17/7/08

Chile: implican a Uruguay como destino de supuesto tráfico de órganos de desaparecidos

Coronel retirado aseguró que uruguayos gestionaron las compras durante el régimen de Pinochet


Un coronel retirado de la Fuerza Aérea de Chile denunció a Uruguay como destino final de un supuesto tráfico de órganos de ciudadanos desaparecidos durante el gobierno militar del general Augusto Pinochet. La revelación, contenida en un informe de la Iglesia Metodista Pentecostal Universal que dirige el pastor Enrique Vilches, entregado al presidente Ricardo Lagos, causó un gran impacto en Chile en momentos en que la Corte Suprema se dispone a anunciar el fallo definitivo sobre el desafuero o no del ex dictador.

La presidenta de la Asociación Chilena de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Viviana Díaz, presentó ayer al mediodía ante el juez de la Corte de Apelaciones de Santiago, Juan Guzmán Tapia, un escrito que solicita que se cite a declarar a este pastor evangélico que denuncia que cuerpos de numerosos detenidos desaparecidos fueron mutilados, lanzados al mar y sus órganos vendidos a extranjeros, entre ellos uruguayos.

La denuncia de la Asociación está basada en un informe de la Iglesia Metodista Pentecostal Universal, que dirige el pastor Enrique Vilches. "Nos impactó muchísimo el documento y decidimos que había que darlo a conocer", afirmó Díaz a LA REPUBLICA, quien, no obstante, reclamó que la Justicia determine si la información "es veraz o no lo es". La dirigente recordó que años atrás circularon rumores de ese tipo sobre el traslado de prisioneros, aunque expresó que este relato desbordó toda previsión. "Esto ya ha superado todo lo que nosotros hemos podido imaginar sobre lo que se hizo con nuestros familiares, sin haber tenido un juicio justo, indefensos hasta el último día de sus vidas", agregó.

"Nos golpeó de sólo pensar que a algunos de nuestros familiares les hubiesen extraído órganos y vivieran hoy día en otras personas que no sabemos quiénes son". Por su parte, la también dirigente de la AFDD Mireya García declaró: "No sé si alguien puede imaginarse y ponerse en nuestro lugar, loque significa pensar, por ejemplo en mi caso, que hayan sido extraídos órganos de mi hermano y hayan sido vendidos y que estén implantados en otra persona en cualquier lugar. Realmente, esto es kafkiano", afirmó.



Impactante revelación
En el documento, entregado el jueves en el Palacio de la Moneda, al que tuvo acceso LA REPUBLICA, el religioso relata el supuesto destino final de 780 presos políticos, basado en una conversación con un coronel retirado de la Fuerza Aérea de Chile, a quien no identificó. El sacerdote sostiene en el escrito que "los cuerpos eran tratados clínicamente con inyecciones de sustancias químicas que estimulaban la descomposición de los cadáveres a fin de atraer a los peces".

Señala también que "los cadáveres fueron lanzados al mar con los vientres abiertos y rellenos de plomo, material reemplazado posteriormente por rieles de ferrocarril para abaratar costos".

El informe, por otra parte, asegura que los cuerpos de 144 personas, que ingresaron vivas a los hospitales Militar y de la Fuerza Aérea fueron mutilados con el fin de extraer sus "córneas y médulas" para futuros trasplantes y según DPA el sacerdote Vilches agregó: "Ciudadanos uruguayos habrían sido los principales compradores". Vilches, quien es presidente de la Corporación Metodista Pentecostal de Chile, asumió toda la responsabilidad sobre el contenido del informe.

El documento originó una gran controversia entre el gobierno y las organizaciones de derechos humanos. Mientras estas últimas divulgaron ampliamente el documento y piden una investigación judicial de los hechos denunciados, fuentes gubernamentales relativizaron su contenido.

El propio presidente chileno, Ricardo Lagos, dijo: "La información entregada no está a la altura de las expectativas que uno se podía haber formado. El documento es demasiado débil y no tiene nada concreto". Por su parte, el ministro del Interior, José Miguel Insulza, afirmó que el informe sólo contenía "información genérica" y "carente de datos específicos". En tanto, el jefe del Ejército, Juan Izurieta, dijo que el informe pone en duda la permanencia de las Fuerzas Armadas en la Mesa de Diálogo instalada en Chile para resolver el tema pendiente de los detenidos desaparecidos.

El ministro secretario general de Gobierno, Claudio Huepe, hizo anoche un llamado para que en el futuro la entrega de datos sobre detenidos desaparecidos se haga con seriedad y sin declaraciones públicas. "La información por él (Vilches) proporcionada, que se reduce a cuatro páginas, no incluye antecedentes que permitan llegar a conclusión alguna sobre el real paradero de las víctimas ni señala el nombre de ninguna de las personas sobre las cuales dice tener información, que él estima en más del 50 por ciento del total de los desaparecidos", según el comunicado oficial entregado por Huepe.

Ayer la empresa chilena de transporte "Progreso", mencionada en el informe, expresó que los dueños actuales se hicieron cargo de la misma a partir de 1995. Viviana Días señaló que en 1975 "ya se hablaba de esta firma, uno de cuyos dueños es Ricardo Claro, un influyente empresario de Chile".



El documento
He aquí el texto del documento presentado por el sacerdote al presidente chileno:

"Excelentísimo señor presidente, me dirijo a usted para informar lo siguiente:

Desde hace 7 años aproximadamente mantengo un programa radial evangélico, en el cual tratamos diversos temas tanto teológicos, así como otros de interés nacional desde la perspectiva bíblica.

El programa, que recibe el nombre de "Chacarilla, una Iglesia en Acción" se transmite todos los sábados en horario de 12.00 a 14.00 horas en radio Corporación 1380 AM.

En este programa acostumbramos a pedir opiniones las cuales son transmitidas al aire. El sábado 8 de julio recibí una llamada telefónica la cual fue transmitida al aire.

A través de la línea escuché una voz queda y hondamente preocupada, que me hablaba del tema de Detenidos Desaparecidos, ante lo cual inicialmente me confundí especialmente porque el tema que tratábamos era otro.

Mi primera reacción fue sugerir a la persona las vías legales para hacer sus denuncias, él insistió en querer conversar específicamente conmigo.

En mi condición de Pastor evangélico-Ministro de Dios, entendí que la persona que se identificó como Coronel en retiro de la Fuerza Aérea, quería conversar de este tema pero en el contexto de la confesión, por lo que terminé esta primera conversación en privado, es decir, sacando la llamada del aire y atendiéndola por interno.

En nuestra conversación telefónica insistió en que lo que tenía que decirme era muy delicado e imposible de conversar por teléfono, por lo cual acordamos reunirnos el día lunes 11 de julio en un lugar por él definido.

Luego continué con mi programa y entendiendo que este es un tema que divide a los chilenos y en mérito a la unidad que nos pide ser un cuerpo en Cristo (Romanos 12 vv. 4-5), ese mismo día hice un llamado a los líderes de las diferentes Iglesias Evangélicas y Ministerios con el fin de convocarlos y en conjunto analizar desde la perspectiva de la Iglesia Evangélica este tema que tan preocupados nos tiene como chilenos, como hijos de esta tierra y decidí las directrices a seguir.

Al recibir una muy baja respuesta a este llamado y en virtud de que soy pastor de almas, asumí esta responsabilidad con la cual el Señor me honra al tomarme en cuenta y utilizarme para su servicio.

Movido por mi llamado pastoral y con el ferviente deseo de asistir al alma afligida, buscar la paz y la reconciliación para mi país, seguí con mi cometido, cumpliendo para ello las instrucciones emanadas por la persona de la llamada telefónica.

El señor nos llama (a los Cristianos) a tener amor por las personas y más aún por una que está afligida, sin mirar su posición económica, sin importar su condición social, su nivel cultural y menos su color político, tenemos el deber de atender al afligido. Por lo tanto con el afán precisamente de cumplir mi ministerio pastoral y por supuesto en ninguna manera involucrarme en este tema, sin otro fin que no sea mi labor pastoral concurrí el día lunes 11.07 al lugar citado para escuchar lo que tenía que decir esta persona.

La reunión con él fue más bien una conversación totalmente normal en la cual él reiteró que era un Coronel en retiro y que se sentía muy cargado con lo que sabía respecto de los detenidos desaparecidos, lo conforté en su dolor y animé.

A la reunión se sumaron 2 personas, las que venían con el Coronel, estas personas tuvieron una participación netamente pasiva, ya que sólo el Coronel hablaba.

Su relato comenzó así, con relación a los detenidos desde 1973 y que fueron traslados al norte del país, a lugares como Valparaíso, San Antonio, Coquimbo, todos ellos fueron tirados al mar, previo un perverso tratamiento clínico, el cual consistía inicialmente en inyectarle a los cuerpos unas sustancias líquidas que estimulaban a los peces a comerse esta carne humana y a que la parte ósea se desintegrase en un plazo no superior a 5 días.

Por otra parte y para que los cuerpos fueran a dar a la máxima profundidad en el mar le colocaban en los vientres placas de plomo para asegurar su hundimiento, de modo que no hubiese ninguna posibilidad de encontrar algún cuerpo.

Además acota que las personas que pasaron por este proceso corresponden en porcentaje a más del 50% del total de los detenidos desaparecidos.

Con respecto al uso de las barras de plomo éstas fueron prontamente reemplazadas por rieles de líneas de tren, debido a que las barras de plomo eran caras y había que abaratar costos.

Para llevar los cuerpos de las personas, desde donde fueron detenidos al lugar donde eran tirados al mar, se usó la forma de transporte terrestre para acercarlos a las costas y luego en barcos para trasladarlos lejos de la costa, donde la profundidad de mar fuera mayor.

Para el tramo terrestre se arrendaron camiones a la empresa de transportes Progreso y los barcos eran de la empresa Sudamericana de Vapores. Al respecto de la empresa Sudamericana de Vapores, me contó que en el bullado caso de los psicópatas de Valparaíso, en las investigaciones de Inspector Lillo a cargo del caso, quedaba al descubierto la directa implicancia de un señor Guble, hijo de uno de los dueños de Sudamérica de Vapores.

El inspector Lillo, a pesar de la evidencia, no pudo asociarlo al caso, por lo que el inspector Lillo tuvo que renunciar al servicio.

También me contó el caso de 144 personas que ingresaron vivas, algunas al hospital Militar y otras al hospital Fach, las cuales fueron lisa y llanamente mutiladas, para ocupar de sus cuerpos, por ejemplo, sus córneas, la médula ósea en trasplantes. Tanto así que incluso vinieron unas personas desde el Uruguay, para hacer uso de estas partes.

Al terminar la conversación, que se extendió más o menos por una hora, me encargó que informara todo esto a la opinión pública y que nos reuniéramos nuevamente el jueves 13.07.

Con lo recabado en esta conversación me reuní con los líderes de la Iglesia Metodista Pentecostal Universal, de la cual soy Pastor, y en conjunto con ellos revisé y analicé la información, decidiendo primero no asistir el día 13.07 e informar de acuerdo al procedimiento establecido en la ley 19.687, publicada especialmente para este efecto.

Con la certeza de que la información que le transmito contribuye a la paz y reconciliación de mis hermanos, le saluda deseando bendiciones en su vida.

Enrique Vilches - Pastor Iglesia Metodista Pentecostal Universal - Personalidad Jurídica 1188 del 12 XI 1998


La República
05/08/2000

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