27/11/08

La ultraderecha española sale en defensa de Juan María Bordaberry

El ex dictador Juan María Bordaberry, hoy preso en Cárcel Central, tiene quién le defienda en este otro lado del océano: se trata de la derecha ultracatólica española, que hace algunos meses le había otorgado el título de "Caballero de la Legitimidad Proscrita", en atención a su "compromiso con la hispanidad y su defensa del carlismo". La campaña a favor de la libertad de Bordaberry está a cargo de Comunión Tradicionalista y de las Juventudes Tradicionalistas de España, que atribuyen su detención al "proceso general de neomarxistización del continente americano".

A miles de kilómetros de Cárcel Central, anoche alguien habrá rezado por Bordaberry. Es que el ex dictador uruguayo supo codearse con los sectores más recalcitrantes del catolicismo ultraconservador, quienes aprendieron a quererle. Hoy leen sus "obras" como si de la mismísima biblia se tratase. Está claro: conceptos como democracia, justicia o derechos humanos no entran dentro de la lógica de estos acérrimos defensores de los regímenes dictatoriales. Eso sí, siempre en nombre de Dios.

Tras conocerse el procesamiento de Bordaberry y del ex canciller Juan Carlos Blanco, sus amigos en España no dudaron en salir en su defensa, pidiendo oraciones por quien hoy duerme en una celda. "Comunión Tradicionalista", viejo feudo de la derecha reaccionaria española, y sus Juventudes Tradicionalistas de España emitieron sendos comunicados en defensa del ex dictador. En estas notas, dan a conocer que el ahora convicto "fue creado Caballero de la Legitimidad Proscrita junto a otras personalidades del mundo hispánico el pasado 3 de mayo de 2006 en atención a su compromiso con la hispanidad y su defensa del carlismo".

Los comunicados, publicados en la página web de Comunión Tradicionalista, están repletos de alabanzas hacia Bordaberry. En esa línea, sostienen que tras el golpe de Estado que perpetró en junio de 1973, "en su acción de gobierno aplicó principios orgánicos, restauró la autoridad, y propició el avance económico y social de los uruguayos --sus medidas políticas fueron el detonante del comienzo de la salida de las diversas crisis económicas de los años 60--, de tal modo que se merece el reconocimiento de los carlistas y de los españoles de buena voluntad".

Para Comunión Tradicionalista, "la injusta encarcelación a que ha sido sometido a sus 78 años de edad, después de algunos años de acoso político que han restringido notablemente sus libertades personales" tiene una sencilla respuesta: "sólo se puede explicar dentro del proceso general de neomarxistización del continente americano, en el contexto del rearme de la narcoguerrilla colombiana, de la demagogia bolivariana y antiespañola, y el ensalzamiento por los gobiernos argentino, chileno y uruguayo de las criminales guerrillas marxistas de los años 70, que dejaron decenas de miles de muertos en sus territorios". Ya puestos, también atribuyen la detención a la "perversa dictadura castrista que mantiene a la isla en una cárcel, con un tremendo atraso social y económico que hace que las clases populares quieran abandonarla en cuanto las siniestras autoridades policiales les dan un respiro".
Volviendo al proceso judicial en particular, sostienen que "está pleno de irregularidades. Los dogmas jurídicos tan cacareados por los liberales ceden ante la pretensión política. Al margen de la adhesión o desafección al ex presidente Bordaberry muchos uruguayos han puesto de relieve, en público y en privado, la pregunta esencial sobre la independencia entre los poderes y sobre cuál es el papel del artículo de la Ley de Caducidad en el que le da al Poder Ejecutivo la capacidad para determinar qué delitos están amparados en la voluntad popular de no juzgar y cuáles no".

Critican también al juez Timbal, a quien acusan de basarse en "endebles hipótesis", y acusan a la prensa de manejar este caso con "ligereza y frivolidad". "Reiteramos todo nuestro apoyo y nuestras oraciones por Juan María Bordaberry, haciéndonos partícipes del apoyo del pueblo uruguayo a su ex presidente", agregan los dirigentes de Comunión Tradicionalista.

Junto a su comunicado aparece otro, firmado por las Juventudes Tradicionalistas de España, que también lamenta y critica la detención del ex dictador, a quien prefieren llamar "ex presidente". "No puede dejar de señalarse que Juan María Bordaberry accedió a la presidencia de acuerdo con la legalidad entonces vigente, tras obtener más del 40% de los votos, después de una brillante carrera como senador y como ministro en la que destacó su eficaz gestión de las carteras de Agricultura y Ganadería. El clamor que exigía firmeza contra la insurrección tupamara le llevó a asumir poderes extraordinarios, como extraordinaria era la ofensiva revolucionaria de la subversión", señalan.
Al igual que días atrás hiciese su hijo Santiago en una carta también difundida en internet por estos grupos ultraderechistas, las Juventudes Tradicionalistas de España sostienen que "el regreso al poder de la izquierda masónica en Uruguay explica este injusto procesamiento". Citan también unas declaraciones de Pedro Bordaberry -su otro hijo, que además fuese ministro de Turismo en el gobierno de Jorge Batlle- en las que sostiene que "hasta se llegó a sumariar a una jueza que dictó una sentencia favorable a nuestro padre, algo nunca visto en el Uruguay (...) nuestro homenaje a aquellos jueces que soportaron y aún hoy soportan esa presión política".

La República
26/11/06

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