuesta y su vocación de lucha transformadora.
Una fuerza política unitaria. La unidad sin exclusiones de la izquierda en torno a un programa y la construcción de una estructura para el trabajo común en función del objetivo compartido, es una experiencia histórica destacada y la razón última del crecimiento y el protagonismo adquirido por el Frente Amplio en el Uruguay a lo largo de sus treinta años de historia. La unidad en la diversidad ha sido un pilar fundamental en su desarrollo.
Una fuerza política con experiencia y vocación de gobierno al servicio de los cambios. A partir de 1989 la ciudadanía nos confió el gobierno municipal en la capital del país; responsabilidad y distinción refrendada consecutivamente en los próximos actos electorales por un número creciente de montevideanos. Así lo quiso en el año 1989 el 34 %, en el año 1994 el 44%, y en el año 2000 el 58% de los ciudadanos montevideanos. El Frente Amplio al frente de la Intendencia Municipal de Montevideo ha demostrado a lo largo de una década de que hay otra forma de gobernar. Se ha transformado radicalmente el departamento a través de la implementación de tres líneas rectoras del programa presentado a la ciudadanía: la descentralización política y administrativa abriendo la participación social y política a los montevideanos con la intención manifiesta de compartir el poder con la sociedad y acercar la gestión pública al ciudadano; la implementación de un plan ambicioso de políticas sociales dirigidas a aquellos sectores que más lo necesitan con protagonismo de la población involucrada y articulando la experiencia acumulada en la sociedad sobre el enfoque integral de las mismas; y la aplicación de un plan de obras de fuerte impacto en la calidad de vida de los montevideanos, dentro del cual se destaca la extensión del servicio de saneamiento a prácticamente la mitad de la población del departamento que carecía de este servicio de salubridad e higiene ambiental básico. Junto a ello, la justicia tributaria; la revalorización del espacio público; las políticas de viviendas con oferta de predios para su construcción mayoritariamente por la modalidad cooperativa; la preservación ambiental; el apoyo a la producción en el Montevideo Rural y el Mercado Modelo; la reforma de la gestión municipal a través de su informatización y nuevas modalidades de gestión de los recursos humanos y materiales; la cooperación internacional y la apuesta al desarrollo cultural y a la construcción de un imaginario colectivo de contenido progresista.
Hemos demostrado en los hechos que hay otra manera de hacer política y de gobernar. El ejercicio del diálogo y la articulación de las diversas realidades e intereses en beneficio del interés general, así como la transparencia en la gestión a través de un manejo del manejo de recursos, diversos mecanismos de control institucional y social, y la elaboración participativa del presupuesto; son señas de identidad de su experiencia de gobierno, que se diferencia claramente de los estilos de gobiernos practicados con anterioridad en el país.
El Frente Amplio es en definitiva una fuerza política que encarna una esperanza. Expresa el anhelo creciente de los uruguayos por construir un país más justo y solidario con oportunidades para todos. Es por eso una fuerza política profundamente progresista y democrática, pacífica y pacificadora, que convoca a recorrer juntos, el camino del cambio a la uruguaya y la transformación nacional.
Una causa común para todos los progresistas uruguayos por un mejor país para un nuevo siglo
Somos una fuerza joven tenemos más sueños que recuerdos. Queremos hacer realidad nuestros sueños y sabemos que ello sólo será posible sobre bases de amplios y sólidos consensos políticos.
Hay una mayoría social que cree que es posible un Uruguay mejor y que vale la pena trabajar para construirlo. Paradójicamente, la aplicación dogmática del modelo neoliberal conservador y los gravísimos niveles de deterioro que han provocado en la estructura económica y social del Uruguay, han generado las condiciones para la concreción de acuerdos amplios para su derrota y superación. Ha crecido drásticamente el número de uruguayos afectados por la pobreza que a su vez afecta con más fuerza a jóvenes y niños. Los trabajadores han sumado al problema de la reducción de sus ingresos, del salario real, problemas nuevos como el subempleo, el empleo precario sin prestaciones sociales básicas, y el crecimiento a niveles históricos del desempleo como problema central de nuestro tiempo. Las capas medias vinculadas a la industria, las actividades del sector público y la educación, se han debilitado enormemente. La desarticulación del aparato productivo del país, la crisis por la que atraviesa el agro. la industria y el comercio, han aumentado los sectores sociales desconformes con las políticas aplicadas durante los últimos años. Las políticas aplicadas en desmedro del desarrollo del conocimiento y la investigación científica, han perjudicado a los sectores de intelectuales y profesionales de la educación. Al mismo tiempo, la carencia de políticas que afronten la superación de esos aspectos y de la nuevas problemáticas vinculadas a la ecológica y el deterioro del medio ambiente, la discriminación de género, étnica o sexual, los perjuicios que afectan los consumidores, etc., han generado el surgimiento de nuevos actores en la sociedad civil que se nuclean en organizaciones no gubernamentales y de distinto tipo demandando soluciones y acciones concertadas ante esta realidad. El gran desafío es concretar la expresión política de la creciente voluntad de cambio en nuestra sociedad en torno a un programa de transformaciones.
Creemos en la necesidad de agrupar a todos los progresistas uruguayos en torno a esa causa común. La construcción del Encuentro Progresista como alternativa real, conformado por la confluencia de personas y sectores provenientes de las diversas tradiciones políticas e ideológicas del país, constituye una experiencia realmente en este sentido, y un camino por donde caminar.
La unidad de todos los sectores progresistas de nuestra sociedad en torno a un programa común para cambiar el país a favor del pueblo es la mayor conquista política de la izquierda uruguaya y un avance revolucionario hacia los cambios.
Esa unidad política en el marco de un pluralismo democrático a la interna y a la externa, por encima de ideologías y tradiciones, se articula en torno a los ejes programáticos prioritarios definidos claramente en el otro programa presentado a la ciudadanía: La Justicia social, a través del desarrollo de políticas sociales integradas, de salud, educación, vivienda y seguridad social, articuladas en torno al objetivo de corregir las gravísimas e intolerables desigualdades de nuestra sociedad. El País productivo, mediante la implementación de políticas económicas (tributos, producción, comercio, inversión, investigación y tecnología) orientadas hacia el objetivo de apoyar al sector productivo a fin de crear fuentes de trabajo estables. Y la democratizaciòn de la sociedad y del Estado, con políticas hacia la cultura, seguridad, comunicaciones, medio ambiente, gestión estatal, que profundicen la democracia dentro del país con la mayor participación popular, y la política internacional orientada hacia la consecución de un orden mundial más justo.
Convocamos a la unidad de los progresistas en base a un programa de cambios cada vez más necesario para el país y los uruguayos, desde nuestra experiencia de trabajo junto a los uruguayos para ello, y en torno al compromiso con los valores esenciales de la justicia, la libertad la solidaridad y la búsqueda del progreso de nuestra gente; convencidos de que otro mundo es posible, y de la necesidad de la unión de todos los progresistas para lograr un mejor país para el nuevo siglo.
Documento congreso FA:
"Compromiso por el cambio para el nuevo siglo"
Junio 2001
16/9/08
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